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1081

En DE PEREDA y SÁNCHEZ REYES: 1953, pág. 308; MONTESINOS: 1969, pág. 203; COSSÍO: 1957, pág. 136, respectivamente. También en la carta a Miquel ya citada (cfr. nota 194) decía que en la pareja protagonista del idilio «puse yo todo mi corazón y toda mi escasa fantasía».

 

1082

Carta del 22-XII-1887: en FERNÁNDEZ-CORDERO: 1968, pág. 190.

 

1083

Cfr. el texto que citábamos en el capítulo anterior (nota 134), a propósito de una carta de Pereda a Sardá.

 

1084

En ORTEGA. op. cit., págs. 123-124.

 

1085

Citada por MONTESINOS, op. cit., pág. 203.

 

1086

Art. cit., ejemplar del 20 de enero; en el ejemplar del día 30 del mismo mes, comentando cómo se ha construido aquel carácter femenino, lo califica de «muestra de prodigioso examen analítico». Enrique MIRALLES en el estudio introductorio a su edición de Sotileza (1977), pág. 38, ha discutido así las observaciones de Quintanilla, aunque sin citarlo: «Novela subrayada de analítica, no lo es tanto porque hay menos introspección que un acusado deseo de sermonear, convirtiéndola en tesis no para la polémica, sino para la demostración a priori».

 

1087

El propio hermano del erudito, Enrique, había de repetir esta observación en su artículo en El Atlántico el 16 de enero: «Después de leída esta novela, a nadie le ha de ser en justicia permitido dudar del acierto con que este artífice puede crear figuras femeninas».

 

1088

Art. cit., ejemplar del 20 de enero. También L. L. de L. afirma que esta novela demuestra el error de «los que dijeron antaño [...] que el Cervantes montañés solamente lo hacía bien al discurrir del sexo masculino».

 

1089

En BENSOUSSAN: 1970, pág. 187.

 

1090

Sardá había escrito: «Son, fent nostra una frase ajena, estatuas mes que donas; estatuas magnificas, Sotileza sobre tot, pero estatuas»; cfr. en el capítulo XI de este libro, la nota 122.