501
J. G. Navarro, La Arquitectura religiosa en Quito. En Boletín de Obras Públicas, nos. 35, 40. Pág. 30.
502
Navarro, Artes Plásticas, pág. 95.
503
La Orden. Elogio de Quito, pág. 33.
504
Demetrio Ramos Pérez: Historia de la colonización española en América. Pág. 534.
505
Sobre estos caracteres, nada queda por decir en el magnífico prólogo que un insigne crítico de arte, Enrique Lafuente Ferrari, puso a la obra de Weisbach: El barroco, arte de la Contrarreforma, Madrid, 1942. España se muestra renuente, aun en el mayor entusiasmo humanístico, dice, al entronizamiento del cuerpo humano como objeto supremo del arte, porque el de la Contrarreforma es un arte numinoso, que tiene la emoción primaria de lo divino y está saturado de emociones y vivencias religiosas.
506
El Arte Quiteño, pág. 102.
507
El Testamento de Miguel de Santiago. En Gaceta municipal, n.º 93, pág. 121.
508
Opúsculos, tomo II, pág. 288.
509
Artes Plásticas ecuatorianas. Pág. 160 y siguientes.
510
Teresa López de Vallarino. La vida y el arte del ilustre panameño Fernando de la Cruz, pág. 19 y siguientes.