Jornada II |
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Salen
OTAVIO y
LISARDO.
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OTAVIO | De tu esperanza perdida | | astrólogo me has fingido. | |
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LISARDO | Pésame que lo hayas sido | | tan a costa de mi vida. | | Casó el Duque a Laureano | 5 | con grande aplauso y contento, | | y fue, Otavio, el casamiento | | como de su heroica mano, | | que aunque es verdad que me agravia, | | no pudo tan gran señor | 10 | casarle con más valor | | ni menos que darle a Fabia. | | Ya con Fabia está casado, | | de quien es prenda tan cara | | que se gobierna Ferrara | 15 | por su melindre y enfado, | | aunque, si verdad te digo, | | no falta murmuración | | de su libre condición. | |
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LISARDO | Yo he sido testigo | 20 | en más de dos ocasiones. | |
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OTAVIO | Bien sabes que en el mandar | | es la pensión el estar | | sujeto a murmuraciones. | |
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LISARDO | Es tan discreto y gallardo, | 25 | Otavio, el gobernador, | | que obliga a tenerle amor. | |
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OTAVIO | Las ocasiones, Lisardo, | | que en este gobierno tiene | | le harán parecer liviano. | 30 |
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LISARDO | Ya no estudia Laureano, | | y en efeto se entretiene, | | |
-[fol. 429]-
| según se murmura dél, | | en ser de noche galán | | de algunas damas que están | 35 | mal consigo, y bien con él. | |
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OTAVIO | ¡Qué enfermedad de discretos | | si es amor enfermedad! | |
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LISARDO | Dar rienda a la voluntad | | no es acto [de] hombres perfetos. | 40 |
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OTAVIO | Hablaras tú con pasión, | | ¿pero cómo toma Fabia | | los celos con que la agravia? | |
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LISARDO | Con aumentar su afición, | | aunque entiendo que no sabe | 45 | las historias de su esposo. | |
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OTAVIO | Él andará cuidadoso, | | secreto, encubierto y grave. | |
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LISARDO | Estímale el Duque tanto, | | y así su ingenio encarece, | 50 | que todo bien le parece. | |
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(Salen
CELIO y
LAUREANO.)
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LAUREANO | A estas horas me levanto | | porque tarde me acosté. | |
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CELIO | ¿Rondas y engañas tu esposa? | |
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LAUREANO | Cierto que Fabia es hermosa, | 55 | y que es lástima que esté | | ociosa y enamorada, | | como dice la canción. | |
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LAUREANO | Siempre, Lisardo, me agrada | 60 | tener a la espalda amigos. | | ¿Ofrécese en qué os sirvamos? | |
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LISARDO | A servir al Duque vamos, | | a donde tendréis testigos | | de vuestro abono seguros. | 65 |
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LAUREANO | De eso estoy bien satisfecho, | | que se ve el alma en el pecho | | como por cristales puros, | | y suplícoos me mandéis. | |
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[Vanse
LISARDO y
OTAVIO.]
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CELIO | ¡No hay aquí | 70 | quien tanto me enfade! |
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LAUREANO | A mí | | ya cinco veces o seis | | me ha puesto este cortesano | | en ocasión de pidille | | que no entre aquí. |
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LAUREANO | Por vida de Laureano | | que, ya que tocado habemos | | materia, Celio, de celos, | | aunque ni solos recelos | | de Fabia tener podemos, | 80 | que te tengo de decir | | una cosa que he pensado, | | que me tiene desvelado | | y no me deja vivir. | |
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LAUREANO | De ti fío, | 85 | Celio, aquello que de mí. | | Cierra esa puerta. |
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CELIO | De ti, | | si hablas de celos, me río, | | porque siendo tú el liviano, | | ¡era bueno estar celoso | 90 | de un ángel tan virtuoso! | |
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LAUREANO | Oye, Celio, a Laureano | | en la cátedra de celos | | liciones de necedad. | |
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CELIO | ¡No ofendas la honestidad | 95 | en que se miran los cielos! | |
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LAUREANO | Celio, tú sabes que en Bolonia fuimos | | muchas veces los dos a mocedades, | | que hablamos, requebramos y rendimos | | mil damas, mil estrañas voluntades; | 100 | tan pocas fuertes y rogadas vimos | | |
-fol. 430-
| de estados y diversas calidades, | | que sabes tú que nos causaba espanto. | |
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CELIO | ¿Adónde vas con desatino tanto? | |
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LAUREANO | Venidos a Ferrara, yo no he puesto | 105 | los ojos en mujer, su honor perdone, | | que no la haya rendido o descompuesto. | |
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CELIO | En confusión tu libertad me pone, | | mas como necedades me ha propuesto, | | no hallo satisfación que más te abone. | 110 |
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LAUREANO | Oye hasta el fin y escucha atentamente | | antes que venga a divertirnos gente. | | Saber deseo, y vivo desvelado, | | si es Fabia, mi mujer, constante y firme. | |
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CELIO | ¿Pues qué ocasión a sospechar te ha
dado, | 115 | ya que tal necedad quieres decirme? | |
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LAUREANO | Ninguna, por Dios vivo, ni aun cuidado, | | que pueda a tales celos reducirme, | | porque ella es santa, virtuosa y casta. | |
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CELIO | Eso es verdad, y ser quien es le basta, | 120 | y siendo así: ¿cuál ocasión te
mueve | | a pensar en aquese desatino? | |
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LAUREANO | Saber si, viendo la ocasión, se atreve. | |
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CELIO | ¿Pues eso intenta ingenio tan divino? | | ¿Poner quieres, señor, al sol la nieve, | 125 | la flor de almendro al cierzo, al fuego el lino | | y la ocasión a la mujer? ¿No adviertes | | que suele derribar a los más fuertes? | |
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LAUREANO | Celio, a mí se me ha puesto en la cabeza... | |
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CELIO | Bien dices; sí pondrá, si eso prosigues. | 130 |
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LAUREANO | ... saber su resistencia y fortaleza. | |
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CELIO | Por Dios, señor, que ese rigor mitigues, | | que no es bien que de algunas la flaqueza | | a regla injusta y general obligues. | | Si es casta y santa la mujer que tienes, | 135 | ¿qué pruebas quieres?, ¿o a probarme
vienes? | |
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LAUREANO | Yo, Celio, en esto desvelado vivo, | | y me he resuelto en saber si Fabia | | rinde a ruegos de amor su pecho altivo. | |
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LAUREANO | ¿Amor no es cosa sab[ia] | 140 | solo en saber si mi valor agravia6? | | Que hay muchas castas por no ser servidas, | | |
-fol. 431-
| que está en el ser rogadas, ser vencidas. | |
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CELIO | Ovidio te ha enseñado ese aforismo. | | ¡Maldiga Dios poetas habladores! | 145 | ¡Bien los pinta Merlín en el abismo | | por sus mentiras, sátiras y amores! | |
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LAUREANO | Esto, Celio, ha nacido de mí mismo, | | que no lo sé de Ovidio. |
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CELIO | Los errores | | de las mujeres de flaqueza llenas | 150 | no ofenden ni deslustran a las buenas; | | mira cuántos ejemplos en historias | | hay de su castidad. |
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LAUREANO | Eso querría, | | que es celebrar a Fabia entre sus glorias. | |
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CELIO | ¿Pues no es casta? ¿Qué
quieres? |
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LAUREANO | No podría | 155 | donde no ha habido guerra haber vitorias, | | ni corona de casta sin porfía, | | que no ha de ser de honesta celebrada | | la que jamás ha sido conquistada. | | Por esto alaban a la casta griega, | 160 | a Lucrecia, a Sulpicia y a Etelfrida. | |
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CELIO | Notable engaño y opinión te ciega, | | pero escucha una cosa, por tu vida: | | ¿no has visto un hombre que en salud se entrega, | | por tener la que viene prevenida, | 165 | a la purga, sangría, y al jarabe | | que dice que es de la salud la llave, | | y teniendo compuestos los humores, | | de suerte los revuelve dellos lleno | | que en malos se convierten los mejores, | 170 | y viene a estar enfermo, estando bueno? | | Pues eso mismo intentan tus errores, | | que es hacer del antídoto, veneno. | | Si tienes mujer casta, necio eres, | | pues revolvelle los humores quieres. | 175 |
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CELIO | Si en un camino | | errase un rey, ¿es mucho que un villano | | le dijese, o sería desatino, | | «echad por esta o por aquella mano»? | | Veríase que te celebran por divino | 180 | y que eres el divino Laureano, | | pero si vas, señor, errado acaso, | | |
-fol. 432-
| haz cuenta que un pastor te enseña el paso. | |
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LAUREANO | Celio, el ser singular mi ingenio pide | | singulares efectos, y opiniones. | 185 |
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CELIO | Sí, mas con la razón regula y mide | | la singularidad de tus acciones. | |
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LAUREANO | Ningún consejo lo que intento impide. | |
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CELIO | No te replico, pero ya que pones | | tu honor en contingencia desta suerte, | 190 | ¿quién ha de conquistar a Fabia? |
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LAUREANO | Advierte. | | ¿De quién como de ti puedo fïarme? | | Tú has de servirla. |
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LAUREANO | Tú, no te alteres, | | y todo lo que pasa declararme. | |
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CELIO | ¿Que aun eso más desatinarme quieres? | 195 |
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LAUREANO | Con esto, Celio, puedes obligarme. | |
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CELIO | ¿No miras que son vidros las mujeres | | y que quieren llevarse con gran tiento? | |
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LAUREANO | Quebrarla no, sino lavarla intento. | |
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CELIO | ¿Y cuántos por lavarlos se han quebrado? | 200 | ¿No has leído al principio de Herodoto | | de aquel rey que enseñaba a su crïado | | a su mujer? Pues vidrio fue, y bien roto. | |
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LAUREANO | ¡Ya estoy de ejemplos bárbaros cansado! | |
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CELIO | Pues yo no la probara de mi voto. | 205 |
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CELIO | Yo te prometo | | que vale por dos mil la de un discreto; | | tráenme a la memoria tus engaños | | lo que dicen del gallo, y hoy lo pruebo, | | que pone un huevo al cabo de diez años, | 210 | mas sale el basilisco deste huevo. | |
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LAUREANO | No hay consejos aquí, ni desengaños. | | Hoy has de ser de Fabia amante nuevo: | | finge, sirve, porfía. |
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LAUREANO | No lo sé agora; el tiempo dirá cuánto, | 215 | pero advierte que te fío | | todo mi honor. |
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-fol. 433-
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CELIO | Mi mirar me conviene | | por su honor y por el mío, | | mas si no guardo secreto | 220 | en esto al gobernador, | | también ofendo su honor, | | y le disfamo en efeto. | | Él me ha puesto en el estado | | que estoy; darle gusto quiero, | 225 | pues de su locura espero | | dejarle desengañado, | | que yo sé de la virtud | | de Fabia, que aunque yo fuera | | Orfeo y cantando hiciera | 230 | parar la eterna inquietud, | | no pudiera conquistalla, | | y pues tan seguro estoy, | | desde aquí principio doy | | a cansarme, y a cansalla. | 235 |
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(Sale
FABIA.)
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FABIA | ¿No estaba aquí Laureano? | |
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CELIO | Agora se fue de aquí. | | [Aparte.] | Lo que ha de pasar por mí | | no pasó por hombre humano. | | ¿Hay tan loca necedad? | 240 |
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FABIA | Pedirle, Celio, quisiera | | que a Otavia7
favoreciera, | | con quien yo tengo amistad, | | en este pleito que trata | | con Fabricio... |
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CELIO | [Aparte.] | Aquí ha de entrar | 245 | el principio. |
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FABIA | ... por mostrar | | que no soy a Otavia8
ingrata | | a la que della recibo. | |
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CELIO | [Aparte.] | Sí, por aquí va mejor; | | aún no sé fingir amor. | 250 |
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FABIA | Fabricio loco, y altivo, | | desprecia su casamiento, | | teniéndola obligación. | |
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CELIO | Si la tienes afición, | | Fabia, ni por pensamiento | 255 | te pase pedir su bien | | al gobernador, que, agora, | | cuanto a cierta dama adora, | | te ha de pagar con desdén. | |
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CELIO | Bien sé | 260 | que estoy hablando contigo. | |
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FABIA | ¿Pues cómo, hablando conmigo, | | tanta tu ignorancia fue | | que dices que ha de mostrarme | | desdén el gobernador, | 265 | porque tiene ajeno amor? | |
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CELIO | [Aparte.] | Ya he comenzado a turbarme, | | y en tan grande necedad | | me hallo confuso y turbado. | |
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CELIO | Que me ha cansado | 270 | su término y deslealtad | | hasta llegar a decir | | lo que has oído de un hombre | | que idolatraba en su nombre, | | pero no puedo sufrir | 275 | que a tu divina hermosura, | | que a tu gracia y discreción, | | se dé tan vil galardón. | | ¿Hay tan estraña locura | | que me obligue de un discreto | 280 | la necedad a llegar | | donde apenas puedo hallar | | entrada a tan mal concepto? | |
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FABIA | Nunca te he visto conmigo, | | Celio, tan necio. ¿Qué es esto? | 285 |
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CELIO | De estar con él descompuesto | | nace el estarlo contigo. | | Verdad es que proceder | | no pudiera el desengaño | | de su desdén y tu daño | 290 | cuando no pudiera haber | | de mi parte tanto amor, | | que amor, señora, es culpado | | de haberte desengañado, | | si es desengañarte error. | 295 |
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-fol. 434-
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FABIA | Que amor me tengas a mí | | está muy puesto en razón, | | mas no con obligación | | de desengañarme ansí, | | que aunque estoy agradecida, | 300 | pienso que más lo estuviera | | si deste engaño no fuera | | de tu afición advertida; | | mas ya, Celio, que lo estoy, | | y ser tan propio en mujer | 305 | el deseo de saber, | | mujer y ofendida soy. | | ¿Qué sabes de Laureano | | contra mí? |
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CELIO | No es en rigor | | contra ti; contra tu amor, | 310 | contra el duque Otaviano, | | contra las leyes divinas, | | aborrecer tu hermosura | | por la infamia que procura | | de mil mujeres indignas. | 315 | Un hombre de su valor, | | cuando no fueras su esposa, | | que es desta ciudad famosa | | espejo y gobernador, | | ¿ha de manchar desta suerte | 320 | su virtud y autoridad? | | ¡Buena va la necedad! | |
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FABIA | Aún no me atrevo a creerte. | |
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CELIO | A más, Fabia, no me espanto; | | quien ama tarda en creer | 325 | su daño. |
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FABIA | Antes suele ser | | fácil en creerle tanto, | | porque el amor y el temor | | andan juntos. |
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CELIO | Es verdad, | | pero en tu dificultad | 330 | no muestras tenerle amor. | | Vuelvo, Fabia, a disculparme | | por si te parece mengua | | poner en mi dueño lengua, | | debiendo honrarle y matarme, | 335 | pero, como te decía, | | procediendo tanto error | | de la fuerza de tu amor, | | esa es la disculpa mía. | | Oye, así te guarde Dios, | 340 | con más quietud y sosiego | | hoy que a tanta dicha llego, | | que estamos solos los dos. | | Desde que el gobernador | | vino a serlo de Ferrara, | 345 | la belleza de tu cara | | me encendió el alma de amor. | | Cuando fuiste su mujer, | | de que el Duque tuvo gusto, | | fue desengañarle justo, | 350 | pero no lo quise hacer, | | porque si no te casabas | | con mi dueño, era imposible | | verte, aunque el dolor terrible | | de mis celos aumentabas. | 355 | Casástete, y yo lloré | | de tal suerte el casamiento... | | (Aparte. | No va malo el fingimiento. | | ¡Lindo principio le hallé!) | | ... que pensé perder la vida; | 360 | viví con esta esperanza | | de que al fin la vida alcanza | | esta esperanza perdida. | | Dios sabe que no quisiera | | vivir. | [Aparte.] | Fingiré llorar. | 365 |
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FABIA | Celio, aunque te escucho hablar | | en esta nueva quimera, | | no entiendas que es porque gusto | | de tan locos disparates, | | mas solo porque me trates | 370 | de su engaño y mi disgusto, | | que a no haberme prevenido | | de que es mi esposo traidor, | | ni yo escuchara tu amor | | |
-fol. 435-
| ni tú fueras atrevido. | 375 | Deja, por Dios, si no quieres | | que te mande matar luego, | | de ser tan loco y tan ciego, | | y dime cuáles mujeres, | | o bajas o principales, | 380 | Laureano quiere bien. | |
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CELIO | ¿Tanto agravio y tal desdén | | pagas con palabras tales? | | ¿Yo cómo puedo decirte | | quién son? Porque tantas son | 385 | cuantas mira, y mi intención | | solo intenta persuadirte | | a que no le quieras bien, | | y en tenerme amor a mí, | | vengas tu agravio, que ansí | 390 | pagas desdén con desdén, | | ingratitud con engaño | | y engaño con deshonor. | |
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CELIO | ([Aparte.] | ¡Qué temor! | | ¡Qué suceso tan estraño! | 395 | Para principio esto basta.) | | Yo iré a matarme. |
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CELIO | [Aparte.] | ¡Que en esto se ponga quien | | tiene una mujer tan casta! | | ¡Dios nos libre que un discreto | 400 | haga alguna necedad! | | (Vase.) |
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FABIA | Presumo que es falsedad, | | para poner en efeto | | su atrevimiento este loco, | | cuanto me ha contado aquí, | 405 | que no es posible que a mí | | y al Duque tenga en tan poco | | hombre que llaman divino | | por su raro entendimiento. | | Sin duda que es fingimiento | 410 | con que a declarar me vino | | la mayor maldad que puede | | hacer criado a señor, | | pero no quiere el temor | | que amor satisfecho quede. | 415 | ¡Julia, Julia! |
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(Sale
JULIA.)
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FABIA | ¿No sabes lo que ha pasado? | |
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JULIA | Algo tengo imaginado | | del cuidado con que andas. | |
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FABIA | No era sin causa el faltar | 420 | de noche el gobernador; | | rondaba, Julia, su amor. | | ¡Esto llamaba rondar! | | ¡No hay delito do se esconda! | |
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JULIA | Casar con justicia es eso, | 425 | que puede a cualquier exceso | | dar por disculpa la ronda. | | No hay celos habiendo vara, | | sino sufrir y callar. | |
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FABIA | ¿Cómo podré averiguar | 430 | con qué damas de Ferrara | | anda de amor Laureano, | | Julia, que me estoy muriendo? | |
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JULIA | Que podrás saberlo, entiendo, | | eso claro, abierto y llano | 435 | con solo hablar a Mongil | | de quien de noche se fía. | |
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FABIA | Cosa indecente sería | | poner persona tan vil | | por medio, por instrumento, | 440 | de cosas de tanto honor. | |
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JULIA | Señora, ya de mi amor | | conoces el fundamento, | | que está en haberme criado | | tan segura y tan leal. | 445 | Si hablarte te siento mal, | | no te dé hablarle cuidado, | | sino fíalo de mí, | | que con mostrarle afición | | dirá las damas que son. | 450 |
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FABIA | ¡Ay, Julia! Que viene aquí. | |
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JULIA | Algún ángel le ha traído. | |
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-fol. 436-
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FABIA | Voyme, mi honor te encomiendo. | |
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(Sale
MONGIL.)
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MONGIL | Iba el paso deteniendo | | y despertando el oído, | 455 | Julia mía, hasta saber | | si estaba el paso seguro. | | ¿Cómo es eso? |
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JULIA | Yo le juro | | que ya no le puedo ver. | |
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MONGIL | Vuelve esa cara pascual, | 460 | así Dios te las dé buenas, | | no escondas entre azucenas | | ese carmesí coral, | | que no te he dado ocasión. | |
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MONGIL | Celos es cosa crüel | | y, pedidos sin razón, | | harán que salga de sí | | el hombre de más paciencia. | |
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JULIA | Ya sé toda la pendencia. | 470 |
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JULIA | El mismo, sí; | | ya sé dónde va de noche. | |
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MONGIL | ¿Yo, Julia? Con mi señor, | | tras un rocín andador | | o a los estribos de un coche, | 475 | que le sirvo de valiente, | | de bravo, y espadachín, | | que estos que saben latín | | siempre son medrosa gente. | |
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JULIA | ¿Con su señor? ¡Miente!, y crea | 480 | que todo se sabe ya. | |
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MONGIL | Por Dios que es él el que va | | en casa de Dorotea, | | una boba afeitadilla | | que no sé qué ha visto en ella, | 485 | y anoche en casa de Isbella, | | de comer barro amarilla | | como nabo en azafrán, | | que no sé qué halla el dotor | | en gente de aquel humor. | 490 |
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JULIA | ¿A tales mujeres van | | los hombres recién casados? | | Mongil, mientes, que tú eres. | |
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MONGIL | También habla otras mujeres | | de diferentes estados, | 495 | pero es solamente hablar. | |
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JULIA | ¿De otros estados?, ¿quién son? | | No, Mongil, que tal traición | | quieres con él disculpar. | |
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MONGIL | Él habla con cierta vieja, | 500 | cabos blancos con hollín, | | que está de su vida al fin | | y de ser niña se queja, | | y habiéndola conocido | | mas ha de mil años moza, | 505 | el mismo alcacer retoza | | de los prados de Cupido. | | Si la vieses entre olores | | y entre galas niñear, | | vestir, hablar y tratar | 510 | de esperanzas y de amores, | | reventarías de risa. | |
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MONGIL | ¡Cómo con esas le agravia! | |
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MONGIL | Pues esta es pajas, | | para una cierta Teodora | | que visitamos agora. | |
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MONGIL | Haz cuenta: dos tinajas, | | una atrás y otra adelante, | 520 | que alforjas quise decir, | | y guárdeme de mentir | | por no ser cosa bastante. | |
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JULIA | ¿Y tiénenle ellas amor? | 525 |
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MONGIL | Pienso que el gobernador | | no solicita su casa | | más que para entretener | | |
-fol. 437-
| esta condición que tiene. | |
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JULIA | Mongil, él pienso que viene. | 530 | Adiós, que tengo que hacer. | |
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MONGIL | Con esto habrás conocido | | a lo que de noche voy. | |
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JULIA | Ya de mis celos estoy | | satisfecha. |
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(Salen
CELIO y
LAUREANO.)
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LAUREANO | Esto que digo pasa, señor mío, | | que no era menos justo, pero advierte, | | Celio, que la primera resistencia | | no es en mujer ninguna agradecida, | | que la vergüenza natural la pone | 540 | entre el deseo, y el temor, y sirve | | de lo que la cortina en la pintura: | | agora está la imagen encubierta, | | pero en corriendo el trato el rojo velo, | | descubrirás lo que es. |
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CELIO | No puede el trato | 545 | correr esa cortina a su retrato. | | Yo sé que es Fabia, mi señora, honesta, | | que fuera de tan áspera respuesta, | | por la vista, en que cielo parecía, | | el resplandor de la virtud salía. | 550 | Bastará para tu intento, señor mío, | | la primera probanza, pues la abonan | | los testigos más nobles que ser pueden: | | vergüenza, honestidad, castas palabras, | | amenazas a mí, y al cielo quejas. | 555 |
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LAUREANO | Si la conquista en los principios dejas, | | ¿cómo podré saber si es firme y casta? | |
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CELIO | Porque esto es necedad, y hacerla basta, | | que hacerla un hombre, en fin, no es maravilla, | | pero es más que de bestias proseguilla. | 560 |
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LAUREANO | Cuando los griegos a vengar su injuria | | vinieron sobre Troya muchas veces, | | se quisieron volver con mal consejo, | | pero venciendo el ánimo gallardo | | diez años de prudencia, les dio gloria. | 565 |
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CELIO | ¿Pues qué tiene que ver la griega historia | | con que me mandes conquistar a Fabia | | para saber si su virtud te agravia? | | ¿Tan bueno quedaras si por ventura | | fuese cual dicen de la piedra dura, | 570 | |
-fol. 438-
| que el curso de una gota de agua ofende? | |
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LAUREANO | Prosigamos a ver a qué se estiende | | esta flaqueza de mujer, que creo | | que es curioso y muy nuevo este deseo. | |
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CELIO | ¿Curiosidades buscas en la honra, | 575 | brinco que había de estar entre algodones? | | ¿Posible puede ser que hablas de veras? | | Mira, señor, que pienso que has perdido | | aquel tan peregrino entendimiento | | que tal fama te ha dado entre los hombres, | 580 | y escucha un argumento facilísimo: | | si porque has conocido en mil mujeres | | flaqueza en el rendirse conquistadas, | | quieres saber si Fabia se defiende, | | por lo mismo que has visto no es cordura, | 585 | pues la misma flaqueza te asegura; | | y si quieres tener mujer tan casta, | | ¿por qué la pones en peligro injusto | | de donde te resulte algún disgusto? | | ¿Sería bien que un hombre desease | 590 | saber si sanaría de una herida | | que tuviese peligro de la vida, | | y por eso se diese una estocada? | |
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LAUREANO | Celio, yo quiero ver si, conquistada, | | esta mujer que tengo es virtüosa, | 595 | que donde no hay conquista es fácil cosa. | |
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CELIO | Cuentan de un gran filósofo que tuvo | | tan gran deseo de saber cómo era | | el alma que tenía y qué era el alma, | | que viendo que viviendo no podía | 600 | verla ni percebirla, cierto día | | se dio la muerte y dijo desta suerte: | | «Terrible necedad fue darme muerte, | | pues lo que el tiempo hiciera brevemente | | quise yo anticipar como imprudente.» | 605 | ¿Hasme entendido? |
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CELIO | Pues esto mismo | | te viene a suceder, porque si quieres | | ver la mujer que tienes, es locura | | hacer lo que hará el tiempo, pues viviendo, | | |
-fol. 439-
| irás si es buena o mala descubriendo. | 610 |
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LAUREANO | No hay que tratar en esto; antes me agrada, | | pues que no era cristiano ese filósofo, | | que no aguardase al tiempo ni a la muerte | | si tanto ver su alma deseaba. | | Ea, Celio, prosigue; vuelve luego | 615 | a dar segundo asalto a su firmeza. | |
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CELIO | Digo que iré, mas plega Dios que presto | | no te arrepientas. |
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LAUREANO | En mi estudio te espero. | [Vase.] |
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CELIO | Yo no he visto | | tan grande ingenio a tanto error sujeto. | 620 | No hay necio en su opinión como un discreto. | |
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(Salen
JULIA y
FABIA.)
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FABIA | En saber que tantas son | | pienso que me has consolado. | |
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JULIA | Todo aquesto me ha contado. | |
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CELIO | ¿Has mudado de opinión | 625 | con estas informaciones? | |
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FABIA | ¿Sabes tú lo que he sabido? | |
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CELIO | Algo he visto y algo he oído, | | y a gran peligro te pones, | | que en sabiendo Laureano | 630 | que andas en celos y enojos, | | te hará burlas en los ojos | | que las toques con la mano. | | Un remedio te traía, | | si Julia aquí no estuviera. | 635 |
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JULIA | [Aparte.] | ¡Oh necia sospecha mía! | | Basta, que el enredo ha sido, | | destos celos sin razón, | | buscar alguna ocasión | 640 | de ofender a su marido. | | ¡A Celio sin duda quiere! | | ¡Celio, con quien yo pensé | | casarme! ¡Pero yo haré | | que tarde ofenderle espere! | 645 | (Vase.) |
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FABIA | ¿Qué tienes imaginado | | que remedie tanto mal? | |
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CELIO | Si miras que estoy mortal | | de tu amoroso cuidado, | | ¿qué remedio como en mí | 650 | para vengar tu deseo? | |
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FABIA | ¿Hablas conmigo? No creo, | | villano, que estás en ti. | | ¿Otra vez vuelves a dar | | en tu loco pensamiento? | 655 |
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CELIO | Soy hijo de un necio intento | | que me manda porfïar. | | Duélete, Fabia, de mí, | | y no seas mi homicida, | | que hoy me he de quitar la vida | 660 | si no hallo remedio en ti. | | Bien creerás que no ha quedado | | por diligencias que he hecho | | el arrancar de mi pecho | | este amoroso cuidado, | 665 | pero es ya tan poderoso | | que no saldrá sin la vida, | | si no es que este intento impida, | | Fabia, tu pecho piadoso. | | ¡Ay de mí que, sin querer, | 670 | |
-fol. 440-
| he venido a tanto mal! | |
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FABIA | Si estás en peligro tal, | | un remedio puede haber. | |
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CELIO | ¡Ay, señora!, ¿y qué remedio | | como de tu hermosa mano? | 675 |
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FABIA | Que dejes a Laureano | | y que pongas tierra en medio, | | que ausentándose de mí, | | no habrá, sin la causa, efeto. | |
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CELIO | Que lo intento te prometo, | 680 | pero no vivo sin ti, | | porque en faltando un instante | | de tu presencia no más, | | es como dar paso atrás | | para pasar adelante: | 685 | vuelvo con mayor furor. | |
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FABIA | Pues si en eso piensas dar, | | hoy te haré, Celio, matar. | |
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CELIO | [Aparte.] | ¡Andaos a fingir amor! | | El Diablo me puso en esto. | 690 | ¡Ah, señor! ¿Qué quieres
más? | |
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FABIA | Y tú necio y descompuesto. | |
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CELIO | Si por vergüenza me tratas | | de esta suerte, yo, atrevido, | 695 | tu mano asiré, que han sido | | muchas por vergüenza ingratas. | |
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FABIA | ¿Hay semejante maldad? | | ¿Hay tan grande atrevimiento? | | ¡Criados! |
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CELIO | [Aparte.] | Mi muerte intento | 700 | con aquesta necedad. | | Hüirme quiero de aquí. | | (Vase.) |
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(Entre
LAUREANO.)
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LAUREANO | ¿Qué es esto, señora mía? | |
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LAUREANO | ¿Vós con Celio? ¿Cómo
ansí? | 705 |
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FABIA | Estábame aquí diciendo | | mil necios chismes de vós. | |
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LAUREANO | ¿De mí? ¡Oh, qué bueno, por Dios! | | ¿Por qué ocasión? No lo entiendo. | | ¿Esto es criar un crïado? | 710 | ¿Esto es dar a un hombre ser? | | ¿Celio sabe agradecer | | desta suerte mi cuidado? | | ¿Y qué os decía de mí? | |
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FABIA | Que andáis perdido en Ferrara, | 715 | y que una opinión tan clara | | mancháis, Laureano, ansí; | | que os murmuran los amores | | de mil mujeres hermosas, | | y otras mil indignas cosas | 720 | de tales gobernadores; | | díjome lo de Florisa | | y la historia de Teodora, | | fábula del pueblo agora | | y de los mancebos risa. | 725 | Si el Duque viene a entender | | que así desautorizáis | | su gobierno, y que tratáis | | tan mal a vuestra mujer, | | no se tendrá por servido, | 730 | que en el alma lo he sentido | | más de que os entretengáis, | | aunque mucho más me holgara | | que ese ingenio se empleara | | mejor que vós le empleáis. | 735 | ¡Triste cosa que un divino | | guste de ser tan humano | | que hasta el vulgo más villano | | le juzgue por desatino! | | ¡Y que parezca tan mal | 740 | que hasta su mayor privado | | me haya sus vicios contado | | para dar remedio igual! | | Pero aunque buena intención | | haya, en decirlos, tenido, | 745 | mucho atrevimiento ha sido, | | y escuchad esta razón: | | de casa le habéis de echar | | hoy antes de anochecer, | | o en no lo queriendo hacer, | 750 | |
-fol. 441-
| yo sabré hacerle matar. | | (Vase.) |
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(Entre
CELIO.)
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LAUREANO | ¿Tú le has dicho, Celio, a Fabia | 755 | en lo que yo me entretengo, | | sabiendo que en tales casas | | ni ofendo mi honor ni el suyo? | |
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CELIO | En lo que dice te engaña, | | porque yo solo le dije | 760 | que de entretenerte tratas, | | pero no dónde, ni cómo. | |
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LAUREANO | ¡Vergüenza me dio escucharla! | |
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CELIO | En esto conocerás | | la quimera que levantas | 765 | y el peligro que me pones. | | Ya Fabia, celosa, trata | | de decirte pesadumbres, | | ya el Duque sabrá la causa, | | ya dice que yo me ausente | 770 | y, en caso que no me vaya, | | me amenaza con la muerte. | |
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LAUREANO | Con la muerte te amenaza, | | pero, ¡ay Celio!, ¿cuántas fueron | | como Sofronia y Baldraca, | 775 | como Dafne y como Porcia | | y como cuentan de Fara, | | que lloró tanto por ver | | que su padre la casaba | | que vino a perder la vista, | 780 | y después de conquistadas, | | una y otra vez se rinden? | |
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CELIO | ¿Pues con esto no te cansas | | de tu loco pensamiento? | | ¡Tienes honra, señor! |
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LAUREANO | Calla, | 785 | que sospecho que aunque fuera | | Fabia la pintora Marcia, | | que figura de varón | | jamás pintó por ser casta, | | pienso que el ruego pudiera | 790 | de aquel intento mudarla | | si durara la porfía. | |
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CELIO | Luego, ¿quieres que, forzada, | | tu esposa adúltera sea? | | ¿No miras, señor, que agravias | 795 | tantas mujeres famosas | | que en las divinas y humanas | | letras el mundo celebra, | | y las repite el Petrarca | | en los triunfos que escribió | 800 | de la castidad? |
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LAUREANO | Acaba; | | sepamos este secreto. | |
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CELIO | ¿Pues ya cómo puedo hablarla | | habiéndome amenazado | | que me ha de sacar el alma | 805 | si no me voy de sus ojos? | |
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LAUREANO | Yo soy dueño de mi casa, | | yo te sabré defender, | | yo sabré desenojarla. | | No ha pasado noche agora | 810 | por el enojo; esto basta. | | Ven conmigo; escribirasle, | | con muchos requiebros y ansias, | | un amoroso papel | | que pueda desenojarla, | 815 | y notarétele yo. | |
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CELIO | Eso de locura pasa. | | ¡Si no te quisiera tanto, | | hoy saliera de Ferrara | | y aun del mundo! |
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CELIO | Pienso que a los dos engañas | | para quitarnos la vida, | | porque si solo es probarla, | | ¿de quién se escribe en el mundo | | que tuvo mujer honrada | 825 | y que la puso en peligro | | de su honor y de su fama? | |
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-fol. 442-
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LAUREANO | ¡Necio! El oro, que el platero | | sabe por cosa muy llana | | que es oro, ¿por qué le toca | 830 | y mira lo que señala? | |
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CELIO | Por conocer los quilates. | |
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LAUREANO | Pues eso intento con Fabia; | | bien sé que es oro, y muy fino, | | pero deseo tocarla | 835 | en aquesta piedra negra | | de nuestra flaqueza humana | | para saber los quilates | | en que tengo de estimarla, | | que si a veinte y cinco llega, | 840 | y de los que pienso pasa, | | más es ángel que mujer. | |
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CELIO | Tú le romperás las alas, | | que las fuertes ocasiones | | a muchas buenas y santas | 845 | quitaron de mano y frente | | los laureles y las palmas. | |
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(Vanse.)
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(Salen el
DUQUE,
OTAVIO,
LISARDO y
POLIBIO.)
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POLIBIO | Y que ya a la puerta aguarda. | |
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(Sale
FABIA.)
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FABIA | En esos pies | 850 | pondré la boca. |
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DUQUE | Levanta, | | levanta, Fabia, del suelo. | | ¿Qué quieres? ¿Cómo turbada? | | ¿Cómo desta suerte aquí? | |
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FABIA | Oye aparte una palabra. | 855 |
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FABIA | Son cosas que me traspasan | | el corazón, señor mío. | |
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FABIA | Yo pudiera estar casada | | con calidad diferente. | |
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DUQUE | Yo miré más en el alma | | que no en las prendas del cuerpo, | | fáciles, caducas, vanas, | 865 | y que el tiempo las consume. | |
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FABIA | Sí, pero yo no buscaba | | tan divino entendimiento | | con persona tan humana. | |
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DUQUE | ¿Es malo que humano sea? | 870 |
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DUQUE | Ya te entiendo, y cuando vino | | de Bolonia aquí a Ferrara | | supe que ese humor tenía. | |
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FABIA | ¿Pues para qué le casabas? | 875 |
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DUQUE | Para que no le tuviera, | | pero pienso que te engañan | | celos. ¿Eres muy celosa? | |
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DUQUE | Vete, que yo le hablaré, | 880 | que pocas palabras bastan | | para tal entendimiento. | |
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DUQUE | Si te tardas, | | podrá ser que aquí te vea. | |
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FABIA | [Aparte a
LISARDO.] | Lisardo, oye dos palabras. | 885 |
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FABIA | ¿No decías muchas veces | | que servi[r]me deseabas | | hasta aventurar la vida? | |
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LISARDO | Y lo dije veces tantas | 890 | cuantas lo sabré cumplir. | |
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FABIA | Hoy has de sacar la espada | | y quitar la vida a un hombre. | |
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FABIA | Esta noche pasa | | por mi reja, y le daré | 895 | en un papel. |
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[Vase
FABIA.]
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DUQUE | ¿Qué es lo que Fabia quería? | |
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LISARDO | Debe de estar muy airada, | | y en cosas desta manera | | |
-fol. 443-
| mal el secreto se guarda. | 900 | Mandome matar un hombre. | |
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DUQUE | Vive Dios que la venganza | | es mujer naturalmente, | | y que de celosa trata | | Fabia de matar. |
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DUQUE | ¿A quién? ¡Oh, qué linda gracia! | | ¿No te dijo a su marido? | |
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LISARDO | No, señor, porque me manda | | ir a su reja esta noche. | | Pero sin duda le mata | 910 | de celos, como tú dices. | |
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DUQUE | Celos, Lisardo, son agua | | que por el verano viene, | | suena mucho, y presto para. | | Venme a avisar a quién dice. | 915 |
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LISARDO | Haré, señor, lo que mandas. | |
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DUQUE | Al punto | | al gobernador me llama. | |
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OTAVIO | Yo voy por él. | [Vase
OTAVIO.] |
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DUQUE | Tú, Polibio, | | di que le espero en la cuadra | 920 | que cae sobre el jardín. | |
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LISARDO | ¡Qué quimeras tan estrañas | | hace una mujer con celos! | | Casose, ya está casada; | | tenga paciencia, pues yo | 925 | perdiéndola tuve tanta, | | que los gustos del amor | | con este censo se pagan. | |
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