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Las cursivas de «Cansera»

Francisco Javier Díez de Revenga





He escrito en diferentes ocasiones sobre «Cansera», el aire murciano más conocido de Vicente Medina, y a esos escritos me remito. Pueden verse mis reflexiones sobre el poema en mi edición de Aires murcianos de la Biblioteca Murciana de Bolsillo (Academia Alfonso X el Sabio, que ha conocido diversas ediciones: 1981, 1985, 1991, 2005), o en la de Antología poética (Clásicos Castalia, 1999) y en mi artículo, que fue conferencia en un ciclo organizado en la Fundación Cajamurcia por Santiago Delgado, publicado en Murgetana, 104, 2001 y reproducido en mi libro Didáctica del texto literario (Análisis y explicación de textos poéticos españoles) (Consejería de Educación, Formación y Empleo, Región de Murcia, Murcia, 2010).

Por ello, para esta ocasión me voy a referir a una cuestión relativa a la transmisión textual del célebre poema: las cursivas. Y es que resulta que, cuando el texto aparece, por primera vez, en la revista Blanco y Negro, de Madrid, el 18 de junio de 1898, algunas de sus palabras se transcriben en letra cursiva, como se puede ver a continuación y también en la ilustración que acompaña este trabajo:


¿Pa qué quiés que vaya? Pa ver cuatro espigas
arroyás y pegás a la tierra;
pa ver los sarmientos rüines y mustios
y esnúas las cepas,
sin un grano d'uva,
ni tampoco siquiá sombra de ella...
       Pa ver el barranco,
       pa ver la laera
sin una matuja... ¡pa ver que se embisten,
      de pelás, las peñas!...
      Anda tú, si quieres,
      que a mí no me quea
      ni un soplo d'aliento,
      ni una onza de juerza,
      ni ganas de verme
ni de que me mienten siquiá la cosecha...
Anda tú, si quieres, que yo pué que nunca
       pise más la senda,
ni pué que la pase, si no es que entre cuatro,
ya muerto, me llevan...
      Anda tú, si quieres...
No he d'ir por mi gusto, si en crus me lo ruegas,
por esa sendica por ande se jueron
pa no golver nunca, tantas cosas guenas...
Esperanzas, quereres, suores
       ¡to se jue por ella!...
Por esa sendica se marchó aquel hijo
      que murió en la guerra...
por esa sendica se jue la alegría...
¡por esa sendica vinieron las penas!...
No te canses, que no me remuevo;
anda tú, si quieres, y éjame que duerma,
¡a ver si es pa siempre!... ¡Si no me espertara!
      ¡Tengo una cansera!

Como se advierte, los que compusieron el texto para la revista pusieron en cursiva aquellos términos que no estaban escritos en castellano normalizado, sin duda porque era en Madrid donde aparecía el texto y convenía destacar aquellos elementos que no eran correctos.

Y, curiosamente, así aparece también en la primera edición de Aires murcianos, que el propio Medina imprime en Cartagena (Imprenta de La Gaceta Minera) ese mismo 1898, aunque con mínimas variaciones.

Las restantes ediciones de Aires murcianos, realizadas en vida de Medina, desde la de la Biblioteca Mignon (Madrid, 1900) hasta la definitiva de Rosario de Santa Fe (1929) ya no utilizarán la cursiva, y el texto irá todo en letra redonda, sin resaltar o destacar palabras dialectales, como ocurre con el resto de los poemas. Y así lo hicieron las ediciones posteriores hasta la de 2010.

A Medina sin duda no le gustaba que se destacasen esas palabras, porque le parecería que fueran inferiores o vulgares, sin duda. Y una última prueba es que, cuando Medina copia su poema con su propia letra en algún momento de su vida, en el manuscrito ni subraya ni destaca palabra alguna, como se advierte en el manuscrito que adjuntamos a este trabajo.

Es una cuestión que no tiene mayor importancia, pero sin duda para Medina sí era asunto de preocupación, ya que desde 1900 unifica todas las grafías para que no haya palabras de diferente categoría. Y esta es mi aportación de hoy al homenaje a «Cansera».





«Cansera»

Blanco y Negro, núm. 372 - Madrid, 18 de junio de 1898





«Cansera»



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