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La Representaçión del Nasçimiento de Nuestro Señor


Gómez Manrique


[Nota preliminar: Edición digital a partir de la de Antonio Paz y Meliá (Madrid, Imprenta de A. Pérez Dubrull, 1885) y cotejada con las ediciones críticas de Ana Mª Álvarez Pellitero (Madrid, Espasa Calpe, 1990) y Ronald E. Surtz (Madrid, Taurus, 1992)].

A instançia de doña María Manrique, vicaria en el monasterio de Calabaçanos, hermana suya.





 
Lo que dize JOSEPE, sospechando de Nuestra Señora:

 
   ¡Oh viejo desventurado!
Negra dicha fue la mía
en casarme con María
por quien fuesse deshonrado.
   Ya la veo bien preñada, 5
no sé de quién, nin de cuánto.
Dizen que d'Espíritu Santo,
mas yo d'esto non sé nada.
 
La oraçión que faze la GLORIOSA:

 
   ¡Mi solo Dios verdadero,
cuyo ser es inamovible, 10
a quien es todo posible,
fáçil e bien fazedero!
   Tú que sabes la pureza
de la mi virginidad,
alumbra la çeguedad 15
de Josep, e su simpleza.
 
El ÁNGEL a JOSEPE:

 
   ¡Oh viejo de muchos días,
en el seso de muy pocos;
el principal de los locos!
¿Tú no sabes que Isaías 20
dixo: «Virgen parirá»;
lo cual escribió por esta
doncella gentil, honesta,
cuyo par nunca será?
 
La que representa a laGLORIOSA, cuando le diereen el Niño:

 
   Adórote, rey del cielo, 25
verdadero Dios e Hombre;
adoro tu santo nombre,
mi salvación e consuelo.
   Adórote, fijo e padre,
a quien sin dolor parí, 30
porque quesiste de mí
fazer de sierva tu madre.
   Bien podré decir aquí
aquel salmo glorïoso,
que dixe, fijo preçioso, 35
cuando yo te conçebí;
   que mi ánima engrandeçe
a ti, mi solo Señor,
y en ti, mi Salvador,
mi spíritu floreçe. 40
   Mas éste mi gran plazer
en dolor será tornado,
pues tú eres envïado
para muerte padeçer
por salvar los pecadores, 45
en la cual yo pasaré,
non menguándome la fe,
innumerables dolores.
   Pero mi precioso prez,
fijo mío muy querido, 50
dame tu claro sentido
para tratar tu niñez
   con debida reverençia,
e para que tu pasión
mi femenil coraçón 55
sufra con mucha paciençia.
 
La denunçiaçión del ÁNGELa los pastores:

 
   Yo vos denunçio, pastores,
qu'en Bellén es hoy naçido
el Señor de los señores,
sin pecado conçebido. 60
   E porque non lo dudedes
id al pesebre del buey,
donde çierto falladeres
al prometido en la Ley.
 
EL UN PASTOR:

 
   Dime tú, ermano, di, 65
si oíste alguna cosa,
e si viste lo que vi.
 
EL SEGUNDO:

 
   Una gran voz me semeja
de un Ángel reluziente
que sonó en mi oreja. 70
 
EL TERCERO:

 
   Mis oídos han oído
en Bellén ser esta noche
nuestro Salvador naçido.
   Por ende dexar debemos
nuestros ganados e ir 75
por ver si lo fallaremos.
 
Los PASTORES veyendo al glorioso Niño:

 
   Este es el Niño eçelente
que nos tiene de salvar.
Hermanos, muy omilmente
le lleguemos [a] adorar. 80
 
La adoraçión del PRIMERO:

 
   Dios te salve, glorïoso
infante santificado,
por redemir envïado
este mundo trabajoso.
Damos te grandes loores 85
por te querer demostrar
a nós, míseros pastores.
 
Del SEGUNDO:

 
   Salve te Dios, Niño santo,
envïado por Dios Padre,
conçebido por tu madre 90
con amor e con espanto.
Alabamos tu grandeza
qu'en el pueblo d'Irrael
escogió nuestra simpleza.
 
Del TERCERO:

 
   Dios te salve, Salvador, 95
hombre que ser Dios creemos.
Muchas graçias te facemos
porque quisiste, Señor,
la nuestra carne vestir,
en la cual muy cruda muerte 100
has por nós de reçebir.
 
Los ÁNGELES:

 
   Gloria al Dios soberano
que reina sobre los çielos,
e paz al linaje humano.
 
SAN GABRIEL:

 
   Dios te salve, glorïosa 105
de los maitines estrella,
después de madre donzella,
e antes que fija, esposa.
   Yo soy venido, señora,
tu leal ambaxador, 110
para ser tu servidor
en aquesta santa hora.
 
SAN MIGUEL:

 
   Yo, Micael, que vençí
las huestes luçiferales,
con los coros çelestiales 115
que son en torno de mí,
   por mandato de Dios padre
vengo tener compañía
a ti, beata María,
de tan santo Niño madre. 120
 
SAN RAFAEL:

 
   Yo, el ángel Rafael,
capitán d'estas cuadrillas,
dexando las altas sillas,
vengo a ser tu donzel;
   e por fazerte plazeres, 125
pues tan bien los mereçiste,
¡oh María, Mater Criste,
bendicha entre las mujeres!
 
Los martirios que presentan al Niño:

 
 
EL CÁLIZ:

 
   ¡Oh santo Niño naçido
para nuestra redençión! 130
Este cáliz dolorido
de la tu cruda pasión
   es neçesario que beba
tu sagrada majestad,
por salvar la humanidad 135
que fue perdida por Eva.
 
EL ASTELO E LA SOGA:

 
   E será en este astelo
tu cuerpo glorificado,
poderoso rey del çielo,
con esas sogas atado. 140 140
 
LOS AÇOTES:

 
   Con estos açotes crudos
romperán los tus costados
los sayones muy sañudos
por lavar nuestros pecados.
 
LA CORONA:

 
   E después de tu persona 145
ferida con deçeplinas
te pornán esta corona
de dolorosas espinas.
 
LA CRUZ:

 
   En aquesta santa cruz
el tu cuerpo se porná; 150
a la hora no habrá luz
y el templo caerá.
 
LOS CLAVOS:

 
   Con estos clavos, Señor,
te clavarán pies e manos;
grande pasarás dolor 155
por los míseros humanos.
 
LA LANÇA:

 
   Con esta lança tan cruda
foradarán tu costado,
e será claro, sin duda,
lo que fue profetizado. 160
 
Cançión para callar al Niño:

 
   Callad, fijo mío
chiquito.
   Callad vos, Señor,
nuestro Redentor,
que vuestro dolor 165
durará poquito.
   Ángeles del cielo,
venid, dar consuelo
a este moçuelo
Jesús tan bonito. 170
   Este fue reparo,
aunqu'el costo caro,
d'aquel pueblo amaro
cativo en Egito.
   Este sano dino, 175
Niño tan benino
por redemir vino
el linaje aflito.
   Cantemos gozosas,
hermanas graciosas, 180
pues somos esposas
del Jesús bendito.






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