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31

Gustavo Adolfo Bécquer, prólogo a la 1.ª edición de sus obras (Madrid, 1871).

 

32

P. 100 de El cuento español en el siglo XIX (Madrid, 1949).

En el apartado III, Cuento y Artículo de costumbres, del cap. II hace Baquero Goyanes atinadas y documentadas consideraciones tendentes a deslindar con alguna netitud ambas especies literarias.

 

33

En las pp. 365-369 de esta miscelánea puede leerse El portero, por Vicente López.

 

34

En pp. 238-240, relato La muralla de carne, hay otra andanada por el estilo contra las compañías de ferrocarriles.

 

35

La manera de referir el hecho milagroso que motivó la erección de la ermita de San Isidro en la pradera madrileña de su nombre (pp. 192-194, relato La romería de San Isidro en Madrid) no revela gran rendimiento piadoso.

 

36

Por ejemplo: en pág. 179, relato Los aficionados, se lee el siguiente diálogo entre la esposa y un visitante de la casa: «-¡Hola! ¡Hola! ¡Puede V. estar orgullosa con sus hijos!- A Dios gracias, lo estoy, ¿por qué negarlo? Todo lo que la Providencia negó a su padre de talento y disposición, que si no hubiera sido por mí, y mis buenas relaciones con el banquero T., ya nos habíamos muerto de hambre mil veces; pero tengo la satisfacción que todos han salido a mí sola».

 

37

P. 81 de Bécquer y Heine (Madrid, 1946).

 

38

«Fundándose en la manifiesta diversidad de estilos observable en el texto de Mi primer ensayo, cree que es obra de varias manos y no debida a la pluma de Casta Esteban, (p. 20 de Documentos).

 

39

Documentos, p. 19.

 

40

P. 194 de Románticos y bohemios.