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SEGUNDO
Don Rodrigo Girón es
el que la puso a sus pies;
digna hazaña de su fama.
PRIMERO
Con justa causa le alaba
la castellana nazión. 560
SEGUNDO
Al fin Pacheco y Girón,
maestre de Calatraba.
PRIMERO
Él podrá poco, o pondrá
a sus pies del mismo modo
a Granada.
SEGUNDO
El coso todo
565
de gente cubierto está,
y ocupando las ventanas
damas bizarras y bellas.
PRIMERO
Hoy sale el sol con estrellas.
SEGUNDO
Bellas son las plasencianas. 570
PRIMERO
¿No tomaremos lugar
en un tablado?
SEGUNDO
Tomemos,
porque después no podremos
sitio tan a gusto hallar.
PRIMERO
¿Hazia qué acera os inclina 575
la voluntad?
SEGUNDO
A esta azera.
 

(De adentro, vendiendo, diferentes vozes.)

 
TERCERO
¡Limas dulzes de la Vera!
CUARTO
¡Turrón!
QUINTO
¡Confitura fina!
SEXTO
¡Lindas camuesas y peros!
SÉPTIMO
¡Zerezas!
OCTAVO
¡Piñón mondado!
580
NOVENO
¡Açúcar blanco rosado!
AGUADOR
¡Agua y anís, caballeros!
 

(Un MAESTRO de esgrima y un muchacho con espadas y cascos.)

 
MAESTRO
Planta, Perico, el arnés
en este sitio.
PERICO
Hoy es día
de poleo y valentía. 585
 

(Dos bravos, el uno con espada, y el otro, que es ANDRÉS, vestido como carretero, sin ella, y con montera y polainas y un capote de dos aldas, y debaxo dêl un coleto y caída por detrás la capa.)

 
GERÓNIMO
¿No jugaremos, Andrés?
ANDRÉS
Herónimo, en viendo entrar
de Gargantalaolla gente,
tomaré la espada.
GERÓNIMO
A veinte
de Cuacos en su lugar 590
dieron mucha pesadumbre
las fiestas pasadas.
ANDRÉS
Hoy
esperándolos estoy.
Siempre tienen de costumbre
bravear en su lugar, 595
aunque los dêssa aldegüela
les mearon la pajuela.
MAESTRO
¡Ea, galanes, entrar
para hazer nombre de Dios!
GERÓNIMO
¿Qué responde Andrés a eso? 600
ANDRÉS
Pues lo dize el so maeso,
juguemos ambos a dos.
GERÓNIMO
Tenga, mazebo, esta capa
y esta espada.
ANDRÉS
Téngame
esta mía.
MAESTRO
Jueguesé.
605
 

(Toman las espadas y dize.)

 
ANDRÉS
No he de perdonar al papa,
no siendo de mi lugar.
MAESTRO
Sea para bien la estrena.
Toquen casco.
ANDRÉS
Dorabuena.
 

(Tocan casco, y luego como acostumbran sus idas y venidas.)

 
MAESTRO
Limpio, y sólo señalar; 610
que aquí a enseñar se camina
y es lo demás borrachera.
 

(Entretanto que desde adentro se pregona.)

 
TERCERO
¡Limas dulzes de la Vera!
CUARTO
¡Turrón!
QUINTO
¡Confitura fina!
SEXTO
¡Lindas camuesas y peros! 615
SÉPTIMO
¡Zerezas!
OCTAVO
¡Piñón mondado!
NOVENO
¡Açúcar blanco rosado!
AGUADOR
¡Agua y anís, caballeros!
MAESTRO
Yo la vi. Vaya otra, y tiento
con la vista.
GERÓNIMO
Eso buscamos.
620
 

(GIRALDO agora; MINGO con capa, puesto a lo gracioso, de bravo, y MADALENA y GILA con rebozos en la cara de volante y sombreros de palma y ferreruelos.)

 
GILA
A lindo tiempo llegamos.
MADALENA
Camínase por el viento,
Gila, cuando a fiestas es.
GILA
Éstas, prima Madalena,
son de mayor gusto.
MADALENA
¿Llena
625
la plaza de hombres, no ves?
GILA
Como los reyes honrar
esta ciudad han querido,
toda la Vera ha venido,
que no ha faltado lugar. 630
Rabiando vengo por ver
a la reina, porque dêlla,
después de dezir que es bella,
dizen que es brava muger,
que al lado de su marido, 635
que le guarde Dios mil años,
le ven h[az]er hechos estraños;
mas tal madre la ha parido
y tal padre la engendró.
MADALENA
Su valor pintado han 640
en el príncipe don Juan.
GILA
Madalena, en viendo yo
mugeres dêsta manera,
me vuelvo de gusto loca.
MAESTRO
Esta vaya, y punto en boca 645
 

(De adentro.)

 
TERCERO
¡Limas dulzes de la Vera!
GIRALDO
Gila, tomemos lugar.
MINGO
Siempre que en el coso estoy,
de mí imagino que doy
un olor particular, 650
que debe de ser de miedo,
y es para el que tenga al lado...
 

(De adentro.)

 
NOVENO
¡Açúcar blanco rosado!
MINGO
Y membrillo de Toledo.
GILA
Juego de armas hay aquí; 655
lleguemos, padre, a mirar,
que no faltará lugar.
GIRALDO
Tal inclinazión no vi.
MADALENA
Erró la naturaleza,
Gila, en no h[az]erte varón. 660
GILA
¡Ay, prima!, tienes razón.
 

(De adentro.)

 
OCTAVO
¡Piñón mondado!...¡Zereza!
ANDRÉS
Llegando van forasteros.
Sienta, Herónimo.
GERÓNIMO
Andrés,
sí haré para entrar dempués. 665
 

(De adentro.)

 
AGUADOR
¡Agua y anís, caballeros!
 

(Toma GERÓNIMO su capa y espada y echa un cuarto en el casco que se quita el muchacho de la cabeza. Toma el montante el MAESO y haze plaza agora.)

 
MAESTRO
Plaza, hidalgos, ¡fuera, fuera!;
guardar los pies.
GILA
Mingo, toma
la espada tú.
MINGO
¿Yo? Mahoma
con éste; de la montera, 670
Gila, la puede tomar.
GILA
¡Vive Dios, que eres gallina!
MINGO
Pues si eso te da mojina,
yo te quiero contentar,
que quiero salir por ti 675
esta vez descalabrado.
GILA
Entra tú determinado,
y ten hígados y di
que te descalabre.
MINGO
Voy,
aunque con miedo cruel. 680
GILA
Escucha, déxate dêl
cargar la espada.
MINGO
Ya estoy
en lo que dizes.
GILA
Y luego
alza y tírale un mandoble,
que aunque la espada se doble, 685
saque de los cascos fuego,
y déxalo luego estar,
que aquí estoy yo.
MINGO
Que no quiero
contra aqueste carretero
más, Gila, que verme entrar. 690
Mira del modo que tomo
la espada y cómo me quito
la capa.
ANDRÉS
Ya estoy agito
dêste payo.
MINGO
Y mira cómo
voy entrando.
GILA
Siempre tiesso
695
y a la vista; eso me agrada.
MINGO
Un cuervo llevo en la espada.
Apártese, so maesso.
MAESTRO
Toquen casco.
ANDRÉS
Dorabuena.
MAESTRO
Limpio.
MINGO
Yo tendré cuidado.
700
MADALENA
Bravamente Mingo ha entrado.
GILA
¿Pues no a de entrar, Madalena,
estando yo aquí?
GIRALDO
Yo estoy
remozándome de ver
jugar las armas. Ayer, 705
tal día como el que es hoy,
me parece que fue el día
que en este mismo lugar
¡ah mozedad!, a pesar
de la mayor valentía 710
que tuvo toda la Vera,
a un bravo di en qué entender.
Todo pasa por correr
tan breve la edad ligera.
 

(Agora vuelven a la segunda ida y venida. Dale en la cabeza y suelta la espada.)

 
ANDRÉS
Un pan le he de dar agora, 715
si puedo, como unas nuezes.
MINGO
Esto no es para dos vezes;
entre otro, amigo.
GILA
En buen hora.
 

(Arremeten GERÓNIMO y GILA a la espada, y cóxela GILA.)

 
GERÓNIMO
Tarde llegué, y ¡vive Dios!
que es muger la que ha tomado 720
la espada.
GIRALDO
Gila, ¿en qué has dado?
GILA
Ya lo veréis, padre, vos.
Ten la capa, Madalena,
que a este bravo pienso h[az]er
que me sueñe.
ANDRÉS
¿Una mujer
725
toma la espada?
MINGO
No suena
una calabaza más.
Algo pago de vacío
en los cascos.
ANDRÉS
¡Bravo brío!
MINGO
Con carreteros, no más, 730
que es gran gente de chichón,
y ¡vive Dios! que el que tiento,
que es otra cabeza, y siento
en el alma el coscorrón,
que imagino que también 735
ha quedado no sé cómo.
¡Oh carretero de plomo!,
mala pedrada te den,
derríbente las encías
con un almirez, un box 740
te mate. Para relox
famosa mano tenías,
que asentara lindamente
cuando dieras el caíz.
ANDRÉS
Señora Aldonza o Beatriz, 745
si es su amigo o su pariente
el payo del coscorrón
y le pretende vengar,
busque uno de su lugar
y llevará otro chichón; 750
que a mujeres tengo miedo,
sí ¡por el agua de Dios!
y más si son como vos.
GILA
Bien sé que dársele puedo,
mi señor, carro o carreta, 755
más que por muger por hombre.
ANDRÉS
Lindo dicho.
GILA
No os asombre.
MINGO
Plega a Dios que no se meta
Gila, por querer ser brava,
donde no pueda salir. 760
Bien nos pudiéramos ir,
que ya yo me contentaba
con que haya sido chichón
el tajo del carretero;
aunque fue Tajo y fue Duero. 765
GIRALDO
No hay quien la meta en razón.
MAESTRO
Donzella, siente la espada
y no nos entrampe el juego.
GILA
Señor maeso, yo juego,
y ya la tengo empuñada, 770
y no he de h[az]er otra cosa
que la que digo.
MAESTRO
Pues vaya.
GILA
Muger soy sólo en la saya.
MAESTRO
Y seréis muger famosa.
ANDRÉS
¿Al fin, señora donzella, 775
quiere jugar?
GILA
Es antojo.
ANDRÉS
Por San Rorro, si me enojo,
que pueden doblar por ella.
GILA
Jugar y callar pareze
mucho mexor.
MAESTRO
Nunca vi
780
tal muger.
GILA
Yo siempre fui
dêste parezer.
MAESTRO
Mereze
corónica este valor,
brava postura, famoso
partir cerrado y airoso; 785
no pudo hazerlo mexor
el mismo que lo ha inventado.
¡Por vida de mase Juan!
Reconoziéndose van.
GILA
Éste es revés por un lado. 790
 

(Cárgale la espada ANDRÉS y ella le da muy bien, y mete el montante.)

 
MAESTRO
Yo la vi, basta.
ANDRÉS
Y aún yo
la he sentido y me âturdido,
¡vive Dios!
GILA
Esto no ha sido
nada, por Dios; que corrió
la espada sobre la suya. 795
Vaya otra.
MAESTRO
¡Estraña muger!

 (Metiendo el montante.) 

GILA
So maeso, ésta ha de ser.
MAESTRO
Aquí es bien que se concluya.
Siente, Andrés.
MINGO
Pienso que siente
lo mismo que yo sentí. 800
MAESTRO
En toda mi vida vi
una muger tan valiente.
ANDRÉS
Que esto fue buscar moginas
con todo el lugar sospecho.
GERÓNIMO
Digo que ha sido mal hecho. 805
GILA
Mienten como unos gallinas.
 

(Da sobre ellos GILA con la espada de esgrima, y GERÓNIMO desenvaina la suya, y ANDRÉS con la que tiene en la mano.)

 
MAESTRO
Asienta, muger, la espada.
GILA
Ya es tarde.
MAESTRO
Derribaréte
con el montante.
GILA
¡Ea!, vete.

 (Dale al MAESTRO.) 

MAESTRO
¡Al maestro, cuchillada! 810
GILA
Por esto se dixo.
MAESTRO
Espera.
GILA
¿Dónde, gallinas, me voy?
¡Ah perros!, huid, que soy
la serrana de la Vera.
GIRALDO
¡Hija, Gila!
GILA
Apartaos, padre,
815
no os pierda el respeto aquí.
GIRALDO
Pondré las manos en ti,
¡Por el siglo de tu madre!
quebraréte este bordón
en la cabeza.
MADALENA
Giraldo,
820
pues no hay remedio, dexaldo.
MINGO
Voime con mi coscorrón.
GILA
¡Ah gallinas!
MADALENA
El decoro,
enojada, a de perderos.
 

(Salga el que vende agua y anís, y en diziendo este verso, le quiebre el cántaro GILA, y digan de adentro.)

 
AGUADOR
¡Agua y anís, caballeros! 825
 

(De adentro.)

 
¡Guarda el toro! ¡Guarda el toro!
MINGO
Aún esto fuera peor.
Voime a subir a un tablado.
GILA
Como a toro me han dexado;
conozieron mi furor. 830
Pésame que con espadas
y el montante se me fueron;
pero en efeto huyeron
como gallinas mojadas.
Tomaos eso que os lleváis, 835
pues para volver, cuitados,
como dizen, trasquilados,
con la serrana os tomáis;
con la que a brazo partido
mata al osso, al jabalí; 840
con la que un molino así
mil vezes ha detenido;
con la que arroxa más alta
la barra que el pensamiento;
con la que aventaxa el viento 845
cuando corre o cuando salta;
con quien güesos y costillas
luchando a un hombre deshaze;
con la que en las manos haze
tres herraduras astillas; 850
con quien como mimbres tiernos
corta una enzina, una oliva;
con la que un toro derriba
asiéndole por los cuernos;
con la que en medio [d]el furor 855
detiene un carro de bueyes.
 

(Tocan atabalillos y salen arriba a una ventana DON FERNANDO y DOÑA ISABEL, y siéntanse en dos sillas.)

 
Ya pareze que los reyes
salen a este corredor.
Más agradables presencias,
en toda mi vida vi; 860
h[az]elles quiero desde aquí
dos cortesses reverenzias.
Guárdeos Dios, reyes cristianos,
y después que ambos viváis
cuatro mil años, os vais 865
al zielo dadas las manos,
porque casados tan buenos,
como hiedra y olmo es bien,
que aquí y en el cielo estén
jamás de gozarse ajenos. 870
Que de vos, alta señora,
a muchos días que estoy
enamorada, y os doy
los parabienes agora
de los triunfos que gozáis 875
de las cosas que havéis hecho,
que bien el valor del pecho
en el semblante mostráis.
Ruego a Dios que no paréis
hasta ganar a Granada, 880
porque dempués coronada
de sus granates quedéis,
que dirán bien en la frente
de tan divina amazona.
Vos tenéis gentil persona 885
y malhaya yo si miente
en cuanto dize de vos
la fama, y que, si hombre fuera,
por vos sola me perdiera,
y aún así lo estoy, ¡por Dios! 890
Perdone, hermosa Isabel,
vuestro Fernando dichoso,
que lo fue en ser vueso esposo
como vos en serlo dél.
Con esto, a Dios, que de mal 895
vos libre y quede con vos,
y echadme entrambos a dos
vuesa bendizión real,
que de hinojos os adoro.
FERNANDO
¡Qué serrana tan graciosa! 900
ISABEL
Y cuanto ser puede hermosa.
 

(De adentro.)

 
¡Guarda el toro! ¡Guarda el toro!
FERNANDO
Bizarro toro han sacado.
 

(Pónese en pie la serrana.)

 
GILA
Hoy he de h[az]er por serviros
una suerte, sin pediros 905
licencia, pues me ha encontrado
en el coso la ocasión,
y yo a Isabel enamoro.
 

(De adentro.)

 
¡Guarda el toro! ¡Guarda el toro!
 

(Entren cayendo y levantándose algunos, y MINGO caídas las bragas y huyendo y diziendo.)

 
MINGO
Aún éste es peor chichón 910
No temí en balde de estar,
pues esto pude temer,
en el coso, sin saber
la trasera asegurar.
GILA
¿Dónde vas como Redina, 915
Mingo, todo desbragado?
 

(Entre MINGO huyendo.)

 
MINGO
Voy huyendo, que me ha echado
el toro una melezina.
GILA
Escupiendo espuma al zielo
viene el toro; yo me arroxo, 920
que si los cuernos le coxo,
le he de h[az]er medir el suelo.

 (Éntrese arremetiendo hazia el vestuario.) 

ISABEL
Loca aquella labradora,
Nuño, al parezer está.
NUÑO
Por los cuernos asió ya 925
al toro feroz, y agora
le rinde como si fuera
una oveja.
FERNANDO
¡Qué osadía!
 

(Descúbrese agora entre los paños la cabeza del toro solamente, y ella echándole patas arriba.)

 
GILA
Ya saben la fuerza mía
los novillos de la Vera. 930
FERNANDO
¡Qué valerosa muger!
ISABEL
No he visto mayor valor.
FERNANDO
¡Ola, don Nuño!
NUÑO
¡Señor!
FERNANDO
Merzedes le quiero hazer
a esa muger; sabed dêlla 935
de adónde es.
NUÑO
¡Ah, labradora!,
¿de adónde sois?
ISABEL
Enamora
verla tan valiente y bella.
GILA
Con reverenzia y perdón,
soy de Gargantalaolla, 940
que de tan biçarra polla
fue otra igual el cascarón,
que no fue menos gentil.
NUÑO
¿Qué nombre tenéis?
ISABEL
Llamalda.
GILA
Llámanme Gila Giralda, 945
hija de Giraldo Gil.
ISABEL
La labradoraza es braba.
 

(Tocan caxas de adentro.)

 
FERNANDO
¿Éstos qué atambores son?
NUÑO
De don Rodrigo Xirón,
maestre de Calatraba. 950
ISABEL
El maestre viene; alguna
nueva nos trae, pues marchando
entra en Plasencia, Fernando.
NUÑO
Ya el bravo Girón de Osuna
llega.
FERNANDO
Extraña novedad.
955
ISABEL
Algo será de Granada.
GILA
Bien el valor de su espada
muestra el traje y magestad.
 

(Entre el maestre de Calatraba, DON RODRIGO GIRÓN, en cuerpo, de negro, con plumas negras en el sombrero y una ropilla como vaquero cerrada por delante y en medio del pecho una cruz, mayor que las ordinarias de Calatraba, y bastón, y haziendo sus reverenzias diga.)

 
RODRIGO
Católicos monarcas de Castilla
Isabel y Fernando, a quien el zielo 960
prospere, amén, y en la española orilla
os haga tributar el indio suelo,
entrando por el río de Sevilla
(que fue al valor de vuestro santo agüelo
espexo) de sus climas más remotas 965
todos los años dos bizarras flotas.
Yo llegué a Salamanca con la gente
castellana, estremeña y andaluza,
al orden que me distes obediente,
después de la postrera escaramuza 970
adonde cuerpo a cuerpo di al valiente
Albaialdos zegrí y al gomel Muza,
entre Ronda y Morón, muerte, a despecho.
De un morisco escuadrón por mí desecho.
Hallé llorando a todos vuestra ausencia; 975
pero en vuestro retrato generosso
vuestro mismo valor, vuestra prudencia
y vuestro mismo pecho valeroso,
que las precissas causas que a Plasencia
os truxeron me dixo, y del forçosso 980
socorro a Alhama el orden juntamente,
que es luna al fin de vuestro sol absente.
No quise en la ciudad dormir, que luego
volví a marchar aquella misma tarde,
porque la guerra no admitió sosiego 985
en el valor que nunca fue cobarde.
Del juvenil ardor, del marzial fuego
el príncipe alentado, en el alarde
quiso salir honrando mi persona,
y dexando inmortal vuestra corona, 990
sobre un polaco de villana raza,
de hermosa vista y de faciones toscas,
que a corbetas las nubes amenaza,
entre la cola y clin hecho mil roscas,
la piel de la color de la linaza 995
nevada a trechos de unas blancas moscas
al parezer tan vivas, y a la espuela,
que le han dado las alas con que vuela.
Apenas el bucéfalo villano
escuchó el son de la marcial trompeta, 1000
cuando de un mar de espuma crespa cano,
siendo el príncipe un monte, se inquieta,
alza el errado pie, baxa la mano
y da un salto, una coz y una corbeta,
midiendo de las casas lo más alto 1005
con la corbeta, con la coz y el salto.
Quiso probar a darle una carrera,
¡pluguiera a Dios que nunca lo intentara!,
parte del furiosso bruto, de manera
que imaginamos que jamás parara; 1010
el vulgo atento el fin violento espera,
que le temió primero que llegara,
que como con su voz Dios le autoriza,
también algunas vezes profetiza.
Cuando en medio de aquesta ligereza, 1015
que al viento, al pensamiento maravilla,
en su velozidad misma tropieza
y en el arena pone una rodilla,
entre las manos mete la cabeza
y a un corcobo le arroja de la silla, 1020
y aunque se asió a las crines, por la frente
cayó sobre los ojos de la gente.
Levantóse en el vulgo un alarido
mirando la desdicha que temía,
dexarretando al bruto, que corrido 1025
del desmán desdichado se escondía.
Levantamos del suelo sin sentido
al príncipe don Juan, que ya volvía
en sí animoso, desde allí a la cama,
y marchó luego a sacorrer a Alhama. 1030
No se atrevieron a escribir, y quise
de camino avisaros sin pararme,
por que el alarbe bárbaro no pise
el muro que una vez llegó a entregarme.
De su salud confía que os avise 1035
la infanta doña Juana. Mandad darme
lizenzia, pues importa la presteza,
y guarde Dios mil años a su Alteza.

 (Éntrese tocando las caxas.) 

ISABEL
Para qui es el valor, Fernando; agora
es menester el pecho generoso. 1040
FERNANDO
Católica Diana y venzedora
de tanto cuello alarbe belicoso,
ese heroico valor que España adora,
en tan triste ocasión será forçosso
que se le dé a mi pecho, que en los reyes 1045
del valor quiebra amor las graves leyes.
La fiesta cesse aquí, y el cielo, al ruego
de España, enseñe aquella piedad franca
que siempre nos mostró.
ISABEL
Partamos luego,
sin parar a Plasencia, a Salamanca. 1050
FERNANDO
Vamos. Sin seso voy de llanto ciego.
ISABEL
De sentimiento el alma se me arranca.
GILA
Con esto estorbó el zielo que no fuera
dichosa la serrana de la Vera.

 
 
FIN DEL ACTO PRIMERO
 
 

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