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2,085 x 1,268
He aquí una de las telas más hermosas de Goríbar. Representa al Profeta Zacharías, sobre un fondo de ciudad, animado por dos grupos: uno, que recuerda el martirio del Profeta, y otro, que lo representa en un momento de su predicación. El Profeta viste túnica interior roja, muy baja, tanto que casi le cubre las piernas, y otra exterior, verde, con franja y cinturón de oro: manto cogido y anudado en uno de los hombros, y llevado elegantemente levantado con la mano derecha, y un gorro rojo (¿frigio?) sobre la cabeza. Los pies tiene calzados con sandalias romanas, que dejan descubiertas las extremidades. Ajusta con el brazo izquierdo un libro contra el pecho, mientras su mano detiene con delicadeza una banderola blanca, con la siguiente inscripción: «FRVMENTVM ELECTORVM ET VINVM GERMINANS VIRGINES. CP. 9»
. Concordante con esta sentencia, en el cielo ha pintado el autor el símbolo de la Eucaristía: un cáliz de oro entre dos gavillas de trigo colocadas en cruz.
Como pintura, es tal vez de las mejores de la colección. La cabeza de Zacharías, por la vida que tiene, por la realidad de su expresión y, sobre todo, por su factura, es admirable. La delicadeza en la gama del color claro oscuro es tan sutil, que verdaderamente desconcierta. Rara vez se puede obtener mejor resultado con sólo valorizaciones de tonos de color, como lo ha hecho Goríbar en la cabeza del Profeta Zacharías. Cuantas veces hemos estado delante del cuadro hemos sentido que Goríbar no hubiere pintado una cabeza a plena luz, porque por descontado lo tenemos que hubiera triunfado sobre las dificultades que aquello significa. Luego pasemos a contemplar la oreja, enseguida las manos, y después los pies. Todas esas extremidades se hallan resueltas magníficamente y pintadas con fuerza. Y en cuanto al resto de la figura, hasta la misma fotografía demuestra el volumen de aquélla, como pintada de dentro afuera y realizada con una aparente y grande facilidad.
Los grupos del paisaje son, como todos los pintados por Goríbar en sus Profetas, llenos de encanto, por lo bien esbozados y compuestos.
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Figura 95.- El Profeta Zacharías
(Foto Mera)
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Figura 96.- Cabeza del Profeta Zacharías
(Foto Mera)
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Figura 97.- El Profeta Zacharías. Detalle
(Foto Mera)