Acto III
|
La hermosa Ester
|
PERSONAS DEL TERCER ACTO
|
|
ASUERO. |
REY. |
AMÁN. |
|
EGEO. |
VICENTE. |
MARDOQUEO. |
TOLEDO. |
MARSANES. |
ANTONIA. |
ZARES. |
LA S.ª
JU.ª |
ADAMATA. |
|
TARSES. |
|
ESTER. |
|
Dos músicos. |
|
|
|
REY ASUERO y
gente.
|
ASUERO |
Toda la noche he
pasado |
|
sin dormir. |
|
|
EGEO |
¡Extraña cosa!
|
|
¿Ha sido por calurosa, |
|
o en razón de algún
cuidado? |
|
|
|
ASUERO |
Cuidado y desvelo
ha sido |
5 |
de materias diferentes, |
|
que a la memoria presentes |
|
no permitieron olvido. |
|
|
|
EGEO |
Por eso al fin de
sus leyes |
|
un filósofo
decía, |
10 |
gran señor, que no
sabía |
|
cómo dormían los
reyes; |
|
es la imagen un
pastor, |
|
que de noche desvelado, |
|
tiene más vivo el
cuidado |
15 |
y más despierto el
favor. |
|
|
|
ASUERO |
Dadme el libro y
las historias |
|
de los servicios anales. |
|
|
|
EGEO |
Cuando a tus manos Rëales |
|
lleguen, señor, sus
memorias, |
20 |
verás las
obligaciones |
|
en que te pone el gobierno. |
|
|
|
ASUERO |
¡Oh cetro! ¡Oh cuidado
eterno! |
|
¡Oh bien con tantas
pensiones! |
|
Aunque en todos
los estados |
25 |
se paga censo al favor, |
|
nadie le paga mayor |
|
que quien le paga en cuidados; |
|
y así es
mayor nuestra pena, |
|
y por justísima ley; |
30 |
porque los que tiene un rey |
|
exceden del mar la arena. |
|
|
|
|
(Saca el libro EGEO.)
|
|
ASUERO |
Leed,
|
|
no solamente por gusto, |
|
mas porque saber es justo |
35 |
a quién se ha de hacer
merced. |
|
|
|
|
ASUERO |
Por los últimos; es
bien |
|
para que premio les den |
|
y se animen a servir. |
40 |
|
|
EGEO |
(Lea.)
|
Memorial de los
servicios |
|
del mes Tebeth, en el
año |
|
séptimo del reino tuyo, |
|
que dure por siglos largos: |
|
Apelino, capitán, |
45 |
venció los rebeldes
Partos, |
|
que se subieron al monte |
|
con tantos robos y
daños. |
|
|
|
ASUERO |
¿Qué le dieron a
Apelino? |
|
|
|
EGEO |
Uno de los principados |
50 |
de Persia. |
|
|
|
EGEO |
Celso
|
|
te presentó diez
caballos, |
|
los frenos de oro y de lobo |
|
marino, y todos bordados |
|
de rubíes y de perlas, |
55 |
los paramentos persianos. |
|
|
|
|
EGEO |
Un oficio
|
|
que pedía, porque
hallaron |
|
que era muy digno. |
|
|
|
EGEO |
Mas el médico Alejandro |
60 |
te hizo sangrar a tiempo; |
|
que, a opinión de muchos
sabios, |
|
tu salud, que guarde el cielo, |
|
previno e graves daños. |
|
|
|
ASUERO |
¿No le di un anillo de
oro |
65 |
con un diamante, y seis vasos |
|
de mil piedras guarnecidos, |
|
y dos ropas de brocado? |
|
|
|
|
|
|
ASUERO |
Reparo,
|
70 |
cuando doy poco, en que quedo |
|
a quien lo doy obligado; |
|
presto le haremos merced. |
|
|
|
EGEO |
Mas te dio Lidio Teofrasto |
|
un arbitrio para hacer, |
75 |
sin daño de tus
vasallos, |
|
crecer las rentas de Persia. |
|
|
|
|
EGEO |
No le han dado
|
|
hasta que surta el efecto |
|
lo que él anda
procurando. |
80 |
|
|
|
EGEO |
Tirio, ingeniero,
|
|
hizo aquellos cuatro
baños |
|
para la salud. |
|
|
|
EGEO |
Él dice que está
pagado |
|
con el provecho que dan. |
85 |
|
|
|
|
|
EGEO |
Presilo te trajo
|
|
un monstruo nacido en Tarso, |
|
de dos niños en un
cuerpo, |
|
cuatro pies y cuatro manos. |
90 |
|
|
|
EGEO |
Otro monstruo
|
|
que te habían
presentado |
|
mandaste darle. |
|
|
ASUERO |
Y fue bien;
|
|
que monstruos con monstruos
pago. |
|
|
|
EGEO |
Albano te trajo un hombre, |
95 |
tirador tan extremado, |
|
que con una cerbatana |
|
dos mil agujas tirando |
|
a un garbanzo, las clavaba |
|
todas en el que era el blanco. |
100 |
|
|
ASUERO |
¿Qué mandé dar
a ese hombre |
|
por un ingenio tan raro? |
|
|
|
EGEO |
Ochenta gruesas de agujas |
|
y una hanega de garbanzos. |
|
|
|
ASUERO |
Su inútil habilidad |
105 |
pagué, con dar que,
tuviese |
|
qué tirar por muchos
años. |
|
|
|
EGEO |
Tesenio, ilustre poeta. |
|
te dio un libro intitulado |
|
hazañas de tus mayores. |
110 |
|
|
ASUERO |
¿Qué le di
después de honrarlo? |
|
|
|
EGEO |
Oficio de senador, |
|
y los cuatro mil ducados |
|
que tus coronistas gozan. |
|
|
|
|
EGEO |
Rufino Tebano,
|
115 |
mal pintor, te presentó |
|
de tu rostro un mal retrato. |
|
|
|
|
EGEO |
Hiciste
|
|
a otro pintor tan malo |
|
que le retratase a él. |
120 |
|
|
ASUERO |
Pagué agravio con
agravio. |
|
|
|
EGEO |
Este día Mardoqueo |
|
descubrió, secreto y
cauto, |
|
la conjuración de Tares |
|
y Bagatán. |
|
|
|
|
|
EGEO |
Yo no la hallo
|
|
en el libro, ni la sé. |
|
|
|
ASUERO |
Pues ¿cómo a un
hombre, y extraño, |
|
que me libró de la
muerte |
130 |
y dio vida, he sido ingrato? |
|
¿No ha pedido alguna
cosa? |
|
|
|
|
ASUERO |
¡Extraño caso!
|
|
¿Quién está
afuera? |
|
|
|
|
|
|
ASUERO |
A su Dios, a su
patria, a sus parientes |
|
ofende el que es ingrato al
beneficio: |
|
de muchos vicios es bastante
indicio |
|
aunque en maldad parezcan
diferentes; |
|
es deshonra tomar
entre las gentes, |
140 |
y nunca dar, que es del ingrato
oficio, |
|
y solo con decir aqueste
vicio, |
|
responden los demás como
presentes; |
|
es de la yedra un
natural retrato. |
|
que al árbol que la tiene la
desmedra |
145 |
y sale deshojado de su trato, |
|
y aunque
engaña, amoroso como yedra, |
|
jamás perdona agravio; que
el ingrato, |
|
el bien escribe en agua, el mal en
piedra. |
|
|
|
|
(AMÁN
entre.)
|
AMÁN |
¿Qué manda tu majestad? |
150 |
|
|
|
AMÁN |
Mi ventura ha sido
|
|
llamarme el Rey, si he tenido |
|
segura su voluntad; |
|
porque ya en la
plaza queda |
|
hecha de cuarenta codos, |
155 |
para que la vean todos |
|
y que los muros exceda, |
|
la horca en que
hoy ha de estar |
|
el infame Mardoqueo: |
|
pedir licencia deseo; |
160 |
mas ya el Rey me quiere
hablar. |
|
|
|
ASUERO |
Amán, si
un Rey desease |
|
honrar un noble varón, |
|
para dar satisfacción |
|
del gusto con que le amase, |
165 |
¿qué es lo que haría por
él? |
|
|
|
AMÁN |
Sin duda soy el que quiere |
|
honrar el Rey, porque muere |
|
por hacerme igual con
él; |
|
que ninguno si no
yo |
170 |
merece lo que él
intenta, |
|
¿qué dudas, alma
contenta? |
|
Mira cómo ayer te
honró |
|
en que hoy vengas
a comer |
|
con la reina y a su lado. |
175 |
|
|
|
AMÁN |
He pensado
|
|
que si el Rey le quiere hacer |
|
honra, le mande
vestir |
|
sus vestiduras reales, |
|
piedras y joyas iguales, |
180 |
y que le mande salir |
|
con su cetro y
su corona |
|
a pasear la ciudad, |
|
y por más autoridad, |
|
acompañe su persona |
185 |
un
príncipe que el caballo |
|
lleve de riendas, y que sea |
|
del Rey también, porque
vea |
|
que iguala al Rey el vasallo; |
|
este
príncipe que digo, |
190 |
dará en la plaza un
pregón |
|
en la mayor atención |
|
del pueblo, al acto testigo, |
|
diciendo:
«con tal trofeo, |
|
honra el Rey quien quiere
honrar». |
195 |
|
|
ASUERO |
Bien dices; parte a buscar |
|
al hebreo Mardoqueo, |
|
que del palacio a
la puerta |
|
hallarás pobre y
echado, |
|
y todo lo que has hablado |
200 |
con la ejecución
concierta; |
|
vístele un
vestido mío, |
|
y con mi cetro y corona |
|
acompaña su persona, |
|
templando al caballo el
brío |
205 |
con llevarle de
la rienda. |
|
y da en la plaza el
pregón |
|
que dices, porque es
razón |
|
que así la ciudad lo
entienda, |
|
y guárdate
que no dejes |
210 |
de hacer cuanto aquí
dijiste. |
|
|
|
|
|
|
(Vase AMÁN.)
|
ASUERO |
Si faltares, no te quejes. |
|
¿No viene,
amigos, Ester, |
|
sabiendo que la llamaba? |
215 |
|
|
EGEO |
Ya la ocasión aguardaba |
|
en que te pudiese ver, |
|
mas díceme
que hoy es justo |
|
que su convite se haga, |
|
para que en él
satisfaga |
220 |
humildemente a tu gusto, |
|
que pues no se
hizo ayer, |
|
no es razón que pase de
hoy. |
|
|
|
ASUERO |
A darle contento voy, |
|
hoy comeré con Ester; |
225 |
que sabe su mismo
Dios |
|
cuál gracia en mis ojos
tiene. |
|
|
|
EGEO |
Tal Reina a tal Rey conviene. |
|
¡Mil años
viváis los dos! |
|
|
|
|
(Vanse y salen dos personas.)
|
UNO |
De tan noble
suceso |
230 |
no se ha sabido la causa. |
|
|
|
DOS |
Solo sé que las reales |
|
ropas, y corona baja |
|
Amán, y que a
Mardoqueo, |
|
aquel hebreo que estaba |
235 |
a las puertas de Palacio, |
|
a tal grandeza levanta, |
|
que se las viste, y le
ciñe |
|
la real corona, y sacan |
|
un caballo del rey mismo, |
240 |
que a los del sol aventaja, |
|
para que en él
Mardoqueo |
|
con los soldados de guarda, |
|
y llevando Amán del
freno |
|
a pie, con grandeza tanta |
245 |
le lleven y le paseen |
|
por cuantas calles y plazas |
|
tiene la corte de Persia. |
|
|
|
UNO |
Tan gran novedad me espanta, |
|
secretos son que los reyes |
250 |
no comunican ni mandan |
|
poner en ejecución. |
|
|
|
DOS |
Que ya del real alcázar |
|
sale este triunfo y lo dicen |
|
las trompetas y las cajas. |
255 |
|
|
|
(Música de chirimías, y por un palenque entre
grande acompañamiento, y detrás MARDOQUEO con cetro y corona en un
caballo, y su palio; traerá al pie de la rienda AMÁN, y en parando en el
teatro, dirá.)
|
AMÁN |
¿Qué iguala a mi desventura? |
|
¿Quién se vio como me
veo |
|
a los pies de Mardoqueo, |
|
y él subido a tanta
altura? |
|
Que tal su bajeza
es |
260 |
y tan vil es su linaje, |
|
que no hay lugar donde baje |
|
después de estar a sus
pies. |
|
¡Oh
soberbia a qué has traído, |
|
mis altivos pensamientos |
265 |
de cuyos atrevimientos |
|
estaba el cielo ofendido! |
|
¡Cuán mejor puedo decir, |
|
soberbia, en este lugar, |
|
que es comenzar a bajar |
270 |
no tener más que subir! |
|
¿En que
tendré confianza, |
|
o quien no se pierde en ella, |
|
pues un caballo atropella |
|
lo mejor de mi esperanza? |
275 |
Como un peso
habemos sido |
|
este y yo, mas tan pesado |
|
de mi parte, que he bajado |
|
tanto como él ha
subido. |
|
En una horca
pensé |
280 |
subirle: mi afrenta callo, |
|
pues subido en un caballo, |
|
pone en mi cabeza el pie. |
|
¡Cielos!
¿Quién hay que os entienda? |
|
Él parece que me ahoga, |
285 |
pues a quien buscaba soga |
|
le voy llevando de rienda. |
|
Y aun no
sé en qué ha de parar |
|
mi desventura importuna, |
|
que no para la fortuna |
290 |
cuando comienza a bajar. |
|
Mas
¿qué temo si me veo |
|
en la mayor humildad? |
|
Que no hay más
profundidad |
|
que a los pies de Mardoqueo. |
295 |
|
|
MARDOQUEO |
Mil gracias os
doy, señor, |
|
que esta vuestra humilde
hechura |
|
levantáis a tanta
altura |
|
y a tantos grados de honor. |
|
Bien sé
que no lo merezca: |
300 |
indigno soy deste bien |
|
y desta merced, por quien |
|
de nuevo el alma os ofrezco. |
|
Vos sois Dios,
dais como Dios. |
|
que cuando honráis es de
modo |
305 |
que conoce el mundo todo |
|
la grandeza que hay en vos. |
|
Bien puedo ahora
cantar |
|
fuera de este Egipto fiero, |
|
que el caballo y caballero |
310 |
habéis rendido en el
mar. |
|
Amán, otro
Faraón |
|
que vuestro pueblo
quería |
|
matar, porque no le
hacía |
|
tan injusta adoración, |
315 |
de su caballo
cayó |
|
en el mar de su arrogancia, |
|
donde la misma distancia |
|
vuestro poder me subió. |
|
Que es
blasón que usáis desde antes |
320 |
que ellos fuesen nuestros
dueños, |
|
levantar a los pequeños |
|
y humillar los arrogantes. |
|
¿Qué importa que contra vos |
|
la soberbia venga armada, |
325 |
pues luego sale la espada |
|
que dice: «quién como
Dios»? |
|
|
|
AMÁN |
Comenzar quiero
el pregón |
|
de mi afrenta, y no exceder |
|
su gusto, por no caer |
330 |
en mayor indignación. |
|
Ciudadanos, dad
lugar |
|
a este pobre caballero; |
|
que así honra el rey
Asuero |
|
a los que pretende honrar. |
335 |
|
|
|
(La música, y vuélvanse por su palenque, y
salgan ZARES, su mujer de
AMÁN, y
MARSANES.)
|
ZARES |
Con mil
imaginaciones |
|
anda mi esposo estos
días. |
|
|
|
MARSANES |
Nacen sus melancolías |
|
de pequeñas ocasiones; |
|
pero como a la
gran nave |
340 |
que va corriendo la mar |
|
se suele un pez arrimar |
|
y detiene el curso grave, |
|
así
aqueste vil hebreo |
|
detiene el curso de
Amán, |
345 |
cuando sus grandezas van |
|
por el mar de su deseo. |
|
|
|
ZARES |
Así dicen
que el león |
|
se suele espantar del gallo. |
|
|
|
MARSANES |
¡Que un hombre que aun no es
vasallo |
350 |
le cause tanta pasión! |
|
¡Un
esclavo, un vil cautivo, |
|
mísero pez del
Jordán |
|
a la alta nave de Amán |
|
se quiere oponer altivo! |
355 |
Mas hoy acaba con
él, |
|
y en la horca fabricada, |
|
lo que es indigno a su espada, |
|
hará un infame cordel; |
|
en
quitándole la vida, |
360 |
cesará tan triste
enojo. |
|
|
|
ZARES |
Infamará su despojo |
|
espada tan bien nacida; |
|
y así, es
justo que un verdugo |
|
acabe con su arrogancia; |
365 |
y sin admitir distancia, |
|
de la esclavitud el yugo |
|
del mísero
pueblo hebreo |
|
corte quitando las vidas. |
|
|
|
MARSANES |
Por tu vida, que le pidas |
370 |
que no entierre a Mardoqueo. |
|
¡Cómanle perros! |
|
|
ZARES |
Sí harán;
|
|
que aun no ha de quedar ceniza |
|
de hombre que desautoriza |
|
los pensamientos de
Amán. |
375 |
|
|
|
(AMÁN
entre.)
|
AMÁN |
Acabó ya
la fortuna |
|
de mostrarme su inconstancia, |
|
que una misma consonancia |
|
hace con la varia luna. |
|
En llegando a
desear, |
380 |
la llena se ha de temer; |
|
que el estado del crecer |
|
es principio del menguar. |
|
¡Grandes
afrentas me ha hecho |
|
Asuero! |
|
|
ZARES |
Esposo querido,
|
385 |
¿qué rostro es
ese? |
|
|
AMÁN |
El que ha sido
|
|
más viva imagen del
pecho; |
|
que si el alma se
retrata |
|
en el rostro, en él
verás |
|
cómo se parece
más |
390 |
lo que piensa y lo que trata. |
|
Ya no tengo que
temer; |
|
que solo este bien me queda, |
|
porque no hay qué me
suceda, |
|
si no es el dejar de ser. |
395 |
|
|
ZARES |
¿No te ha
hecho Mardoqueo |
|
reverencia? |
|
|
MARSANES |
Si tú aguardas
|
|
a ese infame, y te acobardas |
|
de ejecutar tu deseo. |
|
¿qué mucho que no te estime? |
400 |
Ahórcale. ¿Qué
pretendes? |
|
|
|
AMÁN |
¡Oh. qué mal, Zares,
entiendes |
|
la desdicha que me oprime! |
|
Y tú,
querido Marsanes, |
|
ya cesaron mis trofeos: |
405 |
ya ensalza el Rey Mardoqueos: |
|
ya desprecia el Rey Amanes. |
|
¿Es
posible que al oído |
|
las voces no os han llegado |
|
de lo que agora ha pasado? |
410 |
|
|
MARSANES |
¡Cómo!
¿Qué te, ha sucedido? |
|
|
|
AMÁN |
¿Pues no
veis la alteración |
|
del pueblo? |
|
|
ZARES |
Habrále pesado
|
|
ver al hebreo ahorcado. |
|
que tan inconstantes son. |
415 |
|
|
AMÁN |
No es eso,
¡triste de mí! |
|
Sino que el Rey me
mandó |
|
vestirle sus ropas yo, |
|
y sus ropas le vestí. |
|
Su cetro y corona
de oro |
420 |
le puse, y como vasallo, |
|
de rienda llevé el
caballo |
|
para su mayor decoro. |
|
En la plaza di un
pregón |
|
y en las más públicas
calles. |
425 |
|
|
ZARES |
¡Por Dios, esposo, que
calles! |
|
|
|
AMÁN |
¡Qué calle!
Públicas son. |
|
Yo dije por
ensalzar |
|
al que mataba primero: |
|
así honra el rey Asuero |
430 |
a los que pretende honrar. |
|
|
|
|
AMÁN |
No sé
|
|
más de que el Rey lo ha
mandado, |
|
aunque yo he sido el culpado |
|
porque ayer no le maté; |
435 |
preguntóme
de qué modo |
|
el Rey a un hombre
honraría; |
|
yo pensé que lo
decía |
|
por darme su imperio todo |
|
y di la misma
sentencia |
440 |
que se ha ejecutado en
mí. |
|
|
|
ZARES |
Si el hebreo reina aquí |
|
y, tiene la preeminencia |
|
que tú de
Persia tenías |
|
como segunda persona |
445 |
del Rey, y cetro y corona, |
|
¿qué aguardas., en
qué confías? |
|
No
escaparás de sus manos. |
|
|
|
MARSANES |
No he visto desdicha igual. |
|
|
|
AMÁN |
Temiendo estoy mayor mal |
450 |
por los dioses soberanos. |
|
|
|
|
(Un criado.)
|
|
|
ADAMATA |
El Rey te espera a comer, |
|
porque ya la bella Ester |
|
le está esperando. |
|
|
|
ADAMATA |
No hay ya voy, sino venir. |
|
|
|
|
|
|
MARSANES |
¿Vas a comer, o a
morir? |
460 |
|
|
AMÁN |
No sé; mas
si el corazón |
|
avisa al hombre primero, |
|
mi muerte comer espero: |
|
tales mis desdichas son. |
|
|
|
|
ZARES |
Teme la suerte,
|
465 |
y su desdicha adivina, |
|
porque si una vez declina, |
|
nunca para hasta la muerte. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Criados que saquen una mesa, y los músicos, y
EGEO y TARES.)
|
EGEO |
Yo pienso que ha
de ser notable día |
|
para el gusto del Rey. |
|
|
TARES |
Será notable,
|
470 |
porque adora en Ester. |
|
|
EGEO |
Música envía.
|
|
¡Qué convite
será tan agradable! |
|
|
|
TARES |
Para quien ama es dulce
melodía |
|
dar gusto a lo que quiere. |
|
|
EGEO |
Es tan amable
|
|
la Reina, que ella sola sus
sentidos |
475 |
regala, y tiene de su amor
vencidos. |
|
|
|
MÚSICO |
Apercibe,
Nicandro, el instrumento. |
|
que ya tienen la mesa
apercibida. |
|
|
|
SEGUNDO |
Quien come, pocas veces está
atento, |
|
o no le entra en provecho la
comida; |
480 |
por eso los poetas, que del
viento |
|
tienen la suspensión del
alma asida, |
|
no saben lo que comen y
enflaquecen, |
|
y, en fin, porque no comen
enloquecen. |
|
|
|
MÚSICO |
Bien dices, que
un poeta en siendo rico |
485 |
es mal poeta, porque engorda y
come. |
|
|
|
SEGUNDO |
Ya desde aquí la vista al
plato aplico. |
|
|
|
MÚSICO |
Yo haré que un plato el
maestresala tome. |
|
|
|
SEGUNDO |
Si un pajarillo en remojando el
pico, |
|
aunque la jaula más le
oprima y dome, |
490 |
canta que se deshace, yo no
quiero |
|
hacer pasajes sin beber
primero. |
|
|
|
|
(REINA y
damas.)
|
ESTER |
Agora, gran
Señor de cielo y tierra, |
|
que vais cumpliendo mi mayor
deseo, |
|
ya la soberbia, la humildad
destierra |
495 |
cayendo Amán, subiendo
Mardoqueo. |
|
Conozco el celestial poder que
encierra |
|
esta virtud que en los
pequeños veo. |
|
pues aunque a los principios
despreciada, |
|
se ve de mil laureles
coronada. |
500 |
¡Oh, gran
Señor, si aquesta esclava vuestra |
|
las mujeres ilustres imitase |
|
de vuestro pueblo y de la sangre
nuestra. |
|
y algo de sus desdichas
restaurase. |
|
si la fuerte Judit con mano
diestra |
505 |
queréis que el cuello de
Holofernes pase, |
|
tiñendo el pabellón
de sangre fiera, |
|
haced que Amán por estas
manos muera. |
|
|
|
|
(Entren el REY y
AMÁN.)
|
ASUERO |
Ya con
Amán, bella Ester, |
|
a ser convidado vengo; |
510 |
de tu cuidado y mi amor |
|
dice que seguro puedo, |
|
que él viene haciendo la
salva |
|
a los platos que merezco |
|
de la lealtad de tus manos |
515 |
por el amor que te tengo. |
|
|
|
ESTER |
A tus pies está tu
esclava. |
|
|
|
ASUERO |
Levántate, Ester, del
suelo; |
|
que humillas de un Rey el alma |
|
a lo menos, que es su cuerpo. |
520 |
Yo no tengo, y es sin duda, |
|
más alma: pues si no
tengo |
|
más alma, y el alma es
más, |
|
no la humilles a lo menos. |
|
|
|
ESTER |
Hoy vienes de hacer favores, |
525 |
y aquí tu grandeza veo, |
|
pues que pagas la comida |
|
primero que nos sentemos. |
|
|
|
|
AMÁN |
Desde ayer
|
|
de tal manera me siento, |
530 |
que no puedo levantarme |
|
al asiento que deseo. |
|
¡Ay de mí, qué
vanas honras! |
|
|
|
|
|
SEGUNDO |
A sus pasos de garganta, |
535 |
haré pasos de pescuezo. |
|
(La comida se descubra y algunos platos que serán
los principios, y canten entretanto los músicos al tono de
la locura.)
|
Dios ensalza los
humildes |
|
y derriba los soberbios. |
|
Ciento y treinta años
después |
|
que con el diluvio inmenso |
540 |
castigó Dios a los
hombres, |
|
comenzó Nembrot su
reino; |
|
fabricó muchas
ciudades, |
|
pero soberbio y blasfemo, |
|
persuadía a sus
vasallos |
545 |
negasen a Dios eterno, |
|
de tan altos beneficios |
|
el justo agradecimiento, |
|
porque se lo atribuyesen |
|
todo a su fuerza e ingenio; |
550 |
obedeciéronle muchos, |
|
y porque si acaso el cielo |
|
volviese a anegar el mundo, |
|
tomaron por buen consejo |
|
hacer una inmensa torre, |
555 |
cuyo inaccesible extremo, |
|
excediendo las estrellas, |
|
tocase al sol los cabellos. |
|
Juntáronse tantos
hombres, |
|
que hicieron en breve tiempo |
560 |
el más notable edificio |
|
que antes hubo y después
dellos; |
|
pero mirándolos Dios |
|
desde su alcázar
eterno, |
|
no castigó su locura |
565 |
con agua, viento ni fuego, |
|
sino que por las distancias |
|
del primero fundamento, |
|
a la altura donde estaban |
|
se confundiesen con ellos |
570 |
no entendiéndose las
lenguas, |
|
con que confusos y ciegos |
|
se esparcieron por el mundo |
|
fabricándole de nuevo. |
|
En el campo de Senar |
575 |
cuando aquel monstruo, a quien
dieron |
|
el nombre de Babilonia, |
|
que es confusión en
hebreo. |
|
Dios ensalza los humildes |
|
y derriba los soberbios. |
580 |
|
|
ASUERO |
¿Qué quieres, hermosa
Ester? |
|
Pide, que yo te concedo |
|
todo aquello que pidieres; |
|
pide la mitad del reino; |
|
pide, que si el alma es
más, |
585 |
¿quién te ha de negar
lo menos? |
|
|
|
ESTER |
Si hallé, gracia en esos
ojos, |
|
poderoso rey Asuero, |
|
por esta vida, señor, |
|
y la de todo mi pueblo, |
590 |
a la muerte condenado, |
|
con mil lágrimas te
ruego: |
|
ojalá que por esclavos |
|
nos vendiesen, que gimiendo |
|
calláramos; pero pasa |
595 |
nuestro enemigo sangriento |
|
a tal soberbia y crueldad, |
|
que en sangre de nuestros
cuellos |
|
pretende lavar sus pies. |
|
|
|
ASUERO |
¡Qué dices, Ester!
¿Qué es esto? |
600 |
¿Cuál bárbaro
o cuál poder |
|
tiene tanto atrevimiento |
|
hoy en el mundo? |
|
|
ESTER |
Este Amán,
|
|
aqueste enemigo nuestro. |
|
|
|
ASUERO |
¿Amán se atreve a tu
vida? |
605 |
Si del más sutil
cabello |
|
tuyo depende la mía. |
|
|
|
AMÁN |
¡Muerto soy! ¡Su furia
tiemblo! |
|
|
|
ASUERO |
Quitad aquesto de aquí. |
|
(Aparten la mesa y métanla de
allí.)
|
¿Hombre puede haber tan
fiero |
610 |
que te condene a la muerte |
|
yo vivo, yo soy, yo reino? |
|
¿A mí me obedece
Oriente |
|
desde el Indo al Caspio seno? |
|
¿A mí Tartaria y
Egipto, |
615 |
del mar Grande al mar Bermejo? |
|
¿A mí Etiopía,
a mí Arabia? |
|
¿Soy Artajerjes Asuero? |
|
¿Son aquestas las
hazañas |
|
que mis mayores han hecho? |
620 |
¿Ilustro así sus
memorias? |
|
¿Doy esta fama a sus
templos |
|
y cuelgo de sus sepulcros |
|
estos infames trofeos? |
|
Voyme, Ester, que de corrido |
625 |
a mirarte no me atrevo, |
|
pues aun no puedo mostrarte |
|
el poco poder que tengo. |
|
(Váyase.)
|
|
|
AMÁN |
¡Cielos!
¿Qué será de mí? |
|
Que en aquesta
confusión, |
630 |
bien me dijo el corazón |
|
lo que al principio
temí. |
|
Ya todos se van de
aquí; |
|
como que ya visto han |
|
que el basilisco de
Amán |
635 |
ha dado ponzoña al Rey. |
|
¿Qué amor, qué
exención, qué ley |
|
darme la vida podrán? |
|
Fuese el Rey por
el jardín, |
|
fuese Ester a su aposento, |
640 |
cada cual con pensamiento |
|
de mi desdichado fin. |
|
El ardiente serafín |
|
que este pueblo circunciso |
|
escribe en su paraíso, |
645 |
parece que está a la
puerta, |
|
para mi desdicha abierta, |
|
pues mi soberbia lo quiso. |
|
¿Podré salir? ¿podré
entrar? |
|
¿Qué puedo hacer, que
sin duda, |
650 |
aunque la guarda está
muda, |
|
ya me debe de esperar? |
|
Mas bueno será pasar |
|
al aposento de Ester. |
|
Hebrea debe de ser; |
655 |
no lo supe, que a su vida |
|
respetara mi atrevida |
|
mano, y del mundo el poder. |
|
Pedirle quiero la
mía; |
|
que en tan divina hermosura |
660 |
no ha de haber alma tan dura |
|
que no ablande mi
porfía. |
|
¡Quien el Oriente
solía |
|
como a rey obedecer, |
|
ruega una mujer! ¡a
Ester |
665 |
voy a rogar desta suerte! |
|
¡Pero qué cosa tan
fuerte |
|
no se ha rendido a mujer! |
|
|
|
|
(Éntrese, y salgan MARDOQUEO y ESTER.)
|
MARDOQUEO |
El sueño,
dulce Ester, se va cumpliendo, |
|
y trocándose el llanto en
alegría |
670 |
que los cielos estaba
entristeciendo. |
|
¡Bendito
sea para siempre el día |
|
que para dar salud a Israel
naciste, |
|
que el cuchillo feroz de
Amán temía! |
|
¡Con
qué artificio soberano hiciste |
675 |
que el Rey tuviese lástima a
tus ojos, |
|
y tu cautivo pueblo redimiste! |
|
Tuyos
serán, Ester, nuestros despojos; |
|
a ti, que de las hembras no
difieres |
|
que templaron del cielo los
enojos, |
680 |
vendrán
niños, ancianos y mujeres, |
|
y echados a tus plantas,
darán voces, |
|
que su señora y su remedio
eres. |
|
|
|
ESTER |
Tío y
señor, si mi humildad conoces, |
|
¿para qué me bendices
desa suerte? |
685 |
Mil años, plegue a Dios, el
cetro goces; |
|
que en más
alto lugar espero verte, |
|
que aquel en cuya frente el pie
pusiste, |
|
a quien espera ya violenta
muerte. |
|
|
|
MARDOQUEO |
¡Oh, bella
Ester, la fuente humilde fuiste |
690 |
que yo soñé que en
aguas abundaba, |
|
y que la verde margen
excediste! |
|
Aquel
dragón feroz que peleaba |
|
con el otro dragón menos
furioso, |
|
era este Amán. Que su poder
acaba |
695 |
cante
Jerusalén, y el suntuoso |
|
alcázar de Sión cante
Samaria, |
|
y las riberas del Jordán
undoso |
|
canten en tu
alabanza, y la contraria |
|
espada rindan a tus plantas
bellas, |
700 |
pues tras tanta fortuna incierta y
varia, |
|
levantas a Israel a las
estrellas. |
|
|
|
|
(Entre AMÁN, y ESTER se siente en un
estrado.)
|
AMÁN |
Si merece un
enemigo |
|
que una Reina poderosa |
|
temple el rigor del castigo. |
705 |
y que te muestres piadosa |
|
en tanta ofensa conmigo. |
|
vesme aquí
puesto a tus pies; |
|
pero dirás que no es |
|
humildad de aquel vasallo |
710 |
que lo estuvo del caballo |
|
deste que tan alto ves. |
|
Nunca el valor
generoso |
|
fue ingrato, señora, al
ruego; |
|
abre tu pecho piadoso, |
715 |
a cuya hermosura llego |
|
humillado y vergonzoso; |
|
mira estos ojos
que ayer |
|
tuvieron tanto poder, |
|
que bañan de llanto el
suelo. |
720 |
e imita en piedad al cielo |
|
como en hermosura, Ester. |
|
Nunca me ha
pesado a mí |
|
de que fueses mi señora |
|
y el Rey dejase a
Vastí; |
725 |
entonces, siempre y agora |
|
al Rey hablé bien de
ti. |
|
Airado
está; si tú quieres. |
|
tú sola le
templarás. |
|
Más en perdonarme
adquieres |
730 |
que yo en vivir, pues es
más |
|
que ser yo, ser tú quien
eres. |
|
|
|
ESTER |
Amán, el
Rey está airado; |
|
ya sabes que eres culpado. |
|
|
|
|
|
AMÁN |
Sí,
|
735 |
que quiero asirme, de ti |
|
como altar de mi sagrado, |
|
y no te pienso
soltar |
|
sin que palabra me des, |
|
que el Rey me ha de perdonar. |
740 |
|
|
|
(El REY y
EGEO, y
gente.)
|
|
|
|
ASUERO |
¡Por el
Dios de Ester sagrado, |
|
que oprime a la Reina el fiero |
|
a mis ojos y en su estrado! |
745 |
|
|
AMÁN |
¿El Rey es aqueste? Hoy
muero; |
|
que está por extremo
airado. |
|
|
|
|
|
(Échenle un tafetán negro.)
|
|
ADAMATA |
Contarle pueden por muerto. |
|
¿No ves, señor, desde
aquí |
750 |
aquellos tres palos? |
|
|
ASUERO |
Sí,
|
|
y estoy de lo que es incierto. |
|
|
|
ADAMATA |
Es una horca que
Amán |
|
hizo que la viesen todos |
|
cuantos hoy en Susa
están, |
755 |
porque de cuarenta codos |
|
es la altura que le dan. |
|
En esta poner
quería |
|
a quien la vida te dio. |
|
|
|
ASUERO |
¿Horca a Mardoqueo
hacía? |
760 |
|
|
ADAMATA |
Solo porque no adoró |
|
su vana soberbia un
día. |
|
|
|
ASUERO |
¡Hay tal
maldad! Pues, amigos, |
|
pase por la misma ley; |
|
haya menos enemigos, |
765 |
que iguales tocan al Rey |
|
los premios y los castigos. |
|
Si tuvo ese mal
deseo, |
|
hoy los de Susa verán |
|
que es de la humildad trofeo |
770 |
ocupar la horca Amán |
|
que esperaba a Mardoqueo. |
|
Llevalde y
ponelde en ella, |
|
porque vea mi Ester bella |
|
cuánto soy agradecido |
775 |
al favor que he recibido |
|
de los hebreos y della. |
|
Dejaré en
el mundo ejemplo |
|
de piedad y gratitud. |
|
|
|
|
(Llévenle.)
|
ESTER |
Juntas en ti las contemplo. |
780 |
|
|
ASUERO |
Por diosa de mi salud |
|
quisiera labrarte un templo. |
|
|
|
MARDOQUEO |
Háblale,
amada sobrina, |
|
sobre lo que determina |
|
hacer de la sangre nuestra. |
785 |
|
|
ESTER |
A tu poderosa diestra |
|
mi humilde pecho se inclina. |
|
|
|
ASUERO |
¿Quieres
otra cosa, Ester? |
|
|
|
ESTER |
Señor, escúchame
atento: |
|
sabrás, pues que ya es
razón, |
790 |
un secreto. |
|
|
|
ESTER |
Cuando vine a tu palacio |
|
obediente al mandamiento |
|
de mi Rey y mi señor, |
|
callé por muchos
respetos |
795 |
el decirte que era hebrea, |
|
de aquel desdichado pueblo |
|
que Nabucodonosor |
|
trajo cautivo a tu imperio. |
|
Callé mis padres, que
ya |
800 |
en cautiverio murieron, |
|
y callé también,
señor, |
|
que es mi tío
Mardoqueo, |
|
que viendo al soberbio
Amán |
|
pretender tu lauro y cetro, |
805 |
y por no adorar un hombre |
|
tan ambicioso y soberbio, |
|
no le quería ofrecer |
|
lo que a solo Dios inmenso |
|
debe el que conoce que hay |
810 |
pena y gloria, infierno y
cielo. |
|
Él, airado,
condenó, |
|
no solamente su cuello |
|
a la muerte, como has visto, |
|
pero a todos los hebreos. |
815 |
Cartas están
despachadas |
|
con tu soberano sello, |
|
por orden de Amán, que
todos |
|
el día décimo
tercio |
|
del mes Adar, mueran juntos, |
820 |
y así los soldados
fieros |
|
están aguardando el
día |
|
para ejecutar sangrientos |
|
sus muertes, y saquearlos. |
|
Revoca, señor, te
ruego, |
825 |
este decreto cruel, |
|
por ser de las manos hecho |
|
de un hombre tan envidioso, |
|
y por ser tu esposa dellos; |
|
que si no mandas que cese |
830 |
el riguroso decreto, |
|
la primera seré yo, |
|
el segundo Mardoqueo; |
|
y puesto que soy tu esclava |
|
y que esta muerte merezco, |
835 |
por no merecerte a ti, |
|
que es delito que te debo, |
|
Mardoqueo está
inocente, |
|
y asimismo muchos buenos |
|
que ruegan por tu salud |
840 |
al gran Dios de los
ejércitos. |
|
Duélate, señor, mi
llanto, |
|
que aunque soy río
pequeño, |
|
van al mar de tu piedad |
|
estas lágrimas que
vierto. |
845 |
|
|
ASUERO |
¡Oh, humilde Ester, cuanto
hermosa! |
|
No me enternezcas el pecho; |
|
que no hay en el mar que dices |
|
perlas de tan alto precio. |
|
Los nácares de tus
ojos. |
850 |
Más para engendrar se han
hecho |
|
que no lágrimas,
estrellas, |
|
como esferas de tal cielo. |
|
Bien parece que mi amor |
|
alumbró mi
entendimiento |
855 |
para honrar tu noble
tío |
|
con el hacha de su fuego; |
|
que ensalzarse hasta poner |
|
de Oriente en su mano el cetro |
|
sin haberle conocido, |
860 |
solo amor supiera hacerlo; |
|
en todo acierta quien ama, |
|
y si yo en amarte acierto, |
|
lo mismo será estimar |
|
la sangre de tus abuelos. |
865 |
Hoy verás lo que
mereces: |
|
dame, Mardoqueo, luego |
|
tus brazos. |
|
|
|
ASUERO |
Hoy te da merecimiento |
|
tu virtud y la de Ester. |
870 |
Esta es mi sortija y sello; |
|
despachad cartas al punto, |
|
en que revoco el decreto |
|
que Amán, soberbio,
había dado |
|
contra el santo pueblo hebreo. |
875 |
|
|
MARDOQUEO |
¡Oh, soberano
señor! |
|
Tus pies en su nombre beso, |
|
aunque se anticipa el llanto, |
|
que quiere llegar primero. |
|
Tu voluntad han oído |
880 |
mis amigos y mis deudos, |
|
y con alegres canciones |
|
y acordados instrumentos, |
|
quieren celebrar tu nombre |
|
y cubrir, señor, el
suelo |
885 |
adonde pones los pies, |
|
de oliva, laurel y acebo, |
|
y de aromáticas flores. |
|
|
|
ASUERO |
Entren; que yo les ofrezco |
|
la libertad y las vidas; |
890 |
entrad, dichosos hebreos. |
|
|
|
|
(Cuantos puedan, con árboles en las manos,
echándolos por el suelo con otras flores.)
|
|
(MÚSICOS y
baile.)
|
[MÚSICOS] |
Hoy salva a
Israel |
|
la divina Ester. |
|
hoy, Ester dichosa, |
|
figura sagrada |
895 |
de otra Ester guardada |
|
para ser esposa, |
|
más pura y hermosa, |
|
de más alto Rey. |
|
Hoy salva a Israel |
900 |
la divina Ester. |
|
|
|
HEBREO |
Danos tus pies,
gran señor, |
|
y pon de tu nombre el hierro |
|
en las almas, que en las caras |
|
ya le tenemos impreso. |
905 |
|
|
ASUERO |
La casa y huertas de
Amán, |
|
y sus tesoros, entrego |
|
a Mardoqueo y Ester, |
|
porque demos fin con esto |
|
a la soberbia de Amán |
910 |
y humildad de Mardoqueo. |
|
|
|
En Madrid, a 6 de abril de 1610
años.
LOPE DE VEGA
CARPIO.
TOMÁS
GRACIÁN DANTISCO.
JOAN DE TORRES.