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1291

Art. cit., pág. 3.108. También Cacheiro habla en su crítica del «retrato de costumbres» que hay en Nubes; artículo del 1 de abril.

 

1292

«Hay capítulos insuperables: la sesión de la Alianza Mercantil, la descripción del Círculo, la jira al río Cubas, la tertulia de la calle Alta...»; carta del 23-11-91, en DE PEREDA y SÁNCHEZ REYES: 1953, pág. 326.

 

1293

Así el autor de la reseña de El Día: «los capítulos en que se describe la sesión de La Alianza Mercantil e Industrial, la tertulia del Casino Recreativo, la llegada del prócer a provincias, la jira elegante [...] son cuadros preciosísimos de costumbres».

 

1294

PARDO BAZÁN: 1892, págs. 91 y 96-97, respectivamente. La última observación es muy interesante, más por lo que toca a la obra perediana en general, que referida a esta novela, en la que, como hemos estudiado en otro lugar, Pereda evidencia notables dotes de novelista (cfr. GONZÁLEZ HERRÁN: 1977).

 

1295

Como apuntamos en la nota 141 del cap. XII, este no es otro que José M.ª Quintanilla; nos parece muy significativo el hecho de que sea ese personaje de la novela quien represente el pensamiento del autor; máxime si tenemos en cuenta lo señalado en diversas ocasiones de este libro a propósito del carácter de portavoz perediano que asumió Quintanilla en muchos de sus escritos críticos.

 

1296

Carta a Alfonso Ortiz de la Torre, citada fragmentariamente por COSSÍO: 1973, pág. 255, que da como fecha el 20-II-1891; MONTESINOS: 1969, pág. 233, que cita la misma frase, da como fecha el 20-XI-1891 (aunque puede ser errata, ya que indica tomar la noticia de Cossío).

 

1297

En resumen, estos eran los argumentos que empleaba Pardo Bazán para rechazar cada uno de los tres resquemores; con respecto al primero, dice: «la reputación de Pereda, y todas las reputaciones de aquí, en la prensa madrileña se campanean, aunque se funden, claro está, en méritos positivos» (pág. 28). En cuanto al segundo, recuerda que sobre La Montálvez «pensé como el vulgo, si bien no lo dije en letras de molde. La Montálvez no me sonó a cosa observada [sino a] mera objetivación de un prejuicio» (pág. 30). «El tercer resquemor es tan pueril, que hasta tengo por ocioso refutarlo [...] en España, exceptuando a Galdós, los novelistas de algún renombre se han calzado la espuela describiendo una y otra vez la región donde nacieron» (pág. 35); en PARDO BAZÁN: 1892.

 

1298

Las mismas razones esgrime en una carta que por esos días escribe a Menéndez Pelayo: «Es posible que no apruebes mi salida al redondel para echar un capote; pero no ha sido mía toda la culpa, aunque me costó poco trabajo el dejarme convencer con la indignación que me produjo el ataque y el convencimiento de que si yo no me defendía, había de quedar indefenso. Hecha ya la cosa, no me arrepiento de lo que hice»; carta del 23 de febrero, en DE PEREDA y SÁNCHEZ REYES: 1953, págs. 327-328.

 

1299

«Y todo ello -añade- sin buscarlo ni pretenderlo de lejos ni de cerca»; PARDO BAZÁN, op. cit., págs. 39 a 42.

 

1300

«Usted ha dicho, hablando de mí en La Cuestión palpitante, que mi huerto, aunque hermoso y bien cultivado, etc., etc... es "de limitados horizontes" porque nunca traté de "estudiar a fondo... la vida moderna en las grandes capitales". ¿No es eso posponer, en importancia y belleza, la novela regional a la novela cortesana?», op. cit., págs. 47-48; el párrafo que inmediatamente citamos, en las páginas 49-50.