31
Mil y una muertes, p. 61.
32
Sergio RAMÍREZ, Una vida por la palabra. Entrevista de Silvia Cherem con Sergio Ramírez. Prólogo de Carlos Fuentes, Fondo de Cultura Económica, México, 2004, p. 198.
33
Sergio RAMÍREZ, El viejo arte de mentir, op. cit., p. 79.
34
Pero si Sergio Ramírez hace mella en el prestigio del gran Panida, es también para apreciarlo, a diferencia de los que sólo consideran el orgullo nacional, bajo un ángulo más humano con sus imperfecciones, aceptándolo como fue y no como quisiéramos que fuera, operando así una desmitificación no desprovista de compasión.
35
Sergio RAMÍREZ, Margarita, está linda la mar, Ediciones Alfaguara, Madrid, 1998, p. 68.
36
Ibid., p. 36.
37
Sergio RAMÍREZ, Sombras nada más. Ediciones Alfaguara, México, 2002, p. 394.
38
Mil y una muertes, p. 192.
39
Ibid., p. 243. Sin olvidar el ejemplo de Napoleón III: el título erudito del penúltimo capítulo «Decúbito dorsal» remite en realidad a una situación graciosa puesto que es la postura incómoda que debe tomar el emperador para que un médico practique una palpación rectal.
40
En la novela, leemos: «"Una novela no es más que lo que sobrevive de las intenciones del escritor", le había dicho también a Lourdes. "¿De las intenciones o de las obsesiones?", preguntó ella. "De ambas"»
, ibid., p. 313.