«He pensau una trampa muy bonita. Dos cosas necesito: agua de goma pa escribir y buena comida pa los de la mesa, con botellas finas de licores, particularmente ron de Jamaica, que envíe don Santiago. Haremos trampi-legal muy chula; escribiremos acta antes de comer, y firmaremos y todo, dejando blancos pa números y nombres, con achaque de estarse en la comida descansaus. Al último haremos escrutinio cuando los mesantes vean turbio; yo escribiré la verdá con goma, echando polvo de salvadera encima, para poner negras las letras. Después me quedaré solo, y con la manga de la chaqueta borraré aquello y apuntaré la mayoría de votos a don Santiago, dejando unos poquitos al otro. Bizcos, de contau, se volverán los mesantes; pero firmas son triunfos» (pp. 323-4).
«Aquí hay unos cuantos que ayer pidieron dinero prestado a don Santiago, prometiéndole el voto. Aquí están los nombres y cantidades. Si no vienen conmigo al colegio, les voy a formar causa por estafadores, por ladrones. Con voz de pregón fue leyendo la lista. Ante tamaño cinismo, todos se quedaron atónitos. Los interesados, a quienes la conciencia les argüía de haber obrado mal una vez y estar dispuestos a reincidir, y que en achaques de leyes únicamente sabían que los liberales las hacían y aplicaban, comenzaron a mirarse de reojo, guiñándose el ojo y agrupándose detrás de Iriarte...» (pp. 383-4).
«Silverio Lanza» [Juan Bautista Amorós Suárez de Figueroa], Noticias biográficas acerca del Excmo. Sr. Marqués del Mantillo. Con un prólogo del Excmo. Sr. Ministro de Cultos y Relaciones Internacionales, Madrid, Imprenta de la Viuda de Hernando, 1889, 142 págs.
Obra selecta, selección y estudio preliminar de Luis S. Granjel, Madrid-Barcelona, Alfaguara, 1966, 590 págs.
R. Senabre explica la indirecta lección de política actual española en los siguientes términos: «Lo que importa es destacar lo absurdo y retrógrado de un ambiente en que es posible la proliferación de hombres como Nicasio Álvarez [el marqués del Mantillo]» («Silverio Lanza y el Marqués del Mantillo», PSA, XXXIV, 1964, 97-108).
Ernesto Bark, Los Vencidos, Novela Política Contemporánea, Alicante, Est. Tip. El Liberal, 1891, 203 págs.
F. Gómez Humarán, ¡Destrucción! (Episodio nihilista), Madrid (Ríos, impresor), 1892, 100 págs.
Ismael Rizo y Peñalva, Un cacique, Novela Original, Valencia, librería de Ramón Ortega; Madrid, lib. de Fernando Fe (1893), 307 págs. No he podido localizar otra novela política de este autor sobre la que comenta una gacetilla de El Imparcial: «No hace mucho tiempo publicó el señor Rizo una novela titulada Un cacique que nos llamó la atención por lo bien estudiadas que están en ellas nuestras costumbres políticas. Trátase en Pascual del palpitante problema del anarquismo» (23-I-1897).
Alfonso Pérez Nieva, La tierra redentora (ilustraciones de Klong), Madrid, Fernando Fe, librero, 1897, 223 págs.
Jaime de Santa Cilia (El comandante Caturla), ¡Patria! o un anarquista en las filas, Toledo, Imp. y librería de la viuda e hijos de J. Peláez, 1897, 164 pp.
Gustavo Morales, El indiano de Valdella, Barcelona, Juan Gili, librero (colección Elzevir, ilustrada), 1899, 189 págs.