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1541

«El escenario de esta novela [...] es de una verdad y grandeza admirables»; art. cit., día 7; el otro texto que citamos, en el artículo del día 28.

 

1542

«El cual -añade-, a la vez que como novela, puede considerarse como un relato de viajes semejantes a los de Tüpffer por Suiza, o al de Taine por los Pirineos»; MENÉNDEZ PELAYO: 1941, págs. 386-387.

 

1543

En DE PEREDA y SÁNCHEZ REYES: 1953, pág. 341.

 

1544

Art. cit., pág. 200.

 

1545

«En la literatura antigua la naturaleza es un accesorio, la decoración de la escena en que aparecen y se mueven los personajes. La descripción no es más que un adorno [...] Ha sido preciso que la vaga y nebulosa poesía del norte invadiese toda Europa y que el romanticismo haya dominado durante mucho tiempo en el gusto del público para que se aprecien los encantos de lo pintoresco» [se está refiriendo, precisamente, a los paisajes de montaña].

 

1546

Art. cit. en la nota 47.

 

1547

Señala que el análisis psicológico en Peñas arriba se realiza «mostrando los estados del espíritu, influido por las circunstancias del medio ambiente»; y estudiando el proceso psicológico de Marcelo, concluye: «en suma, el medio ambiente que le rodea, transforma al joven».

 

1548

Cfr. estas palabras de Le roman experimental: «Esto es lo que constituye la novela experimental: poseer el mecanismo de los fenómenos en el hombre, demostrar los resortes de las manifestaciones intelectuales y sensuales como nos las explicará la fisiología, bajo las influencias de la herencia y de las circunstancias ambientes, después de mostrar al hombre vivo en el medio social que él mismo ha producido, que modifica cada día y en el seno del cual manifiesta, a su vez, una transformación continua» (ZOLA: 1879; pág. 43 de la trad. esp.). Parece claro, a la vista de ese texto, que sólo cabría hablar de influencia del medio ambiente, en el sentido que le da Zola, refiriéndonos al ambiente social, preferentemente urbano, y no al medio natural, campesino.

 

1549

También sobre este aspecto puede aludirse al citado libro de MARTÍNEZ RAMÓN: 1908; sus páginas 57-111, bajo el título «Sinfonía bucólica de la comedia ejemplar» pasan revista a los principales personajes de la novela, que no se analizan como creaciones literarias, esto es, ficticias, sino que se comentan como si de personas realmente vivas se tratase, y siempre desde la perspectiva de una lectura ideológica de la novela. Su interés, pues, es muy escaso para lo que aquí nos interesa.

 

1550

«Marcelo es un tipo no descrito hasta ahora en ninguna parte».