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La vida del exilio no es ningún camino de rosas. Federica y su compañero han vivido durante esta larga temporada como ascetas. Ella le decía a Agustí Pons que vivía como una mujer normal: «Me hago cargo de la casa, limpio, friego los platos, hago la comida, voy de compras. Es sólo por la tarde cuando intento tener un poco de tiempo para escribir, para poder leer, para cumplir con mis obligaciones de carácter orgánico. Desde que llegué aquí ésta ha sido mi vida. Aparte de andar o viajar de un lado a otro dando mitines y conferencias», citado por ALCALDE, C., Federica Montseny. Palabra en Rojo y Negro, Argos Vergara, Barcelona, p. 26. (N. del A.)

 

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En el exilio Federica no fue asistenta, dactilógrafa, hortelana, modista, dependienta, camarera como las demás de las españolas exiliadas; no tuvo necesidad de hacer fuera de su casa esas tareas manuales duras, ímprobas. Pero no por eso, pienso, pudo ni quiso llevar en ningún momento la buena vida de las nomenklaturas bien instaladas dentro de la burocracia del partido. Primero porque en el exilio no podía existir tal nomenklatura. En Toulouse lo mismo en el «antro» de los libertarios rue de Belfort que en la «cueva» socialista de la rue du Taur (hablando como la política franquista), no había sitio para ningún tipo de apparatchick.

URALES, F., Mi vida, Tomo 3, Barcelona 1930, pp. 246-247, había fustigado en fecha temprana estos intelectuales: «La burocracia obrera. No sólo en Rusia, en muchas partes existe burocracia trabajadora, ya en ciernes, ya chupando.

Cultivan esa burocracia los obreros que pretenden ser intelectuales y los intelectuales que no quieren ser obreros. Su ideal es administrar y dirigir sentados en poltronas, mientras los demás sudan en campos, fábricas y talleres.

De la idealidad socialista no entienden más que serán precisos unos directores y administradores para poner orden en la escasa producción y en el mucho consumo que habrá de producirse en una sociedad de aspirantes a burócratas, como puede colegirse por los que hay dentro de los partidos y de las colectividades obreras, y esos directores y esos administradores, naturalmente, habrán de ser los que mejor garrapatean cuartillas y los que charlan después más largo.

Hay que ir contra esos nacientes burócratas socialistas, futuros parásitos de las nuevas sociedades.

Los individuos han de ser productores, productores integrales y libres; no acuartelados.

Todo el mundo ha de producir como mejor le cuadre, con los brazos o con el pensamiento, pero ha de producir para que reine la abundancia en la sociedad futura, sin casta alguna de vampiros.

¡Guerra pues al que piensa vivir del producto ajeno!

¡Guerra a los escribidores y a los habladores que pretenden ocupar sitios de altura! ¡Guerra al que no produzca y crea llenar una misión viendo producir a los demás!

¡Guerra no sólo al burgués, sino al sindicalista, al socialista, al comunista y al anarquista que no gusten del trabajo ni se sepa de qué viven, porque de ellos se nutren los confidentes, los asesinos y los traidores!

Esto que queda trazado será mi bandera en mi nueva cruzada por el ideal.

¡Que no os asuste la pelea, anarquistas españoles! ¡Hace falta un látigo y un desinfectante! Es preciso sinceridad y valentía. Hace falta, también, que los anarquistas no dejen de llamarse anarquistas y de obrar como tales en todas partes, a pesar de las cárceles y de las deportaciones.

¡Arriba los optimistas y los fuertes!».

Federico Urales (N. del A.)

 

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Las calles en las que vive Max Aub en París: Cité Trèvise (donde nació), Fabourg Poisonière, Bd. Suchet, rue du Cpt. Ferber (M. Aub a R. Prats Rivelles, carta de 12-VIII-1970. Copia en Archivo-Biblioteca Max Aub). (N. del A.)

 

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Datos que nos proporciona el propio M. Aub en una breve Autobiografía inédita que escribió en 1953 para enviarla a I. Soldevila en diciembre de 1953 (confirmado en carta de I. Soldevila, 28-IV-1993) y que éste no pudo dar a conocer en su integridad. Se trata de cinco folios mecanografiados (leg. prov. Archivo-Biblioteca Max Aub). (N. del A.)

 

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SOLDEVILA DURANTE, I., «Max Aub, dramaturgo» en Segismundo, 19-20, C. S. I. C., Madrid, 1974, p. 142. (N. del A.)

 

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AUB, M., Conversaciones con Luis Buñuel, Aguilar, Madrid, 1985, p. 35. (N. del A.)

 

97

AUB, M., Jusep Torres Compolans, Tezontle, México, 1958, p. 17. (N. del A.)

 

98

Ibídem. (N. del A.)

 

99

AUB, M., «José Gaos» en Cuadernos Americanos, 2, México, marzo-abril 1970, p. 81. (N. del A.)

 

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«El Turbión Metafísico», en El Socialista, México, octubre, 1943 (Recopilado en Hablo como hombre, Joaquín Mortiz, México, 1967, p. 3). (N. del A.)