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ArribaActo III

 

Salen RUI PÁEZ, mayordomo del Duque de Alba, y RAMIRO DE LARA.

 
MAYORDOMO
Mil veces en hora buena
vengas, Ramiro de Lara.
RAMIRO DE LARA
¡Quién alegre te mirara,
Alba de mi sol serena!
¡Quién te viera con el gusto 5
que cuando miraba en ti
la hermosura, por quien fui
soldado de mi disgusto!
MAYORDOMO
¿Que no ha podido la guerra
vencer el pasado amor?10
RAMIRO DE LARA
Renueva el alma el dolor
a la vista desta tierra.
MAYORDOMO
¿Viene el Duque mi señor?
RAMIRO DE LARA
Hallose el Duque en Granada,
que no le sufrió la espada15
tener atado el valor.
Pero haciendo como aquel,
que al rededor de su escudo
—fol. 39v→
poner las banderas pudo,
de tanto alarbe crüel,20
fue de una saeta herido
saliendo de Santa Fe,
de un Bencerraje que fue
del Duque entonces vencido,
cuya enfermedad y herida, 25
a hacer voto le obligó,
cuando en el trance se vio
último fin de la vida,
de ir a la Peña de Francia,
antes que su casa viese, 30
y que yo solo viniese
le pareció de importancia,
a avisar a mi señora
por las cartas que la he dado.
MAYORDOMO
Vós venís un gran soldado. 35
Vámonos juntos agora,
que quiero besar las manos
al Duque, y llevar de casa
ropa y regalos.
RAMIRO DE LARA
Él pasa
de Peñaranda a los llanos;40
esta tarde va a dormir
dos leguas de Salamanca;
haced llevar ropa blanca,
y aun alguna de vestir,
por si se quiere mudar 45
de las galas de soldado.
MAYORDOMO
Ya estoy, Ramiro, avisado
de lo que manda llevar;
que mi señora me dio
orden de lo que he de hacer.50
RAMIRO DE LARA
Alba, ¿por qué os vuelvo a ver
después que mi sol faltó?
Decid, Rui Páez, ¿jamás
se supo desta mujer?
MAYORDOMO
No se ha podido saber 55
della y de su amante más
de que ciertos labradores
los vieron poca distancia
de la alta Peña de Francia.
RAMIRO DE LARA
¡Desdichado fin de amores!60
Iríanse a Portugal.
MAYORDOMO
Donde quisieren estén.
RAMIRO DE LARA
Con las memorias del bien
de nuevo se siente el mal.
 

(Vanse.)

 
 

(Salen cuatro villanos del Castañar, lugar al pie de la Peña de Francia, son BELARDO, LUCINDO, VALERIO, y un ALCALDE.)

 
ALCALDE
Mira bien lo que dices.
BELARDO
Verdad digo,
65
y que subiendo al monte mi ganado,
que el cabrío de peñas siempre amigo,
andaba de unos pámpanos colgado,
vi a la sombra de un verde cabrahígo
un monstruo, un hombre, un animal sentado.70
LUCINDO
Animal, monstruo, y hombre; ¿de qué modo?
BELARDO
Porque me pareció que lo era todo.
LUCINDO
¿Tenía barbas?
BELARDO
Sí, barbas tenía.
LUCINDO
Mira ¿no fuese acaso alguna cabra?
BELARDO
¿Cabra? ¡Oh, qué lindo! Hablaba y respondía, 75
y le pude entender una palabra.
  —fol. 40r→  
VALERIO
¿Pues qué te dijo?
BELARDO
Al tiempo que subía
detrás de una salvaje cornicabra,
me dijo: hola pastor, escucha.
VALERIO
¿Y luego?
BELARDO
Volé como cohete a quien dan fuego.80
ALCALDE
¿Por qué no respondiste?
BELARDO
Si me diera
lugar el miedo de mirar su talle,
no hay duda que le hablara, y respondiera,
pero no me atreví ni aun a miralle;
una como esta nunca vista fiera85
subió a los montes desde el hondo valle,
habló con un pastor el otro día,
y le pidió del vino que tenía.
ALCALDE
Nunca jamás al valle ha descendido,
ni deste pueblo o de otro comarcano, 90
hombre, por más ligero y atrevido
que fuese, ni lo oí de algún anciano,
como este, ni aun por señas lo he sabido
que habite nadie en su profundo llano.
LUCINDO
Estos días, Alcalde, solamente 95
ven los pastores luces, y oyen gente.
¿Qué tenía, Belardo, el que tú viste,
que fuesen señas de hombre?
BELARDO
Barba y cara,
piernas, brazos y voz.
LUCINDO
¿Que hablar le oíste?
BELARDO
No presumáis de mí, que os engañara; 100
pieles de jabalí y de ciervos viste,
cual suele el segador el antipara,
con cuerdas las abarcas encordela,
con que por nieve y peñas trepa y vuela.
ALCALDE
A fe que no está solo, y que sospecho 105
que como cuando se nos va de casa
un gato al monte, y queda montés hecho,
la caza mata, y la campaña atrasa;
así el que destos hombres por despecho
de alguna villa al monte y valle pasa, 110
se volverá también hombre selvaje,
y matará a quien a su choza baje.
Necesario será que el pueblo ordene,
pues es el Castañar de los honrados,
que la Peña de Francia en sus pies tiene,115
un Capitán valiente, y cien soldados,
—fol. 40v→
que hace al valle por donde este viene,
que pues él pasa, pasarán guïados
del más diestro pastor de aquesta tierra.
LUCINDO
Será muy justa y conveniente guerra.120
BELARDO
¿Y si este fuese algún demonio, acaso,
que os quisiese engañar, y descendiros,
donde después que os viese en aquel raso
pudiese a su contento sacudiros?
¿Pareceos que hay por dónde dar un paso 125
ni polea después con qué subiros?
VALERIO
Para eso vaya el cura, y la cruz lleve.
BELARDO
No podrá descendir por tanta nieve.
LUCINDO
¿Quién será capitán?
ALCALDE
¿Quién tiene brío
como tú para serlo? ¿Y más ventajas 130
para bajar del monte al valle frío,
tú que los nidos de las torres bajas?
LUCINDO
Pues alto, yo lo aceto.
VALERIO
En Dios confío,
que los has de vencer.
LUCINDO
Tocad las cajas.
BELARDO
¿No te pondrás galán?
LUCINDO
Veraslo agora.
135
BELARDO
Mas que se torna loca en verte Flora.

 (Vase.) 

 

(Salen DON JUAN, y BRIANDA vestidos de bárbaros.)

 
DON JUAN DE ARCE
Gran soledad se padece.
BRIANDA
Notable pena me da.
DON JUAN DE ARCE
Bárbaros estamos ya.
BRIANDA
Hasta el alma lo parece.140
DON JUAN DE ARCE
Ya no hay vestido, ni cosa
de las que habemos traído.
BRIANDA
Conforma al alma el vestido.
DON JUAN DE ARCE
¡Oh, soledad rigurosa!
Por esos montes subí 145
cansado destos villanos,
desde cuyos cortos llanos
dos pastores descubrí;
pero ninguno esperó
espantados de mi traje, 150
porque del mismo lenguaje
ningún hombre se espantó.
Pienso que si en este estado
el noble Duque nos viese,
a compasión se moviese, 155
y que del yerro pasado
os concediese perdón.
BRIANDA
Yo, puesto que estoy contigo,
que te veo, gozo y sigo,
que de amor las glorias son, 160
siento el vivir como fiera,
sin Dios, sin Iglesia y Ley;
porque no fuera su Rey,
sino quien la mayor fuera.
¿Qué haremos para alcanzar 165
perdón del Duque ofendido?
DON JUAN DE ARCE
Mendo otra vez atrevido,
los montes quiere trepar,
para ver si algún pastor
sabe si el Duque está en Alba.170
  —fol. 41r→  
BRIANDA
¿Ha mucho?
DON JUAN DE ARCE
Desde hoy al alba.
BRIANDA
Débesle notable amor,
que no sé yo cuál amigo
su patria y casa dejara,
y hasta el mismo ser trocara,175
solo por vivir contigo.
Que tú ya tienes aquí
aquello de que has gozado.
DON JUAN DE ARCE
Aquel escudo pintado,
y aquella lanza le di, 180
que aquel cadáver tenía
de aquel sepultado godo;
que lo habrá menester todo,
si en los pies no se confía.
Quiera Dios que halle camino 185
cómo salgamos de aquí.
Taurina viene.
BRIANDA
¡Ay de mí!
DON JUAN DE ARCE
¿Ha vuelto a su desatino?
BRIANDA
Estos días ha tornado
a rogarme que la quiera, 190
y en una estraña quimera
para hacerme fuerza ha dado.
¿Tirso no baja con ella?
DON JUAN DE ARCE
Tirso viene.
BRIANDA
Pues verás
si puede llegar a más 195
la desdicha de mi estrella.
 

(Salen TRISO y TAURINA.)

 
TRISO
Como nos has enseñado,
Celio, tantas cosas buenas,
y en Batueca a duras penas
hay luz del error pasado, 200
a todos ha parecido
que porque de tu saber
pueda este valle tener,
que has con tu ciencia enlocido,
siempre de ti socesión, 205
gustes de tomar estado,
porque non siendo casado
non tendrás satisfación.
Y así, habiendo de elegir
para tu merecedura 210
mujer de igual catadura,
sabia en amar y servir,
habemos ende pensado,
que percolles a Taurina,
non porque fue mi sobrina, 215
ni haberme ella quillotrado;
non porque es la más erguida,
de mejor caletre y talle
que yace moza en el valle,
y está del tu amor ferida. 220
Condiciones, que ha decir,
son con la tuya ajustadas,
farán bienaventuradas
las horas de tu vivir.
Non hayas miedo que gruñas, 225
si a tu posada la llevas,
que allá verás, si la pruebas,
qué tomo de moza empuñas.
Ensuélvete así te goces,
faz cuenta que suegro soy.230
BRIANDA
Gracias, ¡oh, Tirso!, te doy,
por el bien que en mí conoces,
y el buen crédito que tienes;
y a Taurina muchas más,
de quien informado estás, 235
y por quien a hablarme vienes.
Es justa proposición,
y en estremo estoy contento
de que tan buen casamiento
se ponga en ejecución. 240
Mas debes considerar
que se ha de guardar en todo
aquel orden, traza, y modo,
que allá solemos usar.
TAURINA
Cada que cumpra a tu honor 245
alguna cosa emportante,
—fol. 41v→
me fincarás tan constante
como en el pasado amor.
Que non quiero mayor palma
que ver que me quieres bien, 250
y que atranques el desdén
que me trascolaba el alma.
DON JUAN DE ARCE

 ([Aparte.]) 

Brïanda, ¿cómo prometes
casarte?
BRIANDA
Déjame a mí.
TRISO
Celio, lo que importa di, 255
para que su mano acetes.
Que si es dote, non sé yo
quién de la nuesa pobreza
te podrá dar más riqueza.
BRIANDA
No reparo en eso, no.260
TAURINA
Yo te daré todo un prado
de feno en hasta la cinta,
que la primavera pinta
de flor el abril rosado.
Darete un arroyo fresco 265
que crucia de un monte a otro,
donde con caña y quillotro
truchas salmonadas pesco.
Darete cien avellanos,
treinta castaños y más,270
que desde aquí los verás
en aquellos verdes llanos.
Darete cien reses grandes,
y cuatrocientas pequeñas,
tan mansas, que con tus señas 275
el ir y venir las mandes.
Darete dos chozas buenas,
no pajizas ni ahumadas;
y en carrascas acopadas
veinte corchos de colmenas.280
Lino y cáñamo sé hilar,
de que son los camisones
que a las vegadas te pones;
y también te quiero dar,
pora que veas si es justo 285
quererme más tiernamente,
un alma que eternamente
viva en la ley de tu gusto.
BRIANDA
Quererme, Taurina, bien,
es el dote que yo estimo;290
pero mi hermano y mi primo
saben que ha de ser también,
y es, que cuando allá se casa
algún rey, o gran señor
a quien le iguala en valor, 295
da cuenta de lo que pasa.
De suerte que es menester
hacer primero la salva
al famoso Duque de Alba.
TAURINA
Pues ¿cómo lo ha de saber?300
BRIANDA
Enviando un mensajero
que desas montañas pase;
que en diciendo que me case,
no hay más, por mujer te quiero.
TRISO
¿Está cerca ese lugar?305
BRIANDA
Preguntando irá muy presto.
TAURINA
¿Quién será, tío, indispuesto
para que le vaya a habrar?
TRISO
Mileno o Giroto creo
que irán, por quererte bien.310
TAURINA
Pues vamos los a habrar.
TRISO
Ven.
TAURINA
Adiós, ojos con que veo.
BRIANDA
Adiós, dulce gloria mía.
TAURINA
¿Non oyes aquel requiebro?
¿Qué dura faya, qué niebro 315
non se desquillotraría?
Non me guarde Dios, amén,
si non te adoro míos ojos.
BRIANDA
Tú me quitas mil enojos
con ver que me quieres bien.320
TAURINA
¿Cuándo, Celio, será el día
que te percolle en míos brazos?
Si non te fago pedazos,
non logre la vida mía.
Que si una vez tu conceso 325
—fol. 42r→
cuerpo mi cuidado apaga,
non habrá perro que faga
más caricias a su dueño.
 

(Vase con TRISO.)

 
BRIANDA
A buscar parten contentos
para el Duque Embajador 330
destas bodas.
DON JUAN DE ARCE
¿No es mejor
desengañar sus intentos?
BRIANDA
No, porque temo esa gente,
en los hechizos tan diestra,
que me matarán.
DON JUAN DE ARCE
Hoy muestra
335
Mendo el valor.
BRIANDA
Cuando intente
ir a cualquiera lugar
no será mal recibido.
DON JUAN DE ARCE
Brianda, un noble ofendido
cerca está de perdonar.340
Deseo también salir
deste valle, por temer
tu parto cerca.
BRIANDA
Poner
remedio.
DON JUAN DE ARCE
¿Hay alguno?
BRIANDA
Huir.
DON JUAN DE ARCE
¿Dónde, o cómo en este traje, 345
y con el Duque ofendido?
Cuenta el crédito ofendido
deste bárbaro linaje
si te coge el parto aquí.
BRIANDA
No sé si podría ser, 350
darles, don Juan, a entender
que allá se acostumbra así.
DON JUAN DE ARCE
¿Qué se acostumbra?
BRIANDA
Parir
los hombres en nuestra tierra.
DON JUAN DE ARCE
¿Hablas de veras?
BRIANDA
La sierra
355
es áspera de subir;
el mejor remedio es este.
DON JUAN DE ARCE
¿Creeranlo?
BRIANDA
Cuanto les digo.
DON JUAN DE ARCE
Aunque estén muy bien contigo
temo que el vivir nos cueste. 360
Pero ¿de quién ha de ser
el parto?
BRIANDA
Diré que allá,
si el hombre preñado está,
es el padre la mujer.
DON JUAN DE ARCE
No has dicho igual desatino;365
ahora bien, míralo bien.
BRIANDA
Cuando en este engaño den,
otro remedio imagino.
DON JUAN DE ARCE
Sí, ¿mas para no casarte?
BRIANDA
Ven, que allá lo pensaré.370
DON JUAN DE ARCE
Habla a Tirso.
BRIANDA
¿Para qué?
DON JUAN DE ARCE
Envíale a alguna parte,
que es sabio y será notorio
que tu engaño ha de decir.
BRIANDA
Mas que vengo.
DON JUAN DE ARCE
¿A qué?
BRIANDA
A parir
375
el día del desposorio.
 

(Vanse.)

 
 

(Sale MENDO vestido de bárbaro con pieles y abarcas, y con la lanza y escudo referido.)

 
MENDO DE ALMENDÁREZ
Ya que del profundo valle
a la cumbre deste monte,
por donde abrí incierta calle,
subo al mayor horizonte 380
y puedo alegre miralle,
decid pensamiento mío,
pues a la patria os envío,
¿qué se dice allá de mí?
Que la amistad advertí 385
en el mayor desvarío.
¿De cuántos juzgado soy
por muerto? Y sin duda alguna
vivo muerto, pues lo estoy,
donde solo a mi fortuna 390
culpa de mis males doy.
Pero ¿por qué me lamento,
si sobre tanta amistad
—fol. 42v→
hace mi mal fundamento,
y es sola la adversidad 395
quilate del pensamiento?
De don Juan he sido amigo,
su adversa fortuna sigo,
años he vivido aquí,
porque sé dél que por mí400
lo mismo hiciera conmigo.
Mucho me atrevo a bajar,
no sé hacia dónde me incline
que algún pastor pueda hablar,
porque hay senda que camine 405
como la nave en el mar
Hacia quella sierra blanca,
mas que en yerba en nube franca,
es el camino del Tormes,
que baña en peñas disformes 410
los muros de Salamanca.
Por allí deben de estar
Béjar, Alba, y Salvatierra,
y allí la peña y Altar
de la Virgen, que esta sierra 415
pudo en cielo transformar
No veo pastor ninguno;
sueño y cansancio importuno
me aprietan, guarde este canto
el escudo y lanza, en tanto 420
que duermo y que viene alguno.

 (Échase a dormir.) 

 

(Salen con caja y bandera los labradores que pudieren, BELARDO, LUCINDO, VALERIO, y el ALCALDE, armados graciosamente.)

 
LUCINDO
Parad las cajas; aquí
nos sentemos a tratar
por dónde se ha de bajar.
BELARDO
Todas las señas perdí.425
ALCALDE
Luego ya no se te acuerda
por dónde el camino va.
VALERIO
No hay senda en llegando acá
que no se deshaga y pierda.
BELARDO
Tratad de dar un refresco430
al pie de aqueste peñasco;
salga lo añejo del frasco,
y de la alforja el pan fresco.
Y no tratéis de otro modo
pensar decendir allá.435
ALCALDE
Cansada la gente está.
BELARDO
¿Qué quieres si es peñas todo?
Sentaos, porque en la guerra
se ha de comer por momentos.
 

(Siéntanse.)

 
LUCINDO
Conviene que estéis atentos 440
a la cumbre de la sierra,
donde dicen los pastores
que han visto los animales.
BELARDO
Entre aquellos matorrales
que encierran silvestres flores, 445
el que os dije vi sentado.
 

(Despierta MENDO.)

 
MENDO DE ALMENDÁREZ
¡Válgame el cielo! ¿Qué es esto?
¿Qué desventura me ha puesto
de tantos hombres cercado?
Armados vienen, ¿qué intentan? 450
¿Contra quién se arman así?
Quiero escuchar desde aquí
si acaso la causa cuentan.
LUCINDO
Notable deseo
topar un monstruo de aquestos.455
MENDO DE ALMENDÁREZ
De nosotros hablan estos.
LUCINDO
¿El que tú viste es muy feo?
BELARDO
No tiene el que arriedro vaya,
Lucindo, mejor facción.
VALERIO
¿De tan mala hechura son?460
BELARDO
Sentado al tronco de un haya
—fol. 43r→
me cogió cuando le vi;
pero desde peña en peña,
hasta parar en la aceña
del río, rodando fui. 465
Es cosa de tanto espanto
que desde entonces lo sueño.
MENDO DE ALMENDÁREZ
No es el peligro pequeño
en que estoy.
LUCINDO
¿Qué admira tanto?
BELARDO
Si todos no los matáis, 470
y permitís que se ausente
tan fiera y bárbara gente,
¿no hayáis miedo que tengáis
hijos ni haciendas seguras?
LUCINDO
Vivos me habían de quedar475
algunos.
MENDO DE ALMENDÁREZ
No hay que aguardar,
¡socorredme peñas duras,
que morir entre villanos
es la desdicha mayor!;
que en oprimido valor 480
los pies defienden las manos.

 (Vase huyendo por el monte.) 

LUCINDO
¿Es monstruo aquel que va allí?
ALCALDE
De salir agora acaba,
que entre nosotros estaba.
BELARDO
¡Válgame el cielo!
VALERIO
¡Ay de mí!
485
LUCINDO
¡Tiradle un dardo!
VALERIO
Va lejos.
ALCALDE
¡Qué diestro va por las peñas!
VALERIO
Él tiene las mismas señas,
abarcas, cinto, y pellejos;
sin duda que aquí ha dormido.490
BELARDO
Hierve de monstruos el monte.
LUCINDO
Alto, a seguirle disponte.
BELARDO
Solo volando podría.
¿Qué es lo que aquí se dejó?
VALERIO
Una lanza y un escudo.495
LUCINDO
¿Lanza y escudo?
ALCALDE
Estoy mudo.
BELARDO
Juzgaréis si os mentí yo.
En peligro está la tierra.
LUCINDO
¡Qué viejas armas traía!
ALCALDE
Para huir las dejaría500
más ligero por la sierra.
 

(Sale el DUQUE DE ALBA, RAMIRO, y el MAYORDOMO.)

 
DUQUE DE ALBA
¡Estraña aspereza!
RAMIRO DE LARA
Estraña.
DUQUE DE ALBA
Solo por quien vive aquí,
caminar se puede así
esta fragosa montaña.505
Mas ¿a qué efeto serán
las cajas que hemos oído?
BELARDO
¡Qué de monstros han venido!
ALCALDE
No nos sientan, que se irán.
LUCINDO
Sacudid de golpe en ellos.510
DUQUE DE ALBA
¿Qué gente es esta?
LUCINDO
Esperad,
que esta es gente de ciudad;
hablad primero con ellos.
BELARDO
¿Sois monstruos?
DUQUE DE ALBA
¡Tente, villano!
BELARDO
¿Sois monstruos?
RAMIRO DE LARA
¡Bestia, detente!
515
LUCINDO
¿Cómo detente? ¿Qué gente?
DUQUE DE ALBA
Detén la furia, serrano.
BELARDO
¿Sois monstruo?
DUQUE DE ALBA
¿Estáis locos, hombres?
BELARDO
¡Digan si son monstruos, presto!
DUQUE DE ALBA
No si causa armas se han puesto.520
LUCINDO
¿Son monstruos? Digan sus nombres.
DUQUE DE ALBA
¿De dónde sois labradores?
BELARDO
Del Castañar, que venimos
a matar monstruos.
LUCINDO
Supimos
—fol. 43v→
que en los peñascos mayores525
deste monte andan a caza
de hombres, y hemos hecho gente.
DUQUE DE ALBA
Cosa ha sido conveniente,
cristiana y piadosa traza.
BELARDO
Digan si son mostruos.
RAMIRO DE LARA
Hombre,
530
deja el villano furor,
que es el Duque, tu señor.
LUCINDO
¿El Duque? Respeto el nombre,
y humíllome a vuestros pies.
BELARDO
¿Que no son monstruos?
LUCINDO
Si salva,
535
invencible Duque de Alba,
la ignorancia; ya lo ves:
perdona el atrevimiento
de tus vasallos.
DUQUE DE ALBA
Yo estoy
satisfecho; a todos doy 540
perdón.
BELARDO
Par Dios, mucho siento,
que no son monstruos.
DUQUE DE ALBA
¿Qué gente
es la que buscando vais?
LUCINDO
Yo lo diré, pues estáis
deste suceso inocente.545
   Cierrase un valle, el más profundo y solo
que en el mundo formó naturaleza,
de inmensos montes, que de eterna nieve
cubiertos a la vista el paso impiden,
cuanto más a los pies, que no se sabe 550
que hayan puesto las plantas en su estremo.
Aquí dicen que viven, y no es fábula,
unos hombres o monstruos, que estos días
han subido a robar nuestros lugares.
El cura revolvió todos sus libros, 555
y dice, que si aquí viven salvajes,
que sin duda serán de aquellos hombres
que se escondieron entre aquestas peñas
huyendo de los moros africanos,
cuando el godo Rodrigo perdió a España.560
DUQUE DE ALBA
¡Estraña cosa!
MAYORDOMO
¡Por estremo estraña!
DUQUE DE ALBA
¿Hombres en este valle que han vivido
desde el último Imperio de los godos?
LUCINDO
Así lo dice el cura.
DUQUE DE ALBA
No es engaño,
sí es verdad que los hay y que son bárbaros, 565
y habla como estudiante y ha leído.
LUCINDO
¡Oh, qué lindo es aqueso! No ha dejado
historia que no saber. El otro día
nos contó la del perro de Alba a todos,
y la persecución de los judíos570
con las coplas de pase la Galana,
—fol. 44r→
y de Antón, el vaquero de Morana.
DUQUE DE ALBA
En más estimaré que verdad sea
que todo lo que valen mis estados.
LUCINDO
Señor, no lo dudéis, que en este punto 575
estaba uno durmiendo entre nosotros;
y como nos sintió, dejó las armas
y corriendo se fue por esos montes.
DUQUE DE ALBA
¿Armas dejó?
LUCINDO
Las que miráis presentes;
esta lanza mohosa, y este escudo.580
DUQUE DE ALBA
¡Válgame Dios! ¡Qué antigüedad tan grande!
MAYORDOMO
El escudo, señor, lo dice a voces,
que está de cuero antiguo bien cubierto,
y tachonado todo por las orlas.
RAMIRO DE LARA
Aquí tiene las armas de Castilla.585
MAYORDOMO
Castillos y leones son aquestos.
RAMIRO DE LARA
El año tiene aquí, y en cuatro letras,
que son T.S.D.R. hay una cifra,
que por dicha era el nombre de su dueño.
DUQUE DE ALBA
Era de setecientos y cincuenta, 590
dice el número aquí. ¿Quién de vosotros
sabe el año?
RAMIRO DE LARA
Señor del nacimiento
de Cristo setecientos y trece años,
porque entonces reinaba el Rey Rodrigo,
como en Italia el español Teodosio. 595
Así lo dice el Rey Alfonso el Sabio,
y con el Arzobispo don Rodrigo
don Lucas de Tui.
DUQUE DE ALBA
Pues desa süerte
habrá que se formó el antiguo escudo,
y que en él se pusieron estas letras, 600
más de seiscientos años.
RAMIRO DE LARA
El que corre,
que es mil y cuatrocientos y setenta
del reino de Isabel, aún faltan muchos.
DUQUE DE ALBA
¿Quién entendiera aquestas cuatro letras
para envïar la lanza y el escudo 605
al Católico Rey?
MAYORDOMO
Basta envïarle;
que donde viven hombres tan insignes,
mejor podrá saberse.
DUQUE DE ALBA
Parta luego
a Salamanca un hombre, que le lleve
al Rector, que le ponga en tales manos 610
que venga declarado.
RAMIRO DE LARA
A mi juicio
—fol. 44v→
diré lo que estas cuatro letras dicen.
MAYORDOMO
Si das licencia; todos lo diremos.
DUQUE DE ALBA
Hareisme gran placer.
RAMIRO DE LARA
T.S.D.R.
quieren decir: Tú solo, Dios, reinaste.615
DUQUE DE ALBA
No dice mal.
MAYORDOMO
A mí me escucha agora.
T.S.D.R. así declaro:
Tener, saber de Dios recibe el hombre.
DUQUE DE ALBA
¡Buena interpretación!, mas hombre falta.
BELARDO
Si su merced me diese la licencia, 620
en verdad que lo cierto le diría.
DUQUE DE ALBA
¿Pues vós sabéis de letras?
LUCINDO
Muy bien puede
fïar su Señoría de Belardo,
que es hombre que ha leído el Flos Sanctorum,
y canta en la Tribuna los domingos; 625
compone villancicos.
DUQUE DE ALBA
Bueno es esto;
¿vós componéis?
BELARDO
Estoy muy descompuesto,
que me arrojó mi padre a la fortuna
cual pan a perro que morder pretende,
porque dejase hacienda el padre al hijo.630
DUQUE DE ALBA
En mi servicio recibiros quiero.
BELARDO
Si ha de pagarme en lo que suelen otros,
mejor es que me valga por mi pico.
DUQUE DE ALBA
Decid lo que entendéis de aquestas letras.
BELARDO
T.D.S.R. desta suerte lo entiendo:635
Tonto soy, Duque, remitildo a un sabio.
MAYORDOMO
¡Oh, qué graciosa bestia!
DUQUE DE ALBA
Bien ha dicho,
que a un sabio se remita, y que él es tonto.
Estoy maravillado deste caso.
MAYORDOMO
Ha de causar a España maravilla.640
DUQUE DE ALBA
Hombres de casi setecientos años,
de habitación en un profundo valle,
sin conocer que hay Dios, ni Rey, ni Reyes,
¿en qué libro se escribe mayor fábula?
Ahora bien, esto es cosa que me toca 645
como señor de aqueste monte y valle,
y más como a cristiano caballero.
Yo pensaba cazando entretenerme
por estas sierras, jabalíes, y osos;
la caza sea destos hombres bárbaros. 650
Júntense los villanos destos valles,
—fol. 45r→
y con diversas armas y azadones
abran camino a los caballos míos,
que he de bajar yo mismo a ver el valle,
y reducir esta perdida gente 655
a Dios, a Rey, y a ley, y a orden política.
MAYORDOMO
Será una hazaña digna de quien eres.
DUQUE DE ALBA
Pues alto, vamos al lugar: vosotros
guiad delante; y vós, Belardo amigo,
ya estáis en mi servicio.
BELARDO
Quiera el cielo
660
que tenga más ventura que he tenido;
pero ¿quién vencerá su poca dicha,
si tuvo por partera a la desdicha?
 

(Vanse.)

 
 

(Salen GIROTO, MILENO y TAURINA.)

 
GIROTO
Mira primero, Taurina,
que cuides bien lo que fablas,665
que por ventura son fablas
nacidas de tu mosina.
TAURINA
Digo que Celio parió,
y que el niño he visto yo
en su regazo dormido;670
y Geralda me ha contado
que le vio colgado ayer
del su pecho.
MILENO
Puede ser
que algún niño hobiese hallado
y le recogiese así; 675
mas pensar que le parió,
non lo digas.
TAURINA
¿Por qué no?
Ende que lo vio, y lo vi.
GIROTO
Calla, Taurina, en mal hora;
¿siendo home, parido está?680
TAURINA
Sí, que los hombres de allá
dicen que paren en sora.
MILENO
¿Non catas que son engaños?
TAURINA
En que es costumbre lo fundo,
los hombres del otro mundo 685
parir de siete en siete años.
GIROTO
Cuando persuadirte quieras
que un home pueda parir,
cuida si puede salir
para que fables de veras. 690
Que non es el tiempo ya
de la inocencia pasada.
TAURINA
Que non estoy engañada;
yo sé que parido está.
¿El gallo non pone un huevo? 695
¿La liebre no es fembra y macho?
MILENO
Ten de tal decir empacho.
TAURINA
Válame el Sol, non es nuevo
haber otro mundo allá,
otras cosas, y otros faros, 700
Rey, letras, oficios, tratos;
pues así también habrá
homes que sepan parir
y criar.
GIROTO
Si a ti si quieren18
te facen cuidar que así 705
fijos los homes adquieren,
non te quiero reprochar;
mas yo sé que non se ha vido
home en Batueca parido,
nin que sopiese crïar 710
cuanto ha que yo tengo acuerdo;
y de pensar que parió,
—fol. 45v→
aunque rïéndome estó,
non dudes que el seso pierdo.
Y si es verdad que ellos saben 715
facer tan alta invención,
de que los más sabios son
de todo el mundo se alaben.
Cuando te haya persuadido
a que lo pudo facer, 720
¿querrás tú, Taurina, ser
mujer de un home parido?
¿Cómo os pensáis concertar?
¿Quién ha de parir en casa?
TAURINA
Mucho, lo que veis que pasa, 725
al mi amor face entibiar;
la querencia le he perdido,
non me casare con él,
por non parir como él,
o como yo, mi marido.730
MILENO
Justa paga amor te ha dado
de tu desdén y mudanza.
TAURINA
Bien podéis tomar venganza,
de ver a mi amor preñado.
Notable desgracia ha sido, 735
pues casándome con él,
cuando pienso parir dél,
viene a mi poder parido.
GIROTO
¿Non podría ser que fuese
mojer?
MILENO
Tanto puede ser,
740
que si non fuese mojer
non puede ser que pariese.
A la fe, que si non fuera
por non alterar la paz,
que yo viera si el rapaz 745
ser home y mojer pudiera.
 

(Salen DON JUAN y MENDO.)

 
DON JUAN DE ARCE
Decidme lo que ha pasado.
MENDO DE ALMENDÁREZ
Si no huyo, como digo,
no vuelvo, don Juan amigo,
con vida del monte al prado.750
DON JUAN DE ARCE
Triste, ¿qué habemos de hacer
en aquesta soledad;
sin remedio de piedad,
cuando más fue menester?
Luego que de aquí partiste,755
pidiome Tirso a Brïanda
para Taurina, que anda
loca, enamorada y triste.
Dísela con un concierto
que la boda dilataba;760
mas cuando ya cerca estaba,
llegó el preñado encubierto
a descubrirse de modo
que parió.
MENDO DE ALMENDÁREZ
¿Y han lo sabido?
DON JUAN DE ARCE
En nuestra tierra he fingido 765
que paren hombres y todo;
pero en fin han murmurado,
y no lo llevan muy bien.
MENDO DE ALMENDÁREZ
Aquí están.
DON JUAN DE ARCE
Y aquí también
la del marido preñado. 770
Guárdeos el cielo.
GIROTO
Buen Mendo,
¿cómo ha ido allá?
MENDO DE ALMENDÁREZ
Muy mal,
que a un ligero ciervo igual
vengo de la sierra huyendo.
GIROTO
¿Huyendo? ¿De quién?
MENDO DE ALMENDÁREZ
La gente
775
de un lugar tras ese monte,
que en subiendo a su horizonte
se mira sentado enfrente,
os han echado de ver,
y creyendo que sois fieras 780
que subís destas riberas
a hurtar, matar y comer,
un escuadrón han formado,
y conquistaros pretenden.
  —fol. 46r→  
MILENO
Si ellos el valle descienden,785
¡vive el Dios que me has contado!,
que home no vuelva con vida
a contar que aquí bajó.
GIROTO
¡Ojalá que viese yo
aquí esa gente atrevida!, 790
que por el divino Sol,
faciendo en antes la salva
al que llamáis Duque de Alba,
que non quedase español.
Homes que empuñan cuchilla, 795
fará este bastón tortilla,
como una sartén faz güevos.
 

(Sale GERALDA.)

 
GERALDA
Gran mal, homes de Batueca,
todo esotro mundo baja
por esas peñas, que ataja,800
como están de yerba seca,
de homes, armas y caballos:
ya non vos vale hüir.
GIROTO
¿Que han podido decendir?
Vamos, Mileno, a matallos.805
MILENO
Ya por matados los cuenta.
DON JUAN DE ARCE
Teneos hasta saber
la gente que puede ser,
y lo que en el valle intenta.
GIROTO
Que non cale aguardar más.810
MENDO DE ALMENDÁREZ
Hablad a Tirso primero,
y juntad gente.
GIROTO
Hoy espero
saber lo que non jamás.
DON JUAN DE ARCE
No es razón, sin juntar gente.
MILENO
Bien fabla don Juan, Giroto, 815
juntémosla del mío voto,
y de manera se intente
la resistencia facer
que non muramos allí.
GIROTO
Vamos.
MENDO DE ALMENDÁREZ
Echad por aquí.
820
DON JUAN DE ARCE
¡Ay, cielos!, ¿quién puede ser?
 

(Vanse.)

 
 

(Dicen dentro, y luego van saliendo el DUQUE DE ALBA, y sus criados, y los villanos.)

 
LUCINDO

 (Dentro.) 

Por aquí van huyendo, alarma toca.
DUQUE DE ALBA
Toca que es caza dulce y agradable.
BELARDO
Subiendo van por esa excelsa roca.
MAYORDOMO
El sitio es en estremo inexpugnable.825
DUQUE DE ALBA
La resistencia de su parte es poca,
pero el lugar tan áspero y notable,
que si por bien no fuese, es imposible.
 

(Sale DON JUAN.)

 
DON JUAN DE ARCE
Tus pies me da a besar, Duque invencible.
DUQUE DE ALBA
Tened, no le hagáis mal.
DON JUAN DE ARCE
Ni lo merezco,
830
pues te vengo a entregar tantos vasallos.
DUQUE DE ALBA
Podraslo hacer.
DON JUAN DE ARCE
A dártelos me ofrezco,
que no podrás con armas conquistallos.
—fol. 46v→
No pienses que el servicio te encarezco,
que por lugar, que ni hombres ni caballos 835
podrán bajar, y sin saber las sendas
es imposible que ganalla emprendas.
Conquistan los dos Reyes a Granada,
su vega corren, y sus moros vence,
mas esta de montañas coronada 840
jamás acabará lo que comience;
mas yo con arte, en parte que la espada
haré que de corrida se avergüence;
te los daré vencidos si una cosa
haces por mí, que no es dificultosa.845
DUQUE DE ALBA
Hombre, cualquier que seas, si me entregas
esta gente que aquí vive encerrada,
haré cuanto me pidas.
DON JUAN DE ARCE
Pues no niegas
esa piedad de reyes heredada,
por tantos años en costumbres ciegas, 850
de sus primeras leyes olvidada,
con solo que una culpa me perdones,
te rendiré los fieros escuadrones.
DUQUE DE ALBA
¿Tu culpa? ¿De qué suerte?
DON JUAN DE ARCE
Antes lo jura
por vida de la cosa que más quieres.855
DUQUE DE ALBA
Por la Duquesa juro.
DON JUAN DE ARCE
Pues procura
recoger tus soldados, si pudieres;
que mi esperanza en tu valor segura,
yo te traeré los hombres y mujeres
que habitan este valle.
DUQUE DE ALBA
Parte presto.
860
DON JUAN DE ARCE
A hablarlos de tu parte voy.
DUQUE DE ALBA
¿Qué es esto?
 

(Vase DON JUAN.)

 
¿Qué ofensa puede ser la que este dice?
MAYORDOMO
Habrá muerto algún hombre desta tierra.
 

(Sale RAMIRO DE LARA con el escudo.)

 
RAMIRO DE LARA
No dirás que he tardado.
DUQUE DE ALBA
¡Qué felice
suceso espero, Lara, desta guerra!865
RAMIRO DE LARA
Para que más la empresa se autorice,
y sepas bien lo que este valle encierra,
ya viene aqueste escudo declarado:
seiscientos años ha que fue pintado.
  —fol. 47r→  
DUQUE DE ALBA
¡Notable cosa!
RAMIRO DE LARA
Muchos hombres doctos
870
de Salamanca, gran señor, le vieron,
pero de las historias tan remotos,
que lejos del escudo y blanco dieron.
Pero juntos después todos los votos
en este parecer se convinieron,875
que fue de un Coronista muy curioso
en medallas y historias.
DUQUE DE ALBA
Y es forzoso.
RAMIRO DE LARA
Ese difunto que en la cueva estaba,
del Rey Rodrigo dicen que es sobrino;
y que huyendo de los moros africanos880
murió entre aquestas peñas, y su gente
le dio la sepultura igual al tiempo.
Llamábase este godo Teodosilo;
y así dice el escudo en cuatro letras:
T. Teodosilo dice, S. sobrino, 885
la D. y la R. de Rodrigo, y junto
Teodosilo sobrino de Rodrigo.
DUQUE DE ALBA
Sin duda es la verdad: ¡gallardo ingenio!
¡Bien declaradas letras! Pues ver tengo
el cuerpo, y darle honrosa sepultura,890
cual es digna de un príncipe cristiano,
y este escudo enviar al Rey Católico.
MAYORDOMO
Ya vienen a tus pies todos los bárbaros.
DUQUE DE ALBA
Di, Rui Páez, que vienen aquí todos
los decendientes de los Reyes Godos.895
 

(Sale DON JUAN con todos los bárbaros, hombres y mujeres, y MENDO y BRIANDA con su hijo en brazos, y échanse todos a los pies del DUQUE.)

 
DON JUAN DE ARCE
Si mi palabra he cumplido,
cumple, señor, tu palabra:
ves aquí aquestas reliquias
ya de los godos de España.
Estos son los decendientes900
de aquellos que la habitaban
cuando la perdió Rodrigo
por amores de la Cava.
DUQUE DE ALBA
Grandes servicios me has hecho.
No hayáis temor, gente hidalga; 905
llegad, abrazadme todos.
TRISO
Todos, gran Duque, te abrazan;
que según este nos cuenta,
es razón y deuda clara,
porque eres nuestro señor,910
siendo tuya esta montaña.
GIROTO
Todos somos venturosos
en que de sangre tan alta
—fol. 47v→
vengamos a tener dueño.
DUQUE DE ALBA
Amigos, mi nombre ensalza915
más el ser vuestro señor
que la gran tierra heredada
de los claros ascendientes
que dan principio a mi casa.
Yo os daré bautismo a todos, 920
que a la gran Peña de Francia
habemos de ir desde aquí.
DON JUAN DE ARCE
Señor, tu palabra falta.
DUQUE DE ALBA
Di la ofensa que me has hecho.
DON JUAN DE ARCE
Yo soy.
DUQUE DE ALBA
¿Qué temes? Acaba.
925
DON JUAN DE ARCE
Don Juan de Arce soy, señor,
y aquesta que me acompaña
con aquel niño en los brazos,
es Brïanda.
DUQUE DE ALBA
¿Quién?
DON JUAN DE ARCE
Brïanda.
DUQUE DE ALBA
¿Brïanda, y don Juan?
RAMIRO DE LARA
¡Ay, cielos!
930
Señor, aquí está mi espada.
DUQUE DE ALBA
He lo jurado, Ramiro.
DON JUAN DE ARCE
Paso, Ramiro de Lara,
que soy Caballero noble.
DUQUE DE ALBA
Ramiro, el amor te engaña, 935
que la ofensa no fue tuya,
sino ofensa de mi casa.
¿Cómo habéis vivido aquí?
BRIANDA
Señor, en esta montaña,
huyendo de tu furor,940
nos dio amor sagrado y casa.
DUQUE DE ALBA
Yo os perdono, y nuevamente
os vuelvo a mi casa y gracia,
y os daré con qué viváis.
Y deste valle en las faldas 945
fundaré algunos lugares,
que con sus iglesias altas,
jueces y oficiales tengan
esta noble gente en guarda.
¿Quereislo así?
TODOS
Sí queremos,
950
publicando en voces altas,
viva el Duque que nos rige.
DON JUAN DE ARCE
Y aquí, senado, se acaba
la historia de las Batuecas,
caso notable en España.955