Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

  —45→  

Las capillas laterales del crucero son dos ejemplares de un mismo modelo y, por tanto, exactamente iguales en sus formas arquitectónicas, sin más variantes que las cuatro medias tallas policromadas que las decoran con pasajes alusivos a la vida del santo al cual están dedicadas. La del lado del Evangelio está consagrada a San Ignacio de Loyola, y la del lado de la Epístola, a San Francisco Javier. Quedan, naturalmente, las variantes ocasionadas por la diversidad lógica del desarrollo de los motivos ornamentales. Examinando sus detalles, se ve que los artistas han procedido con entera libertad en la decoración.

Figura 22.- La capilla mayor

Figura 22.- La capilla mayor

(Foto Laso)

  —46→  

Levántanse estos retablos sobre un estilobato de tableros formado al nivel del altar. Un enorme nicho decorado en su interior con filetes y roleos florales, entre los cuales se destacan cuatro ángeles, sirve de fondo a la estatua del Santo al cual van dedicados. El nicho exteriormente adornado con preciosas molduras, se halla flanqueado por cuatro columnas salomónicas que descansan sobre una alta base rectangular ornamentada a paneles. Las columnas salomónicas interiores se unen por medio de un arco de molduras, débilmente acusado, que se destaca bajo el remate o coronamiento del retablo construido sobre las dos columnas exteriores, remate que es un frontón angular, cuyos dos planos apoyados y terminados sobre las pilastras formadas encima de las columnas salomónicas, se han quebrado más arriba de su mitad; las partes que han quedado encima de las pilastras han tomado entonces la figura de una S, y los extremos de las que quedaron formando el vértice del remate se han alargado, colgándose como festones, hasta unirse a la moldura de la cornisa de las pilastras, y forman una línea cóncava de agradable aspecto. En el interior de este frontón, dos ángeles sostienen un escudete con un querubín y corona por remate. De las pilastras se desprenden dos cuerpos que los italianos llaman di raccordo y que, describiendo en su línea externa una curva ligera, descansan sobre el plano formado por la cornisa del entablamento. Adornan estos cuerpos dos ángeles sentados.

Figura 23.- Detalle del gran retablo de la capilla mayor

Figura 23.- Detalle del gran retablo de la capilla mayor

(Foto Laso)

Los retablos se destacan sobre un nuevo decorado magníficamente y con acierto. A los lados se han colocado dos largos tableros en que se encuentran representados pasajes de la vida de San Ignacio y San Francisco Javier en artísticos bajorrelieves. Encima de los tableros corre el friso de riquísimo y complicado follaje, que, naciendo en el presbiterio, da vuelta al templo adornando el entablamento   —47→   de la nave central. Luego viene otro cuerpo a rematar esta decoración. Mas como en éste la realidad del problema era la decoración de un tímpano semicircular con una ventana que da luz a la nave, el artista dividió, muy sabiamente, ese tímpano en tres partes: la central de la ventana, que la decoró con pilastras salientes de delicado efecto, haciendo de ellas un nicho muy simpático, y las dos laterales que llenó con bajorrelieves a color representando pasajes alusivos a la vida de los santos a quienes estaban consagradas las capillas. Todo esto lo apoyó sobre un basamento decorado, en el centro, con una ménsula entre dos veneras y, en los lados, con una teoría de siete juguetones angelitos sobre una hilera de volutas de hojas de acanto. La decoración toda es de gran riqueza y enorme efecto.

Figura 24.- Un detalle del retablo de la capilla mayor, desgraciadamente afeado con las gradas sobrepuestas a la mesa del altar

Figura 24.- Un detalle del retablo de la capilla mayor, desgraciadamente afeado con las gradas sobrepuestas a la mesa del altar

(Foto Laso)

  —48→  

Esta capilla tiene dos detalles dignos de atención: las tribunas y el revestimiento de los arcos de entrada a las naves laterales. Las tribunas colocadas en la pared del crucero que hace frente a las naves laterales, son dos piezas riquísimas de verdadera orfebrería en madera. Colocadas allí, no para servicio de los religiosos en su asistencia a los oficios divinos, sino para la música de los días festivos en las capillas laterales, han sido labradas como elementos decorativos para integrar las magníficas formas con que se presenta revestido el templo. Sobre una ménsula de hojas entabladas, cuya extremidad la han cortado desgraciadamente (falta de respeto inexplicable), se apoya una base acanalada de forma convexa, ornada de filetes perlados, que soporta un cubo rectangular coronado de amplio entablamento y un remate. Ese cubo se halla forrado con preciosa reja de pura ornamentación floral, calada y distribuida en paneles separados por pilastras del mismo estilo de toda la decoración: tres paneles grandes cuadrados y tres chicos, angostos y rectangulares en su frente, y un panel grande y otro chico, iguales a los anteriores, en cada uno de los costados del cubo. Termina la tribuna en una rica cartela renacentista, sumamente decorada, flanqueada por dos remates.