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MIGUEL ACOSTA SAIGNES: «El periodista aherrojado», prólogo a Raúl Agudo Freites: Vida de un adelantado, ed. cit., p. 6.

 

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CARLOS EMILIO FERNÁNDEZ: Hombres y sucesos de mi tierra, ed. cit., p. 180.

 

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RAMÓN J. VELÁSQUEZ: «Aspectos de la evolución política de Venezuela en el último medio siglo», loc. cit., p. 16.

 

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Existe abundante bibliografía, sobre todo testimonial, que recoge los puntos de vista de los participantes en este acontecimiento. Puede mencionarse el ya citado libro de CARLOS EMILIO FERNÁNDEZ (esp. cap. III); también la Memoria y cuento de la generación del 28 de JOAQUÍN GABALDÓN MÁRQUEZ (ed. cit., cap. IV). La perspectiva contraria aparece en el libro del que entonces era Jefe de la Guarnición de Caracas y luego Ministro de Guerra de J. V. Gómez, general ELEAZAR LÓPEZ CONTRERAS: Proceso político social. 1928-1936 (Caracas: Editorial Ancora, 1955. 125 pp.); hay también una extensa relación de uno de los participantes, que no era estudiante ni militar, FRANCISCO BETANCOURT SOSA, en su libro Pueblo en rebeldía. Relato histórico de la sublevación militar del 7 de abril de 1928 (Caracas: Ediciones Garido, 1959). También es interesante la apasionada y extensa relación de estos sucesos que hace CECILIA PIMENTEL en su libro testimonial antes citado Bajo la tiranía. Literariamente ha sido trabajado en la primera novela de MIGUEL OTERO SILVA: Fiebre (Caracas: Editorial Elite, 1939). Un documentado y sintético examen analítico de esta sublevación puede leerse en el trabajo de JESÚS SANOJA HERNÁNDEZ ya citado «Juventud, comunismo y petróleo en el complot de abril» (El Nacional, Caracas, 7 de abril de 1978).

 

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Según relata Ramón J. Velásquez, «en el interrogatorio a los oficiales presos les pregunta el Gobernador Velasco, una y otra vez: 'Diga si usted sabía que en este movimiento estaba complicado el general José Vicente Gómez'». (Loc. cit., p. 16). Juan Bautista Fuenmayor observa que, dado el compromiso de Juan Vicente Gómez con los intereses petroleros norteamericanos, «la tesis es perfectamente posible y explicaría el rumor de que el ambicioso hijo se había entendido con los intereses británicos, ostensiblemente empeñados en aprovecharse del movimiento popular» (...) «Es de recordarse -agrega- el regalo de Josefina Revenga de Gómez, su esposa, a los estudiantes que estaban en el castillo de Puerto Cabello, así como la presencia de José Vicente Gómez, junto con un grupo de altos oficiales de su confianza, a la puerta de su mansión de Los Teques, en la madrugada del día del traslado de los estudiantes al castillo de Puerto Cabello» (Cf. 1928-1948. Veinte años de política, ed. cit. pp. 31-32).

 

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Sobre las modificaciones a la constitución que realiza Gómez a fin de adecuarla a sus necesidades en cada momento puede verse el trabajo de A. ARELLANO MORENO: «Las siete reformas constitucionales del general Juan Vicente Gómez» en su libro Mirador de la historia política de Venezuela (Caracas-Madrid: Edime, 2ª ed., 1968), pp. 13-61.

 

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Es importante destacar las manifestaciones populares en Maracaibo, donde participa activamente el «Grupo Seremos», cuyos integrantes también son perseguidos. Cf. HEMMY CROES: El movimiento obrero venezolano, ed. cit., pp. 59-60.

 

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Al año siguiente el general Gabaldón desde su hacienda del «Santo Cristo» en el Estado de Portuguesa, encabeza un alzamiento armado con vastas proyecciones, que también fue reprimido y controlado.

 

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El texto de la carta aparece reproducido en el Apéndice del antes citado libro de CARLOS EMILIO FERNÁNDEZ (pp. 424-425).

 

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A propósito de estas medidas J. V. Gómez declara al Nuevo Diario: «Los he tratado como un padre severo. Y temporalmente los he mandado a una cantera de clima sanísimo (...) Allí reflexionarán y comprenderán sus errores» (Cf. el texto en PEDRO N. PEREIRA, op. cit., p. 73). La vida en esta «cantera de clima sanísimo» aparece relatada en la citada novela Fiebre de MIGUEL OTERO SILVA. Otros aspectos de estas prisiones, anticipo de los campos de concentración, puede leerse en el cap. «1928-1929. En el campo de concentración y en el Castillo Libertador», del ya citado libro de J. B. FUENMAYOR: Veinte años de política.