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Libros de caballerías en Italia

Anna Bognolo





Los libros de caballerías españoles tuvieron en Italia una excelente acogida y novelas como Tirant lo Blanc y Amadís de Gaula fueron pronto objeto de curiosidad en los ambientes cultos y cortesanos. En 1500 Isabel d'Este, marquesa de Mantua, encarga un ejemplar del Tirant. De 1512 es la referencia de una carta de Pietro Bembo a la afición quijotesca de un lector apasionado («il Valiero sepolto in quel suo Amadigi...»); el Amadís, como se sabe, es una de las fuentes del Orlando Furioso (1516) de Ariosto. Otros testimonios tempranos de notoriedad aparecen en el Cortegiano de Castiglione (1514-18) donde se recuerdan la Ínsula Firme y el Arco de los Leales Amadores, y en el Libro de natura de amore de M. Equicola (1525) donde se alude a Amadís «sotto il nome di Bel Tenebroso». Merece la pena recordar que la primera edición del Amadís (Zaragoza, Jorge Coci, 1508) conservada ahora en la British Library de Londres, fue encontrada en Italia, en Ferrara, en 1872, donde la compró por una enorme suma el barón de Seillière.

El interés que las novelas españolas suscitaron se hace evidente si pensamos que varios editores italianos se apresuraron a publicar en castellano nuevas ediciones de las novelas más conocidas, como se aprecia en el siguiente listado:

  • 1519 Amadís de Gaula, Roma, Antonio Martínez de Salamanca
  • 1525 Las Sergas de Esplandián, Roma, Antonio Martínez de Salamanca y Jacobo de Junta
  • 1526 Palmerín de Olivia, Venecia, Gregorio de Gregori
  • 1533 Amadís de Gaula, Venecia, G. B. Pederzano e G. A. Nicolini da Sabbio
  • 1534 Primaleón, Venecia, G. B. Pederzano e G. A. Nicolini da Sabbio
  • 1534 Palmerín de Olivia, Venecia, G. Padovano e V. Ruffinelli

Más adelante se tradujo al italiano la serie completa de Amadís de Gaula, de Palmerín de Olivia y varias novelas independientes. Con la excepción del Tirant, que ya en 1501 Nicolò da Correggio había empezado a traducir a instancia de Isabel d'Este (la versión de Lelio Manfredi fue publicada en Venecia por P. Nicolini da Sabbio en 1538), las traducciones aparecieron a partir de 1544 y se convirtieron pronto en una verdadera avalancha, un verdadero éxito editorial. Los responsables principales de esta empresa editorial fueron el tipógrafo-librero Michele Tramezzino y unos traductores (entre los cuales destacan Mambrino Roseo de Fabriano y Pietro Lauro de Módena) que trabajaron en Venecia, entonces el centro más activo de la industria europea del libro.

En pocos años, de 1544 a 1551, salieron de las prensas de Tramezzino las traducciones al italiano de casi todos los principales libros de caballerías españoles. Las primeras (1544) fueron las de Palmerín (Roseo) y de Lepolemo (Lauro). Pronto se añadieron Primaleone y Platir (1548).

  • 1544 Historia del valorosissimo cavalliere Palmerino d'Oliva, Tramezzino
  • 1548 Primaleone, nel quale si narra a pieno l'istoria de' suoi valorosi fatti et Polendo suo fratello, Tramezzino
  • 1548 La historia de l'invitto cavalliero Platir, figliuolo de l'imperatore Primaleone, dove si veggono i suoi chiari e generosi gesti, Tramezzino
  • 1554 Palmerino d'Inghilterra, figliuol del re don Duardos, Portonaris

Y muy pronto comenzaron a traducirse los volúmenes de la serie de Amadís: I quattro libri di Amadis di Gaula (1546), Le prodezze di Splandiano (1547), Don Florisandro (1550), Lisuarte di Grecia (1550), Amadis di Grecia (1550), Don Florisello di Nichea (1551), Don Rogel di Grecia (1551) y Don Silves de la Selva (1551). Del conjunto de las traducciones italianas, se omitió el libro octavo de Amadís (Lisuarte de Grecia de Juan Díaz), que narraba la muerte de Amadís, y el suplemento al libro undécimo, publicado en España más tarde (cuarto libro de Florisel de Niquea, de Feliciano de Silva).

  • [1546] I quattro libri di Amadis di Gaula. Ove si racconta a pieno l'historia dei suoi strenui e valorosi gesti, con una vaga varietà di altre strane awenture
  • [1547] Le prodezze di Splandiano che seguono a i quattro libri di Amadis di Gaula suo padre, tradotte dalla spagnola nella nostra lingua
  • 1550 Historia et gran prodezze in Arme di Don Florisandro, Prencipe di Cantaria, figliuolo del valoroso don Florestano, re di Sardegna
  • 1550 Lisuarte di Grecia, figliuolo dell'Imperatore Splandiano
  • 1550 Historia di Amadis di Grecia, cavallier dell'Ardente Spada
  • 1551 Historia de li strenui e valorosi cavalieri don Florisello di Nichea e Anassarte, figliuoli del gran principe Amadis di Grecia
  • 1551 Historia di Don Florisel di Nichea, dove si ragiona de' gran gesti di don Rogel di Grecia e del secondo Agesilao. Libro terzo
  • 1551 Don Silves de la Selva, la historia dove si ragiona dei valorosi e gran gesti et amori del principe don Silves de la Selva

Además de estos dos ciclos caballerescos más conocidos, se tradujeron varias novelas aisladas, como Cristaliano di Spagna, Valeriano d'Ongaria, Leandro il Bello, Florambello di Lucea, Belianis, Felice Magno y Specchio de' Prencipi e Cavalier y la novela «a lo divino» Peregrinación de la vida del hombre con el título de Cavalier del Sole, como se aprecia en el siguiente listado:

  • 1544 Cavalier della Croce (traductor Pietro Lauro), Venecia, Tramezzino
  • 1557 Cavalier del Sole (traductor Pietro Lauro), Venecia, Sessa
  • 1560 Leandro il Bello (traductor Pietro Lauro), Venecia, Tramezzino
  • 1557-58 Cristaliano di Spagna, Venecia, Tramezzino
  • 1558 Valeriano d'Ongaria (traductor Pietro Lauro), Venecia, Pietro Bosello
  • 1560 Florambello di Lucea (traductor Mambrino Roseo), Venecia, Tramezzino
  • 1586 Belianis I (traductor Orazio Rinaldi), Ferrara, Vittorio Baldini
  • 1587 Belianis II (traductor Orazio Rinaldi), Verona, Sebastiano dalle Donne
  • 1586 Felice Magno (traductor Camillo Camilli), Verona, Sebastiano dalle Donne
  • 1601-10 Specchio de' Prencipi (traductor «Melchior Escappa Villarroel», Venecia, Altobello Salicato

En cuanto a las traducciones de los libros del ciclo de Amadís, realizadas por Mambrino Roseo de Fabriano y editadas en Venecia por M. Tramezzino, más que aspirar a reproducir las finuras o la energía del original querían satisfacer las exigencias de la industria tipográfica, a menudo apresuradas por la cercanía del plazo de impresión. Los libros italianos tenían un aspecto bien diferente de los originales españoles: mientras estos solían ser de tamaño folio, en letra gótica con grabados xilográficos, los italianos eran volúmenes pequeños con portada sencilla y escritura cursiva, dirigidos a un público amplio: novelas «de bolsillo», de fácil lectura y de precio asequible. Fueron un producto típico de aquella literatura «de consumo» que prevalecía entonces en la industria editorial veneciana. Por esta razón las traducciones de los libros de caballerías, de seguro éxito comercial, constituyeron en Italia un corpus más variado y extenso que en otros países europeos y Venecia se convirtió en un centro de irradiación privilegiado para la narrativa caballeresca, con numerosas reimpresiones hasta los años 1620-1630.

A un nivel superior, aparecieron también algunas adaptaciones en verso, que en el cauce de la tradición italiana competían con modelos de gran prestigio como Boiardo y Ariosto. La más famosa fue el Amadigi de Bernardo Tasso, publicado en Venecia por Gabriele Giolito de' Ferrari en 1560. El poema, reelaborado durante largo tiempo según los preceptos aristotélicos (el primer proyecto se remontaba a 1540), obtuvo un gran éxito. Dividido en cien cantos en octavas reales y dedicado a Felipe II, exalta la monarquía española cantando las gestas del valeroso caballero Floridante, príncipe de Castilla. En cambio, el «polígrafo» Ludovico Dolce dedicó sus esfuerzos al ciclo de Palmerín, proponiendo sus refundiciones en verso de Palmerino d'Oliva (XXXII cantos) y de Primaleone, figliolo di Palmerino (XXXIX cantos) (Venecia, Giovan Battista Sessa 1561 y 1562).

Cuando la publicación de nuevas traducciones empezó a escasear, para seguir explotando el éxito del género los editores animaron la redacción de libros nuevos, escritos en italiano a la manera de los españoles: la primera de las continuaciones, La historia del cavallier Flortir, salió en 1554; desde aquel momento, Tramezzino publicó un libro original tras otro, multiplicando las aventuras de los hijos y nietos de los héroes.

El ciclo de Amadís, ya prolífico de doce volúmenes en castellano, a partir de 1558 se alargó con las seis partes de Sferamundi di Grecia, libro decimotercero de Amadís; otros siete volúmenes se intercalaron entre un libro y otro, y que, en muchos casos, como se indica en el listado, fue la base para traducciones al francés, al alemán y al holandés:

  • 1563 Aggiunta al quarto libro di Amadis di Gaula, Tramezzino (traducido al alemán)
  • 1564 Il secondo libro delle prodezze di Splandiano, Tramezzino (traducido al alemán)
  • 1564 Lisuarte di Grecia, libro Secondo, Tramezzino
  • 1564 La terza parte di Amadis di Grecia, Tramezzino
  • 1564 Agg. al secondo libro di don Florisello, libro delle prodezze di don Florarlano, Tramezzino
  • 1564 Agg. al secondo vol. di don Rogelio di Grecia, quarto libro di don Florisello, Tramezzino,
  • 1568 Il secondo libro di don Silves de la Selva, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1558 La prima parte del 13º libro di Amadis, nel quale si tratta di... Sferamundi, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1560 La seconda parte del libro di Sferamundi, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1563 La terza parte dell'historia dello invitissimo principe Sferamundi, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1563 La quarta parte della historia del principe Sferamundi di Grecia, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1565 La quinta parte dell'historia dello invitissimo principe Sferamundi di Grecia, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)
  • 1565 La sesta parte dell'historia dello invitissimo principe Sferamundi di Grecia, Tramezzino (traducido al francés, al alemán y al holandés)

Por otra parte, el ciclo de Palmerín se enriqueció con siete continuaciones.

  • 1560 M. Roseo, Il secondo libro di Palmerino d'Oliva, Tramezzino
  • 1560 M. Roseo, La quarta parte del libro di Primaleone (Darineo di Grecia), Tramezzino (traducido al francés)
  • 1560 M. Roseo, Seconda parte e aggiunta... al libro di Platir, Tramezzino
  • 1566 P. Lauro, Historia delle gloriose imprese di Polendo, Girolamo Giglio
  • 1554 M. Roseo, Historia dove si ragiona... del cavallier Flortir, Tramezzino
  • 1560 M. Roseo, Libro secondo del valoroso cavallier Flortir, Tramezzino
  • 1550 M. Roseo, Il terzo libro di... Palmerino d'Inglaterra, Portonaris

El principal responsable de este «frenesí editorial» fue el tipógrafo, editor y librero Michele Tramezzino, que a partir de los años treinta estableció en Venecia una verdadera fábrica para la producción de literatura caballeresca. El escritor Mambrino Roseo nos parece dotado de una fecundidad sorprendente; si pensamos que los libros contaban con unos quinientos folios, la densidad de su producción en el periodo 1545-1565 resulta francamente asombrosa. Se ha pensado que trabajase con un equipo de colaboradores, como los aprendices en los talleres de los pintores. Sin embargo, hay también razones para imaginarle trabajando solo. Su experiencia de traductor le proporcionaba un formidable depósito de memoria narrativa, una enorme enciclopedia mental que comprendía un conjunto de fórmulas que podían ser variamente combinadas, replicadas e imitadas, ensamblando «piezas prefabricadas seriales» a partir del repertorio de la tradición, según un procedimiento ya largamente practicado en España como en Italia.

Merece la pena citarse, por su amenidad y exactitud, la descripción del modo en que Roseo, adoptando el pretexto del manuscrito inexplicadamente desatendido por los historiadores anteriores, consigue enganchar las novelas interpoladas respetando las historias sucesivas.

De ordinario, al final de la mayor parte de los libros originales, se había dejado a algunos personajes convenientemente desamparados en estado de encantamiento, y habiendo hecho una selección de estos, el autor advertía que su antiguo compañero debía de haber sufrido el más lamentable de los olvidos; de otro modo, no se explica, por ejemplo, que no aprovechara unos documentos que él había encontrado en un arca particular de la magnífica librería de Caloiam, el emperador de Trebizonda. Así, basándose en estos documentos, el autor quedaba en libertad para novelar caballerescamente a sus anchas, hasta que su manuscrito tuviera material suficiente para llenar unas quinientas páginas en octavo, y conducir después a los protagonistas atropelladamente a Costantinopla, a bordo de un barco encantado, en el momento preciso de empezar sus aventuras en el próximo libro, ya publicado.


(Thomas, p. 142)                


No se puede dar cuenta de la importancia de estos libros sin subrayar su destino europeo. Los volúmenes de Roseo se reimprimieron varias veces como componentes de las diferentes series, alcanzando el mismo éxito que los libros castellanos y llegando incluso a confundirse con ellos. Los editores franceses y alemanes los consideraron como parte integrante de los ciclos y los tradujeron sin más a sus idiomas. Esto acaeció sobre todo con las continuaciones de Amadís. Terminados los originales españoles, la imprenta francesa se dirigió a las fuentes italianas: los seis libros de Sferamundi fueron traducidos al francés y publicados a mediados de los años setenta. Todos los libros franceses, incluidos los Sferamundi, fueron traducidos al holandés a partir de 1546 y al alemán entre 1569 y 1593. Así la traducción francesa englobó una parte importante de la escritura de Roseo, haciendo luego de enlace con otras lenguas. Más tarde los editores alemanes, acabada la traducción de los veintiún volúmenes que resultaban de la fusión del ciclo francés con el italiano, decidieron añadir algún libro más. Fue así como en 1578 se tradujeron las continuaciones italianas a los libros IV y V y, entre 1594 y 1595, se publicaron tres nuevos libros originales en alemán que proseguían la narración de las hazañas de la estirpe de Sferamundi. El ciclo amadisiano alemán llegó a contar, así, con veinticuatro volúmenes.

El destino europeo de las continuaciones italianas del Palmerín no fue tan relevante: sólo el suplemento al Primaleón fue traducido al francés y publicado en Lyon en 1583.

En Italia, como en España, estas novelas tuvieron admiradores y detractores. En principio los editores ofrecían sus «productos» a la nobleza: los dedicatarios eran jóvenes de las mejores familias de Venecia y de Ferrara y hay evidencias de que las damas los utilizaban fantasiosamente en sus tertulias y juegos. Entre los lectores encontramos también burgueses y soldados y se puede imaginar que entre 1569 y 1575 algún ejemplar pasó entre las manos de Cervantes. En los ambientes literarios neoaristotélicos cundía el desprecio: «Le spagnole romanzerie quasi tutte di vanità son piene» (G. B. Pigna); «Com'è possibile che piacere vi possino questi Amadís, Floriselli, Palmerini, Splandiani..., ne' quali altro non si contengono che sogni d'infermi e narrazioni che non hanno ne' del vero ne' del verisimile?» (O. Lando). El obispo Luigi Lollino (m. 1625) llegó hasta la excomunión en su Amuletum adversus amadisianae lectionis maleficia.

Sin embargo, a pesar de las críticas, muchas generaciones de lectores amaron la exorbitante imaginación de las novelas españolas, que entraron también a formar parte del utillaje de escritores doctos: Ariosto y Tasso las comentaron favorablemente y se inspiraron en ellas para la composición de sus obras.





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