Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

1201

MENÉNDEZ PELAYO: 1941, pág. 385. MONTESINOS, op. cit., pág. 220 ha comentado esa opinión de Menéndez Pelayo con estas palabras: «El hecho era cierto, pero no la explicación. La flaqueza de los análisis psicológicos de Pereda era consecuencia de limitaciones irremediables de su fantasía».

 

1202

«El tipo del Berrugo asombra y es con Grandet casi del tamaño del otro»; carta citada en nota 46.

 

1203

MENÉNDEZ PELAYO: 1941, pág. 385. También H. LYNCH: 1896, pág. 230 escribía: «La puchera [...] contains one character as great as any created by Balzac. The "Père Grandet" is not a more wonderful study than el Berrugo [...] and Pereda's study of a miser and domestic tyrant, if less profound, is more homorous».

 

1204

Art. cit., pág. 1.948.

 

1205

Art. cit., pág. 204. MONTESINOS, op. cit., pág. 216, por el contrario afirma que tal episodio es «magnífica culminación de La puchera, cuadro de tan alta eficacia artística, tan sobrio, tan rico de contrastes al mismo tiempo, tan dramático, que bastaría a asegurar a Pereda una durable fama de gran novelista».

 

1206

Art. cit., págs. 250 y 251, respectivamente. Este punto fue muy discutido por Pereda y este mismo Ruiz Contreras, a propósito del proyecto de adaptación teatral de La puchera; en las cartas cruzadas entre ambos con ese motivo hay interesantes confidencias del novelista, en las que explica y justifica el carácter del personaje y su catastrófico final; Vid. RUIZ CONTRERAS, La novela en el teatro, págs. 26-27, 30, 96-97.

 

1207

«Se presenta algo borroso y vulgar (hablo en el sentido literario y artístico)»; art. cit., pág. 1.948.

 

1208

«El indiano, por más que ejerza influencia decisiva en el mundo y desenlace del drama, no pasa de ser una linda figura decorativa».

 

1209

Comenta su aparición como personaje «que a la verdad, maldito si hacía mucha falta en el libro, y que resulta por tanto más nombre que persona [...] personaje que flaquea un poco, aunque per se y aisladamente sea una pintura bellísima».

 

1210

MENÉNDEZ PELAYO: 1941, pág. 385.