—[259]→
Ley de 1874.- Sus disposiciones.- Presupuesto de 1915.- Régimen de iniciativa individual en el Parlamento en materia de presupuesto.- Consideraciones sobre el déficit de 1918.- Cuadros estadísticos.- Artículo del señor Ricardo Madueño.- Formación y ejecución del presupuesto Fiscal.
A lo ya manifestado acerca de este tópico en nuestro artículo «Poder Legislativo», debemos agregar que, según la Constitución del Estado, corresponde a las cámaras determinar las entradas y los gastos de la Nación; teniendo el Congreso la facultad de sancionar el proyecto, que, al tiempo de su instalación, en las legislaturas ordinarias, debe presentarle el ministro de Hacienda.
Estos mandatos de la Carta Fundamental están reglamentados por la ley de 1874. Ella divide el presupuesto General de la República en dos partes: una que se llama el pliego ordinario, compuesto de las rentas y gastos permanentes; y otra extraordinaria, proveniente de los ingresos —260→ y egresos nuevos y transitorios. Todo lo que se recibe por contribuciones fiscales, de carácter fijo, cuyo monto efectivo es posible conocer por las estadísticas de Hacienda, se llama renta permanente; y se conocen con el nombre de gastos normales, los sueldos de los servidores de la Nación en los tres ramos de los poderes públicos, el material y obras nacionales; en suma, todo gasto permanente creado por ley expresa y que sólo puede suprimirse o modificarse por otra ley. Lo que se recibe o gasta fuera de estos conceptos, pertenece, respectivamente, a los pliegos extraordinarios de ingresos y egresos.
Así como en 1886 a raíz de la debacle internacional, fue necesario pasar por encima de la ley reglamentaria de 1874, así también en 1915 fue preciso repetir igual supresión habiendo sido éste el único medio de facilitar el estudio y la formación de un presupuesto real y de verdad, presupuesto que estuviera libre de todo egreso superfluo y que fuera preparado para arrojar superávit y no déficit, como había sucedido en los años anteriores. Desde entonces, o sea a comenzar desde enero de 1916, los pagos del Estado se han hecho con toda puntualidad, y por primera vez después de siete años, ha sido posible construir caminos, carreteras, ferrocarriles y otras obras públicas y cancelar deudas sin dejar de pagar en su integridad a los servidores de la Nación.
El régimen de iniciativa individual que existe en nuestro parlamento para crear o modificar partidas, la forma empírica y anticientífica como se discuten y aprueban los gastos y las entradas, y la manera como se salda el déficit consiguiente al desorden y al despilfarro, causan serias dificultades —261→ y son motivos para que nunca tengamos un buen presupuesto. No son los técnicos, como ocurre en otras naciones, los que discuten la materia. Entre nosotros intervienen en la formación del presupuesto todos los diputados y senadores; siendo sensible que, por lo regular, esa intervención sea interesada y rija en el sentido de que se aumente el sueldo al amigo, al comprovinciano, al elector, al mismo legislador, o tendente a que se ejecuten obras públicas de vulgarísimo carácter regional.
Si tuviéramos una ley que impidiera asentar un egreso por iniciativa personal, si conjuntamente no se creaba también la fuente de recursos de donde debía salir ese nuevo gasto, nuestras finanzas en materia de presupuesto funcionarían con regularidad. Pero aún funcionarían mejor, si a nuestras cámaras les estuviera prohibido, por la Constitución del Estado, votar subsidios o gastos con cargo a los ingresos ordinarios y extraordinarios que no fueran propuestos por el Ejecutivo.
El déficit de Lp. 278.000'0'00, que arrojó el presupuesto para 1918, es el exponente del desorden legislativo en la materia de que tratamos. Si el Perú vivía holgadamente en 1914 con 32.000.000 de soles, ¿cómo es posible que en 1918 no le basten los 45 millones que producen sus entradas? Este hecho, al parecer incomprensible, es algo que evidencia la necesidad de reformar la ley de 1874. Cosa más grave en este tópico, fue el propósito de balancear dicho déficit con el producto de un empréstito. Es natural que el país se vea obligado a recurrir al crédito en épocas de crisis económicas, pero que lo haga en el presente estado de bonanza en que estamos, es algo imperdonable.
—262→INGRESOS | ||||
Total de ingresos consignados en el Proyecto de presupuesto para 1918 | Lp. 3.975.616'0'00 | |||
Total de ingresos consignados en el Proyecto de presupuesto para 1912 | Lp. 3.313.396'7'11 | |||
Diferencia a favor del proyecto para 1918 | Lp. 662.219'2'89 | |||
EGRESOS | ||||
PLIEGOS | AÑOS | DIFERENCIA | ||
1918 | 1912 | MAYOR EN 1918 | MENOR EN 1918 | |
Pliego Legislativo | Lp. 108.321'6'50 | Lp. 107.942'7'72 | Lp. 378'8'78 | . . . . . . . . . . . . . . |
Ministerio de Gobierno | Lp. 646.045'9'91 | Lp. 559.715'9'73 | Lp. 86.330'0'18 | . . . . . . . . . . . . . . |
Ministerio de Relaciones | Lp. 64.528'5'92 | Lp. 98.620'7'68 | . . . . . . . . . . . . . . . . . | Lp. 34.092'1'76 |
Ministerio de Justicia | Lp. 553.745'7'93 | Lp. 520.325'2'66 | Lp. 33.420'5'27 | . . . . . . . . . . . . . . |
Ministerio de Hacienda | Lp. 1.548.475'8'66 | Lp. 1.070.829'2'66 | Lp. 477.646'6'00 | . . . . . . . . . . . . . . |
Ministerio de Guerra | Lp. 730.425'6'88 | Lp. 738.401'7'92 | . . . . . . . . . . . . . . . . | Lp. 7.976'1'04 |
Ministerio de Fomento | Lp. 324.072'4'20 | Lp. 217.560'8'74 | Lp. 106.511'5'46 | . . . . . . . . . . . . . . |
Totales | Lp. 3.975.616'0'00 | Lp. 3.313.396'7'11 | Lp. 704.287'5'69 | Lp. 42.068'2'80 |
INGRESOS | ||||
RENTAS | 1916 | 1915 | MAYOR 1916 | MENOR 1916 |
Aduanas Marítimas | Lp. 985.996'6'98 | Lp. 631.657'9'24 | Lp. 354.338'7'74 | . . . . . . . . |
Aduanas Fluviales | Lp. 102.737'4'41 | Lp. 81.423'7'78 | Lp. 21.313'6'63 | . . . . . . . . |
Contribuciones | Lp. 845.097'0'50 | Lp. 768.284'5'08 | Lp. 76.848'5'42 | . . . . . . . . |
Estancos | Lp. 823.452'4'49 | Lp. 764.818'8'57 | Lp. 58.633'5'92 | . . . . . . . . |
Muelles Fiscales | Lp. 13.221'0'88 | Lp. 7.892'4'90 | Lp. 5.328'5'98 | . . . . . . . . |
Diversas Rentas | Lp. 295.207'9'74 | Lp. 236.342'3'43 | Lp. 58.865'6'31 | . . . . . . . . |
Telégrafos | Lp. 34.549'4'30 | Lp. 35.173'4'20 | . . . . . . . . . . | Lp. 623'9'90 |
Correos | Lp. 130.771'4'42 | Lp. 92.037'1'07 | Lp. 38.734'3'35 | . . . . . . . . |
Telegrafía inalámbrica | Lp. 3.788'7'12 | Lp. 2.239'8'87 | Lp. 1.548'8'25 | . . . . . . . . |
Contribuciones de la Peruvian | Lp. 12.000'0'00 | Lp. 12.000'0'00 | . . . . . . . . . . | . . . . . . . . |
Caja de Depósitos y Consignaciones | Lp. 6.689'0'31 | Lp. 7.011'7'05 | . . . . . . . . . . | Lp. 322'6'74 |
Depósitos de Cereales en Bellavista | Lp. 9.958'0'46 | Lp. 8.982'8'38 | Lp. 975'2'08 | . . . . . . . . |
Explosivos | Lp. 3.496'2'38 | Lp. 2.383'3'08 | Lp. 1.112'9'30 | . . . . . . . . |
Fondos de Instrucción | Lp. 167.274'8'76 | Lp. 143.224'7'03 | Lp. 24.050'1'73 | . . . . . . . . |
Impuesto a los Cheques Circulares | Lp. 27.027'4'72 | Lp. 34.206'0'35 | . . . . . . . . . . | Lp. 7.178'5'63 |
Derechos de Exportación según leyes 2.143 y 2.187 | Lp. 481.116'0'52 | Lp. 55.953'5'85 | Lp. 425.162'4'67 | . . . . . . . . |
Lp. 3.942.383'9'99 | Lp. 2.883.596'4'88 | Lp. 1.066.912'7'38 | Lp. 8.125'2'27 | |
—264→ | ||||
EGRESOS | ||||
GASTOS | 1916 | 1915 | MAYOR 1916 | MENOR 1916 |
Pliego Legislativo | Lp. 108.321'6'50 | Lp. 62.415'5'67 | Lp. 45.906'0'83 | . . . . . . . . |
Ministerio de Gobierno | Lp. 529.121'5'95 | Lp. 497.801'1'49 | Lp. 31.320'4'46 | . . . . . . . . |
Ministerio de Relaciones | Lp. 53.683'3'41 | Lp. 51.222'9'25 | Lp. 2.460'4'16 | . . . . . . . . |
Ministerio de Justicia | Lp. 506.147'9'51 | Lp. 430.842'4'67 | Lp. 75.305'4'84 | . . . . . . . . |
Ministerio de Hacienda | Lp. 964.223'7'73 | Lp. 924.072'3'57 | Lp. 40.151'4'16 | . . . . . . . . |
Ministerio de Guerra | Lp. 624.670'5'16 | Lp. 711.302'4'31 | Lp. 86.631'9'15 | . . . . . . . . . . |
Ministerio de Fomento | Lp. 156.600'9'08 | Lp. 144.300'1'70 | Lp. 12.300'7'38 | . . . . . . . . |
Pliego Suplementario de Hacienda | Lp. 250.839'9'47 | . . . . . . . . . . | Lp. 250.839'9'47 | . . . . . . . . |
Lp. 3.193.609'6'81 | Lp. 2.821.957'0'66 | Lp. 458.284'5'30 | Lp. 86.631'9'15 |
El señor Ricardo Madueño, en un bien meditado artículo, titulado Formación y ejecución del Presupuesto Fiscal, ha dicho lo siguiente:
—[270]→
Recursos que tiene la Nación para vivir.- Exceptuando la contribución sobre la renta, las demás son de carácter indirecto y de origen anticuado.- Lo que pasa con las patentes industriales.- Criterio seguido por el legislador al aprobar las leyes que gravan las exportaciones de los productos agrícolas y mineros. Sus inconvenientes.- El Estado vive de las contribuciones que pagan las clases pobres.- Opinión del doctor Maúrtua al respecto.- Productos de Aduanas.- Compañía Recaudadora de Impuestos.- Grandes servicios que presta a la Nación.- El sistema acusa incapacidad administrativa. Críticas que se hacen al Gobierno.- Estadísticas.- Alcohol, azúcar, tabaco, etc. Estanco de la sal.- Productos.- Compañía Administradora del Guano. Productos.
Tiene la Nación para vivir como entidad política, las entradas que producen los estancos, los derechos aduaneros de importación y exportación; las rentas que se obtienen por el impuesto de sucesiones, por la fabricación de moneda, por los ramos de correos y telégrafos y los consulados; los fondos de instrucción, las contribuciones sobre la —271→ renta, el capital movible y la de minas, la que paga la Peruvian Corporation, la que producen los muelles fiscales, la Caja de Depósitos y Consignaciones, los depósitos de cereales, los predios y patentes, y otras entradas fijas o eventuales, pero de menor cuantía.
Exceptuando la contribución sobre la renta, las demás son de carácter indirecto y de origen anticuado. La tributación directa en el Perú, está en su período de iniciativa. Nuestra escasa civilización y progreso, nuestra misma inestabilidad política nos impiden llegar a su altura. Lo mal que se hacen las acotaciones en las patentes industriales y las dificultades que existen para cobrarlas, son prueba evidente de lo difícil que sería implantar en el Perú un sistema de tributación que descansara sobre la base científica de la contribución directa. Son los grandes hacendados de la costa, los de la sierra y los comerciantes de ambas zonas, los primeros que pasan sobre la ley y dejan de pagar los que en rigor les corresponde.
Otra prueba la tenemos en el criterio seguido por el legislador al discutir y aprobar las leyes que gravan las exportaciones agrícolas y mineras, ley que ha sido fundamentada, no, como debería ser, sobre el registro de las utilidades declaradas por los exportadores, sino sobre la cantidad y precio de lo que se exporta. Medida tan opuesta a la ciencia económica da por resultado que unos industriales, especialmente los modestos, paguen más que los ricos; que el rendimiento del impuesto sea variable, sujeto a continuas mutaciones y expuesto a sufrir descenso el día que termine la guerra europea y como consecuencia baje el precio de las materias primas de exportación. Atendiendo —272→ a estas consideraciones y a la necesidad de modificar el sistema circunstancial vigente, una comisión, presidida por el Director de Aduanas, tiene en estudio la nueva ley que debe darse sobre la materia.
Siendo nuestro régimen tributario netamente indirecto, hasta hoy, el Estado, vive de la contribución que se cobra al pobre, siendo muy poco lo que en proporción paga el rico. Al respecto, el doctor Víctor M. Maúrtua, decía en la Cámara de Diputados, en 1916, al tratar de los impuestos de exportación.
Las aduanas marítimas y la fluvial de Iquitos, por derechos de importación y exportación, han producido lo siguiente, en los últimos años:
—274→AÑOS | IMPORTACIÓN | EXPORTACIÓN | TOTAL | |
VARIOS | GOMAS | LEYES 2.143-2.187 | ||
1912 | Lp. 1.419.499'994 | Lp. 89.975'220 | Lp. 1.509.475'214 | |
1913 | Lp. 1.375.878'056 | Lp. 53.297'746 | Lp. 1.429.475'802 | |
1914 | Lp. 1.010.915'230 | Lp. 21.910'868 | Lp. 1.032.826'098 | |
1915 | Lp. 674.430'848 | Lp. 26.178'168 | Lp. 60.050'263 | Lp. 760.659'279 |
1916 | Lp. 1.035.662'792 | Lp. 29.378'225 | Lp. 476.373'269 | Lp. 1.541.414'286 |
1.er sem. 1917 | Lp. 597.078'299 | Lp. 8.893'069 | Lp. 241.005'127 | Lp. 846.976'495 |
El rendimiento en 1917 de los derechos de exportación creados por las leyes 2.143 y 2.187 sobre productos agrícolas y mineros ha sido el siguiente:
—275→Por el azúcar | Lp. 115.231'15'2 | 19'538% |
Por el algodón | Lp. 83.404'19'6 | 14'141% |
Por la lana | Lp. 15.035'115 | 2'549% |
Por los cueros | Lp. 13.120'911 | 2'225% |
Por los minerales metalúrgicos | Lp. 32.879'726 | 55'748% |
Por el petróleo y derivados | Lp. 34.126'156 | 5'786% |
Por el borato y potasa | Lp. 78'2'5 | 0'013% |
Por tierra y greda | Lp. 0'0'7 | 0'000% |
Total | Lp. 589.794'17'0 | 100'000% |
Comparado lo recaudado en este año con lo percibido en 1916, que fue Lp. 477.165'16'11, tenemos un mayor producto en favor de 1917 de Lp. 112.629'0'1.
El impuesto a las gomas produjo en 1916 Lp. 35.833'545; y en 1917 ha producido Lp. 31.651'964 o sea un menor rendimiento de Lp. 4.181'581.
Deficiente como es hasta ahora nuestra organización administrativa, el Estado cobra sus impuestos por intermedio de una sociedad, que se llama Compañía Recaudadora de Impuestos. Empleados que resguardados sólo por un gerente se manejan con disciplina, contracción y honorabilidad, vivirían en la más completa desorganización si obedecieran los mandatos del ministro de hacienda o los de sus subordinados. A órdenes del Gobierno, faltaríanles estabilidad, garantías, respeto; y careciendo de seguridades, veríanse obligados a buscar la influencia del diputado favorito para no ser sustituidos. El número de estos empleados llega a cerca de tres mil, y el servicio que prestan a la Nación es digno de todo encomio. Debido a su celo y a su independencia, nadie deja de pagar contribuciones, no exceptuándose, como sucedía antes cuando el Gobierno recaudaba —276→ directamente, las autoridades, los representantes, los políticos amigos del régimen y los gamonales.
El sistema es deprimente para el Estado. Acusa incapacidad, desorganización, escaso espíritu de trabajo y falta de energía. El Gobierno sufre pacientemente la crítica que dentro y fuera del país se le hace, convencido de que se le juzga con justicia. Sin embargo; halagado por la eficacia del cobro y de lo poco que le cuesta recaudar por mano ajena, hállase dispuesto a no cambiar de método.
Además, la Compañía Recaudadora de Impuestos, no solamente le cobra al Estado, sino también le presta dinero, teniendo una buena comisión de cobranza y repartiendo buenas utilidades a sus accionistas. La Recaudadora ha podido hacer al Gobierno un préstamo inicial de Lp. 1.200.000'0'00 y se halla dispuesta a socorrerle en sus consuetudinarias falencias de dinero.
En los últimos años, las rentas fiscales cobradas por la Compañía Recaudadora de Impuestos han dado los siguientes resultados:
En 1912 | Lp. 1.327.977'7'82 |
En 1913 | Lp. 1.365.597'3'59 |
En 1914 | Lp. 1.308.717'8'69 |
En 1915 | Lp. 1.378.191'5'63 |
En 1916 | Lp. 1.507.423'6'76 |
He aquí el detalle por Ramos en 1916:
Alcoholes | Lp. 438.632'275 |
Azúcar | Lp. 98.503'992 |
Alcabala de enajenaciones | Lp. 41.526'448 |
Capitanías | Lp. 2.158'325 |
Contribución sobre la Renta | Lp. 32.986'052 |
Estanco de Opio | Lp. 21.420'541 |
Productos Estanco Tabaco | Lp. 521.118'175 |
—277→ | |
Faros | Lp. 2.406'578 |
Fósforos | Lp. 29.477'084 |
Minas | Lp. 44.858'250 |
Papel sellado | Lp. 28.502'625 |
Papel de Aduanas | Lp. 5.702'700 |
Papel de Multas | Lp. 159.752 |
Patentes | Lp. 66.033'747 |
Registros | Lp. 11.224'901 |
Rentas Escolares | Lp. 122.082'075 |
Serenazgo Callao | Lp. 1.427'630 |
Timbres Fiscales | Lp. 35.266'842 |
Timbres de Minerías | Lp. 2.797'700 |
Lp. 1.506.285'656 | |
Contrabandos y Multas Alcoholes | Lp. 1.138'020 |
Total según Balance | Lp. 1.507.423'676 |
30% de Rentas departamentales | Lp. 48.288'506 |
El consumo de alcoholes en el Perú, en los años mencionados en el cuadro que sigue y medido en litros, es el siguiente:
—278→ARTÍCULOS | 1912 | 1913 | 1914 | 1915 | 1916 |
Alcohol de uva (absoluto) | 1.704.221'86 | 1.474.307'59 | 1.303.202'79 | 1.505.784'77 | 1.543.290'37 |
Alcohol de caña Costa | 4.442.431'28 | 4.819.569'18 | 4.834.402'47 | 4.454.576'58 | 4.731.795'38 |
Alcohol de caña Sierra | 1.783.848'56 | 1.903.472.'4 | 2.022.700'66 | 1.754.712'94 | 1.881.145'54 |
Alcohol de uva Chanchamayo | 881.501'55 | 961.168'31 | 816.844'12 | 641.946'76 | 818.668'79 |
Cerveza (litros) | 7.159.144'00 | 7.811.971'00 | 7.366.000'00 | 7.175.616'00 | 9.324.344'00 |
Vino Natural | 11.082.323'00 | 9.757.176'00 | 8.960.627'00 | 9.166.058'00 | 9.324.344'00 |
Vino Artificial | 264'00 | 41'00 | 620'00 | . . . . . . . . | . . . . . . . . |
Imitaciones | 153.012'76 | 182.234'44 | 163.225'04 | 148.098'39 | 171.170'28 |
Importación | |||||
Cerveza | 361.850'50 | 347.093'62 | 199.952'75 | 70.264'87 | 80.147'90 |
Vinos corrientes tinto y blanco | 389.766'10 | 324.530'96 | 165.672'28 | 104.427'81 | 83.843'71 |
Vinos Generosos | 199.439'72 | 184.111'84 | 139.794'69 | 91.902'89 | 109.128'52 |
Licores | 288.918'20 | 285.518'16 | 207.852'24 | 166.337'59 | 228.136'51 |
Champagne | 42.286'09 | 50.755'34 | 20.737'25 | 15.572'61 | 38.489'67 |
El impuesto al consumo del azúcar ha producido lo siguiente:
1912 | Lp. 108.376'9'46 |
1913 | Lp. 105.683'3'74 |
1914 | Lp. 95.200'6'21 |
1915 | Lp. 95.205'4'75 |
1916 | Lp. 98.503'9'92 |
El siguiente cuadro evidencia los productos y gastos obtenidos y hechos, respectivamente, en el estanco del tabaco:
AÑOS | Productos | Gastos |
1912 | Lp. 447.720'787 | Lp. 105.924'893 |
1913 | Lp. 467.162'408 | Lp. 123.008'188 |
1914 | Lp. 464.648'121 | Lp. 137.364'841 |
1915 | Lp. 465.650'281 | Lp. 139.909'714 |
1916 | Lp. 521.118'175 | Lp. 153.324'354 |
El estanco de la sal se halla a cargo de la Compañía Salinera Nacional, a consecuencia del empréstito de Lp. 1.200.000'0'00, que le hizo al Estado la Banque de París et de Pays Bas y la Societé General de París, el 11 de diciembre de 1909. Hasta ahora, la Compañía ha hecho con toda oportunidad el servicio de este empréstito, en armonía con las estipulaciones acordadas; no limitando su labor a la extracción y venta de la sal, sino también al mejoramiento de la calidad del producto y a la conservación de los yacimientos.
Los productos líquidos obtenidos en diez años son los siguientes:
—280→1907 | Lp. 81.223'4'64 |
1908 | Lp. 86.694'0'87 |
1909 | Lp. 87.294'7'38 |
1910 | Lp. 93.238'6'17 |
1911 | Lp. 108.193'1'25 |
1912 | Lp. 106.221'7'34 |
1913 | Lp. 118.007'5'13 |
1914 | Lp. 119.997'4'30 |
1915 | Lp. 119.652'4'89 |
1916 | Lp. 125.632'8'78 |
1917 | (1er sem.) 64.237'6'59 |
Los gastos de administración, recaudación e intereses en 1916, llegaron a Lp. 25.289'9'91.
Con el objeto de normalizar la extracción del guano y su venta a los agricultores nacionales, se constituyó, por resolución suprema de 1.º de marzo de 1909, la Compañía Administradora del Guano, con un capital de Lp. 30.000'0'00. Ayudada eficazmente por el Gobierno, la Compañía, no solamente se ha dedicado a la vigilancia de las islas, a la limpieza de ellas, arrojando las piedras al mar, y a la protección de las aves guaneras, sino también a inspeccionar los centros de cultivo, y a vulgarizar, mediante los medios de la propaganda y de la enseñanza práctica, los procedimientos científicos para obtener mayores productos en los sembríos. La sección técnica, con este objeto, ha servido gratuitamente de consejera a los agricultores, y su trabajo, El Guano de las Islas, hecho en la forma de cartilla de vulgarización, ha dado excelente resultados.
El siguiente cuadro, manifiesta los productos obtenidos por el Gobierno, los pedidos hechos por los agricultores, la producción total vendida en el Perú y la ley de ázoe, en las campañas correspondientes a los años mencionados.
—281→CAMPAÑA | PRODUCTO | PEDIDOS | PRODUCCIÓN | LEY |
Lp. | Tons. | Tons. | % | |
1.ª 1909-10 | 2.300'8'28 | 58.901 | 25.370 | 10'04 |
2.ª 1910-11 | 3.331'7'36 | 73.393 | 24.921 | 10'70 |
3.ª 1911-12 | 3.213'7'53 | 105.771 | 18.656 | 10'14 |
4.ª 1912-13 | 3.386'7'90 | 124.345 | 24.350 | 9'18 |
5.ª 1913-14 | 3.407'4'44 | 140.630 | 31.486 | 8'65 |
6.ª 1914-15 | 3.203'8'10 | 40.142 | 24.446 | 9'36 |
7.ª 1915-16 | 86.235'5'00 | 47.746 | 43.721 | 10'16 |
8.ª 1916-17 | 105.032'6'22 | 70.659 | 59.208 | 11'82 |
—[282]→
Régimen proteccionista aduanero.- Carestía de la vida por su causa.- Imposibilidad de suprimirlo siendo escasa la riqueza nacional sujeta a tributación.- Las pocas especies que aún viven de tarifa proteccionista causan malestar económico.- El Perú carece de carbón abundante y barato, de fierro nacional labrado, de obreros inteligentes y de capitales al tres por ciento de interés.- Por estas causas no puede ser país manufacturero.- Es ruinoso fomentar a costa de las rentas aduaneras, del movimiento comercial y del bolsillo del consumidor industrialismos ficticios.- Lo que pasa con los fósforos, la harina, la manteca y el arroz.- Opiniones del señor Garland al respecto.- Nuestra importación y exportación al término de la centuria.- Condiciones eventuales que influyen desfavorablemente en el libre curso de la primera.- Pasa todo lo contrario con la exportación.- Favorable situación comercial del Perú.- Movimiento en la Caja de Depósitos y en los Bancos del Perú.- Nuestro comercio en 19 años.- Situación de los Bancos.-Quiénes hacen el comercio en el Perú.- Observaciones de Alejandro Garland.- El turco, el chino y el japonés.
Siendo escasa la riqueza nacional e imposible vivir de una tributación que pese sobre ella, ha sido necesario establecer —283→ en aduanas una tarifa protectora. Ella grava nuestros consumos y hace cara la vida del ciudadano, siendo de todo punto imposible pensar en suprimirla. Si la contribución directa, como ya hemos dicho, está en su naciente período y nuestros egresos son fuertes, ¿qué otro medio nos queda para proveernos de recursos que acudir al régimen aduanero que hoy existe?
Por necesidad fiscal somos, pues, proteccionistas; y sin protesta contribuimos a sostener al Estado, pagando los impuestos que gravan la importación. En cambio, somos librecambistas en materia industrial, convencidos como estamos de la mala voluntad con que el consumidor paga mayor recargo en los artículos que compra, cuando sabe que ese recargo en el costo sólo sirve para acrecentar las ganancias de muy pocas y determinadas empresas.
El proteccionismo industrial en un país como el nuestro que aún no dispone de elementos necesarios para la producción de artículos manufacturados, es simplemente un absurdo. Las pocas especies que aún viven de una tarifa prohibitiva, sólo han causado y siguen causando malestar económico y dificultades a las clases trabajadoras y a las menos acomodadas, las únicas que verdaderamente sufren por su causa.
Así como ningún ser humano puede crecer si le faltan elementos indispensables para ese crecimiento, así también, el Perú jamás será país manufacturero mientras carezca, como carece, ahora, de carbón abundante y barato, fierro labrado, obreros inteligentes y numerosos, y, sobre todo, capitales a muy bajo interés. La población del Perú no pasa de dos habitantes por cada kilómetro cuadrado, y las minas —284→ de carbón no han podido ser explotadas ni aun estando la hulla y la antracita a cien y ciento veinte soles, respectivamente. En estas condiciones, ¿cómo es posible crear el industrialismo?
Ha sido, pues, juicioso no fomentar a costa de nuestras escasas rentas aduaneras, del movimiento comercial y del bolsillo del consumidor, industrias que no tienen razón de ser, careciendo de bases propias para surgir. Por fortuna, sólo los fósforos, la harina y el arroz viven al amparo de antipatriótica e irritante protección, no estando lejano el día en que se les deje a su propia suerte.
Como es natural, no faltan quienes soliciten aumentos de derechos aduane ros para establecer industrias en provecho de sus propios intereses y a expensas del consumidor. Por fortuna, el espíritu público se resiste a estas pretensiones. De otra manera no pudiera ser, habiéndose estudiado bien a fondo la materia y apreciado la falta de elementos nacionales para llevarlas a cabo y la necesidad de establecerlas importándolo todo: materia prima, maquinaria y personal de trabajo. Si en algo estamos acordes en el Perú, es en convenir que los pueblos no se hacen manufactureros por la simple acción de las leyes.
En 1901, el señor Alejandro Garland uno de los más notables publicistas que hemos tenido, decía respecto al proteccionismo lo siguiente:
Nuestra actualidad (julio de 1918) encuentra al comercio exterior del Perú en condiciones adversas a la importación y favorables a la exportación. Desenvuelta la primera al amparo de las facilidades que le fueron otorgadas por los industriales europeos sobre la base del descuento de letras, nuestros importadores sufren las consecuencias consiguientes a la supresión absoluta del crédito y la obligación de abonarlo todo al contado. A esto hay que añadir la clausura de nuestro comercio con Alemania y Bélgica, y las dificultades que se encuentran en la Gran Bretaña, —286→ Francia y los Estados Unidos, estando sus principales fábricas dedicadas de preferencia a servir las necesidades de la guerra. Por estas causas, nuestras importaciones son cada día más reducidas, pasando lo contrario con las exportaciones. El alto precio que ellas han alcanzado en los mercados extranjeros, estimula la producción presente y le da proporciones en cantidad y precio que anteriormente nunca tuvo.
El canje de cheques entre los Bancos, operación que se hace por el departamento de compensación de la Caja de Depósitos y Consignaciones y que fue estimada en 1915 en veintidós millones de libras, aumentó en 1916 en un 33 por ciento, habiendo seguido aumentando en 1917 y 1918. Igual revelación en materia de bonanza comercial, nos la da el continuo incremento que se observa desde 1916 en la renta de correos y telégrafos.
Exponente de nuestras ventajosas condiciones económicas son las cifras relativas a la situación bancaria, de un año a otro en las fechas mencionadas.
Caja total en 30 de junio 1917 | Lp. 2.846.190'0'00 |
Caja total en 30 de junio de 1916 | Lp. 1.722.120'8'41 |
Depósitos y cuentas corrientes acreedoras: | |
En 30 de junio de 1917 | Lp. 5.627.958'0'00 |
En 30 de junio de 1916 | Lp. 2.451.096'0'00 |
Cuentas deudoras a los Bancos, en | |
30 de junio de 1917 | Lp. 2.177.644'1'94 |
30 de junio de 1916 | Lp. 2.222.878'0'00 |
Nuestro comercio exterior en los años de 1897 a 1917, ha sido el siguiente:
—287→Años | Importación | Exportación | TOTAL |
1897 | Lp. 1.800.404'8'77 | Lp. 3.102.538'2'17 | Lp. 4.902.943'0'94 |
1898 | Lp. 1.929.727'2'13 | Lp. 3.027.477'5'89 | Lp. 4.957.204'8'02 |
1899 | Lp. 1.873.494'8'71 | Lp. 3.072.591'0'99 | Lp. 4.946.085'9'70 |
1900 | Lp. 2.317.150'6'33 | Lp. 4.497.999'5'45 | Lp. 6.814.950'1'78 |
1901 | Lp. 2.717.107'4'70 | Lp. 4.318.776'5'55 | Lp. 7.035.884'0'25 |
1902 | Lp. 3.428.283'8'52 | Lp. 3.703.971'3'09 | Lp. 7.132.255'1'61 |
1903 | Lp. 3.783.380'6'05 | Lp. 3.857.753'8'07 | Lp. 7.641.134'4'12 |
1904 | Lp. 4.357.338'5'23 | Lp. 4.066.639'5'27 | Lp. 8.423.978'0'50 |
1905 | Lp. 4.357.696'8'37 | Lp. 5.757.350'6'86 | Lp. 10.115.047'5'23 |
1906 | Lp. 5.010.496'7'83 | Lp. 5.695.879'1'92 | Lp. 10.706.375'9'75 |
1907 | Lp. 5.519.715'7'82 | Lp. 5.744.544'7'77 | Lp. 11.264.290'5'59 |
1908 | Lp. 5.311.973'5'03 | Lp. 5.478.941'4'51 | Lp. 10.790.914'9'64 |
1909 | Lp. 4.908.627'4'47 | Lp. 6.492.670'7'20 | Lp. 10.721.298'1'67 |
1910 | Lp. 4.980.697'1'68 | Lp. 7.074.076'7'20 | Lp. 12.054.773'2'79 |
1911 | Lp. 5.438.254'9'69 | Lp. 7.422.027'9'78 | Lp. 12.860.273'9'47 |
1912 | Lp. 5.140.338'9'61 | Lp. 9.438.581'5'26 | Lp. 14.578.920'4'87 |
1913 | Lp. 6.088.776'8'80 | Lp. 9.137.789'6'05 | Lp. 15.226.557'4'85 |
1914 | Lp. 4.827.930'0'83 | Lp. 8.767.790'0'34 | Lp. 13.595.720'1'17 |
1915 | Lp. 3.095.544'6'32 | Lp. 14.123.071'6'44 | Lp. 17.218.616'2'76 |
1916 | Lp. 8.683.150'2'55 | Lp. 18.643.414'9'42 | Lp. 32.146.266'1'59 |
1917 | Lp. 13.502.851'2'17 | Lp. 18.643.414'9'42 | Lp. 32.146.266'1'59 |
El cuadro inserto no necesita comentarios, sus cifras manifiestan con precisión el desarrollo gradual de nuestro comercio, hasta llegar al año de 1917, y comparadas sus cifras con las de 1902, nos fan un porcentaje de crecimiento en la siguiente forma: en la Importación 293'87%; en la Exportación de 403'34% y en valor total de 350'72%.
La comparación de lo importado en los años 1916 y 1917, clasificado por las secciones del Arancel, es la siguiente:
—288→Secciones | Valor 1916 | Valor 1917 | Aumento o disminución |
1.º Algodones | Lp. 1.029.504'2'70 | Lp. 1.942.804'0'16 | + 913.300'1'46 |
2.º Lanas y pelos | Lp. 239.806'6'68 | Lp. 471.474'5'22 | + 231.667'8'54 |
3.º Lino, cáñamo, etc. | Lp. 416.932'3'51 | Lp. 561.074'0'86 | + 144.141'7'35 |
4.º Seda animal, etc. | Lp. 67.166'5'79 | Lp. 72.954'6'25 | + 5.788'0'46 |
5.º Peletería | Lp. 116.216'9'20 | Lp. 119.349'1'07 | + 3.132'1'87 |
6.º Confecciones | Lp. 18.311'3'64 | Lp. 27.040'9'67 | + 8.729'6'03 |
7.º Muebles | Lp. 34.282'2'60 | Lp. 56.855'8'20 | + 22.573'5'60 |
8.º Metales | Lp. 1.711.453'0'84 | Lp. 3.689.707'5'95 | + 1.978.254'5'11 |
9.º Piedras, tierras, etc. | Lp. 688.699'8'38 | Lp. 974.297'7'64 | + 285.597'9'26 |
10.º Maderas | Lp. 393.392'0'88 | Lp. 526.434'9'56 | + 133.042'8'68 |
11.º Materias, etc. | Lp. 451.847'0'30 | Lp. 466.798'5'69 | + 14.951'5'39 |
12.º Animales vivos | Lp. 11.600'8'73 | Lp. 7.809'6'17 | ― 3.791'2'56 |
13.º Artículos escritorio | Lp. 269.783'2'72 | Lp. 524.154'5'99 | + 254.371'3'27 |
14.º Herramientas | Lp. 820.769'7'76 | Lp. 1.168.586'4'42 | + 347.816'6'66 |
15.º Instrumentos, etc. | Lp. 30.806'0'84 | Lp. 58.453'1'85 | + 27.647'1'01 |
16.º Armas, municiones, etc. | Lp. 219.715'8'76 | Lp. 203.978'8'01 | ― 15.737'0'75 |
17.º Diversos | Lp. 327.766'8'42 | Lp. 528.428'1'78 | + 200.661'3'36 |
18.º Bebidas | Lp. 112.063'6'44 | Lp. 168.438'6'17 | + 56.374'9'73 |
19.º Víveres, etc. | Lp. 1.416.990'7'54 | Lp. 1.537.102'6'34 | + 120.111'8'80 |
20.º Sustancias, etc. | Lp. 288.584'0'11 | Lp. 375.715'3'49 | + 87.131'3'38 |
R. 51. Art. no denominados | Lp. 17.456'6'71 | Lp. 21.391'3'68 | + 3.934'6'97 |
Lp. 8.683.150'2'55 | Lp. 13.502.851'2'17 | + 4.839.229'2'93 | |
― 19.582'3'31 | |||
Aumento en 1917 | Lp. 4.819.700'9'62 | + 4.819.700'9'62 | |
Lp. 13.502.851'2'17 | Lp. 13.502.851'2'17 |
La sección Metales número 8, en lo que se refiere a importación de moneda, se descompone así:
Oro en barras | Lp. 1.128.064'0'00 |
Oro en discos | Lp. 1.102.010'0'00 |
Oro sellado | Lp. 545.035'0'00 |
Diversos | Lp. 158.090'2'73 |
Total | Lp. 2.933.199'2'73 |
La exportación en 1917 está constituida como sigue:
—290→Valor por Grupos | Valor por Secciones | % | |
1.ª SECCIÓN-PRODUCTOS ANIMALES | |||
1.º Grupo: Animales vivos | Lp. 86.499'9'50 | ||
2.º Grupo: Productos alimenticios | Lp. 8.743'9'76 | ||
3.º Grupo: Productos industriales | Lp. 2.061.496'5'70 | ||
4.º Grupo: Productos manufacturados | Lp. 15.385'4'67 | Lp. 2.172.125'9'63 | 11'651 |
2.ª SECCIÓN-PRODUCTOS VEGETALES | |||
1.º Grupo: Productos alimenticios | Lp. 4.585.761'4'13 | ||
2.º Grupo: Productos industriales | Lp. 3.651.750'8'89 | ||
3.º Grupo: Productos manufacturados | Lp. 53.648'6'22 | ||
4.º Gripo: Maderas | Lp. 239'6'73 | Lp. 8.291.400'5'97 | 44'474 |
3.ª SECCIÓN-PRODUCTOS MINERALES | |||
1.º Grupo: Minerales metalúrgicos | Lp. 6.900.492'4'80 | ||
2.º Grupo: Metales manufacturados | Lp. 490'8'43 | ||
3.º Grupo: Sales naturales | Lp. 27.272'9'12 | ||
4.º Grupo: Sustancias no metálicas | Lp. 1.182.640'9'31 | Lp. 8.110.807'1'66 | 43.505 |
4.ª SECCIÓN-BEBIDAS | |||
. . . . . . . . | Lp. 2.721'8'21 | 0'014 | |
5.ª SECCIÓN-DIVERSOS | |||
. . . . . . . . | Lp. 2.814'4'73 | 0'015 | |
Total de la Exportación Nacional | . . . . . . . . | Lp. 18.579.870'0'20 | 99'659 |
Total de la Exportación Nacionalizada | . . . . . . . . | Lp. 63.544'9'22 | 0'341 |
Total de la Exportación | . . . . . . . . | Lp. 18.643.414'9'42 | 100'000 |
Fecha de fundación |
Nombre del Banco |
Caja y Oro depositado en Lima y New York |
Carteras y Ctas. Ctes. deudoras |
Muebles e inmuebles |
Varios del Activo incluso Cobranzas |
|
Lp. | Lp. | Lp. | Lp. | |||
1863-1877 | Banco del
Perú y Londres |
2.312.928'0'00 | 3.077.332'0'00 | 126.769'0'00 | 1.036.935'0'00 | |
1868 | Caja de Ahorros | 355.096'0'00 | 719.120'0'00 | 24.045'0'00 | 22.616'0'00 | |
1889 | Banco italiano | 1.783.325'0'00 | 1.491.761'0'00 | 139.245'0'00 | 787.712'0'00 | |
1897 | Banco Internacional del Perú |
528.106'0'00 | 335.366'0'00 | 2.228'0'00 | 2.754'0'00 | |
1899 | Banco Popular del Perú |
34.210'0'00 | 533.545'0'00 | 2.880'0'00 | 6.293'0'00 | |
1905 | Caja de Dpto. y Consig. |
182.442'0'00 | 412.645'0'00 | 1.195'0'00 | 76'0'00 | |
1905 | Banco Alemán Transatlántico Lima |
610.238'0'00 | 763.041'0'00 | 38.920'0'00 | 175.966'0'00 | |
1916 | Banco Mercantil Americano del Perú |
951.537'0'00 | 1.386.570'0'00 | 1'0'00 | 16.302'0'00 | |
7.457.882'0'00 | 8.719.380'0'00 | 335.343'0'00 | 2.049.154'0'00 | |||
Fecha de fundación |
Nombre del Banco |
Capital y Reservas |
Cheques circulares emitidos |
Cuentas acreedoras, Depósitos y Aceptaciones |
Varios del Pasivo incluso Cobranzas |
Total del Activo igual al Pasivo |
Lp. | Lp. | Lp. | Lp. | Lp. | ||
1863-1877 | Banco del
Perú y Londres |
928.578'0'00 | 1.506.849'0'00 | 3.047.903'0'00 | 1.070.634'0'00 | 6.553.964'0'00 |
1868 | Caja de Ahorros | 75.752'0'00 | 294.489'0'00 | 660.950'0'00 | 89.686'0'00 | 1.120.877'0'00 |
1889 | Banco Italiano | 397.609'0'00 | 766.468'0'00 | 2.289.832'0'00 | 748.134'0'00 | 4.202.043'0'00 |
1897 | Banco Internacional del Perú |
125.685'0'00 | 360.940'0'00 | 78.996'0'00 | 12.893'0'00 | 868.514'0'00 |
1899 | Banco Popular del Perú |
225.601'0'00 | 388.639'0'00 | 622.688'0'00 | 0'0'00 | 1.276.928'0'00 |
1905 | Caja de Dpto. y Consig. |
111.234'0'00 | 0'0'00 | 485.624'0'00 | 0'0'00 | 596.858'0'00 |
1905 | Banco Alemán Transatlántico Lima |
200.000'0'00 | 660.000'0'00 | 538.143'0'00 | 190.022'0'00 | 1.598.165'0'00 |
1916 | Banco Mercantil Americano del Perú |
133.865'0'00 | 0'0'00 | 1.968.871'0'00 | 251.674'0'00 | 2.354.410'0'00 |
2.198.324'0'00 | 3.967.385'0'00 | 10.033.007'0'00 | 2.363.043'0'00 | 18.561.759'0'00 |
Nuestro comercio de exportación se hace en su mayor parte por intermedio de extranjeros radicados en el Perú. Lo mismo pasa con las ventas al por mayor y al por menor. Alejandro Garland, en su obra El Perú, escrita en 1907, estuvo muy verídico en la parte pertinente a este tópico. En su descripción, cuya parte principal copiamos, no se menciona al turco, que se ha hecho dueño del comercio al por menor en el sur del Perú y que ahora pretende ingresar a Lima. Tampoco se ocupa del chino, a quien encontramos en 1918, no ya únicamente como encomendero y fondero, sino como capitalista, fundando compañías de seguros de incendio y comprando fundos agrícolas que valen algunos millones. El japonés, cuya inmigración no teníamos antes, es industrial, agricultor y también comerciante, en esto último en mayor escala que el chino.
—[295]→
Reforma monetaria de 1897.- Su estabilidad durante 18 años.- La guerra europea produce la crisis mundial del oro y el Perú queda sin circulante.- Fracaso de la estructura netamente metálica.- Papel moneda con el nombre de cheque circular.- Temores y prejuicios.- Recuerdos amargos de lo ocurrido con las emisiones anteriores.- Lp. 2.500.000'0'00, apenas con 20% de respaldo en oro.- En 1918 llega al 75%.- Se pretende establecer dos monedas distintas, una de plata y otra fiduciaria.- Fracaso de la ley 2.216.- Certificados de depósito en oro.- Moneda de níquel.- Cómo se hará la conversión.- Depreciación de las letras por no poderse importar oro.- Pérdidas experimentadas por los exportadores.- Se soluciona la dificultad haciendo una nueva emisión de Lp. 3.000.000'0'00.- Oro acuñado e importado al Perú desde 1898.- Gentes que suspiran por la vuelta del oro.- Inconvenientes y peligros que puede traer al Perú el régimen monetario metálico.- El oro aprendió a ocultarse y a fugarse en 1914.- El caso puede repetirse.- Banco privilegiado de emisión.- Opinión del señor Carlos Ledgar.
Iniciada en 1897 la reforma monetaria del Perú a base monometalista, nuestro único signo de cambio legal de poder cancelatorio ilimitado es la libra peruana de oro —296→ de peso y ley igual al soberano inglés. Los bancos, el Estado y todas nuestras casas comerciales están obligadas por ley a llevar su contabilidad en libras peruanas, funcionando la plata y el cobre como moneda auxiliar, no teniendo la primera más poder cancelatorio que el que alcanza a diez soles.
Como el valor de nuestras exportaciones ha sido desde 1897 superior al de las importaciones, y como el costo de éstas se ha cancelado con las remesas de productos, nuestro comercio no ha tenido necesidad de enviar oro acuñado al extranjero, habiendo pasado siempre lo contrario. En consecuencia, nuestro patrón de oro ha vivido firme y estable.
Hallábamonos en esta bonancible situación, cuando estalló la guerra europea en agosto de 1914. Como nadie la esperaba, su irrupción ocasionó problemas económicos graves y de un orden desconocido, problemas que fueron originados por la ocultación de la moneda metálica, la baja de los valores cotizables en las bolsas europeas, y lo que fue más general, el retiro de los depósitos acumulados en las instituciones de crédito. Puesta en peligro por estas causas la estabilidad económica del mundo, fue necesario clausurar temporalmente las bolsas de comercio y entrar en el camino de las moratorias, dando a los bancos prórrogas para el pago de sus obligaciones comerciales, como también para la devolución de los depósitos constituidos por sus clientes. Todo esto se hizo también en el Perú, y su crisis económica mediante estos pasos hubiera quedado conjurada, como sucedió en Chile y la Argentina, si no hubieran mediado otras circunstancias contrarias, las que agravaron profundamente —297→ nuestra situación financiera. Entre ellas, ninguna nos hizo tanto daño, como la escasez de circulante, habiéndose ocultado con notable rapidez el oro, la única moneda que existía entonces.
La creencia de que el billete de curso forzoso motivaría la ruina de nuestro comercio y como consecuencia el empobrecimiento general, fue causa de que el proyecto del Ejecutivo sugerido por los bancos y presentado al Congreso para la emisión de papel moneda, encontrara oposición y obstáculos en gentes pesimistas y dominadas por el prejuicio. El recuerdo de lo ocurrido con las emisiones fiscales hechas en los años de 1875 a 1880, nos hizo mucho daño pero algo más la terquedad de algunos para entrar de hecho en el régimen del papel de curso forzoso, único medio que podía salvar a la Nación, como en efecto la salvó, en cuanto fue expedida la ley pertinente al caso. Según dicha ley, los bancos de la República fueron autorizados para emitir Lp. 2.500.000'0'00, con el respaldo del oro que tenían en sus cajas, y con la garantía de sus propiedades urbanas y la de los papeles más saneados de sus carteras.
En junio de 1915, el encaje metálico sumaba apenas el veinte por ciento de la emisión hecha. Con posterioridad, este encaje ha mejorado notablemente. En 1916, el resguardo de esa emisión en oro y en poder de la Junta de Vigilancia, según lo dispone la ley, ascendía a 36'52%. En 1918 llega al 75 por ciento.
Las mismas personas que tan prudentes se mostraron en el Perú en materia monetaria en 1915, persistiendo en sus recelos y desconfianzas, declararon guerra en 1916 al billete de un décimo de libra. En sus propósitos de mantener —298→ la circulación de la plata, y dominados por temores y sentimentalismos opuestos a la realidad y a las leyes científicas en materia económica, obtuvieron del Congreso la ley 2.216, que impuso al Ejecutivo la obligación de acuñar 200.000 soles mensuales, la misma que por algún tiempo y con gran dificultad se llevó a la práctica. Al presente -agosto de 1918- habiendo subido el precio de la onza troy a 41 peniques, lo que da a nuestro sol no ya 24 peniques de valor en Londres como antes tenía sino 32 o sea un exceso de 33 por ciento más de su valor como moneda, no solamente ha sido necesario suspender los efectos de la inconsulta ley número 2.216, sino apresurarse a emitir billetes de 50 centavos, habiendo emigrado al extranjero toda la moneda de plata que había en la República, incluso la que, a costa de sacrificios, se acuñó en 1915 y 1916.
Como nuestra legislación presente en materia monetaria no está fundamentada en los principios inconmovibles de la ley económica, sino en el miedo y en el prejuicio, los veintésimos de libra que se han emitido por el valor de Lp. 500.000'0'00, para sustituir a la plata emigrada, no se llaman cheques circulares, ni billetes bancarios o fiscales, sino certificados de depósito de oro; estando constituídos, en efecto, por un depósito metálico en Lima, en la Junta de Vigilancia, por el íntegro del valor de dichos certificados.
La misma causa que ocasionó la desaparición de los soles, provocó también la exportación de la moneda fraccionaria de plata. Se ha salvado la dificultad, acuñando moneda níquel. Como garantía, para la conversión de esta nueva moneda, se ha depositado en la Junta de Vigilancia, en oro, un fondo equivalente al valor de las piezas de —299→ níquel de 5, 10 y 20 centavos hasta ahora emitidas. Este depósito tiene por objeto retirar definitivamente de la circulación el níquel de 5, 10 y 20 centavos y convertirlo en moneda de plata el día que la onza troy de plata se mantenga durante seis meses a 30 peniques. Igual conversión se hará con los cheques circulares, los que seis meses después de terminada la guerra, deberán ser canjeados a la par por oro amonedado.
Normalizado así nuestro sistema monetario, su estabilidad experimentó, no ya un quebranto, como en 1915, en que bajó de precio diez puntos, sino un beneficio o mejor dicho un premio sobre la moneda inglesa, que llegó hasta 19 por ciento. Como este premio lo pagaba el exportador al vender sus letras, y como su negocio por ventajoso que fuera no podía seguir soportando tan pesado descuento, se hizo necesario aumentar la emisión de papel moneda en tres millones más de libras. En 1915 y en 1916, fácil era a nuestros exportadores cobrar sus letras en Londres y con el producto de ellas comprar oro acuñado o en lingotes en Nueva York, e importarlo al Perú. Prohibida en 1917 por el gobierno americano la salida de oro y plata, nuestros exportadores, encontrándose sin retornos en metal, tuvieron que acudir a los bancos de Lima para obtener circulante. Como este circulante apenas alcanzaba a dos y medio millones de libras, las letras sufrieron el perjuicio de que hemos hablado. El Congreso salvó la dificultad autorizando la emisión de los tres millones mencionados, emisión que está garantizada con el depósito de letras en un banco federal de los Estados Unidos, y que convertidas en oro al término de la guerra volverán al Perú en forma metálica.
—300→El valor de la moneda de oro acuñada en la Casa de Moneda de Lima desde abril de 1898 hasta el 30 de junio de 1917 ha sido de Lp. 3.008.374'0'00, y el de oro importado en el mismo tiempo de Lp. 4.173.328'0'00, haciendo un total de Lp. 7.181.702'0'00.
A pesar de lo canallamente que se portó el oro en 1914, dejando a los bancos y al público sin moneda, y de lo más canallamente que después se manejó la plata en 1916, cuando en su totalidad se fue del país en los momentos en que más la necesitamos, hay en el Perú quienes suspiran por la vuelta del régimen metálico con exclusión de toda clase de papel moneda aunque se halle garantizado en un ciento por ciento con oro metálico. Sostienen los que así piensan, que el billete estimula el derroche fiscal, el curso forzoso y las emisiones clandestinas. Todo esto es cierto, pero también lo es que el oro aprendió a esconderse y a fugarse en 1914, y que si un gobierno tiene audacia para ir al curso forzoso y a las emisiones clandestinas, también lo puede tener para apoderarse de las reservas de los bancos, si éstos no tienen billetes que darle. En el camino del abuso se puede ir muy lejos con papel o sin él.
Un país que tiene como moneda oro metálico, que carece de un banco emisor sobre las bases de los bancos federales de los Estados Unidos, está más amenazado de llegar al papel sin garantías, que otro que tiene reglamentada legalmente y en forma técnica y prudente una emisión de papel moneda. Conceder a los particulares la facultad de retirar de los bancos para ocultar en sus cajas la única moneda (oro metálico) que el país tiene, es vivir a merced del capricho, del miedo y de la especulación de un —301→ círculo irresponsable que sólo ve su propio provecho y no el del Estado ni el de la Nación.
Un papel moneda garantizado por un banco emisor privilegiado que tenga un respaldo de 60 por ciento de oro y 40 de bienes raíces o cartera de primera clase, puede sufrir premios o descuentos que hacen daño, pero que no ponen en peligro su estabilidad. Recordemos lo que pasó con el cheque circular en 1915 y 1917. En el primero de estos años descendió diez puntos en valor; en el segundo subió 19. Siendo rígido el valor del oro como moneda, no puede subir ni bajar: si hay oferta, las libras inundan el mercado, si hay demanda, se van al extranjero. Y no se diga que está en manos del Gobierno evitar su salida por los puertos del Perú, porque esto no es posible aquí ni en ninguna parte. En España en el siglo XVI peligraba la vida el sacarlo, y sin embargo los judíos se lo llevaron todo.
Una revolución política, un peligro de guerra exterior, un aumento exagerado de deuda pública, una baja pavorosa de los productos nacionales en los mercados extranjeros, ocasionarán, como pasó en Londres con la guerra, una depreciación del papel moneda, depreciación que desaparecerá cuando las cosas se normalicen, desde que la crisis políticas y financieras no son eternas. Teniéndose oro como moneda, no habría depreciación, sino ocultación y quiebra total del plan monetario. Y como sin moneda no se puede vivir, nuevamente se repetiría el acontecimiento monetario de 1914; esto es, billetes de curso forzoso sin más garantía que un mísero respaldo en oro.
Estudiando nuestra organización económica en la parte —302→ pertinente a moneda, el señor Carlos Ledgard, especialista en la materia, ha dicho: