Jornada I
|
|
Salen de camino DOÑA PETRONILA, vestida de
hombre con bota y espuela, y TOMASA por otra puerta como lacayuelo,
el capotillo con muchas cintas.
|
TOMASA |
Un cuartillo de
cebada |
|
le basta y sobra; que, en fin, |
|
es pollino y no rocín. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Hacéis a Madrid
jornada, |
|
gentilhombre? |
|
|
|
|
|
|
TOMASA |
No me acompaña
|
|
sino un jumento, novicio |
|
en la albarda,
porque es nuevo, |
|
y anteayer se destetó. |
10 |
|
|
PETRONILA |
Si tres leguas caminó, |
|
no me parece, mancebo, |
|
que es el pienso
suficiente |
|
de un cuartillo. |
|
|
|
PETRONILA |
Quien no come, no trabaja. |
15 |
|
|
TOMASA |
Como pobre se sustente; |
|
que no tiene de
igualarse, |
|
dando ocasión a la
gula, |
|
un asno con una mula. |
|
La paja ha de compararse |
20 |
en las bestias
con el pan, |
|
la cebada con el queso; |
|
y ya sabéis, según
eso, |
|
que es poco el queso que dan. |
|
¿Por
qué pensáis vos que España |
25 |
va, señor, tan de
caida? |
|
Porque el vestido y comida |
|
su gente empobrece y
daña. |
|
Dadme vos que
cada cual |
|
comiera como quien es, |
30 |
el marqués como
marqués, |
|
como pobre el oficial. |
|
Vistiérase
el zapatero |
|
como pide el cordobán, |
|
sin romper el gorgorán |
35 |
quien tiene el caudal de
cuero. |
|
No gastara la
mulata |
|
manto fino de Sevilla, |
|
ni cubriera la virilla |
|
el medio chapín, de
plata. |
40 |
Si el que
pasteliza en pelo, |
|
sale a costa del gigote, |
|
el domingo de picote, |
|
y el viernes de terciopelo; |
|
cena el zurrador
besugo, |
45 |
y el sastre come lamprea, |
|
y hay quien en la corte vea |
|
como a un señor al
verdugo; |
|
¿qué perdición no se
aguarda |
|
de nuestra pobre Castilla? |
50 |
El caballo traiga silla, |
|
y el jumento vista albarda; |
|
coma aquél
un celemín, |
|
y un cuartillo a esotro den; |
|
porque el jumento no es bien |
55 |
que le igualen al
rocín. |
|
|
|
PETRONILA |
No os han de
faltar molestias, |
|
si no templáis ese
humor, |
|
y os pudrís reformador, |
|
comenzando por las bestias. |
60 |
¿Quién diablos os mete a vos, |
|
tan mozo, en esos pesares? |
|
Los vestidos y manjares |
|
comunes los hizo Dios. |
|
|
|
|
|
TOMASA |
Perdonadme esta simpleza. |
|
¿Por qué hizo
naturaleza |
|
el tabí, la seda, el
paño, |
|
la holanda, el
cambray, y estopa, |
|
distintos al tacto y vista? |
70 |
Porque cada cual se vista |
|
según su estado la
ropa. |
|
Dentro de una
misma especie |
|
hallaréis que el
universo |
|
hizo su manjar diverso, |
75 |
de que cada cual se precie. |
|
El racimo
moscatel |
|
y albillo, que al noble pinta; |
|
la cepa jaén y tinta |
|
para el que rompe buriel. |
80 |
El noble
melocotón, |
|
que deleita al caballero, |
|
con el durazno grosero |
|
para los que no lo son, |
|
la amacena
regalada, |
85 |
que el delicado conozca, |
|
la chabacana, más
tosca, |
|
para el pobre dedicada. |
|
Ofrece una misma
granja, |
|
en fe d'esta
distinción, |
90 |
para el príncipe el
limón, |
|
para el no tal la naranja. |
|
En el campo y el
vergel |
|
la primavera arrebola |
|
para el pastor la amapola, |
95 |
para la dama el clavel. |
|
El jazmín
que al muro sobre, |
|
y al rico aromas derrama, |
|
al oficial la retama, |
|
tomillo y romero al pobre. |
100 |
Pues ¿por
qué, ¡cuerpo de tal!, |
|
si hizo el cielo
distinción |
|
del abadejo y salmón, |
|
no comerá el oficial |
|
aquel que importa
a su esfera? |
105 |
Y el pobre jornal que saca |
|
paciendo para él la
vaca, |
|
¿ha de gastarse en
ternera? |
|
Están los
hombres perdidos. |
|
No lo entiendo, vive Dios. |
110 |
|
|
PETRONILA |
Ya se labra para vos |
|
Hospital de los podridos. |
|
Dejáos
d'eso, por mi vida; |
|
que aunque con sal
reprehendéis, |
|
imposibles pretendéis. |
115 |
Mientras guisan la comida |
|
en esa venta, y
mi mesa |
|
alegráis, a que os
convido, |
|
si lo que muestra el vestido |
|
vuestra inclinación
profesa, |
120 |
decidme de
quién sois paje. |
|
|
|
TOMASA |
Hélo sido de jineta |
|
de un capitán que
sujeta |
|
la voluntad a mi ultraje. |
|
Alojóse en
mi lugar, |
125 |
(Cabañas de Yepes es) |
|
estuvo en Ocaña un mes; |
|
procuréle regalar |
|
en mi casa labradora, |
|
y el hospedaje pagó |
130 |
en que d'ella nos llevó |
|
una hermana que le adora. |
|
|
|
PETRONILA |
Paga siempre
ansí el soldado. |
|
|
|
TOMASA |
Salí ofendido tras
él, |
|
quejándome, y el
crüel |
135 |
dejóme a un olivo
atado. |
|
Sé que en
la corte ha de estar, |
|
y voy a darle noticia |
|
al rey, y a pedir justicia. |
|
|
|
PETRONILA |
Fácil la vendréis a
hallar; |
140 |
que la que a
Madrid gobierna |
|
no sufre burlas agora. |
|
Buscaréis la labradora, |
|
con plumas y galas tierna, |
|
y entre tanto, si
queréis |
145 |
servirme, estaréis
conmigo. |
|
|
|
TOMASA |
Por lo desbarbado, digo |
|
(Señálase la barba.)
|
que igual elección
hacéis. |
|
Vuestro soy desde
este día, |
|
que engendra la semejanza |
150 |
amor, y tengo esperanza |
|
de que en vuestra
compañía |
|
tengo de hallar
buen despacho |
|
del agravio que recelo. |
|
Ya soy vuestro lacayuelo, |
155 |
a lo aragonés, regacho. |
|
Mudad,
señor, en tú el vos; |
|
que el vos en los
caballeros |
|
es bueno para escuderos. |
|
|
|
PETRONILA |
Donaire tienes, por Dios. |
160 |
|
|
TOMASA |
¡Oh! Pues
veréis maravillas, |
|
y sabréis historias
largas. |
|
|
|
|
TOMASA |
Hasta aquí, Bargas.
|
|
Pero para vos, Barguillas. |
|
¿Y el
vuestro? |
|
|
|
|
|
TOMASA |
Mejor.
|
|
Seréis hombre de valor. |
|
|
|
PETRONILA |
Téngole, mas no me
alabo. |
|
|
|
TOMASA |
¿Y a
qué a la corte venís? |
|
|
|
|
|
|
TOMASA |
Porque, apenas güevo
|
|
de la cáscara
salís, |
|
y ya
aspiráis para gallo. |
|
Nazcan las plumas primero; |
|
probad a Madrid soltero, |
175 |
quizá después de
proballo |
|
mudaréis
de parecer. |
|
|
|
PETRONILA |
Llámame un suegro
hacendado, |
|
con un ángel que
pintado, |
|
aunque le nombran mujer, |
180 |
en belleza es
superior. |
|
|
|
TOMASA |
Renegad de quien tal pinta; |
|
diz que hay ángeles en
cinta |
|
en ese lugar, señor. |
|
Como está
Madrid sin cerca |
185 |
a todo gusto da entrada; |
|
nombre hay de Puerta Cerrada, |
|
mas pásala quien se
acerca. |
|
Doncella y corte
son cosas |
|
que implican
contradicción. |
190 |
|
|
|
TOMASA |
Y con razón.
|
|
Las ciruelas más
sabrosas, |
|
mientras con su
flor se están, |
|
en el árbol se
aseguran; |
|
pero al momento maduran |
195 |
que a la banasta las dan. |
|
Una doncella en
su casa, |
|
ciruela en el árbol es, |
|
que a veces, de treinta y
tres, |
|
es con flor, ciruela pasa. |
200 |
Pero en Madrid no
hay ninguna |
|
que sea lo que parece, |
|
porque, en naciendo, se mece |
|
en un coche en vez de cuna, |
|
con que a
madurarse basta, |
205 |
cochizando de día y
noche; |
|
que, en fin, doncellas en
coche |
|
son ciruelas en banasta. |
|
|
|
PETRONILA |
Y vos un grande
bellaco. |
|
Mucho os tengo de querer, |
210 |
vamos agora a comer. |
|
|
|
TOMASA |
Si yo de Madrid os saco, |
|
madrigado
entendimiento |
|
me prometo. |
|
|
PETRONILA |
Dad cebada
|
|
sin tasa en esta jornada, |
215 |
Bargas, al pobre jumento; |
|
que en llegando a
Valdemoro, |
|
le venderéis, y allí
habrá |
|
mula en que vais. |
|
|
TOMASA |
Comprará
|
|
quien le ferie un asno de oro |
220 |
como el que
Apuleyo pinta. |
|
|
|
|
TOMASA |
Sabe caminar,
|
|
siendo jumento, y callar, |
|
que es gracia de otros
distinta. |
|
Que el jumento no
merece |
225 |
nombre de tal, si se halla |
|
d'este humor, pues mientras
calla |
|
el necio, no lo parece; |
|
y hay otros mil
que procuran |
|
cobrar nombre de discretos, |
230 |
que contra ajenos defectos |
|
rebuznan cuando murmuran. |
|
¡Qué
d'ellos ocupan sillas, |
|
dignos de albardas! |
|
|
|
TOMASA |
Lampiño don Gómez,
vamos. |
235 |
|
|
PETRONILA |
Sígame,
señor Barguillas. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Salen DON
HERNANDO, de jardinero y LAURA, condesa de dama.)
|
HERNANDO |
Permitid, Laura
mía |
|
que mis sabrosos males, |
|
d'estas flores haciendo
tribunales, |
|
sitial y trono d'esta fuente
fría, |
240 |
formen de vos querellas, |
|
y os digan mis agravios, |
|
vos la acusada, los testigos
ellas; |
|
serviránle de labios, |
|
estos claveles bellos, |
245 |
quejándose de vos por todos
ellos. |
|
Tres meses los sayales |
|
en esta huerta, de Madrid
recreo |
|
me ofrecen bienes y me ferian
males. |
|
Jardinero de amor por vos me
veo |
250 |
vestido de esperanzas, |
|
que en tristes dilaciones |
|
se engolfan, por recelos de
mudanzas, |
|
de quimeras de amor, de
suspensiones; |
|
y apenas descubierto |
255 |
de lejos miro el puerto, |
|
cuando vientos contrarios se
resuelven |
|
a perseguirme, y a engolfarme
vuelven; |
|
porque el amor que mi lealtad
conoce, |
|
la playa llegue a ver, y no la
goce. |
260 |
Heredé de mi patria las
desdichas |
|
que significa el nombre |
|
que le dio el fundador suyo
primero; |
|
Málaga la llamó,
porque me asombre, |
|
pues comenzando en mal, no
tendrá dichas |
265 |
quien es de las desgracias
heredero. |
|
Di muerte a un caballero |
|
por celos de una dama; |
|
temí a los ofendidos; |
|
partíme a Italia por
cohechar olvidos; |
270 |
amparóme el de Feria, cuya
fama, |
|
digna de eternizarse entre
pinceles, |
|
vuela, con plumas no, mas con
laureles. |
|
Servíle capitán de
infantería, |
|
y Marte, fuego que el de amor
enfría, |
275 |
favorable conmigo |
|
hizo a Milán testigo |
|
de que aunque solo, ausente y
desdeñado, |
|
salí, si amante no, feliz
soldado. |
|
Acabóse la guerra, |
280 |
publicóse la paz en el
Piamonte; |
|
llamábame mi tierra, |
|
fue forzoso, mudando su
horizonte, |
|
pretender en Madrid premios
debidos |
|
al riesgo de dos años. |
285 |
Saqué papeles bien
favorecidos |
|
del duque; mas pagaron
desengaños |
|
hazañas; que a los
fieles |
|
se les vuelven mortajas los
papeles. |
|
Nombróme camarada |
290 |
Pompeyo, vuestro tío, en la
jornada |
|
a que le dio motivo vuestro
pleito; |
|
díjome que, aunque deudo, os
competía |
|
(en contar mis desdichas me
deleito), |
|
porque al condado justa
acción tenía, |
295 |
que en Valencia del Po, por
sucesora |
|
de vuestro padre, vuestro nombre
adora. |
|
Llegamos a esta corte, |
|
de quien sois el Apolo, el alba, el
norte; |
|
supimos que esta quinta, |
300 |
que eternos mayos en sus cuadros
pinta, |
|
huéspeda os adulaba. |
|
Visitóos vuestro
tío, |
|
que entre la sangre que el valor
alaba |
|
(puesto que sea el pleito
desafío), |
305 |
pelean los letrados y
oficiales, |
|
hacen campos de guerra
tribunales, |
|
ejércitos testigos |
|
y litigan los nobles como
amigos. |
|
Merecí, Laura hermosa, |
310 |
veros para perderme, |
|
que mata el áspid cuando en
flores duerme. |
|
Vi en vuestro rostro de clavel y
rosa |
|
dorados girasoles; |
|
jazmines en su cuello
trasladados; |
315 |
en vos vi muchos soles, |
|
puesto que en vuestros ojos
duplicados |
|
vi, en fin, la nieve en fuego, |
|
costándome el miraros quedar
ciego. |
|
Partióse brevemente |
320 |
el conde; que vencido |
|
en el pleito presente, |
|
y victoriosa vos habéis
podido |
|
con la justicia vuestra, |
|
y más con la hermosura, |
325 |
dar en la corte muestra |
|
que competir con vos será
locura; |
|
pues para dar enojos, |
|
mil fallamos pronuncian
vuestros ojos. |
|
Quedéme tan sin vida, |
330 |
que para recobralla, |
|
la libertad perdida |
|
la busca, mas no la halla, |
|
puesto que, jardinero, |
|
entre esperanzas flores,
desespero. |
335 |
Aquí mudando el traje, |
|
cultivaba desvelos, |
|
grosero en el lenguaje; |
|
que en fe de que son
rústicos los celos, |
|
celoso yo, aunque en vano, |
340 |
por vestirme de celos, soy
villano. |
|
Declaréos una tarde |
|
al borde d'esta fuente, |
|
que mis pesares en sus risas
llora, |
|
mi amor, haciendo alarde |
345 |
de humilde pretendiente, |
|
y fueme la fortuna protectora, |
|
pues oyéndome grata, |
|
me hiciste poco a poco |
|
de puro feliz, loco, |
350 |
con favores que agora me
dilata, |
|
perseguido de agravios y
temores, |
|
que ocasionan sin fin
competidores; |
|
pero es común tributo |
|
sembrar flores amor, sin coger
fruto. |
355 |
Tres meses de esperanzas |
|
sirviéndoos entretengo; |
|
recelo las mudanzas |
|
del mar y la mujer, y agora
vengo, |
|
o a que os mostréis
clemente, |
360 |
y aseguréis partidas |
|
que me baraja tanto
pretendiente, |
|
o a que desesperadas y
homicidas |
|
mis ansias y la fe de mis
amores, |
|
en flores muera, pues nació
entre flores. |
365 |
|
|
LAURA |
¡Ay don
Hernando Cortés! |
|
¡Qué bien sigues el
estilo |
|
de la corte presurosa, |
|
porque te dio su apellido! |
|
A dar fondo a los quilates |
370 |
de tu amor la fe que al
mío, |
|
horas llamaras los
años, |
|
si llamas las horas siglos. |
|
¿Dilaciones encareces? |
|
Caro vendes, o amas tibio, |
375 |
porque enfermo está el
amor |
|
que desmaya a los principios. |
|
Los propósitos jugamos, |
|
y son tan firmes los
míos |
|
en materia de quererte, |
380 |
que por causa tuya olvido |
|
parientes obligaciones, |
|
que en derecho más
antiguo |
|
fundan tálamos deseos, |
|
que, si los oigo, no admito. |
385 |
Sobre palabra se juega; |
|
el crédito tengo rico; |
|
ganancioso te levantas, |
|
cuando cédulas te
libro; |
|
que no son ditas quebradas, |
390 |
pues paga a plazo cumplido |
|
el que es noble, cuando
pierde, |
|
por palabra o por escrito. |
|
Si cultivando esperanzas, |
|
vives labrador fingido, |
395 |
yo también porque te
quiero, |
|
patria dejo y quintas vivo. |
|
¿Qué celos tus flores
yelan? |
|
¿Qué mudanzas,
qué desvíos |
|
el fruto te desazonan, |
400 |
que ya tan cercano has visto? |
|
Tus esperanzas dilata |
|
un amor con artificio, |
|
que intenta probar finezas |
|
de un diamante, al cabo
vidrio. |
405 |
En Madrid me tienen pleitos |
|
de parientes, que enemigos |
|
usurpándome mi estado, |
|
dieron causa a mi camino. |
|
Conde de Valencia fue |
410 |
mi padre, que a falta de
hijos, |
|
cifró en mi la
sucesión |
|
de su sangre y apellido. |
|
Criábame yo en
Milán |
|
a la sombra y patrocinio |
415 |
del conde de Monteflor, |
|
que es quien te trujo consigo. |
|
Estaba en mi patria entonces |
|
por alcaide del presidio |
|
que en aquella plaza tienen |
420 |
las banderas de Filipo, |
|
Alejandro Malatesta, |
|
que hermano del padre
mío |
|
por la línea de
varón, |
|
alega desvanecido |
425 |
pertenecerle el condado |
|
que me usurpa; y a los filos |
|
de las armas remitiendo |
|
los derechos de los libros, |
|
de todo se apoderó, |
430 |
amparándole el castillo |
|
en la posesión violenta |
|
que rehusan sus vecinos. |
|
Viéndome desamparada, |
|
ausente, y favorecido |
435 |
del duque gobernador |
|
mi contrario, aunque mi
tío, |
|
fue forzoso el esconderme |
|
en España del asilo |
|
de su rey y consejeros, |
440 |
donde descansan peligros. |
|
Hospedáronme ha seis
meses |
|
cortesanos deudos míos, |
|
con licencia de su
dueño, |
|
en este apacible sitio, |
445 |
digna elección de un buen
gusto, |
|
donde recreada olvido |
|
los que en Italia curiosos |
|
retratan el paraíso. |
|
Pretensores
conterráneos, |
450 |
que en Madrid después me han
visto, |
|
unos, generosos deudos, |
|
otros, ilustres amigos, |
|
intentan lícitos lazos, |
|
que pudieran haber sido |
455 |
prisión de mi libertad, |
|
de no haberte conocido. |
|
Obligásteme discreto, |
|
vencísteme comedido, |
|
amásteme recatado, |
460 |
adeudásteme atrevido, |
|
hasta usurpar mis deseos, |
|
si bien hoy, Hernando, admiro |
|
que méritos
desquilates, |
|
presuroso y mal sufrido. |
465 |
Sentencia espero en favor, |
|
que alentada de padrinos, |
|
y segura en mi derecho, |
|
con los jueces solicito. |
|
Mi opositor receloso, |
470 |
por los que le dan aviso |
|
de la poca acción que
tiene, |
|
algunas veces me ha escrito |
|
sobre conciertos, que paran |
|
en que dé la mano a un
hijo, |
475 |
que afirma llegará
presto |
|
a esta corte; mas yo digo, |
|
puesto que no le conozco, |
|
que si pleitos dan maridos, |
|
de tan mal casamentero |
480 |
poca paz me pronostico. |
|
Salga yo con la sentencia, |
|
y entonces, español
mío, |
|
tendré caudal que te
pague |
|
empeños de amor tan
fino; |
485 |
y entre tanto vive cierto |
|
que ni vuelve atrás el
río, |
|
ni retroceden los cielos, |
|
ni al viento es veleta el
risco, |
|
ni en mí que los
aventajo, |
490 |
y a la eternidad dedico |
|
trofeos de mi firmeza, |
|
mientras su constancia imito, |
|
bronces, aceros, diamantes, |
|
sol, esferas, tiempos,
ríos, |
495 |
robles, cedros, lauros,
palmas, |
|
muros, torres, peñas,
riscos, |
|
mientras mi amor te
fío, |
|
tendrán valor constante
igual al mío. |
|
|
|
HERNANDO |
Si deseos
dilatados |
500 |
hallan en ti tal alivio, |
|
dulce empleo de mis ojos, |
|
poco tiempo he padecido. |
|
Más valen las
esperanzas |
|
que en ti logro, los suspiros |
505 |
que en ti alegro, las
sospechas |
|
que en ti aseguradas miro, |
|
que las posesiones de otros. |
|
Liberal premias servicios, |
|
piadosa remedias penas, |
510 |
pródiga haces
beneficios; |
|
injustas mis quejas fueron, |
|
perdón humilde te pido. |
|
Jacob soy, mi Raquel eres; |
|
su amor y paciencia imito. |
515 |
No trocaré desde hoy
más |
|
estos jardines elísios, |
|
estos dichosos burieles, |
|
estas fuentes y este sitio, |
|
por la silla del imperio, |
520 |
por los tesoros del indio, |
|
por los brocados del persa, |
|
por las púrpuras del
tirio. |
|
Jardinero soy de amor; |
|
mis esperanzas cultivo; |
525 |
mientras que méritos
siembro, |
|
galardones pronostico. |
|
Ven, y haréte un
ramillete |
|
de matices, que distintos, |
|
te interpreten mis afetos |
530 |
que flores tal vez son libros. |
|
¿Me perdonas? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Sale de hombre DOÑA PETRONILA en jubón,
con una daga tras TOMASA.)
|
PETRONILA |
¡Vive Dios,
que he de matarte! |
|
¿Hay igual
atrevimiento? |
|
Dormido yo en mi aposento, |
|
¿osas a tal hora
entrarte? |
|
Ladrón
eres. Tú intentabas |
540 |
robarme... |
|
|
TOMASA |
Lo que no hallé.
|
|
Téngase vuesa
mercé, |
|
meta allá la daga. |
|
|
PETRONILA |
Acabas
|
|
de descalzarme
las botas, |
|
y mandándote cerrar |
545 |
las puertas, porque a acostar |
|
te vayas, ¿nos
alborotas, |
|
asaltándome dormido? |
|
Traidor, ¿qué es de
la maleta? |
|
|
|
TOMASA |
No es eso lo que me inquieta. |
550 |
Téngase. ¿Nunca ha
leído |
|
del conde
Partinuplés |
|
cuando estaba de amor
preso...? |
|
|
|
PETRONILA |
¿Pues qué tiene que
ver eso? |
|
|
|
TOMASA |
Oiga, y sabrálo
después. |
555 |
Enamorábale a escuras |
|
una princesa o infanta, |
|
de aquellas que el arte
encanta |
|
y buscan las aventuras. |
|
Dábale
invisiblemente |
560 |
de comer y de cenar. |
|
De noche se iba a acostar |
|
con él (¡mire
qué insolente!), |
|
avisándole
del daño |
|
y peligro que corría, |
565 |
si conocerla quería |
|
hasta que pasase el
año. |
|
El pobre conde
que a tiento, |
|
entrando amor por los ojos, |
|
gozaba oscuros despojos, |
570 |
quiso, contra el mandamiento |
|
de no
verás, informarse |
|
si era la dicha persona |
|
arrugada sesentona, |
|
que intentaba con taparse |
575 |
pasar plaza de
doncella. |
|
Que se durmiese
aguardó, |
|
y una linterna buscó |
|
encendida, para vella; |
|
y cuando ya
satisfecho |
580 |
estaba de su cautela |
|
el conde, lloró la
vela, |
|
y pringóla medio pecho, |
|
cayendo dos o
tres gotas |
|
que a la dama despertaron; |
585 |
que es lo mismo que causaron |
|
en mí esta noche tus
botas. |
|
Deseos de
conocer |
|
lo que eras, y agora he visto, |
|
para servirte más
listo, |
590 |
me animaron a emprender |
|
la que ves,
nocturna hazaña. |
|
|
|
PETRONILA |
Pues ¿qué has visto
tú, traidor, |
|
en mí? |
|
|
TOMASA |
A Venus y al Amor,
|
|
que en un cuerpo nos
engaña. |
595 |
Sosiégate,
ansí los cielos |
|
lo que buscas te deparen; |
|
que no ignoro yo que paren |
|
estos disfraces los celos. |
|
Mandásteme
descalzarte; |
600 |
la diestra bota tiré, |
|
y en viendo el meñique
pie |
|
con la media, dije aparte: |
|
«¡Oh
pie, digno de un chapín, |
|
que por lo corto das cinco, |
605 |
mejor fuera para brinco |
|
de un letrado camarín! |
|
¡Válgame el cielo! ¿que
esté |
|
en tan chico pedestal |
|
todo un cuerpo? No hará
mal |
610 |
de aqueste pie un
puntapié. |
|
Comprárale
yo a ser Fúcar, |
|
celebrárale
poeta.» |
|
Quité escarpín y
calceta, |
|
y vi un juguete de
azúcar, |
615 |
una manteca
soriana, |
|
un bollo de manjar blanco, |
|
y dije: «¡Oh!
¡Quien fuera banco |
|
de tal pie cada
mañana!» |
|
Tan igual, tan
ampollado, |
620 |
tan tierno, con tanto
aliño, |
|
tan melindroso, tan
niño, |
|
y en fin, tan desjuanetado, |
|
que imprimiendo
su retrato |
|
en el alma mi afición, |
625 |
se calzó mi
corazón, |
|
como si fuera zapato. |
|
«¡Vive Dios! (dije entre
mí), |
|
pie adarme, que os han criado |
|
más para alfombra y
estrado, |
630 |
que para que andéis
ansí. |
|
Sospechas
hembras, dudar |
|
en esto será mentir; |
|
mejor sois para parir, |
|
mi pie, que para
engendrar.» |
635 |
Vuelvo la vista
al jubón, |
|
y vi un par de burujones |
|
en forma de naterones, |
|
jubilados del cartón. |
|
Miro el cabello
al instante, |
640 |
y advierto que contra el uso, |
|
el artificio le puso |
|
atrás, naciendo
adelante. |
|
Y dije, aunque
soy bisoño: |
|
«Femenina caballera, |
645 |
moños tapan la mollera; |
|
pero en cogotes no hay
moño.» |
|
De vuestro traje
y de vos, |
|
o sueño, o he colegido, |
|
vos mujer y hombre el vestido, |
650 |
que seréis común de
dos. |
|
No quisiste
desnudarte |
|
en mi presencia; la puerta |
|
me hiciste cerrar (más
cierta |
|
ocasión de maliciarte); |
655 |
que me llevase la
llave, |
|
y la vela me advertiste; |
|
salí entre confuso y
triste, |
|
y mi inquietud, que no sabe |
|
sino allanar
trampantojos, |
660 |
aguardándote adormida, |
|
entró, una vela
encendida, |
|
y, inquisidores los ojos, |
|
vi lo que el
Partinuplés |
|
en la infanta perdigada. |
665 |
La cera, de enamorada, |
|
se derritió; y ya tú
ves |
|
si llorando sobre
ti, |
|
te había de despertar. |
|
Voces empezaste a dar; |
670 |
soplé la luz y
salí |
|
al patio, donde
procuras |
|
castigarme por curioso. |
|
Yo pequé de malicioso; |
|
pero si no te aseguras, |
675 |
porque conozco lo
que eres, |
|
estálo de mi lealtad; |
|
que si va a decir verdad, |
|
para ser las dos mujeres |
|
(repara en lo
despoblado) |
680 |
(La barba.)
|
falta tan poco (te doy |
|
mi fe), que si no lo soy |
|
lo más d'ello tengo
andado; |
|
porque de suerte
negocia |
|
lo tiple en mí (verdad
digo), |
685 |
que estoy, con estar contigo, |
|
en Madrid y en Capadocia. |
|
|
|
PETRONILA |
En Madrid no lo
estarás, |
|
bárbaro, descomedido. |
|
Ya que loco y atrevido |
690 |
fuiste hoy, aquí
morirás. |
|
Sal de la corte
al momento. |
|
|
|
TOMASA |
¿No es mejor si has de
fiarte |
|
de alguno...? |
|
|
|
TOMASA |
¿En qué, si
vendí el jumento? |
695 |
Verás, si
de mí te encargas. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Que la muerte no te
doy? |
|
|
|
TOMASA |
Pues a fe que si me voy, |
|
que se ha de acordar de
Bargas. |
|
¡Mas que ha
de soñar mi nombre! |
700 |
|
|
|
TOMASA |
Daré noticia,
|
|
pues que me echa, a la
justicia, |
|
que hay mujer vestida de
hombre |
|
en esta posada.
Adiós. |
|
|
|
|
|
|
TOMASA |
Pues ya espero.
|
|
No me haga mal; que los dos |
|
acompañados podremos |
|
hacer nuestro hecho más
bien. |
|
Yo soy capón muy de
bien. |
710 |
Al capitán buscaremos, |
|
que a mi hermana
me llevó, |
|
y si su historia me cuenta, |
|
y algún hombre la hizo
afrenta, |
|
fíese de mí, que
yo |
715 |
la sacaré
a paz y a salvo. |
|
¡Ea! ¿Quiéreme
perdonar? |
|
|
|
|
TOMASA |
Me atrevo a engañar
|
|
a un corcovado y a un calvo. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Qué he de hacer? ¿Me
guardarás |
720 |
lealtad y secreto? |
|
|
TOMASA |
Dalle.
|
|
¿Eso me ha de decir?
Calle. |
|
Chitón eterno; no hay
más. |
|
Haga cuenta que
en la hucha |
|
echa lo que me dijere; |
725 |
mientras que no me rompiere, |
|
ni esto saldrá. |
|
|
PETRONILA |
Pues escucha.
|
|
Aquella ciudad que el Betis |
|
pasea, sirve y conquista, |
|
incansable enamorado, |
730 |
porque en su espejo la mira, |
|
y en fe de que es dama al uso |
|
con ella prodigaliza |
|
los tesoros que le pechan |
|
paladiones de las Indias, |
735 |
es, Bargas, mi ilustre patria, |
|
y en ella bien conocida |
|
la nobleza generosa |
|
que dio nombre a mi familia. |
|
A los pechos de mi madre |
740 |
me dejaron las desdichas |
|
de una juventud traviesa, |
|
que heredé, por ser su
hija, |
|
ausentándole una
muerte, |
|
si ocasionada atrevida, |
745 |
a aquel orbe todo de oro, |
|
hoy español, antes
inca. |
|
Crióme el cuerdo recato |
|
de una madre medio rica, |
|
que lloraba, aunque casada, |
750 |
soledades como viuda, |
|
cuidadosa centinela |
|
en mis acciones y vista, |
|
principalmente saliendo |
|
de los límites de
niña. |
755 |
Veinte años contaba
alegre |
|
mi edad, aunque recogida, |
|
licenciosa por la patria |
|
(si es bien que culpe su
clima), |
|
cuando llegó a casa
huésped |
760 |
un deudo que llamó
prima |
|
a mi madre, y la obligó |
|
a regalos y caricias. |
|
De Málaga le trujeron |
|
ocasiones que en Sevilla |
765 |
le detuvieron un mes, |
|
para mí, Vargas, un
día. |
|
En todo él no
permitió |
|
la prudencia prevenida |
|
de mi madre que me viese, |
770 |
por no ocasionar malicias; |
|
pues si bien ella a su mesa, |
|
las cenas y las comidas |
|
se hallaba, encerrada yo, |
|
ocasiones desmentía. |
775 |
La privación es deseo; |
|
el deseo solicita |
|
la voluntad, y ésta
crece |
|
al paso que la limitan. |
|
Contábanme mis criadas |
780 |
la apacible gallardía |
|
de don Hernando Cortés |
|
(ansí el huésped se
apellida), |
|
y como antojos mujeres |
|
son como el fuego en la mina, |
785 |
que violentado revienta, |
|
aunque libre se amortigua; |
|
curiosidades doncellas |
|
acecharon atrevidas |
|
privaciones que las noches |
790 |
usurpaban a los días, |
|
las junturas cohecharon |
|
de una puerta ojos
espías, |
|
por donde dieron al alma |
|
pesadumbres en albricias |
795 |
del deleite de su objeto, |
|
porque en él vieron en
cifra |
|
cuantas gracias en Adonis |
|
fabulosas plumas pintan. |
|
Venus yo, si antes Diana, |
800 |
resplandores maldecía |
|
de la aurora, porque al sol |
|
envidiosa daba prisa. |
|
Desvelando pensamientos |
|
las noches, por
celosías |
805 |
que en la puerta coadjutoras, |
|
ventanas sostituían, |
|
contemplé diversas
veces |
|
venenosa bizarría, |
|
Tisbe ya, por agujeros |
810 |
mirando ya y no siendo vista; |
|
hasta que una a su criado |
|
escuché que le
decía, |
|
mientras que le desnudaba, |
|
estas razones:
«Mansilla, |
815 |
pues se casa doña
Inés, |
|
y el oro de don García |
|
rinde un alma interesable, |
|
que se llamaba antes
mía, |
|
no más Málaga, no
más |
820 |
ciudad, si patria, enemiga, |
|
donde en ferias de mudanzas, |
|
cobra el interés
partidas. |
|
Málaga que en mal
comienza, |
|
los que lloro pronostica; |
825 |
dorados gustos vencieron |
|
amor, si ya él es
alquimia. |
|
Cásese Inés con
doblones, |
|
que suelen doblar desdichas, |
|
y obligaciones desprecie |
830 |
más seguras por
sencillas. |
|
Memorias anega el mar, |
|
la ausencia agravios olvida, |
|
la guerra divierte celos, |
|
Italia hazañas alista, |
835 |
el rey despierta leones |
|
que a las voces de la envidia |
|
la ingratitud piamontesa |
|
para daño suyo incita. |
|
Partirme quiero mañana; |
840 |
plumas que amor afemina, |
|
adornen galas de Marte |
|
y fieles a su rey
sirvan.» |
|
Alentábale el criado, |
|
y yo que amorosa oía |
845 |
con gusto el que no le amasen |
|
con pesares su partida; |
|
si le juzgaba primero |
|
por Adonis, ya la envidia |
|
por sol me le retrataba. |
850 |
¡Qué
extrañamente apadrinan |
|
los celos, Vargas, las partes |
|
de la prenda que querida, |
|
cuando se contempla ajena, |
|
al deseo añade estima! |
855 |
Fuime a dormir, pero en vano, |
|
pues lloré recién
nacidas |
|
esperanzas, que a la muerte |
|
se secaban a sí mismas. |
|
Determinéme en efecto, |
860 |
manifestar escondidas |
|
brasas, de quien la
vergüenza |
|
y el temor fueron ceniza. |
|
La siguiente oscuridad |
|
aguardaba que propicia |
865 |
limitase luz a Febo, |
|
y a mi amor diese
osadía, |
|
cuando le traen un papel |
|
a mi madre, donde escrita |
|
la sentencia de mi muerte |
870 |
vi, a don Hernando en su
firma. |
|
Disculpábase, ya
ausente, |
|
de que ocasiones precisas, |
|
en su honor interesadas, |
|
le ausentaban de Sevilla, |
875 |
sin permitirle siquiera |
|
pagar a la cortesía |
|
deudas de hospicio y regalo; |
|
para mí disculpas
tibias. |
|
Que a la guerra del Piamonte |
880 |
le llevaban bien nacidas |
|
esperanzas, y lealtades |
|
que hazañosas se
autorizan; |
|
que le encomendase a Dios, |
|
porque, si le daba dicha, |
885 |
pensaba pagarla yerno |
|
mercedes que le hizo prima. |
|
Yo triste, ausente y celosa, |
|
poco amé pues quedé
viva, |
|
ya mártir de sus
tormentos, |
890 |
puesto que en ellos novicia. |
|
Un año de soledades |
|
y mil de melancolías, |
|
cuanto menos publicadas, |
|
más crüeles
escondidas |
895 |
pasé, si bien alentando |
|
esperanzas en reliquias |
|
conservadas en dos pliegos |
|
de Génova y
Lombardía, |
|
que a mi madre
encaminó, |
900 |
hasta que tuvo noticia |
|
por otro, que ya en la corte |
|
la cruz roja daba estima |
|
a su pecho y sus
hazañas; |
|
y que si, cual
pretendía, |
905 |
fuese el hábito
encomienda, |
|
a obligaciones antiguas |
|
grato y noble, procuraba |
|
con su licencia lucirla, |
|
añadiendo afinidades |
910 |
a las deudas
consanguíneas. |
|
Esperanzas revivieron |
|
en mí, y en ella
alegrías, |
|
de saber que caudaloso |
|
estaba mi padre en Lima, |
915 |
reduciendo hacienda a barras, |
|
con que casándome rica, |
|
la cruz nueva autorizase |
|
el monarca de las minas. |
|
Mézclanse lanas
diversas |
920 |
en el telar de la vida, |
|
unas de color alegre |
|
otras que tristes, lastiman. |
|
Siempre el contento es pechero |
|
del pesar; oye y admira |
925 |
d'esta verdad ejemplares, |
|
Vargas, en la historia
mía. |
|
En prosperidad como
ésta, |
|
llegó aquel infausto
día |
|
en que las olas del Betis, |
930 |
desde el diluvio homicidas, |
|
cansadas del largo cerco |
|
que ha tantos siglos sitia |
|
nuestra metrópoli
hispana |
|
asestando baterías, |
935 |
ya de las pródigas
nubes, |
|
ya del mar en aguas vivas, |
|
ya de renteros arroyos |
|
que pechan siempre a sus
ninfas, |
|
cañoneando de noche |
940 |
las celestes culebrinas, |
|
que rayos en vez de balas, |
|
partos abortos fulminan, |
|
al son de atambores truenos, |
|
puertas y muros derriban, |
945 |
calles y plazas pasean, |
|
casas y templos registran; |
|
y dando a saco riquezas, |
|
huye la plebe dormida, |
|
clausuras vírgines
quiebran, |
950 |
montes de casas conquistan. |
|
Brazos de mar son las calles, |
|
al Bermejo parecidas, |
|
pues para ahogar faraones |
|
de endurecida malicia, |
955 |
no ya vara de piedad, |
|
la vara sí de justicia |
|
levanta Moisés airado, |
|
que en mansiones las divida. |
|
Al mar restituye el Betis |
960 |
los bienes y hacienda misma |
|
que en veces por tantos
años |
|
nos feriaba de las Indias; |
|
y ya enemigo, si amante, |
|
severos reyes imita, |
965 |
que lo que dan poco a poco |
|
por junto al privado quitan. |
|
No quiero contar tragedias |
|
con vislumbres de infinitas, |
|
cuando ni plumas se atreven, |
970 |
ni moldes a referirlas. |
|
Las de mi casa no más |
|
será fuerza que te
diga, |
|
como ocasión lastimosa |
|
de mis presentes fatigas. |
975 |
En la mitad del silencio, |
|
el cuarto donde dormía |
|
mi inocente y cara madre, |
|
le arroja el diluvio encima. |
|
Sepultada antes que muerta, |
980 |
el llanto, alboroto y grita |
|
de domésticos y
extraños |
|
con clamores solenizan |
|
las obsequias funerales |
|
de tanta plebe y familia, |
985 |
dejando historias al tiempo, |
|
Troya de agua ya Sevilla. |
|
Yo turbada, si ignorante, |
|
y si dudosa, advertida |
|
del daño que todos
temen, |
990 |
bien triste, aunque mal
vestida, |
|
a la más alta azotea |
|
subo; y aguardando arriba |
|
al sol, que salió
enlutado |
|
por los destrozos que admira, |
995 |
me pasaron, por más
fuerte, |
|
a la casa que vecina |
|
comunicaba terrados, |
|
de donde vi que enemigas |
|
las nubes, la tierra, el agua, |
1000 |
en un instante me privan |
|
de madre, casa y hacienda, |
|
y ¡ojalá que de la
vida! |
|
No encarezco sentimientos, |
|
que es justo que los colijas, |
1005 |
de quien a deudas de sangre |
|
libraba obediencias de hija. |
|
Pasóse la tempestad |
|
al cabo de largos días; |
|
halléme huérfana y
pobre, |
1010 |
y si los males alivian |
|
ajenos, yo te prometo |
|
que hallara en otras desdichas |
|
consuelos con que olvidar |
|
las que propias me lastiman; |
1015 |
porque los que el día
antes |
|
con los Cresos
competían, |
|
el siguiente mendigaban |
|
puerta a puerta su comida. |
|
Yo, en fin, amante aunque
pobre |
1020 |
(que el firme amor no peligra, |
|
como el falso, en las
desgracias, |
|
antes gigante se anima), |
|
en busca de don Hernando, |
|
del modo que ves vestida, |
1025 |
vengo a probar lo que valen |
|
palabras que ya son ditas. |
|
Sé que asiste aquí,
no dónde; |
|
mas ya por ti conocida, |
|
de tu lealtad confiada, |
1030 |
quiero ver cómo
averiguan |
|
tu diligencia y mi amor |
|
promesas que antes escritas, |
|
me causan recelos pobre, |
|
si me aseguraban rica. |
1035 |
Este es, Vargas, mi suceso; |
|
si de mí y d'él te
lastimas, |
|
ya suelen fidelidades |
|
hallar el premio en sí
mismas. |
|
|
|
TOMASA |
Yo te prometo,
señora, |
1040 |
que no he llorado en mi vida |
|
otro tanto, aunque he
escuchado |
|
sermones de disciplina; |
|
pero, porque estés
más cierta |
|
del secreto que me
fías, |
1045 |
pues tu historia me contaste, |
|
escucha también la
mía. |
|
En Yepes, emulación |
|
de Ocaña, una y otra
villa |
|
donde muere el vino moro, |
1050 |
porque allá no le
bautizan, |
|
me criaron... Mas
¿qué es esto? |
|
|
|
|
(De dentro.)
|
|
|
(Salen el CONDE y
ROBERTO su criado,
MARCOS y PABLO, mozos.)
|
MARCOS |
Avisa
|
|
la patrona, Pablos, que eche |
|
lana blanda y ropa limpia. |
1055 |
|
|
PABLO |
Llevaremos al mesón |
|
las mulas. |
|
|
ROBERTO |
Si está dormida,
|
|
por ser tarde, la hostalera, |
|
mal almuerzo se me
aliña. |
|
|
|
MARCOS |
No hay sueño donde hay
dinero |
1060 |
advenedizo. |
|
|
CONDE |
¡Hola! Quita
|
|
esas maletas, Roberto. |
|
¿Qué hora es? |
|
|
ROBERTO |
Dice la risa
|
|
del alba que son las cuatro. |
|
|
|
CONDE |
Fue la jornada prolija, |
1065 |
no me espanto. |
|
|
MARCOS |
Madalena,
|
|
criados, Pedro, Cristina, |
|
bajen a alumbrar al conde. |
|
|
|
PETRONILA |
¿Conde, Vargas?
Vuesiría |
|
sea mil veces bien llegado. |
1070 |
|
|
CONDE |
¡Oh, hidalgo!, para que os
sirva. |
|
¿Sois de casa? |
|
|
|
CONDE |
Vuestra presencia autoriza |
|
la opinión de la
posada. |
|
|
|
|
|
(Dentro.)
|
MADALENA |
Suban arriba;
|
1075 |
que velas habrá y
velones. |
|
|
|
|
|
CONDE |
Subo con vuestra licencia. |
|
|
|
PETRONILA |
Démela
vueseñoría |
|
para que vaya... |
|
|
|
|
|
PETRONILA |
Désela Dios muchos
años. |
|
(Vanse todos sino las dos y ROBERTO.)
|
¡Bravo talle! |
|
|
TOMASA |
Huele y brilla.
|
|
Hidalgo, ¿conde? ¿y
de qué? |
|
|
|
|
|
|
|
|
TOMASA |
¿Y a qué, diga,
|
|
viene a Madrid? |
|
|
|
|
PETRONILA |
Alto de aquí,
Varguillas.
|
|
|
|
|
FIN DE LA PRIMERA JORNADA
|