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Creo que la primera repercusión del Futurismo y su manifiesto se encuentra en un artículo del siempre atento RUBÉN DARÍO; este fue publicado bajo el título de «Marinetti y el Futurismo» el lunes 5 de abril de 1909 en La Nación de Buenos Aires (Su texto puede consultarse en R.D.: Letras, París: Garnier Hermanos, s.f. [1911], pp. 229-237). Es interesante anotar de paso que fue reproducido dos meses después por MARINETTI en su revista Poesía. La traducción parcial y comentada que hace Darío del Manifiesto fue la fuente de información para muchos latinoamericanos, entre ellos Huidobro, que lo utiliza sin citarlo directamente en su ya mencionado artículo de Pasando y pasando (1914). También AMADO NERVO publica un extenso comentario crítico al Manifiesto de Marinetti bajo el título de «Nueva Escuela Literaria», en el número de agosto de 1909 del Boletín de Instrucción Pública de México (puede consultarse en Obras Completas, Madrid, Aguilar, 4ª ed., 1972, pp. 178-182). En ese mismo año se publican dos artículos y una traducción completa del Manifiesto en el Tomo I de la Revista de la Universidad de Honduras, en Tegucigalpa (se trata de un artículo de Rómulo E. Durón «Una nueva escuela literaria», pp. 689-690, y de una «Interview sobre el Futurismo» hecha a Marinetti y tomada de la revista Comedia del 16 de marzo de 1909, pp. 693-695; el texto del Manifiesto, traducido de Le Figaro, va en pp. 690-693). Si recordamos que suele tenerse como primera traducción al castellano del Manifiesto de Marinetti la que hace Ramón Gómez de la Serna en 1910 en la revista Prometeo (España), habría sobrado derecho para pensar que verdaderamente la primera traducción no es esa sino ésta que mencionamos, hecha en Hispanoamérica.

 

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Se trata de un texto que con el título de «Entre las ruinas» y el subtítulo «I. Por el arrabal. Los sembradores», se publica en El Cojo Ilustrado (Año XX, Nº 472, 15 de agosto de 1911, pp. 468-470). Al final lleva la indicación: «Capítulo de una novela en preparación». En su redacción original no forma parte de ninguna de las novelas publicadas por Gallegos, aun cuando se le utiliza en forma muy parcial -completamente reelaborado además- en Reinaldo Solar (se trata del pasaje sobre los mendigos lisiados, a final del Cap. VII de la Primera Jornada). El texto completo se encuentra reproducido en el volumen de dramas y relatos La Doncella y El último Patriota (México: Ediciones Montobar, 1957, 220 pp.) donde figura entre las pp. 143-152, con indicación de su origen y carácter.

 

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En la nota informativa que dedica la revista Elite a la aparición de válvula, a la que llama «el primer periódico venezolano de vanguardia», aparece Rómulo Gallegos encabezando la breve lista de participantes en la comida de celebración (véase: «Triunfal irrupción 'valvulística'». Elite, III, 121, 7 de enero de 1928, p. 7).

 

154

Citado en el artículo de JULIO GARMENDIA «Los nuevos poetas: Pedro José Sotillo», publicado en El Universal, Nº 5053. Caracas (13 de junio de 1923).

 

155

Cf. JUAN CALZADILLA: Pintura venezolana de los siglos XIX y XX. Caracas: Inversiones M. Barquin, 1975. Esp. p. 43 y ss. Tb. L. A. LÓPEZ MÉNDEZ: El Círculo de Bellas Artes. Caracas: INCIBA, 1969.

 

156

RAÚL AGUDO FREITES: Pío Tamayo y la vanguardia, ed. cit., pp. 44-45. El proyectado tomo, «por un lamentable incidente», no fue nunca publicado.

 

157

CARLOS PAZ GARCÍA: «La práctica de los horrores», en El Cojo Ilustrado, Año XXIII, Nº 547, Caracas (lº de octubre de 1914), pp. 523-531. Cit. p. 530.

 

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Se trata de la nota Nº X de una serie titulada «El tema forzoso» [se trata de la guerra, naturalmente] que venía publicando Semprum en la sección «Actualidades» de El Cojo Ilustrado. El texto va en las pp. 531-532, encabezado por el título de la serie. Véase aquí en el Apéndice Documental.

 

159

El 25 de enero de 1915 se publica en el periódico El Impulso (que se editaba entonces en Carora, Edo. Lara) un artículo sin firma titulado «Futurismo»; se trata de una reflexión sobre la guerra que entonces preocupaba el mundo, y no se encuentra en el ninguna referencia, ni directa ni indirecta, el movimiento artístico que encabezaba Marinetti.

 

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No andaban tan descaminados los críticos como Paz García y Semprum en este aspecto, especialmente si se piensa en la trayectoria posterior del Futurismo italiano y sus corifeos, que terminan como exponentes del fascismo en la esfera del arte. Cf. al respecto UMBERTO SILVA: Arte e ideología del fascismo (tr. Manuel Aznar). Valencia (España): Fernando Torres Editor, 1975; esp. pp. 229-254. También MARIO DE MICHELI: Las vanguardias artísticas del siglo XX (tr. de Giannina Collado). La Habana: Ediciones Unión, 1967; esp. pp. 258-293. En todo caso hay que recordar que existe otro Futurismo, desarrollado un poco más tarde en Rusia. Sobre este aspecto cf. VLADIMIR MARKOV: Russian Futurism. Berkeley-Los Angeles: University of California Press, 1968. También IGNAZIO AMBROGIO: Formalismo y vanguardia en Rusia (tr. de Vilma Vargas). Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1973.