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21

La persona que escribe esto ha presenciado y da testimonio de una misión semejante. ¡Qué religión la que a la voz de un pobre misionero ablanda los altivos y tenaces corazones españoles y obliga a los más encarnizados enemigos a abrazarse! ¿Ha cambiado jamás la ilustración del siglo un corazón lleno de odio es uno lleno de amor? ¿Dónde está la misión protestante que pueda vanagloriarse de semejante prodigio? (N. del A.)

 

22

Séanos permitido aquí un hecho reciente y auténtico. En 1847 fue ajusticiado en Jerez, José Rojas, por una muerte que hizo. Los principales caballeros del pueblo pidieron por el reo y lo asistieron en la capilla, le acompañaron al patíbulo y le pusieron en la caja. La limosna recogida fue de seis mil reales. De ellos dispuso el reo dejando una suma crecida a la viuda del que había matado. ¡Sublime caridad católica, nunca bien ponderada, exaltada y admirada! (N. del A.)

 

23

Hemos oído decir a personas despreocupadas, como se llaman hoy las que hacen gala de sequedad de corazón, de pobreza de fe y de desdén a todo lo que hicieron y pensaron nuestros padres y abuelos, que la sensación que les causó esta solemne escena que presenciaron, fue tan profunda y conmovedora, que jamás se borrará de su alma. (N. del A.)

 

24

Advocación que ha quedado degenerada en Valme. (N. del A.)

 

25

Fernando III, rey de Castilla, era primo hermano de San Luis, rey de Francia. La filiación interrumpida por línea de varón existe por la de hembra. (N. del A.)

 

26

[«trabajo» en el original. (N. del E.)]

 

27

La tradición popular llama a este pendón el de San Fernando, y hasta ahora se ha creído generalmente que lo era, no existiendo documento alguno que acredite lo contrario. Pero examinado detenidamente por S. A. R. el Serenísimo Sr. Infante, es su ilustrada y competente opinión que, a pesar de haber sido su asta rematada por el santo rey con un crucifijo de metal, es el pendón de origen moro, por atestiguarlo así su conformación, labores y adornos, muy semejantes a los que S. A. R. vio recientemente conquistados a los moros por las tropas francesas en Argelia. (N. del A.)

 

28

Llámase también la fuente del Rey. Preguntando a un habitante de Dos Hermanas cuál de los dos era el nombre de la fuente, contestó textualmente: «Ambas se le dan; las dos memorias tiene». (N. del A.)

 

29

Dice D. diego Ortiz de Zúñiga: «Asentóse de nuevo el Real donde está ahora la ermita de Nuestra Señora del Valme en que es tradición que estaba el pabellón real y el Oratorio de San Fernando en que negociaba con Dios en oración y penitencia, las victorias que sólo deseaba a honra de su nombre, donde tenía una imagen de Nuestra Señora». (N. del A.)

 

30

Había sido cristiana, pero era entonces mora. (N. del A.)