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Acto tercero

     
 
 

(El jardín del acto primero, y sale como mirando adentro por la izquierda AILSON, y por la derecha el BARÓN.)

                                                      
AILSON Señor Barón, nadie puede
por esta parte notarnos.
BARÓN DE LAIN Ni por ésta.
AILSON                    Pues al duelo
que suspendimos volvamos.
(Saca la espada.)
BARÓN DE LAIN Eso quiero, porque echéis 5
de ver cuán acostumbrado
está aqueste acero a triunfos
más gloriosos y más altos
que el que en vos tengo.
AILSON                                        Está bien,
pero os advierto de paso 10
que es acción muy poco noble
teniendo acero en la mano
hacer que vengue la lengua
la ofensa de su contrario.
Y así no menospreciéis 15
triunfo que no habéis ganado,
ni ganareis.
BARÓN DE LAIN                   ¡Oh qué bueno!
¿por qué?
AILSON                 Porque he reparado
que quien tiene larga lengua
suele tener cortas manos. 20
BARÓN DE LAIN Tirad, pues.
AILSON                    Sí, que es precioso
el tiempo, y le malgastamos.   (Riñen.)
 

(Sale ESTRUK, y al verlos se pone a mirar los estanques.)

 
ESTRUK Señor... pero nada, nada,
yo os daré luego el recado,
que estando en tan buenas obras 25
fuera error estorbaros.
BARÓN DE LAIN Más fuerte sois que pensé
a fe mía.
AILSON               Pues es llano
que aún no lo habéis visto todo.
ESTRUK Sí. Justina le ha contado 30
lo que pasó en cuanto acabe
con Ailson, sin más reparo
la emprende con mi cabeza. [21]
 

(Desguarnécesele y quiebra la espada al BARÓN.)

 
BARÓN DE LAIN La espada me habéis quebrado.
ESTRUK Bien, haya amén quien tal hizo, 35
y quien su acero ha templado.
AILSON Ni es triunfo de mi valor
ni afrenta de vuestro brazo,
sí mal temple del acero.
Y así, pues por este acaso 40
es forzoso suspender
otra vez el empezado
duelo, y sin espada está
un Coronel desairado,
os ruego que honréis la mía, 45
pues aunque a triunfos tan altos
como la vuestra no está hecha,   (Con intención.)
al menos la he acostumbrado
a quebrar las enemigas;
y sí, la verdad os hablo, 50
jamás ha vuelto a la vaina
sin sangre de su contrario.
Tomadla, pues, que yo ofrezco
que no os la quiebren lidiando.
ESTRUK Hombre ¿qué haces? ¡pesia a mí! 55
¿dar armas contra mis cascos?
 

(Le deja la espada al BARÓN, que quiere seguirle, y parte.)

 
BARÓN DE LAIN Oid, esperad... por Dios
que el mercader me ha dejado
sin palabras.
ESTRUK                     ¡Gran prodigio!
BARÓN DE LAIN Corrido estoy.
ESTRUK                        Más milagro.
BARÓN DE LAIN ¿Estruk, una acción tan noble 60
cabe en un hombre ordinario
como Ailson?
ESTRUK                       ¿Pues no lo visteis?
BARÓN DE LAIN Lo extraño.
ESTRUK                    Yo no lo extraño.
BARÓN DE LAIN ¿Por qué?
ESTRUK                 Por dos mil razones,
y una de todas aguardo 65
que os convenza. Creéis vos,
y creen muchas borrachos,
que los hechos más heroicos
están sólo reservados
a los hombres más ilustres; 70
es locura: mas doy caso
que sea cierto, están ya
tan vueltas de arriba abajo
todas las cosas, que a fe
de pecador no es extraño 75
ver que un villano es señor
ni que un señor es villano.
BARÓN DE LAIN Loco estás.
ESTRUK                   Sí, y aún por eso
dije esta verdad acaso.
Pero vaya otra más cierta. 80
BARÓN DE LAIN ¿Y es?
ESTRUK            Que os está ya aguardando
el Notario.
BARÓN DE LAIN                  ¿Dónde?
ESTRUK                                Al punto
le encaminaron al cuarto,
de Madama, y allí queda
haciendo ya garabatos. 85
BARÓN DE LAIN ¿Le ha visto ya mi Justina?
ESTRUK Toma, y la está examinando
él con una cara que
parece a Poncio Pilatos.
BARÓN DE LAIN ¿Qué dice ella?
ESTRUK                         Amén a todo, 90
pero con un gesto aciago.
Bien ¿qué cómo ha de tenerlo
bueno, señor, vamos claros,
si ve que sois un tronera,
un jugador perdulario, 95
un malgastador eterno
y un perpetuo enamorado
de cuantas veis?
BARÓN DE LAIN                           Disparate.
ESTRUK Aquí entro yo por si acaso.   (Aparte.)
¿Disparate? sí, pues id, 100
que ya sabe todo cuanto
hay y habido con Madama
Gabriela.
BARÓN DE LAIN                Pues como...
ESTRUK                                     Andando:
se lo ha dicho no sé;
pero sé que a mí me ha dado 105
una peluca tamaña,
y después que como un trapo
me puso, me dijo que era
yo vuestro... vaya ved cuando
llegó a abochornarme a mí 110
¡qué bueno andaría el ajo, [22]
y qué flores me echaría!
BARÓN DE LAIN Malo, Estruk.
ESTRUK                       Pues lo más malo
aún no es eso.
BARÓN DE LAIN                       ¿Pues qué hay más?
ESTRUK Que ha llegado ahora un lacayo. 115
BARÓN DE LAIN ¿De quién?   (Sobresaltado.)
ESTRUK                   De la Brigadiera,
con un pliego, preguntando
por Madama Aspurg.
BARÓN DE LAIN                                   Pues corre,   (Con impaciencia.)
y di que antes de entregarlo...
ESTRUK A buen tiempo, mangas verdes. 120
Ya creo que despachado
estará, pues ha una hora
que le hizo entrar en su cuarto
Madama.
BARÓN DE LAIN                Por vida de...
ESTRUK ¿Cuánto va que ahora lo pago 125
yo por consiente?
BARÓN DE LAIN                             ¿Qué haremos,
Estruk?
ESTRUK             ¿Qué sé yo?
BARÓN DE LAIN                                Quien diablos...
si llegara a descubrir
quién dio el soplo...
ESTRUK                                 Pobres cascos
de Estruk.
BARÓN DE LAIN                 Doscientos azotes 130
le hacía dar al contado.
ESTRUK ¡Y qué bien dados serían!
Por el bribón nos hallamos
ahora sin saber por dónde
echar que no haya barrancos. 135
BARÓN DE LAIN Estruk, si hallaras un medio...
ESTRUK Muy bueno, ahora apelamos
a Estruk, pero cuando Estruk
lo mismo que está pasando
pronosticaba, queríais 140
romper su cabeza a palos.
BARÓN DE LAIN Tu ingenio...
ESTRUK                      Sí, sí señor,
es muy grande, pero al cabo
no sé como ha de librarme
a mí de lo que pensando 145
estar en darme Mamá
por andar en estos pasos.
Pero en fin venid, que yo
veré si un arbitrio hallo
para salir de este aprieto. 150
BARÓN DE LAIN Darte dos luises aguardo
si me haces salir airoso.
ESTRUK Y tres que por enredarlo
me dieron, son cinco. ¡Oh,
qué oficio tan descansado 155
y lucroso viene a ser
el de trae y lleva! Vamos,
de este modo no me admiro
que lleven y traigan tantos.   (Vanse.)
 

(Aposento corto de MADAMA ASPURG, y sale CECILIA.)

 
CECILIA Tampoco hay aquí ninguno 160
a quien poder preguntarlo.
No, pues yo hasta que uno encuentre,
que me lo cuente bien claro
todo con pelos y señas
no descansaré. El raimado 165
de Estruk, ¿por dónde andará?
ese, que es de su buen amo
confidente lo sabrá
ce por be. Con haber tantos
holgazanes en la casa, 170
nadie lo sabe. ¡Qué pavos
son! Ninguno de ellos tiene
maldita gracia ni garbo
para escudriñar. Si fueran
como yo... pero así aguardo 175
 

(Sale JUSTINA.)

 
saberlo. Con que ya han hecho
paces vuestro alborotado
primo y Ailson?
JUSTINA                           Nada sé.
CECILIA Es cierto que ha sido extraño
el lance, y la causa fue, 180
según a mi me contaron,
una friolera; usted
lo sabrá bien.
JUSTINA                      Yo no.
CECILIA                                  Malo.
¿Pues no estuvo usted delante?
JUSTINA Sí, pero no declararon 185
la causa.
CECILIA               Pues ello es fuerza
que todo lo hayan causado
algunos celos.
JUSTINA                        Ni a ti
ni a mi viene hoy a importarnos [23]
la causa. Hombres son, cada uno 190
sabrá guardarse.
CECILIA                           Sí, al cabo,
por más que disimuléis
bien se os conoce el cuidado
y el susto: no es nada, un primo,
y ainda mais, novio: mal año, 195
si os importa a vos; y a mí,
toma, que será mi amo
mañana y le quiero un poco.
JUSTINA Juicio, Cecilia.
CECILIA                         ¿Empezamos
a reñir? Juicio hoy no es día 200
de tener un solo ochavo
de él, que hay boda en casa.
JUSTINA                                             ¿Y qué
es motivo ese?
CECILIA                        Y sobrado.
JUSTINA Dos mil que haceres habrá
que te estén ahora aguardando. 205
CECILIA Jesús, y qué mal parece
ese gesto avinagrado
en una novia.
JUSTINA                       Ya estás
impertinente, y me enfado.
CECILIA He, ya echó la cerradera. 210
Lo que yo he pronosticado
siempre. Otra Madama Aspurg
de cruz a fecha. ¡Qué enfado!
parece que vienen ambas
de casta de Potentados 215
Holandeses en lo adustas
y circunspectas.
JUSTINA                           ¿Rezando
todavía?
CECILIA              Ya me voy.
Cuenta que os estoy mirando
estos días insufrible. 220
¡Caramba qué ochenta, años
tendréis! pobre de quien tenga
la precisión de aguantaros.   (Vase.)
JUSTINA ¡Qué poco lo extrañarías
si supieras el estado 225
de Justina! Mi pasión
ha alejado de mí tanto
la quietud y el regocijo,
que cuanto veo, cuanto hallo
y cuanto escucho acrecienta 230
mi disgusto. Oh dulce, oh amado
Ailson, si yo no supiera
que son los Cielos contrarios
a nuestro deseo, puede
que lo que de oír acabo 235
a mi madre renovara
mi esperanza.
 

(Al paño AILSON.)

 
AILSON                         El más amargo,
el más cruel, el más duro
instante es éste. Sagrados
Cielos, aquí está. Al mirarla 240
tiemblo. Ailson desventurado.
 

(JUSTINA habrá permanecido un instante pensativa de espaldas a AILSON: aquí junta las manos, las levanta con expresión al Cielo, clavando en él los ojos un instante.)

 
JUSTINA Piadoso Dios, ¿tú que ves
cuán puro y autorizado
está este amor por la misma
virtud, tú que estás mirando 245
el costoso sacrificio
que de mi corazón hago
a la obediencia, te niegas
a oír mis continuados
votos? pero quien... Ailson, 250
 

(Siente las pisadas de AILSON, vuelve el rostro asustada, y al verle corre precipitadamente hacia él.)

 
si con las veras que te amo
conoces, no extrañarás
mis delirios. El amparo
de Dios imploraba.
AILSON                                Es propio
de tu virtud. Pero, en vano, 255
en vano esperas. El Cielo,
que errar no puede, ha negado
su protección a este amor.
El mismo, sí, va ordenando,
va disponiendo accidentes 260
que hagan más duro, más arduo
el logro de nuestras ansias.
Ya no hacen más que irritarlo
nuestros ruegos. Este bien
de vernos y de tratarnos 265
un instante, es ya, Justina,
verdugo el más inhumano
de nuestra quietud. Él va [24]
por momentos avivando
nuestra llama, de manera 270
que si ambos no la atajamos
prontamente logrará
consumir todo el recato,
la pureza y la virtud
que nuestro amor engendraron 275
Corromperá nuestras almas
sin sentir, y atropellando
lo más plausible y más digno
de ellas, al horrible estado
de un crimen irremediable 280
las llevará. Yo te amo,
sí, confieso que en la tierra
no hay objeto que más caro
me sea; pero tampoco
habrá nada más sagrado 285
para mí que tu honor. Yo
su peligro estoy notando;
veo cuanto el Cielo mismo
se demuestra interesado
en que te desposes hoy 290
con tu primo: no bastamos
los dos a impedirlo, y yo
verte no quiero en sus brazos,
Justina, con que es forzoso
para siempre separarnos. 295
JUSTINA ¿Separarnos? No, Ailson mío:
ese fiero, ese inhumano
monstruo, que fortuna llaman,
podrá disponer al cabo
mi muere, mas no apartarme 300
viva de tus dulces brazos.
AILSON ¿Y tu honor?
JUSTINA                     ¿Mi honor? ¿pues qué
puedo aventurarle acaso,
amándote con el puro
extremo que ahora te amo? 305
AILSON Para el Cielo que lo mira
no: mas para todos cuantos
vieran tu amor, que no pueden
ver su pureza, el recato
aventurará, Justina, 310
si tal haces.
JUSTINA                    ¡Ah tirano
honor, qué injusto dominio
nuestro delirios te han dado
sobre las acciones nuestras!
¿Yo haré sacrificio amargo 315
de mi corazón, a abuso
semejante? ¿Yo mi mano
entregaré injustamente,
a quien ni elegí, ni amo
como esposo? No, no quiero 320
ofender al Cielo santo,
recibiendo con horror
un vínculo tan sagrado
y religioso. Mi madre
(aunque hasta aquí lo he callado) 325
sabrá mi amor: yo confío
que no ha de obligarme a un lazo
que me es odioso: sabrá
mi bien quien eres: y cuando
ese honor vil que nos manda 330
la haga ver que de mi mano
no eres digno, por lo menos
dejará mi enamorado
corazón en venturosa
libertad, y si tratamos 335
no pudiésemos, sabremos,
dulce Ailson, que nos amamos.
AILSON ¡Ay Justina, que es ya tarde!
Ya París está informado,
de esta unión. En este instante 340
tal vez llegarán acaso
las damas de la nobleza
a gozar el aparato
de tu boda.
JUSTINA                   ¡Oh Cielo! ¡Ah horrible
memoria!
AILSON                 Ya el fiel Notario, 345
ante quien dar el sí debes,
está esperando en el cuarto,
de tu madre. Mira como
sin escándalo este lazo
evitarás.
JUSTINA              Todo, todo 350
lo veo, y lo estoy llorando:
pero aún me queda esperanza,
Ailson. Hoy llegó a mis manos
una carta que a mi primo
escribe una dama, acaso 355
confiada en ser su esposa.
Mi madre la ha visto: ha dado
pruebas de su indignación
al leerla: a breve rato [25]
recibió otro pliego que 360
envía con un lacayo
la madre de aquesa dama,
en que (según fui observando)
la escribe muy por menor
la obligación, que contrajo 365
tiempos hace con su hija
mi primo. Creció el enfado
de mi madre, y ordenó
que fuese al punto a su cuarto
el Barón: no sé el efecto 370
cual será, pero yo aguardo
que sea muy favorable.
 

(Salen a un tiempo por la derecha CECILIA, y por la izquierda el CRIADO.)

 
CRIADO Señor.
CECILIA           Señora.
CRIADO                        Un recado
envía a usted mi señora,
rogándole que a su cuarto 375
pase.
AILSON          ¿Sabes lo que quiere?
CRIADO No señor, pero faltando
un testigo, según dijo
ahora el señor Notario,
querrá que lo sea usted. 380
AILSON ¿Yo, Cielos? decid que parto
al instante.
 

(Vase el CRIADO.)

 
JUSTINA                     Oh Dios, bien, vete.
CECILIA Pronto, que están esperando,
y regañará si usted
tarda.
JUSTINA          Mío es el cuidado. 385
CECILIA Y mío, que si se pone
de mal humor lo pagamos
todos.
JUSTINA           Ve, y no me impacientes,
Cecilia, porque si agarro
un taburete...
CECILIA                      No, no, 390
lo estimo, pero excusadlo.   (Vase.)
AILSON ¿Es este todo el alivio
que ofrecías a mi amargo
desconsuelo?
JUSTINA                      Ya lo veo.
Ailson: tal vez apiadado 395
el Cielo, muestra la luz
del consuelo al desdichado
pero como exhalación
desaparece, dejando
al desdichado la pena 400
de haberla visto.
AILSON                           ¡Oh infausto!
¡Oh, negro día! Ay amor
verdadero, y malogrado.
Justina, a Dios para siempre.
 
(Arrebatado con descaecimiento.)
 
JUSTINA ¿Para siempre?
AILSON                         A morir parto 405
lejos de aquestas paredes
funestas que hoy escucharon
mi fe y mis desgracias.
(Hace que parte.)
JUSTINA                                     ¿Cómo
partir Ailson?
 
(Corriendo enajenada a detener a AILSON.)
 

(Sale el BARÓN.)

 
BARÓN DE LAIN                          ¿Qué diablos
estáis haciendo?
JUSTINA                           ¡Ay de mí!   (Sorprendida.) 410
BARÓN DE LAIN Ustedes con gran descanso
aquí, y nosotros allá
recados y más recados
a los dos. Disimular
me conviene. Vaya, vamos 415
aprisa, que está que salta
ya Madama Aspurg con ambos
por la detención.
JUSTINA                            Apenas
ha un instante que el recado
recibimos.
BARÓN DE LAIN                  ¡Un instante! 420
(Sacando el reloj.)
gracioso cuento las cuatro,
media hoyita cuando menos.
Si fuera yo de los fatuos
impertinentes y necios,
había ahora encontrado 425
lindo pie para unos celos.
¡Dos veces ya mano a mano
y hacerse, instantes las horas
de conversación! Zapato.
Mas no soy escrupuloso, 430
Justinita, porque alcanzo
que... Dios venga el remedio
si una mujer se ha empeñado.
JUSTINA Bueno será deslumbrar
sus sospechas, pues aguardo 435
a costa de mi opinión [26]
redimir nuestros quebrantos.   (Aparte.)
Primo, habiendo yo sabido
que Ailson, ya desesperado
de hallar alivio a su mal, 440
tenía determinado
partir hoy sin despedirse
de nosotros, quise acaso
persuadirle a que esperase
unos días, contemplando 445
que hallará en ellos quizá
mas alivio su quebranto
Pero a nada atiende, y ésta
es la causa de que tanto
me detuviese. Ve tú 450
si le convences acaso.   (Vase.)
BARÓN DE LAIN No me engañas. Bueno, Ailson,
¿salimos con eso al cabo
de mil siglos? Bueno fuera
que el día que yo me caso 455
es fuerais vos de esta Quinta.
¡Qué locura! ni pensarlo
siquiera: mi genio es bueno,
y aunque estaba algo enojado
con vos, mi enojo pasó 460
como nube de verano,
y hemos de ser muy amigos.
AILSON Yo quedaré muy honrado
con serlo, pero mis males...
BARÓN DE LAIN Qué males ni qué ocho cuartos, 465
dejaos gobernar, que yo
sin ser médico me encargo
de poneros sano y bueno
dentro de poco.
AILSON                          ¡Ah!
BARÓN DE LAIN                                 Dejaos
de drogas: vos estaréis 470
preso en la Quinta hasta tanto
que a mi lado disfrutéis
los obsequios preparados
a mi boda.
AILSON                  Perdonad,
que yo...
BARÓN DE LAIN                Vaya, nos cansamos 475
en balde, porque ha de ser
aunque se empeñen los diablos,
pues haréis por fuerza así
lo que no hiciereis de grado.
 

(Coge a AILSON, y le lleva por fuerza adentro.)

 

(Aposento más largo con mesa, escribanía y papeles: déjanse ver alrededor de ella sentados el NOTARIO, MADAMA ASPURG y MILTON. ESTRUK y el CRIADO están en pie a un lado.)

 
ESTRUK Rabiando estoy por saber 480
ya todo lo que ha pasado
entre el sobrino, y la tía:
no, al menos habrá llevado
un estupendo sermón
a cuenta.
 

(Sale JUSTINA.)

 
JUSTINA                 Alma suframos. 485
MADAMA ¿Te parece regular
tenernos aquí esperando,
Justina?
JUSTINA              Madre, si yo...
 

(Salen AILSON y el BARÓN.)

 
BARÓN DE LAIN Entrad, Ailson: vaya, vamos
despachando.
AILSON                       Corazón, 490
pues es el postrer quebranto
que te espera, no desmayes.
BARÓN DE LAIN ¿Está ya, señor Notario,
corriente?
NOTARIO                Tan solo falta
que Madama ante los cuatro 495
testigos otorgue el sí,
y pase luego a firmarlo
con ellos.
MADAMA                Pues vaya, hija,
aunque ha días que el contrato
aprobaste, y yo no creo 500
que hayan los tiempos mudado
tu corazón, ni te opongas
a mi gusto, es necesario,
para la formalidad,
ahora ratificarlo.
JUSTINA                            Madre, yo lo ratifico 505
gustosa. Ay, Ailson amado,
calla, que yo enmendaré   (Aparte.)
después lo que voy errando.
BARÓN DE LAIN Ay, obediente Justina,
yo te premiaré.
NOTARIO                         A firmarlo 510
llegue V. S.
JUSTINA                    Justo Dios,   (Sentándose.)
tú aborreces, el engaño, [27]
y viendo la fe mentida
que ofrece mi atribulado
corazón, ¿me lo consientes? 515
(Toma la pluma.)
¡Ah! La pluma de la mano
huye y mi horrendo delito
está a voces publicando
mi agitación: un temblor
tan grande...
NOTARIO                     Aquí, en este lado.   (Se levanta.) 520
JUSTINA Justina. Oh día, oh momento   (Firma.)
el más atroz, más amargo
de mi vida.
BARÓN DE LAIN                   No ha podido   (Se sienta.)
su rostro disimularlo.
Jorge, Barón de Lain. 525
(Firma y se levanta.)
AILSON Corazón, corazón vamos
a firmar mi muerte.
 

(Firma AILSON, después MILTON, ESTRUK y el CRIADO, y luego el NOTARIO hace que escribe, en cuyo intermedio dirán.)

 
BARÓN DE LAIN                                   Ailson
encubrió más su quebranto.
MADAMA Justina, las ligerezas   (Al oído.)
de tu primo en este acto 530
no deben sentirse: efectos
fueron de sus pocos años.
Él te ama, y con esta unión
no quedará desairado
tu honor: todo lo demás 535
 

(Parte el CRIADO.)

 
queda, Justina, a mi cargo,
pues no debiendo a esa dama
más que una palabra, acaso
dada sin formalidad,
nada hay que temer.
 

(Levantase el NOTARIO, guarda un papel y da otro al BARÓN.)

 
NOTARIO                                   Yo guardo 540
ésta, y tome V. S. esta otra.
BARÓN DE LAIN Está bien, vuestro trabajo
recompense este bolsillo:
(Dale un bolsillo.)
y pues he visto ya cuanto
quería, y este papel 545
de nada sirve, pedazos
quiero hacerle.   (Lo rompe.)
MADAMA                         ¿Pues qué es esto?
JUSTINA y AILSON ¡Oh Dios!
ESTRUK                 Mi amo está borracho.
MADAMA Sobrino.
MILTON               Barón.
MADAMA y MILTON                          Pues como...
 

(Sale el AYUDANTE.)

 
AYUDANTE Perdonadme, si es que he entrado 550
hasta aquí, sin esperar
el permiso necesario,
pues no me da tantas treguas,
señoras, la orden que traigo.
MADAMA ¡Qué será!
BARÓN DE LAIN                 ¡Aquí el Ayudante! 555
MILTON Dudoso estoy.
JUSTINA                        No descanso.
AYUDANTE De orden del Gobernador,
que venga V. S. arrestado
sin detención a su casa.
BARÓN DE LAIN ¿Yo? pues qué puede obligarlo 560
a hacer...   (Sobresaltado.)
MADAMA                ¿Arrestado? como,
pues que...
AYUDANTE                   Vaya, sosegaos,
que no es asunto que debe,
señoras, ocasionaros
disgusto. El señor Barón 565
ha dado palabra y mano
de esposo a una señorita.
Su madre, sabiendo acaso
que en esta tarde debía
quedar tal vez desposado 570
con su prima, ha dado queja
contra V. S. y porque en tanto
que se ventila esta duda
no paséis a ejecutarlo,
ha dispuesto su Excelencia 575
que arrestado esté.
BARÓN DE LAIN                               Ya el caso
es muy distinto, y porque
veáis que no es necesario
el arresto, y salgan unos
de dudas, y sus quebrantos 580
templen otros, escuchadme.
JUSTINA ¡Qué irá a hacer!
ESTRUK                           Bueno anda el ajo.
MADAMA ¡Qué confusión!
AILSON                           Nada, alivia
mi tormento.
BARÓN DE LAIN                     Ya ha llegado,
Ailson la hora de que yo 585 [28]
ande con vos tan bizarro,
como anduvisteis conmigo.
Poco hace ofrecí curaros
el mal de que adolecéis,
y cuando en todo lograrlo 590
no pueda, al menos veréis
que lo que me toca hago.
Este papel, que es origen,
según en vos he notado,
de vuestro mal, ya le veis 595
en mi mano hecho pedazos...
y pues yo os quito la causa,
vos los efectos quitaos,
que hecho ya lo más, muy poco
lo menos vendrá a costaros. 600
MADAMA Yo no te entiendo, sobrino.
AILSON Piedad, Cielos.
MILTON                         Aclaraos,
señor Barón.
AYUDANTE                     ¿Qué es aquesto?
BARÓN DE LAIN Esto es llegar a mostraros
que mi natural festivo, 605
chancero y atronerado,
en mí no imprime carácter,
pues sé, cuando llega el caso,
mirar las cosas con más
madurez que habéis pensado. 610
Yo renuncio mi derecho
a este vínculo, y me aparto
de la acción que hasta aquí tuve
a Justina: protestando
a Dios y al mundo, que nunca 615
tuve para ejecutarlo
más motivo que el querer
con el sacrificio que hago
dar a la ciega obediencia
de Justina el premio alto 620
que merece: ella y Ailson
se aman: han sufrido entrambos
el tormento de firmar
su muerte en ese contrato,
por ser obedientes. ¡Ah, 625
qué noble triunfo lograron
de su pasión! Justo es
que este premio hayan hallado.
MILTON Ailson...
MADAMA               Justina.
MILTON y MADAMA                           Tú...
 

(A un tiempo los dos.)

 
JUSTINA                                     Madre.
AILSON                                     Padre. 630
 

(Arrojándose AILSON a los pies de MILTON, y JUSTINA a los de MADAMA, con rubor.)

 
MADAMA Confusa estoy.
MILTON                         Cielo santo,
¿qué golpe es este?
MADAMA                               ¿Pues, cómo,
Justina, te has olvidado
los preciosos documentos
de tu madre? ¡tú, tratando 635
de unirte a tu primo, diste
acogida a los halagos
perniciosos de otro amor!
MILTON ¿Tú, Ailson, loco y temerario,
pagas el buen hospedaje 640
de esta casa desterrando
de ella el placer? ¿tú atrevido
seducir con el encanto
de tus años la virtud
de una joven, que tratando 645
su felicidad estaba
con otro? Vete, villano,
vete y no esperes que yo
contribuya a tu descanso.
AILSON ¡Ah padre!
JUSTINA                  ¡Ah madre!
MADAMA                                    Levanta 650
y apártate, que excitando
mi indignación estás.
AILSON y JUSTINA                                     Cielos.   (Levantandose.)
 

(Sale CECILIA.)

 
CECILIA Señora, un posta ha llegado
a la Quinta, y con gran prisa
dice que quiere entregaros 655
un pliego.
MADAMA                 ¿Posta a mí? Que entre.
 

(Vase CECILIA.)

 
Todos son hoy sobresaltos
para mí.
MILTON              Ailson, pues tú sabes
nuestro peligro, evitarlo   (Al oído.)
procura.
AILSON              Yo moriré 660
porque lo veáis logrado.
 

(Salen CECILIA y el CORREO.)

 
CORREO La Condesa de Aspurg...
MADAMA                                         Yo
lo soy. [29]
CORREO            Pues deme su mano
V. E. porque en ella
ponga este pliego sellado. 665
 

(Dala el pliego, y le abre.)

 
CECILIA ¿Qué traerá este sayón?
AILSON Ay mi Justina, que en vano
la hidalguía de tu primo
ofreció a nuestros quebrantos
este alivio.
MILTON                  Con placer 670
lee Madama.
BARÓN DE LAIN                     Tengamos
orto nuevo susto.
MADAMA                            No,
sobrino. Me persuado
que las nuevas que ha traído
a todos han de alegrarnos. 675
Tomad vos. Cincuenta luises
(Dale un bolsillo.)
en ese bolsillo guardo;
con ellos y esta sortija
(Dale una sortija.)
vuestra diligencia pago
por mi parte, y pues la nueva 680
que recibo ha disipado
mi enojo Justina, da
a tu amado Ailson la mano.
JUSTINA Justo Dios.   (Enajenada.)
AILSON                   Perdonad que...
MILTON ¿Madama, qué estáis hablando?
sabéis que...
MADAMA                     Llegad, Ailson: 685
dale Justina los brazos,
¿qué esperas?
JUSTINA                       Yo...   (Impaciente.)
MADAMA                                No te pares.
AILSON Advertid que...
(Cobarde y mirando a su padre.)
MADAMA                         Yo te lo mando.
AILSON ¿Creeré mi dicha?   (Abrazala.)
JUSTINA                              Ailson.
MILTON Cielos yo estoy admirado. 690
AYUDANTE ¡Qué mudanza!
CECILIA                         ¿Estruk, qué es esto?
ESTRUK ¿No lo ves? que se casaron.
MADAMA Milton, desechad pesares
que ya aquél bueno, aquél sabio
dispensador de consuelos 695
el mayor nos ha enviado.
MILTON ¿Cómo?
MADAMA              Oíd todos.
 

(Lee MADAMA.)

 
Madama: aunque no tengo el honor de conoceros, sabiendo las finezas que debe a vuestra casa Milton mi deudor...
MILTON                                  Pendiente
mi vida está de sus labios
me tomo la libertad de cansaros, a fin de que en los términos que halle por más convenientes vuestra prudencia le hagáis saber como la Majestad de Jacobo, a instancias mías, ha hecho ver segunda vez en el Parlamento su causa; y habiendo fallecido días antes el principal acusador, sus secuaces se delataron publicando a voces su crimen, y la inocencia del acusado. S. M. para satisfacer el honor de un buen vasallo ofendido injustamente le devuelve los puestos y rentas que obtenía, mandandole buscar por los Reinos de Holanda e Inglaterra, y declarando en ellos al Lord Wantain por el mejor de sus vasallos. Dadle de mi parte la enhorabuena, y persuadirle a que se presente cuanto antes en esta Corte, donde con impaciencia le aguarde el pueblo y la grandeza. Perdonad mi molestia &c.
MILTON Hijo.
AILSON         Padre.
BARÓN DE LAIN                   Yo estoy lelo.
JUSTINA Venturosa yo.
MILTON                       Justina, 700
Madama, Barón, los brazos
me dad todos: pero ah
que se me había olvidado.
Tomad vos este bolsillo,
 

(Da al CORREO lo que expresan los versos.)

 
esta casa, este gallardo 705
diamante, aqueste reloj,
y tras de todo mis brazos
y mi amistad, pues si vos
el honor que me quitaron
me traéis, por más que os dé 710
es más lo que me habéis dado.
BARÓN DE LAIN Ailson, ya veo que sois
lo que no había pensado, [30]
y así perdonad.
AILSON                          Barón,
¿cómo podré yo pagaros 715
lo que os debo? un venturoso
hicisteis de un desdichado.
BARÓN DE LAIN Sólo una fineza os pido.
AILSON ¿Cuál es?
BARÓN DE LAIN                Que pues ser aguardo
padrino de vuestra boda, 720
y yo ya que libre me hallo
de una obligación, intento
cumplir la que me ha quedado,
lo seáis vos de la mía.
AILSON Con mucho gusto.
 

(Sale el CRIADO.)

 
CRIADO                               Llegando 725
van a la quinta las damas,
y señores convidados
al festín.
MADAMA               Vamos, pues,
porque queden admirados
del suceso.
BARÓN DE LAIN                   Mi Ayudante, 730
id, y dad parte de cuanto
visteis al Gobernador,
mas volved a acompañarnos.
AYUDANTE Con gran placer.
MILTON                            Vamos, hijos,
Señora Condesa, vamos, 735
que ahora que puedo, yo haré
cuanto pueda por pagaros.
Y pues a Dios he debido
este consuelo, y no basto
a darte gracias yo solo, 740
unidos todos lo hagamos,
pidiéndole que nos dé
TODOS su gracia, paz y descanso.

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     Se hallará en la Librería de Castillo, frente las gradas de S. Felipe el Real; en el puesto de Cerro, calle de Alcalá; y en el del Diario, frente de Sto. Tomás. Su precio dos reales. Donde está se hallarán las Víctimas del Amor, Federico II, primera y segunda parte, las tres partes de Carlos XII, la gran piedad de Leopoldo el Grande, la Jacoba, el Pueblo Feliz, La Cecilia, primera y segunda parte, el Triunfo de Tomiris, Luis XIV, el Grande, Gustavo Adolfo, Rey de Suecia, la Industriosa Madrileña, el Calderero de San Germán, Carlos V sobre Dura, la Hidalguía de una Inglesa, el Premio de la Humanidad, de dos Enemigos hace el amor dos Amigos, el Hombre convencido a la razón, y la Virtud aún entre Persas lauros y honores gragea, con sainetes y loas.

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