301
Antonio Gallego, La música en tiempos de Carlos III, Madrid, Alianza Ed., 1988, p. 102.
302
Y no precisamente
aquella tonadilla, cantada por La Caramba, de Pablo
Esteve, «que fue condenado por haber
hecho una tonadilla en que algunos maliciosos creyeron se censuraba
a dos damas de elevada clase
» (la duquesa y la condesa),
según informaba Iriarte en otra carta de 11 de mayo de 1779
(A. Gallego, La música en tiempos de Carlos III,
p. 105).
303
A. Gallego, La música en tiempos de Carlos III, p. 105.
304
F. Bonmatí de Codecido, La Duquesa Cayetana de Alba, musa y maja de don Francisco de Goya, p. 140.
305
Antonina Rodrigo, «Goya y la duquesa de Alba, amantes de la tonadilla», en Figuras y estampas del Madrid Goyesco, Madrid, Ed. El Avapiés, 1987, pp.. 35-45.
306
A. Rodrigo, Figuras y estampas del Madrid Goyesco, p. 44.
307
El ambiente del salón de la duquesa de Alba aparece retratado en la novela del uruguayo Antonio Larreta Volavérunt, premio Planeta 1980, sobre la que recientemente se ha confeccionado una película.
308
F. Bonmatí de Codecido, La Duquesa Cayetana de Alba, musa y maja de don Francisco de Goya, p. 137.
309
No confundir con Manuel García, el Malo, actor y dramaturgo, y autor de dos ensayos sobre el arte de Talía: Manifiesto por los teatros españoles y sus actores (Madrid, Ibarra, 1788) y Origen, progresos y épocas del teatro español (Madrid, Sancha, 1802). Puede que también asistiera a la tertulia, pero él era actor más de representado que de cantado, que actuó en la compañía de Eusebio Ribera en el coliseo del Príncipe, y por lo tanto lejos de la casa de la anfitriona.
310
Las malas lenguas se las atribuyen a su amigo Cienfuegos, pero no hay razones ni documentales, ni formales que lo atestigüen. Tal sugerencia se pone en el libro del Vizconde de San Alberto, Los directores de la Real Sociedad Económica Matritense y las presidentas de su Junta de Damas de Honor y Mérito (Madrid, 1925). Véase Alberto Acereda, La marquesa de Fuerte-Híjar, una dramaturgo de la Ilustración, Cádiz, Universidad, 2000.