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La piedra filosofal

Francisco Antonio de Bances Candamo



Fiesta a Sus Magestades en los años de la Serenísima Archiduquesa, Duquesa de Baviera



Personas



HISPÁN, Rey de España
HISPALO, galán
NUMIDIO, Rey de Numidia
TERSANDRO, Rey de Cerdeña
ROCAS, filósofo anciano
IBERIA, princesa de España
CINTIA, dama
ISMENIA, dama
LAURA, dama
LICO, criado gracioso
LIDORO, criado
MÚSICA
[SOLDADOS]


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Jornada Primera



A un lado suena como a lo lejos la música, a otro las voces, cajas y trompetas y se descubre medio en una gruta Rocas, filósofo anciano, en traje montaraz, entre libros, esferas, cuadrantes y otros instrumentos matemáticos.
MÚSICA    A la deidad invencible
del gran Hércules Alceo.   Dentro
Todos lejos.
UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano!   Dentro
Clarines.
OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
ROCAS ¡Oh nunca, después de haber 5
circulado el universo,
aun más que de los discursos
de los ojos aprendiendo,
viniese a esta inculta selva,
cuyo breve sitio ameno 10
verde esmeralda es, que engusta
el mar en círculos tersos!
¡Oh nunca en ella, esta gruta
de el monte pardo bostezo,
vistiera de sus escollos 15
mi persona, contra el tiempo
en cortezas de peñascos
mi constancia endureciendo!
Y oh nunca en ella quisiera
mi estudio desde su centro 20
penetrar en estas líneas
a tantos diáfanos velos
de sus futuros arcanos
los siempre ocultos misterios,
cuando a los humanos ojos 25
los astros, para esconderlos,
de su plenitud de luces
las ceguedades hicieron!
De los reyes españoles
quise investigar atento 30
la sucesión, y encontré
mi muerte en el heredero
de Hispán. ¡Ciencia desgraciada!
¿para qué de tanto riesgo
me anticipas el aviso, 35
si no me das el remedio,
cuando de temer un daño
se suele cansar el miedo,
y tal vez del esperarlo
se refugia al padecerlo? 40
MÚSICA Hoy la religión esconde
las aras con el incienso.
Más cerca.
UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano!
Clarines.
OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
ROCAS Pero ¿qué es esto? Este bosque, 45
cuyo bárbaro desierto
tan mudo vivió hasta ahora,
que en sus árboles espesos
aun el viento no rompía
la clausura a su silencio, 50
pues más que como gemido
sonaba como ceceo,
confunden los aparatos
de tan disonante estruendo.
Allí sonora armonía 55
con la suavidad del metro,
allí venatorias voces,
al parecer de monteros,
y aquí el dulce horror de tantos
militares instrumentos 60
con tal ímpetu confunden
lo vario de sus acentos,
que no hay cóncavo bastante
a concebirles los ecos,
ni el eco sabe la voz 65
que ha de repetir primero,
y así de todos duplica
el rumor y no el acento.
Apaga una tea, que tendrá encendida.
Apagar quiero esta antorcha,
que de pálidos reflejos 70
la lobreguez de esta gruta
sabe vestir, encendiendo
el aire, que en sus vacíos
ha quedado prisionero,
que ya del mal ventilado 75
desconoce su elemento.
Apágola en fin, que así,
no habiendo luz acá dentro,
podré sin ser visto ver,
desde este pardo funesto 80
resquicio, que es de la roca
melancólico esperezo,
quien al tarde o nunca hallado
albergue llega diciendo
MÚSICA A la deidad invencible 85
del gran Hércules Alceo.
UNOS Ataja, que se ha soltado
un león.
OTROS              Acudid presto,
que la princesa a sus iras
peligra.
IBERIA          ¡Socorro, Cielos!   Dentro 90
ROCAS Ya a mis confusiones, astros,
se añade escándalo nuevo
entre las confusas voces,
que en mi estudioso sosiego,
dejándome lo dudoso, 95
me arrebatan lo suspenso.
TODOS ¡A la playa, a la marina!
Salen por distintos lados HISPÁN y IBERIA, sobresaltados y con venablos.
REY Bruto, horror de estos desiertos,
llega, si no mueres antes
a mi enojo que a mi esfuerzo. 100
IBERIA Escándalo de esta playa,
ven, que a su cristal sediento
tu vida en coral undoso
derramar sabrá este acero.
[VOCES] Huid.   Dentro
HISPALO             Antes que a dos vidas   Dentro 105
pierdas, oh bruto, el respeto,
has de perder en la mía
si no la cólera, al tiempo,
REY Ya se acerca.
IBERIA                      Ya se allega.
REY Pero un joven estranjero 110
IBERIA Pero un forastero joven...
REY desesperado...
IBERIA                           resuelto...
REY le busca...
IBERIA                le sale al paso...
REY y la asta veloz blandiendo...
IBERIA y vibrando la cuchilla... 115
REY la arroja al aire tan diestro...
IBERIA tan veloz la entrega al aire
REY que a su choque...
IBERIA                              que a su encuentro
REY el león fallece rendido.
IBERIA el bruto horror yace muerto. 120
REY Hija.
IBERIA             ¿Señor?
REY                          Dicha ha sido
hallar en el ardimiento
de ese estranjero un sagrado
contra el destino, que adverso
amenazaba en tu ruina 125
tantas vidas con un riesgo
IBERIA Sólo pudiera la tuya
costar susto a mi denuedo.
ROCAS La princesa y el rey son.
¡Cielos, que fantasmas sueño, 130
que a ilusiones de dormido
discursos doy de despierto!
Salen por un lado LIDORO y soldados y por otro CINTIA y las damas.
LIDORO Señor.
CINTIA            Señora.
REY                         ¿Qué tienes,
Lidoro?
IBERIA             Cintia, ¿qué es eso?
LIDORO Haber corrido en tu alcance 135
para librarte, sintiendo
que otro hubiese anticipado
el logro, mas no el deseo.
CINTIA Haber seguido tus plantas,
porque al tirano soberbio, 140
ya que defensa no fuese,
fuese detención mi pecho.
REY Seguro conmigo estoy,
y tu susto poco cuerdo
quiere agraviar mi valor 145
por acreditar tu afecto.
IBERIA Yo esperaba el león airada,
pues su altivez a mi ceño,
aun más que por riesgo, dio
susto por atrevimiento. 150
Sale HISPALO con la espada desnuda y una cabeza de león sangrienta, y con él LICO soldado.
HISPALO Glorioso Hispán, Rey de España,
Iberia, estraño portento,
donde hay tanto de divino
que apenas luce lo bello;
ya es estrago, si fue horror, 155
este cadáver sangriento,
pues regando con su sangre
de esos céspedes lo ameno,
adonde sembré su vida
florecerá su escarmiento. 160
IBERIA Más lo merecierais vos,
porque quitáis a mi ceño,
hecha la costa al enojo,
la vanidad del trofeo.
REY Anticipado anduvisteis, 165
vuestro brazo anteponiendo,
más a arrebatarme un triunfo
que a librarme de un recelo.
CINTIA ¿Así le agradeces?
IBERIA                              Cintia,
yo no sé quién es y temo 170
que no sé a lo que me obligo,
si tanto obligar me dejo.
Venid, y hasta hallar a Rocas
no cesen vuestros acentos.
Vase con las damas.
LIDORO ¿En qué te ofendió?
REY                                Lidoro, 175
no sé quién es y es gran yerro
que me deje obligar tanto,
porque un beneficio inmenso,
estrechándome la paga,
me limita lo supremo. 180
Vamos, y hasta hallar a Rocas
no se suspenda el estruendo.
Vase con los soldados.
MÚSICA A la deidad invencible
del gran Hércules Alceo
hoy la religión esconde 185
las aras con el incienso.
UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano!
Clarines.
OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
LICO ¡Muy buen lance hemos echado
y hemos quedado muy frescos, 190
dándonos reprehensiones
los dos, en lugar de premios!
¡Que a esto me traigas a España!
HISPALO ¿Cuándo, cuándo, airado Cielo,
ha de acabar de gastarse 195
tu influjo o mi sufrimiento?
Pues aunque en mí las desdichas
tan familiares se han hecho,
el dolor, que no mejora,
a todas horas es nuevo. 200
LICO Baco me acuda, que cuando
llegamos muy satisfechos
a hacer gala de un servicio,
responden con un despego.
¡Oh cosicosas de estado, 205
qua, armadas de dos compuestos,
si sois por afuera dioses,
sois enigmas por adentro!
No más cerca, no más reyes;
vámonos de aquí, que tiemblo 210
de acordarme de su enojo.
ROCAS Si mal desde aquí no advierto,
Hispalo es éste, y pues solo
le han dejado, yo resuelvo
salir a hablarle y saber 215
la causa de tan inquieto
ruido en estas soledades.
Sale.
Hispalo, amigo, ¿qué es esto?
¿tú en este monte y tan solo?
LICO ¿Monstruo montaraz tenemos? 220
¿Qué hombre espín es éste, dioses,
que con tan horrible aspecto,
si el rostro arrebuja en barbas,
devana el cuerpo en cabellos?
HISPALO ¿Rocas, tú en España y tú 225
en este bosque?
ROCAS                           No es eso
novedad, habiendo sido
siempre mi estudioso empleo
ir peregrinando el mundo,
en cuyo acertado intento 230
cuanto alcanzaba estudiando
experimentaba viendo,
ni el verme siempre en los montes;
porque ¿cuándo, dime, en ellos
de las causas naturales 235
los influjos no contemplo,
de que con vanidad mía
en Grecia fui tu maestro?
Pues el ruido de las cortes,
su bullicio y sus comercios 240
confunden cuanto el más docto
habla con su entendimiento.
La novedad es que tú
estés en España, y puesto
que ésta lo es, y no la mía, 245
la causa saber espero.
HISPALO Venir a ser infeliz
aquí como allá, teniendo
la fortuna en mí probado
lo que dijo aquel proverbio, 250
que quien estrella no muda
¿qué importa que mude cielo?
Apenas un leño humilde
pudo en su vientre de abeto
concebirme en Grecia para 255
abortarme en estos puertos,
cuando armaron de peligros
todos sus profundos senos
el mar Adriático, el Jonio,
el Líbico y el Tirreno, 260
hasta que el Mediterráneo
pudo al Océano inmenso
verter el cansado vaso
por la boca de su estrecho.
Llego a Cádiz, donde supe 265
que el Rey se está divirtiendo
en este bosque fragoso,
que más en su isla ha hecho
lo inhabitable del sitio
que lo espeso del terreno, 270
pues le hace por fuerza monte
lo intrincado y no lo excelso.
Vengo a buscarle, y apenas
a estas arenas entrego
la estampa del primer paso, 275
cuando... mas ¿para qué quiero
rebosar la pena en voces
y el dolor verter, sabiendo
que el que en la queja derramo
me hace falta al sentimiento? 280
ROCAS Con todo prosigue.
UNO                             Allí   Dentro
se mira.
OTRO              Aquél es.
TODOS                            Lleguemos.
LICO Esto es peor.
ROCAS                      A mi gruta
vamos, pues no sé a qué efecto
nos buscan.
Salen con armas los soldados que pudieren.
SOLDADOS                ¡Daos a prisión! 285
LICO ¡Esto más! Señor, yo apuesto
que la muerte del león
ha de costar a lo menos
el gaznate.
ROCAS                  ¿A quién decís?
UN SOLDADO A vos, pues según traemos 290
las señas de sitio y traje
vos sois Rocas.
ROCAS                      Eso es cierto,
mas ¿qué delito es ser Rocas?
SOLDADO Nosotros sólo sabemos
que el Rey a sacrificar 295
vino de Hércules al templo
que entre bosque y playa yace,
y que esta caza ha dispuesto
con músicas consonancias
de la lira, con gorjeos 300
del clarín y con las voces
de las salvas y el ojeo,
para que os hiciese el ruido
salir del obscuro centro
de la tumba que os esconde, 305
sepultado antes de muerto.
Y puesto que os hemos visto,
el orden es, que traemos,
que, sin que os ofenda alguno,
preso a su vista os llevemos. 310
ROCAS ¡Ay de mí! ¿Si este presagio
será de irse ya cumpliendo
lo que el cielo me amenaza?
LICO Pues si vienen contra el viejo,
¡vaya!, ahí me las den todas. 315
ROCAS Amigos, dejadme, os ruego,
en mi quietud, que yo en este
retiro a ninguno ofendo.
SOLDADO Llevadle agarrado y vamos.
HiSPALO Señores soldados, ¡quedo!, 320
que estas venerables canas
merecen algún respeto,
siquiera porque en sus copos
desengaños nevó el tiempo,
y no le habéis de llevar 325
así; Rocas irá atento
a ver lo que el Rey le manda.
SOLDADO Pues ¿vos queréis oponeros
así a un precepto del Rey?
HISPALO No me opongo yo al precepto 330
del Rey, ni a su ejecución,
sino en ella al modo vuestro.
Yo le llevaré: dejadle.
SOLDADO Por cierto que perderemos
el mérito de llevarle, 335
porque vos vengáis haciendo,
con el modo, acción de ser
algo que no conocemos:
apartad.
ROCAS            No por mí quieras
empeñarte.
LICO                  Lindo cuento 340
será, que quiera mi amo
reñir por un esqueleto,
por quien sólo andar pudieran
a pleito dos cementerios.
HISPALO Mirad que...
SOLDADO                    ¿Qué he de mirar? 345
Apartaos, no queráis necio
perderos.
LICO                 Dice muy bien.
Señor, ¿estás en tu seso?
¿te burlas con un soldado
que trae al Rey en el cuerpo? 350
HISPALO Ved que no es orden del Rey
que queráis ser desatento,
y sabré yo castigaros.
SOLDADO Desvanecido y soberbio,
¿cómo con tantos podrás 355
lidiar?
HISPALO           Matando y muriendo.
Riñe con ellos.
ROCAS ¿Qué haces, Hispalo?
LICO                                 Señor,
aprieta, que yo aquí quedo
para asistirte en la cura,
ya que no soy de provecho 360
en la pendencia.
SOLDADO                         ¡Matadle!
ROCAS Pues a la gruta no puedo
retirarme, el monte sea
mi sagrado o monumento.
Vase.
SOLDADO Sigámosle, que se escapa, 365
pues la pendencia es lo menos
donde faltamos al orden.
Vanse.
HISPALO ¡Aguardad! Mas pues siguiendo
le van, a estorbar iré
que le prendan. ¡Piedad, Cielos, 370
que ya me recibe España
con dos fatales agüeros!
Vase.
LICO A mí me toca seguir,
y no reñir.
Vase y salen el REY, IBERIA, las damas y soldados.
REY                 ¿Qué es aquello?
Que de armas y voces hay 375
en el bosque nuevo estruendo,
más del que dejamos, cuando
salimos de él.
IBERIA                     De aquí veo
salir del monte a esta playa,
como en dos bandos opuestos, 380
unos acosando a un monstruo
que va a todo trance huyendo,
y otros a un hombre, que osado,
desesperado y resuelto,
contra el tropel que le sigue 385
lidiando viene y corriendo.
ROCAS ¡Ay de mí!   Dentro
SOLDADO                  ¡Seguidle todos!
HISPALO ¡Ah, traidores, deteneos!   Dentro
REY Procura por esa parte
salir, Iberia, al encuentro, 390
que por ésta veré yo
si su tragedia suspendo,
Por la parte del REY, yéndose a entrar, cae a sus pies ROCAS y salen tras él algunos soldados; por la de IBERIA cae HISPALO, lidiando con otros.
IBERIA Así lo haré. ¡Qué desdicha!
ROCAS ¡Piedad, dioses!
HISPALO                         ¡Favor, Cielos!
REY Suspended todos las armas... 395
IBERIA Tened todos los aceros...
REY que halló sagrado a mis plantas.
IBERIA que tomó a mis plantas puerto.
REY ¿Quién eres, hombre? ¡Qué mito!
IBERIA Hombre, ¿quién eres? ¡Qué veo! 400
ROCAS Quien ya no encuentra en la voz,
aun para la queja, aliento.
HISPALO Un hombre, a quien antes falta
la tierra que no el esfuerzo.
REY ¡Rocas, amigo, a mis brazos 405
llega! ¿Qué acaso siniestro
pudo hacer que a quien buscaba
ansioso y fino mi afecto,
mi poder halle acosado?
ROCAS Que soldados inexpertos 410
a quien buscabas honrando
quieren hallar persiguiendo.
REY Pues, ¿cómo, aleves?
SOLDADO                                   Señor,
nosotros sólo debemos
ejecutar tus mandatos 415
sin penetrar tus intentos.
A Rocas traer quisimos,
cuando ese osado mancebo
quiso resistirlo, airado,
loco y despechado, hiriendo 420
dos soldados.
REY                      ¿Éste no es
el del león? ¡Qué ardimiento,
qué brío y qué bizarría!
Sale [LICO].
LICO Yo sigo, pues no peleo.
IBERIA Hombre, que a mis plantas llegas 425
dejando en ellas sangriento
estampado tu peligro
y todo tu estrago impreso,
¿qué sangre es ésa, con que
me has venido a dar a un tiempo 430
lástima y horror?
HISPALO                          Señora,
a esta leve herida debo
más que a mi brazo, pues ya
vuestra lástima merezco
por ella, y por él (¡ay triste!) 435
sólo logro el ofenderos,
cuando anhelaba a serviros.
IBERIA Esas enigmas no entiendo.
¿Es de cuidado la herida?
HISPALO Es en la mano un ligero 440
piquete, que quizá en ella
alguna vena habrá abierto.
IBERIA Dígolo, porque, piadosa,
tuviera por caso adverso
que a ampararos de mis plantas 445
llegaseis ya sin remedio;
y pues en aquel pasado
peligro fue vuestro intento
defenderme, aunque ofendiese
mi valor vuestro recelo, 450
ya que este lance nos dice
que en algo habéis sido reo,
con licencia de mi padre
el delito que habéis hecho,
para estar con vos en paz, 455
lo perdono, aun sin saberlo:
libre estáis ya, ¿qué aguardáis?
HISPALO No con rigor tan severo
queráis, adonde no hay culpa,
dar un indulto por premio. 460
ROCAS Cuando sepáis los dos quién
es el joven extranjero,
que agradecerle tendréis.
REY (No en vano temí, advirtiendo   Aparte
su valor, que fuese alguno 465
de los príncipes que espero,
y por eso de su acción
me mostré poco contento,
que si a pagar su socorro
no basta cuanto poseo, 470
es obligación penosa
estarle siempre debiendo.)
IBERIA (No en vano temí, al mirar   Aparte
su acción, que fuese, encubierto,
de los propuestos alguno, 475
y por eso mi desprecio
disuadió con un enojo
todo el agradecimiento;
y porque no se declare,
si lo es, plática mudemos.) 480
Rocas, sabiendo mi padre
que has arribado a sus reinos,
cuantas diligencias caben
en su poder hizo a efecto
de saber dónde asistías, 485
hasta averiguar de cierto
que estabas en ese bosque,
observando o descubriendo
a la obscuro de esas luces
influjos y movimientos. 490
Aunque muchos a buscarte
le han penetrado, se han vuelto
sin hallar de ti más señas
que las huellas que imprimieron
a lo dócil de la arena 495
los varios pasos inciertos.
Hoy que a Hércules nuestro tío,
griego blasón y el primero
que a esta inmensa monarquía
convirtió el bastón en cetro, 500
como a nuevo dios de España
añadido al firmamento,
donde él puso las columnas
hemos erigido un templo;
y hoy que empezamos la fiesta 505
de los seculares juegos,
que desde cien a cien años
se han de celebrar, sabiendo
aquél que una vez los mira
que no puede otra vez verlos 510
(causa por que el regocijo
suele peligrar de exceso)
a sacrificar venimos
adonde en el puro fuego
enlutamos todo el aire 515
con tantos humos sabeos,
que tejeron sus vapores
fragantes noches del viento,
ya bálsamos liquidando
y ya gomas consumiendo. 520
Mi padre y yo, por mayor
culto, con rendido afecto
vamos a buscar al bosque
las reses que le ofrecemos
en sacrificio a su imagen, 525
cuyos indomables cuellos,
salpicando el simulacro,
esmaltarán el obsequio.
Habiendo con este fin
de penetrar ese espeso 530
intrincado bosque oculto,
a sendas tan poco abierto
que de ver hombres se asusta,
espeluzando en enredos
la fragosa, verde, inculta 535
maraña de sus cabellos,
quiso con salvas y voces
romper al aire el silencio
hasta hallarte; mira cuánto
debes de importar, supuesto 540
que cabe entre sus cuidados
el de hallarte.
REY                       No lo niego,
que de ti quiero fiar
fama y honor.
ROCAS                      (Yo soy muerto;   Aparte
ya se ha cumplido el presagio, 545
pues no hay peligro más fiero
que fiar un soberano
mucho de un humilde pecho;
porque si el secreto importa,
siempre se duda el secreto, 550
y los poderosos nunca
gustan de vivir temiendo.)
REY Decid vos, ¿quién sois?
HISPALO                                     Glorioso
Hispán...
Tocan clarines.
REY Pero, ¿qué es aquello?
Sale [LIDORO].
LIDORO Como licencia., señor, 555
tienen cuantos extranjeros
con sus bajeles llegaren
de dar fondo en estos puertos
lo que las fiestas duraren,
llegan a hacer salva al templo 560
dos navales selvas rudas,
que van poblando y vistiendo
de palamentas las aguas
y de grímpolas los vientos.
IBERIA De galeras y de naos 565
se van allí descubriendo
dos armadas divididas,
que el océano escondieron
en poblaciones nadantes,
que pirámides excelsos 570
hacen los topes y gavias,
siendo en el instable peso
de madera las ciudades
y de vidrio los cimientos.
REY En sus banderas de cuadra 575
las naves van descogiendo
los leones de África allí.
ISMENIA Y allí en las galeras vemos
tremolar las de Cerdeña.
IBERIA La admiración va creciendo, 580
pues de las dos capitanas
a hollar los zafiros crespos
se despiden dos falucas,
cuyas carrozas vistieron
telas de oro y cuyas popas, 585
en sus dorados reflejos,
al agua en llamas vomitan
cuanto al sol en luz bebieron.
CINTIA A competencia las chusmas,
con libreas de lo mesmo 590
que son las carrozas, vienen,
haciendo gemir los remos,
a tierra, a boga arrancada.
IBERIA Y echando las planchas luego,
caminando hacia nosotros, 595
tomaron tierra sus dueños.
REY Aunque quisiera escusar
que me hablasen, ya no puedo,
porque sin pedir licencia
se acercan.
HISPALO                  (¡Oh cuánto temo    Aparte 600
que muy presto han de avisarme
de que tengo amor, los celos!)
Sale por un lado TERSANDRO y criados a la romana, y por otro NUMIDIO y criados de africanos.
LOS DOS Dame, gran señor, tus plantas.
REY Alzad, jóvenes, del suelo
y decid quién sois, no yerre 605
mi descuido el tratamiento.
TERSANDRO (Iberia es ésta: ¡ay, amor,   Aparte
y cuánto en este portento
los ojos de los oídos
parece que estaban lejos, 610
pues no supo aun de sus gracias
decir la fama lo menos!)
NUMIDIO (¿Ésta es Iberia? ¡Ay, cuidado,   Aparte
y cómo en mi daño creo
que aun no es la exageración 615
en ella encarecimiento!)
REY ¿No habláis?
TERSANDRO                      Yo hablaré, señor,
después de ese caballero.
NUMIDIO Vuestro es el primer lugar,
y si es mío, yo os le cedo. 620
REY De vuestra atención podrán
tener paz los cumplimientos,
hablando alternados.
TERSANDRO                                 (Bien   [Aparte]
lo he menester, porque tengo
pendientes ya de los ojos 625
respiraciones y alientos.)
NUMIDIO (Bien he menester descansos   [Aparte]
para hablar, porque suspenso,
huyendo de los discursos,
en lo que miro me elevo.) 630
TERSANDRO    Yo soy Tersandro, oh Hispán siempre glorioso,
monarca de las islas Baleares,
que del Mediterráneo el rostro hermoso
manchan de verdes fértiles lunares;
mi ejército se mira poderoso 635
surcar los vientos y volar los mares,
pues porque bebe el piélago sus huellas
escriben el camino en las estrellas.
NUMIDIO    Yo soy Numidio, príncipe dichoso
de la Numidia fértil y abundante, 640
subiendo mi dominio poderoso
a ser confín del cielo en el Atlante;
mi ejército se mira numeroso
a quien de tanto bárbaro elefante
fundó murallas, dando en las arenas 645
cimientos de marfil a sus almenas.
TERSANDRO    De excelencias de Iberia soberanas
ecos la fama divulgó esparcidos,
siendo en su nombre, en voces bien lejanas,
hermosura también de los oídos. 650
Quedé absorto, y en ansias tan ufanas
al oído reduje mis sentidos,
pues de la fama el derramado acento
encendió en su belleza todo el viento.
NUMIDIO    De Iberia tal publica la belleza 655
la fama de su luz ardiente y pura,
que sobra a su hermosura su grandeza:
mitad por su grandeza su hermosura,
Vengo y veo que su hermosa gentileza
sólo en los ojos cabe y asegura 660
mi fee que se ha encumbrado en su portento
la vista, aún más allá del pensamiento.
TERSANDRO    Como hay licencia a todas las naciones
de asistir a las fiestas que hoy esperas,
para volar a ver sus perfecciones 665
alas calcé de abeto a mis galeras;
atrevíme a pisar estas regiones
antes que la licencia concedieras:
y si esto fue delito, solicito
hacer por ella gala del delito. 670
NUMIDIO    Como de ver la fiesta publicada
tiene licencia todo peregrino,
para volar a esfera tan sagrada
a mis naves vestí plumas de lino;
a venir mi persona disfrazada, 675
como pudiera, no me determino,
que las fiestas me dan en esta parte
licencia de venir, no de engañarte.
TERSANDRO    Vengo a dejar mi patria ennoblecida,
con rendirla a sus plantas humillado... 680
NUMIDIO    Vengo a adquirir a costa de mi vida
la vanidad de ser su despreciado...
TERSANDRO haciendo a tu grandeza mi venida...
NUMIDIO haciendo mi jornada a tu cuidado...
TERSANDRO según juzgo de mí...
NUMIDIO                              según advierto... 685
LOS DOS número a la elección, si no al acierto.
REY    Después, generosos reyes,
de decir cuánto me alegro,
en vuestro arribo a estas costas,
de que hayáis llegado buenos 690
y que festejéis mi corte
en los seculares juegos,
paso a suplicaros que,
a las armadas volviendo,
deis lugar a que os prevengan 695
decentes alojamientos
en Cádiz, adonde iréis
a dar fondo, que no es puesto
éste para recibiros;
y aunque algún aviso tengo 700
de esta venida, a entender
que erais los dos los que luego
saltasteis en los esquifes,
no dejara verme, a efecto
de no ser un monte trono 705
capaz del recibimiento.
De vuestra proposición
en mejor sitio hablaremos,
aunque bien me hubiera holgado
que hubierais desde más lejos, 710
y no por vuestras personas,
tratádola, pues es cierto
que al ver tan igual la duda
más indeciso me quedo,
que, aunque acierte en el que escojo, 715
he de errarlo en el que dejo,
y venís de conocido
a dejarme un sentimiento.
TERSANDRO (¡Discretamente ha mostrado   [Aparte]
el Rey que no anduve cuerdo 720
en venir!)
NUMIDIO                (¡Qué cortésmente   [Aparte]
me ha dado a entender el yerro
que hice en venir en persona,
sin efectuar el concierto!)
IBERIA Y porque imagino yo, 725
según de los dos advierto,
que no me habréis conocido,
pues al ver que estoy oyendo
no hicierais a mis oídos
cómplices de vuestro intento, 730
os advierto que soy yo,
y que conozcáis atentos
que os oigo, aunque no os escuche,
que a costa de mi respeto
están hoy de vuestros ojos 735
indignos vuestros afectos.
LOS DOS Señora, sí.
IBERIA                  Bien está.
REY Príncipes, que vais os ruego
a descansar; de las damas
los desdenes y despegos 740
es un tribunal aparte,
tan absoluto y supremo
que no hay quien le residencie.
TERSANDRO (¡Ay amor! no siempre fiero   [Aparte]
entre lo frío y dichoso 745
conserves bandos opuestos.)
Vase con los suyos.
NUMIDIO (Amor, ya hay otro contrario,   Aparte
no tan presto desmayemos;
ni me hagas cuidado propio,
envidia, el mérito ajeno.) 750
Vase con los suyos.
REY Porque al caso de hoy todos
los paréntesis cerremos,
proseguid: decid quién sois.
HISPALO (Quizá no sabré, pues veo   Aparte
cuánto pudo esta venida 755
alejarme de mí mesmo.)
Glorioso Hispán, de quien toma
el nombre todo tu reino,
porque hechura de tu mano
se confiese así tu imperio; 760
felicísimo monarca,
en cuyo dictamen fueron
sin acasos las fortunas
precisadas al acierto,
siendo tus empresas triunfos
aun antes de ser sucesos; 765
Hispalo soy, tu sobrino,
hijo del ilustre Zeto,
tu primo hermano. Mi padre,
luego que recibió el pliego 770
en que a llamarme enviabas,
me envió a servirte, sabiendo
que este reino dominabas,
quedando por heredero
de población y conquistas 775
del gran Hércules Alceo,
el primero que en el mundo
aró en peregrino leño,
al océano las ondas,
de aquellos mares rompiendo 780
la nave Argos a Neptuno
los nunca violados senos,
los rumbos siempre ignorados,
los climas siempre secretos,
hasta que en Cádiz, por ser 785
del orbe el último extremo,
puso las altas columnas
del Non Plus Ultra, queriendo
cerrar con estas dos llaves
de los hombres el deseo, 790
ciñendo de tantos mares
los humanos pensamientos.
Llegué a Cádiz y de allí
al templo vine, sabiendo
que en él sacrificas; cuando 795
de tantos brutos soberbios
como para lid del circo
en el templo estaban presos,
se soltó acaso un león,
que elegir quiso ese denso 800
bosque de su libertad
por sagrado, y esparciendo
por esta campaña a cuantos
tuvieron cobarde el miedo,
que aun no se atrevió a dejarles 805
del súbito pasmo yertos.
Solos quedasteis los dos;
si no fuera a conoceros
bastante la majestad
del ornato y del aspecto, 810
que de personas reales
son los indicios primeros,
lo fuera el oír a todos:
«Acudid, acudid presto,
que la princesa y el Rey 815
quedan al peligro expuestos»;
que, aun huyendo, a otros querían
persuadir a tanto empeño
en que a sí se iban culpando
con lo que a otros persuadiendo. 820
Vibrando mi brazo entonces
el venablo de un montero,
que el coronado tirano
dejaba a sus garras muerto,
se le arrojó tan veloz 825
que desató de su pecho
la vida en humor purpúreo
y en corales el aliento;
y al despedirle del brazo
el aire rompió gimiendo, 830
quejándose del estrago,
aún antes que el bruto, el fresno.
REY Llega, sobrino, a mis brazos,
por que corone con ellos
tanto valor, que no en vano 835
acá en interiores ecos
anuncios de tu cariño
me estaba el alma latiendo.
Desde hoy se llame esta isla
la del león, en recuerdo 840
de tu hazaña, y el cadáver
consagrado quede al templo
de Hércules, como memoria
del antiguo león Nemeo.
Bésale a Iberia la mano. 845
HISPALO Felice llamarme puedo,
si desde mi indignidad
hasta sus plantas asciendo.
IBERIA Alzad, que no se malogra
en vos mi agradecimiento. 850
REY Lleguen presto las carrozas
y a Cádiz la vuelta demos.
Rocas, ven, que hoy más que nunca
he menester tu consejo.
ROCAS (¡Infeliz yo, pues ya voy,   [Aparte] 855
amenazado del cielo,
al lugar de mi suplicio!)
CINTIA ¿Qué te parece el despejo,
aire y gala de tu primo?
IBERIA Aún no he reparado en eso, 860
porque no se hablan mis ojos
jamás con mis pensamientos.
Vanse todos menos HISPALO y LICO.
LICO Dame, señor, mil abrazos,
que estaba ya sin resuello
de no hablar y de temer 865
y de ver que en aquel viejo
por unas muy buenas barbas
fuiste a tener un empeño.
HISPALO Deja locuras y vamos,
Lico, aquel imán siguiendo, 870
que aunque se huyó de mis ojos,
se ha quedado en mis deseos.
LICO Vamos a donde mandares
y desde aquí renunciemos
ser griegos ni hablar su idioma, 875
que a ser español me quedo,
y si no es que le hable culto
prometo no hablar más griego.
Vanse y sale el REY y ROCAS y soldados que se irán luego.
REY    Dejadnos solos; y ya,
Rocas, que en la retirada 880
estancia de este salón
nadie el secreto embaraza,
¿no es cierto que tú ejercitas
todas las artes arcanas
de naturaleza?
ROCAS                       Escucha. 885
(Por si acaso se declara,   Aparte
alentemos con mi ciencia,
temores, su confianza.)
Yo soy griego de nación;
mis ciencias han sido tantas, 890
que muchas memorias de ellas
han de quedar en España,
porque habiendo sido, en fin,
único en la judiciaria,
todas las edades vivo, 895
cuando a la presente añada
en los astros las futuras
y en la historia las pasadas,
Después de haber aprendido
por las naturales causas 900
de animales y de brutos,
de minerales y plantas,
en las entrañas del fuego
los arcanos de la magia,
también las no naturales 905
aprendí, porque forzadas
al pacto de mis conjuros
las tres pálidas hermanas
le visten al aire cuerpos
de quiméricos fantasmas, 910
ya en congelados vapores
y ya en nieblas condensadas,
que un aliento las liquida,
cuando otro aliento las cuaja.
Sabido, gran señor, esto, 915
tu proposición aguarda
mi fee, y más que tú a decirla,
estoy presto a ejecutarla.
REY Viendo yo que es mi heredera
mi hija Iberia y que a su blanca 920
mano aspiran cuantos reyes
en las vecinas comarcas
o tienen el mar por foso
o los escollos por valla,
quisiera cerrar la puerta, 925
con dejarla yo casada,
a estranjeras pretensiones,
en cuya elección estraña,
para un dueño que se escoge
muchos émulos se ganan. 930
Con príncipes estranjeros
quiero escusar alianzas
que al límite de mi imperio
término mayor añadan;
que tienen las monarquías 935
cierto coto y cierta raya,
hasta donde a mantenerlas
de un rey la prudencia basta
y de un poder el dominio;
pero si esta línea pasan, 940
luego a declinar empiezan,
porque en fin es limitada
toda humana providencia,
pues la majestad más sabía
ya fuera Dios, si a mandar 945
el universo acertara.
En Hispalo, mi sobrino,
en quien se ve continuada
mi real varonía, quiero
que esta corona recaiga; 950
pero, como en esta vida
no hay dificultad más ardua
que saber quién, en pasando
de una fortuna privada
hasta la elevación de una 955
eminencia soberana,
no mudará de costumbres,
algo mi elección se ataja
hasta ver en la experiencia
si es que sus virtudes pasan 960
de prendas de caballero
a excelencias de monarca.
Desmedida simetría
ha de tener una estatua
que en elevación suprema 965
hemos de ver colocada:
pues la que tiene a la vista
las líneas más delicadas
y perfiles más sutiles,
si a lo eminente se ensalza, 970
sus perfecciones irá
perdiendo con la distancia.
Así prendas que nacieron
de los hados destinadas
a una mediana fortuna, 975
cuando a la mayor se exaltan,
todo lo perfecto pierden,
desvanecidas por altas;
que en la gran fisonomía
que les dibuja la fama 980
las facciones de los héroes
han de ser desmesuradas.
Quisiera yo que tu ciencia,
pues los siglos adelanta
y de un suceso las sombras 985
antevee en las luces claras,
me declare si será
buen rey y si sus hazañas
han de dejar mi elección
aplaudida o reprobada. 990
ROCAS De futuros contingentes,
que de las nunca violadas
leyes del libre albedrío
del hombre penden, no alcanza
la astrología sino 995
el influjo, pues no arrastran
los astros por más que inclinen,
y en influencias tan varias,
si él sabe después vencerlas,
¿qué importará adivinarlas? 1000
Mas lo que la astrología
no puede, pueda la magia,
porque aún más de lo que piensas
me importa. Y pues retirada
del palacio al uso dices 1005
que está, señor, esta cuadra,
haz que Hispalo venga a ella
y que siempre esté cerrada
hasta llamar yo; y después
que cierta experiencia haga, 1010
responderé a tu pregunta:
déjame para empezarla
un reloj.
REY                  Aquí está éste,
que yo en tanto iré a dar traza
de que en Cádiz hagan luego 1015
los dos príncipes su entrada,
porque, aunque vayan sentidos,
quejosos de mí no vayan.
Vase.
ROCAS Para lo que ya discurro
no vino mal que se valga 1020
el Rey de mis experiencias.
¡Oh si alguna me dejara
de mi temor y del suyo
dos dudas averiguadas!
Sale HISPALO y LICO.
HISPALO El Rey me dijo al salir, 1025
Rocas, que aquí me esperabas.
ROCAS Es verdad. -Este reloj   [A Lico]
tomad vos.
LICO                 De buena gana.
ROCAS Y no os apartéis un punto
de las puertas de esta sala, 1030
en cuanto cierta materia
aquí entre los dos se trata;
y en pasando en él tres horas,
avisadnos.
LICO                 Aquí hay maula;
curiosos, ojo al reloj 1035
hasta que dé campanada;
pero como yo me quede
con él, poco importa o nada
pasearme tres horas solo.
¿Con reloj de feligrana, 1040
un lacayo? ¡Ah, qué ocasión
se encontraba aquí de gracia,
si la tema del reloj
no estuviese ya estrenada!
Vase.
ROCAS Hispalo, en mi mano pone 1045
Hispán (para esto me llama)
elegir a Iberia esposo.
Yo he leído en esas altas
líneas de luz que el que fuere
su dueño (el cielo me valga,   Aparte 1050
que aún me asusta en la memoria
la sombra de la amenaza)
me ha de dar la muerte; pero
como, en fin, el hombre manda
las estrellas y las vence, 1055
si tú me dieres palabra
de vencer en ti el influjo
que mi destino señala,
te eligiré, pues en fin
forzoso es que me persuada 1060
a ello, por ser tu maestro,
HISPALO mi vida a tus pies postrada,
no sólo, Rocas, te ofrezco
no tomar de ti venganza
cuando tú fuese posible 1065
que en algo la ocasionaras,
pero premiarte prometo
con ser, honor, vida y alma.
ROCAS ¿Eso ofreces?
HISPALO                       Esto ofrezco.
ROCAS Pues tu prudencia avisada 1070
con libre albedrío obra,
no te quejes si me engañas,
que te importa una acción sola
la corona hereditaria
de este reino y te va en ella 1075
el perderla o el ganarla.
(Aquí empieza mi experiencia:   Aparte
ciencia, mi disignio ampara.)
HISPALO Pues tu verás...
Truenos.
[VOCES]                          ¡Fuego, fuego   Dentro
HISPALO ¿Qué es esto?
Sale [LICO].
LICO                      Aunque embarazara 1080
mil secretos y aunque rompa
las tres horas de mi guarda,
no dejaré de decirte
que este palacio se abrasa,
porque un castillo de fuego, 1085
que acaso estaba en su plaza
para estas fiestas, prendido
antes de tiempo, dispara
de alquitranes y de breas
volantes flechas y tantas, 1090
que al cuarto de la princesa
o chamuscan o chicharran.
[VOCES] ¡Fuego, fuego!   Dentro
IBERIA                         ¡Ay infeliz!   Dentro
HISPALO ¡A gran fiesta, gran desgracia!
[VOCES] La princesa allí peligra.   Dentro 1095
HISPALO ¿Qué aguardo, pues, que a librarla
no voy, aunque aquella puerta
ya está del fuego ocupada,
que a digerirla en cenizas 1100
se la bebieron las llamas?
ROCAS Aguarda, toma este anillo,
cuya virtud encantada
tiene pacto contra el fuego.
LICO No lo creas, que es patraña,
pues sólo de ver el fuego 1105
estoy yo, señor, en ascuas.
ROCAS Tómale y entra con él
por medio de su abrasada
ruina.
[VOCES]          ¡Fuego, fuego!   Dentro
HISPALO                                  Sea
verdad o no, aventurada 1110
Iberia, aun lo que discurro
mi amor y valor infama.
Vase.
LICO Él te creyó y con tu anillo
va penetrando esas cuadras
hasta entrar por el incendio. 1115
ROCAS Y ya en sus brazos saca
a Iberia hasta aquí, del susto
y el asombro desmayada.
Sale HISPALO con IBERIA desmayada y la pone sobre una silla.
HISPALO Feliz quien logró esta dicha.
Sale [TERSANDRO]
TERSANDRO Infeliz quien no la alcanza, 1120
aunque se apresure.
Sale [NUMIDIO].
NUMIDIO                              Y triste
en desiguales balanzas
quien la agradece y la envidia.
LICO Mira, señor, que maltratas
su tocado con la prisa, 1125
que en primores no repara,
puer de él un lazo caído
pisas.
Cáesele un lazo y cógele HISPALO.
HISPALO            Vuelve, astro de nácar,
a su cielo.
TERSANDRO                   Prenda es suya.
Soltad, que no va empleada 1130
bien en vos.
Agárrale TERSANDRO.
HISPALO                    ¡Quién lo dijere!
NUMIDIO Dejad, Tersandro, lograrla
a quien la alzó, porque en vos
ha de fomentar mi rabia
y en él mi descuido.
Agárrale también NUMIDIO.
HISPALO                                Yo 1135
no cedo y he de llevarla.
NUMIDIO Y yo defenderla.
HISPALO                            Quien
creyó que necesitaba
yo de su amparo, me ofende
como aquél, cuya arrogancia 1140
piensa usurparme esta prenda.
Y así soltad, no se añada
otro susto al de su Alteza,
que será grosera hazaña,
estando ella en el peligro, 11,45
con armas sobresaltarla.
TERSANDRO ¿Vos usar armas conmigo?
NUMIDIO ¿Vos entre nosotros armas?
HISPALO ¿Lo dudáis?
LOS DOS                      Sí.
HISPALO                           A quien lo duda
desharé así la ignorancia. 1150
Sacan todos las espadas sin soltar la cinta.
LICO Riña del hombre entre tres
es ésta, y sale de espadas.
HISPALO Entre los dos perder puedo
la vida, mas no la alhaja.
TERSANDRO Matarme su acero puede, 1155
pero yo no he de soltarla.
NUMIDIO No consentir que se ofendan
y que Tersandro no vaya
favorecido me toca.
ROCAS Teneos.
LICO              Buena anda la danza. 1160
Sale el [REY]
REY ¿Qué es esto?, que inadvertencia
es, no sólo vuestra saña
usar en palacio, pero
donde mi hija eclipsadas
tiene sus luces, sin que 1165
deba a vuestra ira osada
más cuidado su accidente.
LICO Esta cinta fue la causa.
REY ¿Aún dura vuestra porfía
a mi vista? ¡Ea, dejadla! 1170
Toma el REY la cinta.
NUMIDIO Mi intento, señor, fue sólo
que Tersandro no sacara
de llevarse este descuido
a mi vista la ventaja,
dejándosele a este hombre, 1175
que a costa de nuestras ansias
libró del incendio a Iberia.
TERSANDRO ¡Que un arrojo me cegara,
teniendo ella en el peligro
suspendida toda el alma! 1180
Mas hecho el empeño ya,
¿cómo puede huir la cara
a la porfía?
IBERIA              ¡Ay de mí!
REY Hija, ¿qué es esto?
IBERIA Postrada
al susto rendí la vida, 1185
cuando Hispalo de las llamas
me sacó.
REY                ¡Ay, sobrino! ¿qué
premio habrá que sea paga
de tus servicios?
HISPALO                            Señor,
permite a mi cortesana 1190
atención que yo sea quien
vuelva de Iberia a las plantas
esa cinta, por dejar
así mi fee asegurada
de que sólo por volverla 1195
intentar pude cobrarla;
y porque corre por cuenta
de quien del riesgo la saca
salvar todas sus reliquias.
REY ¿Cómo puede a tu bizarra 1200
atención negarse? Toma.
Dale la cinta.
HISPALO Este iris de seda y plata,
porque ardió en vuestros cabellos,
perdonaron hoy las brasas;
yo os le vuelvo, no porque 1205
quiero a dos porfías vanas
escusar así el empeño,
sino porque rescatada
ni a vuestros descuidos puede
atreverse mi esperanza. 1210
IBERIA No puede ser esa prenda
mía, si bien se repara,
que, a serlo, no se atrevieran
competencias temerarias
a querer osadamente 1215
ni aun con los ojos tocarla,
ni a vos (por quien a mis manos
con más decencia llegara,
y más decoro, por ser
escudero de mi casa) 1220
con sus cansadas porfías
volvérmela embarazaran.
Y así la habéis de guardar,
pues no hay aquí una criada
que la queme. Y advertid 1225
cuánto los ojos se engañan,
pues nunca pudo ser mía.
Y pues yo no he de tomarla
por no confesarla mía,
viéndola mal respetada, 1230
volverla podéis después
a cualquiera de mis damas,
pues no he de cobrar yo prendas
de atrevimientos ajadas.
Vase.
REY A que se repare iré, 1235
en cuanto el fuego se apaga.
Vase.
LICO Una por una te deja
el favor.
TERSANDRO               Bien mi ignorancia
podéis perdonar, por no
conoceros.
NUMIDIO                 Que nos valga 1240
es fuerza el no conoceros,
en acción tan impensada,
por cortesana disculpa.
LOS DOS Y después de hecha esta salva,
cuanto hoy dejamos pendiente 1245
prosiguiremos mañana.
Vanse.
LICO Favorecido te deja
tu prima, entre dulce y agria.
HISPALO Déjame, Lico, seguirla,
que su beldad soberana 1250
de mi esperanza se huye,
si de mis ojos se aparta.
Vase.
ROCAS Bien va la experiencia: veamos,
destino que me amenazas,
si del rigor que me anuncias 1255
en la influencia tirana,
como simpático induces
o como violento arrastras.
Vanse y se da fin a la primera [jornada].

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