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21

Carmen Díaz Castañón, en su libro Alejandro Casona (Oviedo, Biblioteca de la Caja de Ahorros de Asturias, 1990, pp. 227-245), resume la «crítica y polémica» sobre el teatro de Casona y resalta el artículo «Para un arreglo de cuentas con el teatro de Casona», de Ricardo Doménech (Insula, 209 [abril 1964], p. 15) y las críticas sucesivas contra Casona de Ángel Fernández Santos en Primer Acto. En este sentido, me parece también muy elocuente que la revista Cuadernos para el Diálogo, en su número Extraordinario VI (julio 1967), incluya un trabajo de Álvaro del Amo sobre «El teatro de Casona», junto a otras colaboraciones sobre Alfonso Paso y La muralla, de Calvo Sotelo, en una sección titulada «Introducción al teatro de la derecha».

 

22

Max Aub, La gallina ciega. México, Joaquín Mortiz, 1971, p. 330. En otro momento de su «diario español», Aub anota: «Casona se empeñó en no enterarse de cómo era el mundo en que vivía. Yo hice lo mismo, desde otro punto de vista, y me salió peor. Y España no ha salido del Paso. Al público le basta. Y es lo malo» (ob. cit., p. 332). De La gallina ciega se ha publicado recientemente una reedición, la primera española: Barcelona, Alba Editorial 1995, edición, estudio introductorio y notas de M. Aznar Soler.

 

23

Entre otros, citemos libros aparecidos en la colección «Teatro» de la editorial Cuadernos para el Diálogo (El adefesio, de Alberti, 1968; El labrador de más aire, de Miguel Hernández, 1968; No, de Max Aub, 1969); en la colección «El Mirlo Blanco» de la editorial Taurus (Teatro de José Ricardo Morales, 1969; Teatro de Max Aub, 1971) y el caso único en la colección Voz Imagen, de la editorial Aymá, de Morir por cerrar los ojos, de Max Aub, 1967.

 

24

El nombre de Domingo Pérez Minik debe constar como el pionero del estudio de nuestro teatro exiliado, al que dedicó un capítulo titulado «Cinco españoles fuera de España (Grau, Casona, Alberti, Aub, Pedro Salinas)» de su libro Teatro europeo contemporáneo. Su libertad y compromisos. Madrid, Guadarrama, 1961, pp. 493-513 (reedición: La Laguna, Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, colección Ángel Guimerá, serie Ensayos-2, 1992, pp. 503-527, con un prólogo de J. Monleón). A continuación, el mérito corresponde a Ricardo Doménech por «Los trasterrados», sucinto panorama del teatro exiliado que se publicó en un número extraordinario de la revista Cuadernos para el Diálogo, III (junio 1966), pp. 34-36. En este artículo, «cuyos propósitos no eran otros que dejar una primera constancia de este importante quehacer teatral, de su ausencia y de su presencia» (ob. cit., p. 36), Doménech comentaba ante todo obras de Alberti, Aub, Bergamín, Casona y Pedro Salinas. En ese mismo número y en una «Pequeña galería de autores españoles» se editaba Los excelente varones, de Max Aub (ob. cit., pp. 21-24-s).

 

25

Se publican reseñas críticas del estreno en Primer Acto, 107 (abril 1969), p. 70, y Yorick, 34 (mayo 1969), p. 64.

 

26

Esa frágil libertad para nuestro exilio literario en aquellos primeros años de la transición democrática se evidencia también al prohibirse un acto en homenaje a León Felipe que iba a celebrarse en el Madrid de 1976, acto para el que María Zambrano escribió un texto que reproduce la revista Cuadernos para el Diálogo, 162, 2a época (5 al 11 -junio- 1976), p. 67.

 

27

Suzanne Brau, «V Festival de Cultura Española en Burdeos». Insula, 258 (mayo 1968), p. 12.

 

28

Fruto de esta experiencia española fue la publicación en lengua francesa de un libro escrito por María Casares con el título de Résidente privilegiée. París, Librairie Arthème-Fayard, 1980 (Fabián García-Prieto Buendía y Enrique Sordo lo tradujeros a la lengua castellana con el título de Residente privilegiada: Barcelona, Argos-Vergara, 1981). Rosa María Pereda informó sobre el «Regreso a España de María Casares» en El País (20-julio-1976), p. 32.

 

29

Sobre ambos estrenos puede consultarse el documentado libro de José Monleón, Tiempo y teatro de Rafael Alberti. Primer Acto-Fundación Rafael Alberti, 1990, especialmente pp. 341-368 y 383-393. Insula informa de su llegada a España, 366 (mayo 1977), p. 2, y de un homenaje a Alberti, en donde recuerda el grito democrático de «Sí, sí, sí, Alberti a Madrid», en 367 (junio 1977), p. 2.

 

30

He estudiado la censura del esperpento valleinclaniano en «El miedo al esperpento feroz (Valle-Inclán, la censura y la sociedad española del siglo XX» (Ojáncano, 3 (febrero 1990), pp. 3-20) y en mi libro Guía de lectura de Martes de carnaval (Barcelona, Anthropos-Taller d'Investigacions Valleinclanianes, 1992, pp. 81-84).