501
Para la grotesca penitencia estipulada por Merlín, véase sobre todo el cap. II-XXXV del Quijote.
502
'buscar líos'. Dice Sancho: «vengo a descubrir mis castos deseos, pues no ando a buscar pan de trastrigo» (Quijote, II-LXVII).
503
'enrevesados'.
504
El Dr. Pedro Recio de Agüero, natural de Tirteafuera (Ciudad Real), aparece en el Quijote, II-XLVII.
505
'antropófago, que practica el canibalismo'.
506
Por Ramiro II el Monje.
507
El priorato trapense de Santa Cruz Extramuros de Tudela, que en su día dependió de los monjes sagienses, de la abadía de San Martín de Séez (la actual Sées, departamento del Orne, en la Baja Normandía).
508
Rotrou II de Perche, conde de Perche y de Mortagne, primo carnal de Alfonso el Batallador. A sus posesiones en la Baja Normandía añadió los señoríos de Bellême y Moulins-la-Marche, todos junto a la ciudad de Séez. Prototipo del caballero medieval, participó en la primera cruzada y en la campaña en que fueron reconquistadas Zaragoza, Tudela y Calatayud (1118-1120). Su primo Alfonso le concedió las tenencias de Tudela y Corella y un barrio en el centro de Zaragoza. En 1140, un año antes de su muerte en el asedio de Rouen, fundó la abadía de Notre-Dame de la Trappe (Nuestra Señora de la Casa de Dios de la Trapa).
509
Tras vivir la Abadía de Notre-Dame de la Trappe unos años de relajación, Armando Juan Bouthillier de Rancé, doctor en Teología y antiguo Limosnero del duque de Orleáns, Gaston-Juan Bautista de Francia, impuso en ella en 1664 la primitiva observancia de la regla de San Benito y una ascesis particular: silencio absoluto, vida comunitaria sin celdas separadas y alimentación vegetariana.
510
Los hijos de Edipo, Eteocles y Polinice, ultrajan a su padre y éste los maldice. Ambos convienen en reinar un año cada uno en Tebas (Beocia), pero cumplido el plazo de Eteocles, éste se niega a ceder el trono a su hermano. Polinice recurre entonces al rey de Argos y lanza contra la ciudad la expedición punitiva que Esquilo relata en su tragedia Los siete contra Tebas (-467). Los dos hermanos luchan y se matan, con lo que se cumple la maldición de Edipo.