Jornada III
|
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Sale GIL con
muchas cruces, y una muy grande al pecho.
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GIL |
Por leña a este monte
voy, |
|
que Menga me lo ha mandado, |
|
y para ir seguro he hallado |
|
una brava invención
hoy. |
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Que de la cruz diz que es |
5 |
devoto Eusebio, y así |
|
he salido armado aquí |
|
de la cabeza a los pies. |
|
Dicho y hecho. ¡Él es,
pardiez!; |
|
no topo, lleno de miedo, |
10 |
donde estar seguro puedo; |
|
sin alma quedo. Esta vez |
|
no me ha visto; yo quisiera |
|
esconderme hacia este lado |
|
mientras pasa; yo he tomado |
15 |
por guarda una cambronera |
|
para esconderme. ¡No es
nada! |
|
Tanta púa es la más
chica. |
|
¡Pléguete Cristo!,
más pica |
|
que perder una trocada, |
20 |
más que sentir un
desprecio |
|
de una dama Fierabrás, |
|
que a todos admite, y
más |
|
que tener celos de un necio. |
|
|
|
|
(Sale EUSEBIO.)
|
EUSEBIO |
No sé dónde
podré ir, |
25 |
larga vida un triste tiene, |
|
que nunca la muerte viene |
|
a quien le cansa el vivir. |
|
Julia, yo me vi en tus brazos, |
|
cuando tan dichoso era, |
30 |
que de tus brazos pudiera |
|
hacer amor nuevos lazos. |
|
Sin gozar al fin dejé |
|
la gloria que no tenía; |
|
mas no fue la causa
mía, |
35 |
causa más secreta fue, |
|
pues teniendo mi
albedrío, |
|
superior efeto ha hecho |
|
que yo respete en tu pecho |
|
la cruz que tengo en el
mío. |
40 |
Y pues con ella los dos, |
|
¡ay Julia!, habemos
nacido, |
|
secreto misterio ha sido, |
|
que lo entiende solo Dios. |
|
|
|
GIL |
[Aparte.]
|
Mucho pica, ya no puedo |
45 |
más sufrillo. |
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|
EUSEBIO |
Entre estos ramos
|
|
hay gente. ¿Quién
va? |
|
|
GIL |
[Aparte.]
|
Aquí echamos
|
|
a perder todo el enredo. |
|
|
|
EUSEBIO |
[Aparte.]
|
Un hombre a un árbol
atado, |
|
y una cruz al cuello tiene; |
50 |
cumplir mi voto conviene |
|
en el suelo arrodillado. |
|
|
|
GIL |
¿A quién, Eusebio,
enderezas |
|
la oración, o de qué
tratas? |
|
Si me adoras, ¿qué me
atas? |
55 |
|
-117r- |
Si me atas, ¿qué me
rezas? |
|
|
|
|
GIL |
¿A Gil no conoces?
|
|
Desde que con el recado |
|
aquí me dejaste atado, |
|
no han aprovechado voces, |
60 |
para que alguien,
(¡qué rigor!) |
|
me llegase a desatar. |
|
|
|
EUSEBIO |
Pues no es aqueste el lugar |
|
donde te dejé. |
|
|
GIL |
Señor,
|
|
es verdad; mas yo, que vi |
65 |
que nadie llegaba, he andado |
|
de árbol en árbol
atado |
|
hasta haber llegado
aquí. |
|
Aquesta la causa fue |
|
de suceso tan extraño. |
70 |
(Desátale.)
|
|
|
EUSEBIO |
([Aparte.]
|
Este es simple, y de mi
daño |
|
cualquier suceso
sabré.) |
|
Gil, yo te tengo
afición, |
|
desde que otra vez hablamos, |
|
y aquí quiero que
seamos |
75 |
amigos. |
|
|
GIL |
Tiene razón,
|
|
y quisiera, pues nos vemos |
|
tan amigos, no ir allá, |
|
sino andarme por acá, |
|
pues aquí todos seremos |
80 |
buñuleros, que diz que
es |
|
holgada vida, y no andar |
|
todo el año a trabajar. |
|
|
|
|
|
(Sale RICARDO y
bandoleros, y traen a JULIA vestida de hombre, y cubierto el
rostro.)
|
RICARDO |
En lo bajo del camino, |
85 |
que esta montaña
atraviesa, |
|
ahora hicimos una presa, |
|
que según es, imagino, |
|
que te dé gusto. |
|
|
EUSEBIO |
Está bien;
|
|
luego della trataremos. |
90 |
Sabe agora que tenemos |
|
un nuevo soldado. |
|
|
|
|
EUSEBIO |
Este villano,
|
|
aunque le veis inocente, |
|
conoce notablemente |
95 |
desta tierra monte y llano, |
|
y en él será nuestra
guía. |
|
Fuera desto al campo
irá |
|
del enemigo, y será |
|
en él mi perdida
espía. |
100 |
Arcabuz le podéis dar, |
|
y un vestido. |
|
|
|
GIL |
Tengan lástima de
mí, |
|
que me quedo a bandolear. |
|
|
|
EUSEBIO |
¿Quién es ese
gentilhombre, |
105 |
que el rostro encubre? |
|
|
RICARDO |
No ha sido
|
|
posible que haya querido |
|
decir la patria y el nombre, |
|
porque al capitán no
más |
|
dice que lo ha de decir. |
110 |
|
|
EUSEBIO |
Bien te puedes descubrir, |
|
pues ya en mi presencia
estás. |
|
|
|
|
|
|
EUSEBIO |
Dime quién eres y a
qué |
|
veniste. |
|
|
JULIA |
Yo lo diré
|
115 |
estando solos los dos. |
|
|
|
EUSEBIO |
Retiraos todos un poco. |
|
(Vanse.)
|
Ya estás a solas
conmigo; |
|
solos árboles y flores, |
|
pueden ser mudos testigos |
120 |
de tus voces; quita el velo |
|
|
-117v- |
con que cubierto has
traído |
|
el rostro, y dime,
¿quién eres? |
|
¿Dónde vas?
¿Qué has pretendido? |
|
Habla. |
|
|
JULIA |
Porque de una vez
|
125 |
sepas a lo que he venido, |
|
y quién soy, saca la
espada, |
|
pues desta manera digo, |
|
que soy quien viene a matarte. |
|
|
|
EUSEBIO |
Con la defensa resisto |
130 |
tu osadía y mi temor, |
|
porque mayor había sido |
|
de la acción que de la
voz. |
|
|
|
JULIA |
Riñe, cobarde, conmigo, |
|
y verás que con tu
muerte |
135 |
vida y confusión te
quito. |
|
|
|
EUSEBIO |
Yo, por defenderme, más |
|
que por ofenderte,
riño, |
|
que ya tu vida me importa, |
|
que si en este desafío |
140 |
te mato, no sé
porqué, |
|
y si me matas lo mismo. |
|
Descúbrete agora pues, |
|
si te agrada. |
|
|
JULIA |
Bien has dicho,
|
|
porque en venganzas de honor, |
145 |
si no es que conste el castigo |
|
al que fue ofensor, no queda |
|
satisfecho el ofendido. |
|
(Descúbrese.)
|
¿Conócesme?
¿Qué te espantas? |
|
¿Qué me miras? |
|
|
EUSEBIO |
Que rendido
|
150 |
a la verdad y a la duda |
|
en confusos desvaríos, |
|
me espanto de lo que veo, |
|
me asombro de lo que miro. |
|
|
|
|
EUSEBIO |
Sí, y de verte
|
155 |
mi confusión ha crecido |
|
tanto, que si antes de agora |
|
alterados mis sentidos, |
|
desearon verte, ya |
|
desengañados, lo mismo |
160 |
que dieran antes por verte, |
|
dieran por no haberte visto. |
|
¿Tú, Julia, tú
en este monte? |
|
¿Tú con profano
vestido, |
|
dos veces violento en ti? |
165 |
¿Cómo sola
aquí has venido? |
|
¿Qué es esto? |
|
|
JULIA |
Desprecios tuyos
|
|
y desengaños
míos. |
|
Y porque veas que es flecha |
|
disparada, ardiente tiro, |
170 |
veloz rayo, una mujer |
|
que corre tras su apetito. |
|
No solo me han dado gusto |
|
los pecados cometidos |
|
hasta agora, mas
también |
175 |
me la dan si los repito. |
|
Salí del convento, fui |
|
al monte, y porque me dijo |
|
un pastor que mal guiada |
|
iba por aquel camino, |
180 |
neciamente temerosa, |
|
por evitar17
mi peligro |
|
le aseguré y le di
muerte, |
|
siendo instrumento un cuchillo |
|
que en la petrina
traía. |
185 |
Con este, que fue ministro |
|
de la muerte, a un caminante |
|
que cortésmente previno |
|
en las ancas de un caballo |
|
a tanto cansancio alivio, |
190 |
a la vista de una aldea, |
|
porque entrar en ella quiso, |
|
huyendo al poblado paga |
|
|
-118r- |
con la muerte el beneficio. |
|
Tres días fueron, y
noches18 |
195 |
los que aquel desierto me hizo |
|
mesa de silvestres plantas, |
|
lechos de peñascos
fríos. |
|
Llegué a una pobre
cabaña, |
|
a cuyo techo pajizo |
200 |
juzgué pabellón
dorado |
|
en la paz de mis sentidos. |
|
Liberal huéspeda fue |
|
una serrana conmigo, |
|
compitiendo en los deseos |
205 |
con el pastor, su marido. |
|
A la hambre y al cansancio |
|
dejé en su albergue
vencidos |
|
con buena mesa; aunque pobre, |
|
manjar; aunque humilde,
limpio. |
210 |
Pero al despedirme dellos, |
|
habiendo antes prevenido, |
|
que al buscarme no pudiesen |
|
decir: «Nosotros la
vimos»; |
|
al cortés pastor, que al
monte |
215 |
salió a enseñarme el
camino, |
|
maté, y entré donde
luego |
|
hago en su mujer lo mismo. |
|
Mas considerando entonces, |
|
que en este vestido mío |
220 |
mi pesquisidor llevaba, |
|
mudármele determino. |
|
Al fin, pues, por varios
casos, |
|
con las armas y el vestido |
|
de un cazador, cuyo
sueño, |
225 |
no imagen, trasunto vivo |
|
fue de la muerte,
llegué |
|
aquí venciendo
peligros, |
|
despreciando inconvenientes, |
|
y atropellando desinios. |
230 |
|
|
EUSEBIO |
Con tanto asombro te escucho, |
|
con tanto temor te miro, |
|
que eres al oído
encanto, |
|
si a la vista basilisco. |
|
Julia, yo no te desprecio; |
235 |
pero temo los peligros |
|
con que el cielo me amenaza, |
|
yo por eso me retiro. |
|
Vuélvete tú a tu
convento, |
|
que yo temeroso vivo |
240 |
de esa cruz tanto, que huyo |
|
de ti. Mas, ¿de qué
es este ruido? |
|
|
|
|
(Salen los bandoleros.)
|
RICARDO |
Prevén, señor, la
defensa, |
|
que, apartados del camino, |
|
al monte Curcio y su gente |
245 |
en busca tuya han salido. |
|
De todas esas aldeas, |
|
tanto el número han
crecido, |
|
que han venido contra ti, |
|
viejos, mujeres y
niños, |
250 |
diciendo que han de vengar |
|
en tu sangre la de un hijo |
|
muerto a tus manos, y juran |
|
de llevarte por castigo, |
|
o por venganza de tantos, |
255 |
preso a Sena, muerto o vivo. |
|
|
|
EUSEBIO |
Julia, después
hablaremos. |
|
Cubre el rostro y ven conmigo, |
|
que no es bien que en poder
quedes |
|
de tu padre, tu enemigo. |
260 |
Soldados, este es el
día |
|
de mostrar aliento y
brío. |
|
Porque ninguno desmaye, |
|
considere que atrevidos |
|
vienen a darnos la muerte, |
265 |
o prendernos, que es lo mismo; |
|
y si no, en pública
cárcel |
|
de desdichas perseguidos, |
|
y sin honra, nos veremos; |
|
pues si esto hemos conocido, |
270 |
|
-118v- |
por la vida y por la honra, |
|
¿quién temió
el mayor peligro? |
|
No piensen que los tememos, |
|
salgamos a recibillos, |
|
que siempre está la
fortuna |
275 |
de parte del atrevido. |
|
|
|
RICARDO |
No hay que salir, que ya
llegan |
|
a nosotros. |
|
|
EUSEBIO |
Preveníos,
|
|
y ninguno sea cobarde, |
|
que, ¡vive el cielo!, si
miro |
280 |
huir alguno o retirarse, |
|
que he de ensangrentar los
filos |
|
de aqueste acero en su pecho |
|
primero que en mi enemigo. |
|
|
|
CURCIO |
(Dentro.)
|
En lo encubierto del monte |
285 |
al traidor de Eusebio he
visto, |
|
y para inútil defensa |
|
hace murallas sus riscos. |
|
|
|
OTRO |
(Dentro.)
|
Ya entre las espesas ramas |
|
desde aquí los
descubrimos. |
290 |
|
|
|
EUSEBIO |
Esperad, villanos,
|
|
que, ¡vive Dios!, que
teñidos |
|
con vuestra sangre los campos |
|
han de ser ondosos
ríos. |
|
|
|
RICARDO |
De los cobardes villanos |
295 |
es el número excesivo. |
|
|
|
CURCIO |
(Dentro.)
|
¿Adónde, Eusebio, te
escondes? |
|
|
|
EUSEBIO |
No escondo, que ya te sigo. |
|
|
|
|
(Ruido dentro, y sale JULIA.)
|
JULIA |
Del monte que yo he buscado, |
|
apenas las yerbas piso, |
300 |
cuando horribles voces oigo, |
|
marciales campañas
miro. |
|
De la pólvora los ecos, |
|
y del acero los filos, |
|
unos ofenden la vista, |
305 |
y otros turban el oído. |
|
Mas ¿qué es aquello
que veo? |
|
Desbaratado y vencido |
|
todo el escuadrón de
Eusebio |
|
le deja ya el enemigo. |
310 |
Quiero volver a juntar |
|
toda la gente que ha habido |
|
de Eusebio, y volver a dalles |
|
favor, que si los animo, |
|
seré en su defensa
asombro |
315 |
del mundo, seré
cuchillo |
|
de la parca, estrago fiero |
|
de sus vidas, vengativo |
|
espanto de los futuros |
|
y admiración de los
siglos. |
320 |
|
|
|
(Vase y sale GIL
de bandolero.)
|
GIL |
Por estar seguro, apenas |
|
fui bandolero novicio, |
|
cuando por ser bandolero |
|
me veo en tanto peligro. |
|
Cuando yo era labrador |
325 |
eran ellos los vencidos, |
|
y hoy, porque soy de la carda, |
|
va sucediendo lo mismo. |
|
Sin ser avariento traigo |
|
la desventura conmigo, |
330 |
pues tan desgraciado soy, |
|
que mil veces imagino |
|
que, a ser yo judío,
fueran |
|
desgraciados los
judíos. |
|
|
|
|
(Salen MENGA y
BLAS, y otros
villanos.)
|
MENGA |
¡A ellos, que van
huyendo! |
335 |
|
|
-119r-
|
BLAS |
No ha de quedar uno vivo |
|
tan solamente. |
|
|
MENGA |
Hacia aquí
|
|
uno dellos se ha escondido. |
|
|
|
|
|
MENGA |
Ya nos ha dicho
|
340 |
el traje que es bandolero. |
|
|
|
GIL |
El traje les ha mentido |
|
como muy grande bellaco. |
|
|
|
|
|
GIL |
Bien dado estoy y pegado. |
345 |
Advertid... |
|
|
MENGA |
No hay que advertirnos.
|
|
Bandolero sois. |
|
|
GIL |
Mirad,
|
|
que soy Gil, voto a Cristo. |
|
|
|
MENGA |
¿Pues no hablaras antes,
Gil? |
|
|
|
BLAS |
Pues, Gil, ¿no lo hubieras
dicho? |
350 |
|
|
GIL |
¿Qué más
antes, si el yo soy |
|
os dije desde el principio? |
|
|
|
|
GIL |
¿No lo ves?
|
|
Ofendo a Dios en el quinto: |
|
mato solo, más que
juntos |
355 |
un médico y un
estío. |
|
|
|
|
GIL |
Es el diablo.
|
|
Maté a uno y su vestido |
|
me puse. |
|
|
MENGA |
¿Pues cómo, di,
|
|
no está de sangre
teñido |
360 |
si le mataste? |
|
|
GIL |
Eso es fácil:
|
|
murió de miedo; esta ha
sido |
|
la causa. |
|
|
MENGA |
Ven con nosotros,
|
|
que vitoriosos seguimos |
|
los bandoleros, que agora |
365 |
cobardes nos han hüido. |
|
|
|
GIL |
No más vestido, aunque
vaya |
|
titiritando de frío. |
|
|
|
|
(Vanse, y salen EUSEBIO y CURCIO peleando.)
|
CURCIO |
Ya estamos solos los dos, |
|
gracias al cielo, que quiso |
370 |
dar la venganza a mi mano |
|
hoy, sin haber remitido |
|
a las ajenas mi agravio, |
|
ni tu muerte a ajenos filos. |
|
|
|
EUSEBIO |
No ha sido en esta
ocasión |
375 |
airado el cielo conmigo, |
|
Curcio, en haberte topado, |
|
porque si tu pecho vino |
|
ofendido, volverá |
|
castigado y ofendido. |
380 |
Aunque no sé qué
respeto |
|
has puesto en mí, que he
temido |
|
más tu enojo que tu
acero, |
|
y aunque pudieran tus
bríos |
|
darme temor, solo temo, |
385 |
cuando aquesas canas19
miro, |
|
que me hacen cobarde. |
|
|
CURCIO |
Eusebio,
|
|
yo confieso que has podido |
|
templar en mí de la ira |
|
con que agraviado te miro, |
390 |
gran parte; pero no quiero |
|
que pienses inadvertido |
|
que te dan temor mis canas, |
|
cuando puede el valor
mío. |
|
Vuelve a reñir, que una
estrella |
395 |
o algún favorable signo |
|
no es bastante a que yo pierda |
|
la venganza que consigo. |
|
Vuelve a reñir. |
|
|
-119v-
|
EUSEBIO |
¿Yo temor?
|
|
Neciamente has presumido |
400 |
que es temor lo que es
respeto, |
|
aunque, si verdad te digo, |
|
la vitoria que deseo |
|
es, a tus plantas rendido, |
|
pedirte perdón, y a
ellas |
405 |
pongo la espada que ha sido |
|
temor de tantos. |
|
|
CURCIO |
Eusebio,
|
|
no has de pensar que me animo |
|
a matarte con ventaja. |
|
Esta es mi espada. |
([Aparte.]
|
Así quito
|
410 |
la ocasión de darle
muerte.) |
|
Ven a los brazos conmigo. |
|
|
|
|
(Abrázanse y luchan.)
|
EUSEBIO |
No sé qué efeto has
hecho |
|
en mí, que el corazón
dentro el pecho, |
|
a pesar de venganzas y de
enojos, |
415 |
en lágrimas se asoma por los
ojos, |
|
y en confusión tan
fuerte, |
|
quisiera, por vengarte, darme
muerte. |
|
Véngate en mí,
tendida |
|
a tus plantas, señor,
está mi vida. |
420 |
|
|
CURCIO |
El acero de un noble, aunque
ofendido, |
|
no se mancha en la sangre de un
tendido, |
|
que quita grande parte de la
gloria |
|
el que con sangre borra la
vitoria. |
|
|
|
[VOCES] |
(Dentro.)
|
Hacia aquí
están. |
|
|
CURCIO |
Mi gente vitoriosa
|
425 |
viene a buscarme, cuando
temerosa |
|
la tuya vuelve huyendo. |
|
Darte vida pretendo; |
|
escóndete, que en vano |
|
defenderé el enojo
vengativo |
430 |
de un escuadrón
villano; |
|
y solo tú imposible es
quedar vivo. |
|
|
|
EUSEBIO |
Yo, Curcio, nunca huyo |
|
de otro poder, aunque he temido el
tuyo, |
|
que si mi mano aquesta espada
cobra, |
435 |
verás cuánto valor en
ti me falta, |
|
que en tu gente me sobra. |
|
|
|
|
(Salen todos.)
|
OCTAVIO |
Desde el más hondo valle a
la más alta |
|
cumbre de aqueste monte, no ha
quedado |
|
|
-120r- |
vivo ninguno, solo se ha
escapado |
440 |
Eusebio, porque huyendo aquesta
tarde... |
|
|
|
EUSEBIO |
Mientes, que Eusebio nunca fue
cobarde. |
|
|
|
TODOS |
¿Aquí está
Eusebio? ¡Muera! |
|
|
|
|
|
OCTAVIO |
¿Pues tú,
señor, que habías |
445 |
de animarnos, agora
desconfías? |
|
|
|
BLAS |
¿A un hombre amparas, que en
tu sangre y honra |
|
introdujo el acero y la
deshonra? |
|
|
|
GIL |
¿A un hombre que,
atrevido, |
|
toda aquesta montaña ha
destruido? |
450 |
Y a quien en el aldea no ha
dejado |
|
melón, doncella que no haya
catado, |
|
a quien tantos ha muerto, |
|
¿cómo así le
defiendes? |
|
|
|
OCTAVIO |
¿Qué es,
señor, lo que dices? ¿Qué pretendes? |
455 |
|
|
CURCIO |
Esperad, escuchad, (¡triste
suceso!); |
|
¿cuánto es mejor que
a Sena vaya preso? |
|
Date a prisión, Eusebio, que
prometo, |
|
y como noble juro, de
ampararte, |
|
siendo abogado tuyo, aunque soy
parte. |
460 |
|
|
EUSEBIO |
Como a Curcio no más, yo me
rindiera; |
|
mas como a juez no puedo, |
|
porque aquel es respeto, y esto es
miedo. |
|
|
|
|
|
OCTAVIO |
¿Pues qué?
¿Tú quieres
|
|
defenderle? ¿A la patria
traidor eres? |
465 |
|
|
CURCIO |
¿Yo traidor? Pues me
agravias desta suerte, |
|
perdona, Eusebio, porque yo el
primero |
|
tengo de ser en darte triste
muerte. |
|
|
|
EUSEBIO |
Quítate de delante, |
|
señor, porque tu vista no me
espante, |
470 |
que viéndote, no dudo |
|
que te tenga tu gente por
escudo. |
|
|
|
|
(Vanse peleando adentro.)
|
CURCIO |
Apretándole van, ¡oh
quien pudiera |
|
darte agora la vida, |
|
|
-120v- |
Eusebio, aunque la suya misma
diera! |
475 |
En el monte se ha entrado, |
|
por mil partes herido; |
|
retirándose va ya
despeñado |
|
al valle. Voy volando, |
|
que aquella sangre
fría, |
480 |
que con tímida voz me
está llamando, |
|
algo tiene de mía; |
|
que sangre que no fuera |
|
propia, ni me llamara, ni la
oyera. |
|
|
|
|
(Vase CURCIO, y
baja despeñado EUSEBIO.)
|
EUSEBIO |
Cuando, de la vida incierto, |
485 |
me despeña la más
alta |
|
cumbre, veo que me falta |
|
tierra donde caiga muerto; |
|
pero si mi culpa advierto, |
|
al alma reconocida, |
490 |
no el ver la vida perdida |
|
me atormenta, sino el ver |
|
cómo ha de satisfacer |
|
tantas culpas una vida. |
|
Ya me vuelve a perseguir |
495 |
este escuadrón
vengativo, |
|
pues no puedo quedar vivo, |
|
he de matar o morir, |
|
aunque mejor será ir |
|
donde al cielo perdón
pida; |
500 |
pero mis pasos impida |
|
la cruz, porque desta suerte |
|
ellos me den breve muerte |
|
y ella me dé eterna
vida. |
|
Árbol donde el cielo
quiso20 |
505 |
dar el fruto verdadero |
|
contra el bocado primero, |
|
flor del nuevo paraíso, |
|
arco de luz cuyo aviso |
|
en piélago más
profundo |
510 |
la paz publicó del
mundo; |
|
planta hermosa, fértil
vid, |
|
arpa del nuevo David, |
|
tabla del Moisés
segura: |
|
pecador soy, tus favores |
515 |
pido por justicia yo, |
|
pues Dios en ti padeció |
|
solo por los pecadores. |
|
A mí me debes tus
loores, |
|
que por mí solo muriera |
520 |
Dios si más mundo no
hubiera; |
|
luego eres tú, cruz, por
mí, |
|
que Dios no muriera en ti, |
|
si yo pecador no fuera. |
|
Mi natural devoción |
525 |
siempre os pido con fe tanta, |
|
no permitieseis, cruz santa, |
|
muriese sin confesión. |
|
No seré el primer
ladrón, |
|
que en vós se confiese a
Dios. |
530 |
Y pues que ya somos dos, |
|
y yo no le he de negar, |
|
tampoco me ha de faltar |
|
redención que se obró
en vós. |
|
Lisardo, cuando en mis brazos |
535 |
pude ofendido matarte, |
|
lugar di de confesarte, |
|
antes que en tan breves plazos |
|
se desatasen los lazos |
|
|
-121r- |
mortales. Y agora advierto |
540 |
en aquel viejo, aunque muerto: |
|
piedad de los dos aguardo. |
|
¡Mira que muero,
Lisardo; |
|
mira que te llamo, Alberto! |
|
|
|
|
(Sale CURCIO.)
|
CURCIO |
Hacia aquesta parte
está. |
545 |
|
|
EUSEBIO |
Si es que venís a
matarme, |
|
muy poco haréis en
quitarme |
|
vida que no tengo ya. |
|
|
|
CURCIO |
¿Qué bronce no
ablandará |
|
tanta sangre derramada? |
550 |
Eusebio, rinde la espada. |
|
|
|
|
|
EUSEBIO |
Esta es.
|
|
Y yo también a tus
pies, |
|
de aquella ofensa pasada, |
|
te pido perdón. No
puedo |
555 |
hablar más, porque una
herida |
|
quita el aliento a la vida, |
|
cubriendo de horror y miedo |
|
el alma. |
|
|
CURCIO |
Confuso quedo.
|
|
¿Será en ella de
provecho |
560 |
remedio humano? |
|
|
EUSEBIO |
Sospecho
|
|
que la mejor medicina |
|
para el alma es la divina. |
|
|
|
|
|
CURCIO |
Déjame poner en ella |
565 |
la mano, a ver si resiste |
|
el aliento. ¡Ay de mí,
triste! |
|
¿Qué señal
divina y bella |
|
es esta, que al conocella |
|
toda el alma se turbó? |
570 |
|
|
EUSEBIO |
Son las armas que me dio |
|
esta cruz, a cuyo pie |
|
nací, porque más no
sé |
|
de mi nacimiento yo. |
|
Mi padre, que no
señalo, |
575 |
aun la cuna me negó, |
|
que sin duda imaginó, |
|
que había de ser tan
malo. |
|
Aquí nací. |
|
|
CURCIO |
Y aquí igualo
|
|
el dolor con el contento, |
580 |
con el gusto el sentimiento, |
|
efetos de un hado impío |
|
y agradable. ¡Ay, hijo
mío!, |
|
pena y gloria en verte siento. |
|
Tú eres, Eusebio, mi
hijo, |
585 |
si tantas señas
advierto, |
|
que para llorarte muerto |
|
que justamente me aflijo, |
|
de tus razones colijo |
|
lo que el alma adivinó. |
590 |
Tu madre aquí te
dejó |
|
en el lugar que te he hallado: |
|
donde cometí el pecado |
|
el cielo me castigó. |
|
Y aqueste lugar previene |
595 |
información de mi
error; |
|
¿pero cuál
seña mayor |
|
que aquesta cruz, que conviene |
|
con otra que Julia tiene? |
|
Que no sin misterio el cielo |
600 |
os señaló, porque al
suelo |
|
fuerais prodigio los dos. |
|
|
|
EUSEBIO |
No puedo hablar, padre
¡adiós! |
|
porque ya de un mortal velo |
|
se cubre el cuerpo y la muerte |
605 |
niega, pasando veloz, |
|
para responderte voz, |
|
vida para conocerte |
|
|
-121v- |
y alma para obedecerte. |
|
Ya llega el golpe más
fuerte, |
610 |
ya llega el trance más
cierto. |
|
¡Alberto! |
|
|
CURCIO |
¡Que llore muerto
|
|
a quien aborrecí
vivo!... |
|
|
|
|
CURCIO |
¡Oh, trance esquivo!
|
|
¡Guerra injusta! |
|
|
EUSEBIO |
Alberto, Alberto.
|
615 |
(Muere.)
|
|
|
CURCIO |
Ya el golpe más
violento |
|
rindió el último
aliento; |
|
paguen mis blancas canas |
|
tanto dolor. |
|
|
|
(Tírase de las barbas y sale BLAS.)
|
BLAS |
Ya son tus quejas vanas.
|
|
¿Cuándo puso
inconstante la fortuna |
620 |
en tu valor extremos? |
|
|
CURCIO |
En ninguna
|
|
llegó el rigor a tanto. |
|
Aneguen mis enojos |
|
este monte con llanto, |
|
puesto que es fuego el llanto de
mis ojos. |
625 |
¡Oh triste estrella!
¡Oh rigurosa suerte! |
|
¡Oh atrevido dolor! |
|
|
|
(Sale OCTAVIO.)
|
OCTAVIO |
Hoy, Curcio, advierte
|
|
la fortuna en los males de tu
estado, |
|
cuantos puede sufrir un
desdichado. |
|
El cielo sabe cuánto
hablarte siento. |
630 |
|
|
|
OCTAVIO |
Julia falta del convento.
|
|
|
|
CURCIO |
El mismo pensamiento, di,
¿pudiera |
|
con el discurso hallar pena tan
fiera, |
|
que [es]21
mi desdicha airada, |
|
sucedida, mayor que imaginada? |
635 |
Este cadáver
frío, |
|
este que ves, Octavio, es hijo
mío; |
|
mira si basta en confusión
tan fuerte, |
|
cualquiera pena destas a una
muerte. |
|
Dadme paciencia,
¡cielos!, |
640 |
|
-122r- |
o quitadme22
la vida |
|
agora perseguida |
|
de tormentos tan fieros. |
|
|
|
|
(Sale GIL.)
|
|
|
GIL |
Los bandoleros
|
|
que huyeron castigados, |
645 |
en busca tuya vuelven animados |
|
de un demonio de hombre, |
|
que encubre dellos mismos rostro y
nombre. |
|
|
|
CURCIO |
Agora que mis penas fueron
tales, |
|
que son lisonjas los mayores
males. |
650 |
El cuerpo se retire lastimoso |
|
de Eusebio, en tanto que un
sepulcro honroso, |
|
vuelto en cenizas, ve mi
desventura. |
|
|
|
TIRSO |
Pues ¿cómo piensas
darle sepultura |
|
tú en lugar sagrado |
655 |
a un hombre que murió
descomulgado? |
|
|
|
BLAS |
Quien desta suerte ha muerto, |
|
digno sepulcro sea este
desierto. |
|
|
|
CURCIO |
¡Oh villana venganza! |
|
¿Tanto poder en ti la ofensa
alcanza, |
660 |
que pasas desta suerte |
|
los últimos umbrales de la
muerte? |
|
(Vase CURCIO.)
|
|
|
BLAS |
Sea en penas tan graves, |
|
su sepulcro las fieras y las
aves. |
|
|
|
OTRO |
Del monte despeñado |
665 |
caiga por más rigor
despedazado. |
|
|
|
TIRSO |
Mejor es darle agora |
|
rústica sepultura entre
estos ramos, |
|
pues ya la noche baja |
|
envuelta en esa lóbrega
mortaja, |
670 |
aquí en el monte, Gil, con
él te queda, |
|
porque sola tu voz avisar
pueda, |
|
|
-122v- |
si algunas gentes vienen |
|
de las que huyeron. |
|
|
|
(Vanse.)
|
GIL |
¡Linda flema tienen!
|
|
A Eusebio han enterrado |
675 |
allí, y a mí
aquí solo me han dejado. |
|
Señor Eusebio,
acuérdese, le digo, |
|
que un tiempo fui su amigo. |
|
Mas ¿qué es esto? O
me engaña mi deseo |
|
o mil personas a esta parte
veo. |
680 |
|
|
|
(Sale ALBERTO.)
|
ALBERTO |
Viniendo agora de Roma, |
|
en la muda suspensión |
|
de la noche, en este monte |
|
perdido otra vez estoy. |
|
Aquesta es la parte adonde |
685 |
la vida Eusebio me dio, |
|
y de sus soldados temo |
|
que en grande peligro estoy. |
|
|
|
|
ALBERTO |
¿Qué aliento es
este
|
|
de una temerosa voz |
690 |
que repitiendo mi nombre |
|
en mis oídos
sonó? |
|
|
|
|
ALBERTO |
Otra vez pronuncia
|
|
mi nombre, y me pareció |
|
que es a esta parte; yo quiero |
695 |
ir llegando. |
|
|
GIL |
¡Santo Dios!
|
|
Eusebio es, y ya es mi miedo |
|
de los miedos el mayor. |
|
|
|
|
ALBERTO |
Más cerca suena.
|
|
Voz que discurres veloz |
700 |
el viento y mi nombre dices, |
|
¿quién eres? |
|
|
EUSEBIO |
Eusebio soy;
|
|
llega, Alberto, hacia esta
parte, |
|
adonde enterrado estoy; |
|
llega y levanta estos ramos. |
705 |
No temas. |
|
|
|
|
ALBERTO |
Ya estás descubierto.
|
|
Dime, de parte de Dios, |
|
¿qué me quieres? |
|
|
EUSEBIO |
De su parte,
|
|
mi fe, Alberto, te
llamó |
710 |
para que antes de morir |
|
me oyeses de confesión. |
|
Rato ha que hubiera muerto; |
|
pero libre se quedó |
|
del espíritu el
cadáver, |
715 |
que de la muerte el feroz |
|
golpe le privó del uso, |
|
pero no le dividió. |
|
(Levántase.)
|
Ven adonde mis pecados |
|
confiese, Alberto, que son |
720 |
|
-123r- |
más que del mar las
arenas, |
|
y los átomos del sol. |
|
¡Tanto con el cielo
puede |
|
de la cruz la devoción! |
|
|
|
ALBERTO |
Pues yo cuantas penitencias |
725 |
hice hasta agora te doy, |
|
para que en tu culpa sirvan |
|
de alguna satisfación. |
|
|
|
|
(Vanse, y salen por otra puerta JULIA, y bandoleros.)
|
GIL |
¡Por Dios, que va por su
pie! |
|
Y para verlo mejor, |
730 |
el sol descubre sus rayos. |
|
A decirlo a todos voy. |
|
|
|
JULIA |
Agora que descuidados |
|
la vitoria los dejó |
|
entre los brazos del
sueño, |
735 |
nos dan bastante
ocasión. |
|
|
|
OCTAVIO |
Si has de salirlos al paso, |
|
por esta parte es mejor, |
|
que ellos vienen por
aquí. |
|
|
|
|
(Salen todos y CURCIO.)
|
CURCIO |
Sin duda que inmortal soy |
740 |
en los males que me matan, |
|
pues no me ha muerto el dolor. |
|
|
|
GIL |
A todas partes hay gente; |
|
sepan todos de mi voz |
|
el más admirable caso |
745 |
que jamás el mundo vio. |
|
De donde enterrado estaba |
|
Eusebio, se levantó, |
|
llamando un clérigo a
voces. |
|
Mas ¿para qué os
cuento yo |
750 |
lo que todos podéis
ver? |
|
Mirad con la devoción |
|
que está puesto de
rodillas. |
|
|
|
|
(Descúbrese de rodillas, y ALBERTO
confesándole.)
|
CURCIO |
¡Mi hijo es, divino
Dios! |
|
¿Qué maravillas son
estas? |
755 |
|
|
JULIA |
¿Quién vio prodigio
mayor? |
|
|
|
CURCIO |
Así como el santo viejo |
|
hizo de la absolución |
|
la forma, segunda vez |
|
muerto a sus plantas
cayó. |
760 |
|
|
ALBERTO |
Entre sus grandezas tantas, |
|
sepa el mundo la mayor |
|
maravilla de las suyas, |
|
porque la ensalce mi voz. |
|
Eusebio, después de
muerto, |
765 |
el cielo depositó |
|
su espíritu en su
cadáver |
|
hasta que se confesó, |
|
que tanto con Dios alcanza |
|
de la cruz la devoción. |
770 |
|
|
CURCIO |
¡Ay, hijo del alma
mía! |
|
No fue desdichado, no, |
|
quien en su trágica
muerte |
|
tantas glorias mereció. |
|
¡Así Julia
conociera |
775 |
sus culpas! |
|
|
JULIA |
¡Válgame Dios!
|
|
¿Qué es lo que estoy
escuchando? |
|
¿Qué prodigio es
este? ¿Yo |
|
soy la que a Eusebio pretende, |
|
y hermana de Eusebio soy? |
780 |
Pues sepan Curcio y el mundo, |
|
y sepan ya todos hoy |
|
mis graves culpas: yo misma, |
|
asombrada de mi error, |
|
daré voces; sepan todos |
785 |
cuantos hoy viven que yo |
|
soy Julia, en número
infame |
|
|
-123v- |
de las malas la peor. |
|
Mas ya que ha sido
común |
|
mi pecado, desde hoy |
790 |
lo será mi penitencia; |
|
y pidiéndole
perdón |
|
al mundo del mal ejemplo, |
|
de la mala vida a Dios. |
|
|
|
CURCIO |
¡Oh asombro de las
maldades! |
795 |
Con mis propias manos hoy |
|
te mataré, porque sean |
|
tu vida y tu muerte atroz. |
|
|
|
JULIA |
Valedme voz, cruz divina, |
|
que yo mi palabra os doy |
800 |
de volverme a mi convento |
|
y hacer nueva vida.
¡Adiós! |
|
(Vase JULIA a lo alto, asida de la cruz que
está en el sepulcro de EUSEBIO.)
|
|
|
|
CURCIO |
Y con el fin
|
|
de tan grande
admiración, |
|
la devoción de la Cruz |
805 |
da felice fin su autor. |
|
|
|