I, 278, 19-20; II, 396, 29-30; y véase I, 141, 24-32.
III, 171, 32-172, 2; véase también III, 368, 17-19.
Don Quijote: III, 426, 15; IV, 35, 19; IV, 238, 19. El narrador: III, 111, 6; III, 368, 15; IV, 123, 8; IV, 363, 29. También le llaman frecuentemente simple y necio (para ejemplos, véase el apéndice 4 del Sancho Panza de Flores).
IV, 172, 22-24; véase también III, 89, 6.
II, 72, 24-25; IV, 328, 23-25; también II, 357, 16-18 y III, 280, 18-19.
III, 377, 19; IV, 111, 11-12. Sus «tocas» son «reverendíssimas» (IV, 115, 18-19).
«La tenían por boba y de buena pasta» (IV, 168, 6-7), confirmado en la descripción del narrador, «la sandez y dessemboltura de doña Rodríguez, y de su mal andante hija» (IV, 171, 14-16).
«Ya me comen, ya me comen / por do más pecado avía» (III, 414, 8-9).
III, 454, 23-26. Un muladar era «el lugar o sitio donde se echa el estiércol o basura que sale de las casas» (Diccionario de autoridades).
Tesoro de la lengua castellana o española, ed. Martín de Riquer (Barcelona: Horta, 1943), pág. 324.