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ArribaAbajoLa cultura del exilio en Francia vista a través de dos libertarios: Sara Berenguer (poetisa) y Jesús Guillén (pintor e ilustrador)

Rafael Maestre Marín


Fundación Salvador Seguí-Valencia


...Después todo se arregló, por suerte, y fue como si no hubiera pasado nada. Pudimos volver. Y entonces comenzó a cubrirnos el silencio. Al silencio propio, pudoroso, se sumó el ajeno, natural, necesario. Así el multitudinario exilio, con generaciones de exiliados, se olvidó. Los muertos que murieron fuera, murieron ahora otra vez. De los poetas, carpinteros, peones, ingenieros, albañiles, campesinos, abogados expatriados ya no hay memoria. Fue como exiliar el recuerdo del exilio...434



Esta comunicación pretende ser una aportación más al ámbito de la historia cultural del Movimiento Libertario Español en el exilio de 1939 en Francia. Intentaremos, a través de las trayectorias vitales de dos exiliados anarquistas: Sara Berenguer (poetisa) y Jesús Guillén (pintor e ilustrador), acercarnos a comprender mejor el pensamiento y la ideología libertarias, sus actitudes, valores y prácticas culturales durante aquel período. Trataremos también de explorar un conjunto de prácticas culturales específicas de los anarquistas españoles en el exilio, pues es bien sabido que ningún otro movimiento puso tanto énfasis como el anarquismo en el papel que la cultura pudiera tener en la emancipación de la humanidad.

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ArribaAbajoVivencia del pueblo español exiliado

Leemos en el Calendario S. I. A. 1990, dedicado a la «Contribución a la obra de los refugiados españoles en Francia» que: «La mayoría de los españoles que atravesaron los Pirineos en 1939 y que acabaron instalándose allí eran fundamentalmente proletarios conocedores de la problemática sindical. Aunque también había un considerable núcleo de profesiones liberales. El conjunto estaba compuesto por personas de todas las regiones de España... Desde el punto de vista sociológico ese exilio significó un profundo desarraigo del cuerpo nacional español. Pero con una particularidad: los exiliados se consideraban depositarios de una serie de realizaciones y proyectos políticos, sociales y culturales... Habían dado prueba, durante la revolución española, de sus posibilidades de adaptación a nuevas formas técnicas de producción y de relaciones sociales avanzadas. Pudieron resistir las pésimas condiciones a las que fueron sometidos en Francia los refugiados desde el principio: campos de concentración, compañías de trabajadores extranjeros,... De la misma manera que luego se adaptaron al país de acogida y se transformaron en excelentes técnicos, metalúrgicos y en elementos vitales para la reconstrucción del país (Francia) al finalizar la guerra mundial».

Como hemos podido comprobar, los testimonios individuales relativos a la actitud de los españoles refugiados en Francia ofrecen, más o menos, los mismos detalles: campos de concentración, separación de familias, trabajo agotador, acciones solidarias, relación directa con otros refugiados perseguidos por las milicias francesas de Pétain, etc. Los exiliados españoles, especialmente los confederales, estuvieron siempre presentes en la obra solidaria, en el trabajo industrial y campesino. Es bien sabido que en las mismas compañías de trabajadores, y a pesar de todas las trabas, se organizó la resistencia pasiva. Y es aquí donde intervienen de una manera determinante la fuerza de las ideas y de las teorías sociales, la calidad de la inteligencia y de la cultura. Como dice el profesor anarquista Alberto Carsi: «La cultura es una manera de ayudarse a sí mismo, nos pone en equilibrio... Coloca al ser humano entre sus iguales y sus superiores, reanima el sentido delicioso de la simpatía y le pone en guardia contra los peligros de la soledad y del alejamiento de la sociedad, en guardia contra el barbarismo, la injusticia, el desamor. Para nosotros, continuando con Machado: defender y difundir la cultura es una misma cosa, es aumentar en el mundo el humano tesoro de conciencia vigilante ¿Cómo? Despertando al dormido, y mientras mayor sea el número de despiertos, mejor».



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ArribaAbajoPublicaciones del exilio

Los exiliados concibieron la prensa como una necesidad vital, la negación de la derrota, la prueba de su existencia, la continuidad de una España republicana y libre... una necesidad imperiosa cuando el exilio se eterniza y aparece la amenaza del olvido.

Los libertarios intentaron establecer desde el primer momento de su llegada a Francia una red de comunicación periodística que sirviera de contacto entre los propios militantes. Además, la difusión de la ideología y la cultura libertarias en el exilio se apoyó siempre, de una manera central, en sus publicaciones. Editar y divulgar fue para los libertarios una vocación irresistible. Los grupos y organizaciones anarquistas fueron especialmente fecundos en esta cuestión, publicando un sinfín de periódicos, revistas, folletos y libros. Proponían una cultura y una información alternativas y revolucionarias. Dentro de su idea de difusión de la cultura como labor emancipadora, juega un papel evidente la edición de revistas de carácter específicamente cultural. Abundando las colecciones de periódicos y revistas que, a partir de 1945, constituyen un acervo importantísimo e indispensable para conocer la historia de España a partir de entonces, vista desde el extranjero: Durante varios años la mayoría de departamentos franceses publicaban su portavoz: Toulouse editaba CNT y París Solidaridad Obrera hasta que por presiones diplomáticas se vieron obligados a cambiar sus títulos: CNT vino a ser Espoir y Solidaridad Obrera se transformó en Combat Syndicaliste. Finalmente se fundieron en un sólo periódico: el semanario CeNiT de Toulouse. Otras publicaciones que podemos citar son: S. I. A. (París); España Libre (Toulouse); el Suplemento Literario de Solidaridad Obrera que fue sustituido por Umbral (París); Tiempos Nuevos (Toulouse); Libertad (Rennes); Acción Libertaria (Marsella), Inquietudes (JJ. LL. de Burdeos); Ruta (Marsella, después Toulouse) sustituido por Nueva Senda (de las JJ. LL de Toulouse); Universo. Sociología, Ciencia, Arte (Toulouse); El Mundo al Día (Toulouse); Frente Libertario (París). Todas estas publicaciones además de ser portavoces del anarcosindicalismo revolucionario, traían secciones fijas dedicadas a la literatura, arte, teatro, etc.


Aproximación a las trayectorias vitales de dos libertarios exiliados

Jesús Guillén Bertolín, nació en Montán (Castellón) un 31 de octubre de 1913. Y según él mismo nos contó en una entrevista: «Hice estudios para hacer el bachiller en la Escuela Industrial de Barcelona y después de eso fui a Bellas Artes, donde estuve 6 años para tener el certificado de aptitud de pintura. Hice además de las dos cosas, un año de decoración, arte aplicado de decoración, que también lo aprobé».

(Entrevistador): -Jesús, ¿cuándo te acercas a las Ideas?

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«Después de la República, en el año 31. Tuve el carnet de la CNT primero pero a mí la CNT no me decía gran cosa porque fui a alguna reunión ya siendo niño, un jovenzuelo de 17 años,... Yo es eraba otra cosa, habiendo leído ya un poco, libros anarquistas, aquello me pareció que no estaba bien, y desistí del sindicato pero enseguida entré en Juventudes Libertarias. Allí estaban los ateneos, las escuelas, etc., etc.... Había una concepción de moralidad muy fuerte... Yo en la Escuela misma, con 17 años, en Artes y Oficios ya había constituido una Agrupación de compañeros, en Bellas Artes, y formé parte de ella enseguida. Eso continuó hasta la explosión del 34, en el bienio negro. Hubo un parón porque hubo muchos desacuerdos en la forma en que debía llevarse la acción»435.

Cuando en junio de 1997 hablando con Jesús y Sara Berenguer, su compañera, les comenté la posibilidad de presentar una Comunicación sobre ellos al «Seminario sobre cultura del exilio en Francia», Sara, a petición nuestra, nos escribió una breve biografía de Jesús que reproducimos a continuación: «19 de julio de 1936. Comité de los Federales, barriada de Las Corts, Barcelona. Pasa a secundar a los compañeros de la barriada del Poblet. Luego regresa de nuevo a su barriada de origen. Después de los hechos de Mayo se marcha a la 26 División (antigua Columna Durruti). Herido en la batalla de Monteoscuro, lo trasladan a Barcelona para su convalecencia. Regresa de nuevo al frente de batalla y esta vez se incorpora en la 28 División -que en el invierno del 38, sufrió serios y escalofriantes combates en el frente de Teruel, frente a las tropas franquistas- hasta el último instante de la guerra. Del frente del Centro pasa a Villajoyosa para embarcar. No hay embarque. Escapando de las tropas fascistas, llega a Valencia y a no tardar se traslada a Barcelona en pésimas condiciones, donde pasa varias semanas, más acosado, decide pasar a Francia. Barcelona, Perpignan a pie, a través del Pirineo. Fui a buscarlo a Perpignan y regresamos a Béziers, que es donde yo me encontraba, albergada en casa de una hermana de mi madre. Se quiso evitar el campo de concentración. No pudo ser, internado en el Campo de Concentración de Agde hasta el 30 de agosto de 1939, allí pintó, con muy pocos materiales, dos hermosas acuarelas. Además fue solicitado por uno de los jefes del campo para que le hiciera unas reproducciones de las fotografías de sus hijos. Sale a trabajar obligado, 30 días de vendimias en el pueblo de Quarante. Terminadas las vendimias lo vuelven al campo. Esta vez al Campo de Concentración de Saint Cyprien.

En enero de 1940, salía a trabajar de viñador, después de las vendimias de este mismo año, nueva recogida de los refugiados para internarlos de nuevo al Campo de Concentración. Jesús escapa a Marseille,   —281→   con la idea de embarcar. Tuvo que dormir en las barcas del puerto, sin comer, unos días de cárcel y, finalmente ingresa en el castillo de la Reynarde. Refugio a cargo del consulado de México -tras la exposición artística organizada en el castillo por los propios refugiados, donde obtuvo Jesús el primer premio en pintura, el cónsul general de México en Marseille se interesó por su trabajo artístico encargándole una portada para una memoria ilustrada que estaban preparando y cuyo título era La protección de México a los refugiados políticos españoles-. Creímos poder embarcar. Pero no. Eso es otra historia. Nos trasladamos a Bram para trabajar, con nuestro hijo Germinal de cinco meses. Jesús empezó como peón de albañil. Llegada de los alemanes y los refugiados del pueblo y los que quedaban del Campo de Concentración son 'requisados' para fabricar el pan en las panaderías de campaña. Pan para el ejército alemán. Terminada la guerra, en 1945, fue nombrado secretario de la C. N. T. de la Regional número 1 que abarcaba los departamentos de Gard, la Lozère, Pirineos Orientales, Aveyron y Hérault, hasta finales del 46 (Montpellier). Desde allí nos trasladamos a Béziers. Esta pequeña ciudad que tú ya conoces».

Y ahora vamos a conocer a Sara Berenguer Laosa. Según ella mismo nos contó en una entrevista: «Nací en Barcelona el 1-1-19. Cuatro hermanos y yo 5. Las cuatro mujeres vivimos y mi hermano murió hace un par de años... A los 12 años empecé a trabajar de carnicera, después hice de corsetera».

(Entrevistador): -Sara, ¿tú cómo entraste en la CNT?

«En la CNT entré de una manera muy original. Cuando mi padre se marchaba al frente a los dos o tres días de la revolución, me quería marchar con él, y me dijo que no era sitio para mí porque era muy joven. Yo le dije que quería hacer algo para la revolución, yo tenía 17 años. Entonces, ¿tú quieres hacer algo para la revolución? pues vamos al Comité Revolucionario. Y me llevó al Comité Revolucionario de la barriada de «Las Corts», donde había un bar que se llamaba los Federales, y allí se reunían todos los compañeros. Entonces llamó a unos compañeros que estaban en una antigua escuela racionalista, y les dijo: Mirad, yo me marcho al frente y mi hija quiere hacer algo para contribuir a la revolución a ver que le hacéis hacer. Y uno de ellos me dice: «Molt be, companya». Y me dio una emoción, me quedé sorprendida «Companya» ya era alguien ¿no? con ese título...

-¿Tienes miedo? -dije no»436.

Así comenzó su vinculación al Movimiento Libertario que fructificó llegando a ostentar diversas responsabilidades: en el Comité Revolucionario   —282→   (CNT-FAI) del barrio de «Las Corts», en el Comité Regional de Cataluña de las Industrias de la Edificación, Madera y Decoración (CNT-AIT). Actividades que alternó con su colaboración de maestra (cursillos nocturnos) en el Ateneo Cultural de «Las Corts» y en las Juventudes Libertarias, donde se organizaban diversas actividades culturales: periódicos, murales, charlas, conferencias, etc. Mediada la guerra, se integró en la Sección del Combatiente de S. I. A. (Solidaridad Internacional Antifascista. Formó parte de varias delegaciones de Mujeres libres que visitaron a los milicianos del frente de Aragón y organizaban visitas a los Hospitales de Sangre; por último, fue Secretaria de Propaganda del Comité Regional de Mujeres libres.

De esta forma cuenta Sara como conoció a Jesús: «En el Comité Revolucionario estuvimos hasta junio, julio del año 1937. Los hechos de mayo se pasaron estando en el Comité Revolucionario. Jesús también estaba en el Comité Revolucionario. Nos habíamos incautado de una casa que era de los curas -situada en la plaza de la Concordia, donde estaba la Iglesia de la barriada- y habíamos hecho un ateneo y allí daba yo lecciones a los chiquillos. Fue donde Jesús hizo una pancarta para hacer propaganda por las calles -para dar a conocer nuestro Ateneo Cultural y los cursos nocturnos de cultura general en la escuela que habíamos organizado- y trajo un cartel muy bonito que parecía una obra de arte. Todos estaban encantados y yo digo: -a mí eso no me convence.

-Pero, por qué

-Eso no es un cartel. Un cartel tiene que ser un grito pegado a la pared y eso es una obra de arte, eso no va.

Y todos estaban de acuerdo. Y luego al salir me dijo: -Oye tú ven aquí. ¿Por qué no estás de acuerdo conmigo?

Y aún seguimos discutiendo, desde entonces aún no hemos parado»437.

Los acontecimientos de la guerra se precipitan. Las tropas de Franco empiezan a entrar en Barcelona por lo que Sara debe de huir junto a un grupo de compañeras de Mujeres libres. De esta forma lo describe Sara en su libro: «...nuestro grupo se componía de veintiún compañeras, más el niño de meses, que nos proponíamos llevar en brazos un rato cada una. La noche era negrísima, negra como todo lo que se presentaba ante nosotras. Decidimos andar en fila india por el borde de la carretera. De vez en cuando hacíamos un alto y nos llamábamos una a otra, para cerciorarnos de que no faltaba ninguna. Paso a paso, acercándonos hacia la frontera. Y mientras unos morían por los caminos, consumidos por las bombas y el frío, la naturaleza dejaba su semilla. Antes de morir, ¡gozar de la vida! Pasión por la   —283→   vida, encarando la muerte con el deseo violento de escapar de ella. El crepúsculo había dejado paso a la noche que había tendido su manto sin dejar aparecer ni una sola estrella en el cielo cubierto, que nos acompañara en nuestro peregrinar. Anduvimos toda la noche. De vez en cuando nos parábamos unos minutos, el tiempo justo para llamarnos unas a otras y tranquilizarnos al comprobar que no faltaba nadie, ya que no veíamos nada en absoluto. Solamente nos hacía compañía el ruido de nuestros pasos y el retumbar lejano del cañón»438.

Sara ha reflexionado largamente sobre su vivencia de exiliada y es así como nos cuenta de una forma muy cruda el tremendo significado del exilio para las mujeres de su generación: «Aquella eclosión esperanzadora que se había enraizado en las mujeres. Nosotras, las que sentimos en el espíritu y en el corazón, esa ansia de lucha por la emancipación de la mujer y la libertad de la humanidad entera, ¡las ilusiones de un nuevo porvenir! Todo se perdió en aquellos primeros años de exilio, cercenado por un ambiente de traición al ser humano, sin horizontes, sitiados en campos de concentración o refugio... El pueblo perdió la guerra y con ella la revolución, la libertad, la confianza, la luz radiante de aquel nuevo día que había alumbrado nuevos senderos, donde se podía andar sin ser agredidas por la mediocridad ni las exigencias hereditarias. El final de la guerra fue guillotinar toda aquella acción de progreso y de independencia de la mujer: en España encarceladas, burladas y despreciadas, seccionando todos aquellos espíritus imbuidos de libertad. A las exiliadas, otros zarzales nos obstruían el camino, hallando ante nosotros todos el abismo en lo desconocido... Tras el éxodo, circunstancias especiales se volcaron sobre un pueblo en exilio, en un país donde nos acogieron entre mar y cielo, yendo a parar tras el paso de los Pirineos, en las nevadas montañas donde niños, ancianos, y combatientes heridos murieron. Todas las esperanzas de un futuro desaparecían, quedando hundidas en un pozo sin fondo: Sobrevivir era lo más urgente, en tan tremenda situación, y se ataron lazos de solidaridad»439.

Contar... Recordar...

El paso por la frontera...
los campos de concentración
y montañas de tristeza:
la lucha para vivir
guardando la esperanza
de volver a nuestra tierra,
que nunca quedó olvidada.
Mas la angustia,
la cizaña de pensamientos dispersos,
debilitaron las fuerzas
de aquella juventud sana,
que se marchó voluntaria...
al maquis, la resistencia
y a reivindicar España,
cuando habían pasado
por los campos de exterminio
cuya tragedia ¡fue amarga!
Trabajar; de todo un poco,
en el bosque, la mina, el campo.
Ha sido a fuerza de años,
con una espina en el alma
que nos fuimos integrando
a esta tierra de Occitania
que en los reculados tiempos
se entrelazó con Hispania.
¿Queréis escribir la historia,
oír contar, cazar palabras?
Mortecida la memoria
que ya poquísima queda...
es como hacer el inventario
cuando una manga de viento
parte de lo que hay, se lleva.




Un poquillo tarde es,
aunque el refrán nos diga
«nunca es tarde cuando llega»
Miles y miles de páginas
de nuestra historia oral,
se quedaron sepultadas,
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y será muy laborioso
para llegar a hilvanarlas:
De aquella vida viril
de arrojo y de valentía,
después de un penoso paso
a través de las montañas
y las luchas desde Francia
para alcanzar libertades
que teníamos perdidas,
siempre pensando en España
¡la ilusión se cayó al pozo!
Constantes con nuestro ideal
continuamos en la lid.
Pero hoy, somos muchos
con los cabellos blancos,
y, pocos los hombres duchos
para contar desde el inicio
nuestra dura y larga epopeya.
Siendo quizá más difícil
que ver rielar mil luces
al entorno de una estrella.



Sara Berenguer
Montady 7/08/93
               


Sara describe admirablemente la vida cotidiana del exilio a través de la entrevista citada: «Aquí en Francia cuando pasamos empezamos por trabajar en el campo, a arrancar alubias, a recoger tomates, a coser medias porque las francesas son muy blandas para estas cosas. Ayudé a mis tíos después de salir del refugio. Después Jesús salió del campo de concentración, primero estuvo en Agde, después en Saint Cyprien. A Jesús lo llamaron a Quarante un pueblecito de aquí muy cerquita y allí nos reunimos, él trabajaba en la viña y yo iba a veces a coger los sarmientos. Después me puse a trabajar por las casas, a coser. Después fuimos a vendimiar. Quedé en cinta de mi hijo Germinal y como los gendarmes nos vinieron a recoger, Jesús escapó antes y yo me escapé después pero me escapé también, como ya estaba a punto de dar a luz me vine a Béziers y fui directamente al hospital, con un poco de trampa porque dije que estaba de 8 meses pero en realidad estaba de 7, pero no lo sabía yo. Entonces me fui a ver a la directora del hospital. Con mi mal francés le dije: Mire, estoy de 8 meses. Me van a internar en un campo de concentración. Si entro en un campo dentro de 15 días tendré que salir para venir a dar a luz, porque había   —285→   muchas muchachas que salían de los campos de concentración a dar a luz al hospital de Béziers. Entonces si usted me acepta yo entraré antes. Y aquella señora me acogió con simpatía y entré antes... A partir de aquel instante ayudaba a las enfermeras a liar las gasas, coger los niños, hacía de intérprete porque resulta que había muchas muchachas que salían de los campos de concentración a dar a luz y no conocían ni una «papa» y yo conocía un poquito el francés, de manera que hacía muy a menudo de intérprete. Después de allí salí y estuve unos días en casa de mis tíos, en casa de los padres de Rafael, pero resulta que cogí frío y se me abrió el pezón por la mitad pero, como no tenía medios, mi hijo continuaba mamando, mamando leche y sangre. Un médico me vio y me dijo: -usted no puede dar más el pecho. Pero como no tengo medios, le tengo que dar el pecho por no tener otra cosa. Entonces unas personas con las que habíamos estado en Quarante me vinieron a ver y me dijeron: -tú te vienes con nosotros y nosotros te cuidamos.

...Pero al cabo de un tiempo, Jesús que se había ido a Marsella, estuvo durmiendo en las barcas y donde podía, finalmente el consulado mexicano alquiló el Castillo de la Reynarde e hizo un refugio y allí entró Jesús y yo también fui a Marseille con mi hijo Germinal, para entrar en el refugio de las mujeres, en el castillo de Montgrand, que el consulado mexicano también había alquilado para mujeres y niños españoles exiliados. Entonces, las mujeres teníamos que estar en un castillo y los hombres en otro, pero pasó una cosa muy grave y es que cuando yo llegué había una epidemia infantil dentro del castillo. Las compañeras que había allí me dijeron: -No entres Sara, porque tu niño tan majo que está se te va a morir. Esta semana se nos han muerto dos.

-¿Y yo qué hago si no tengo dinero ni adónde ir? Entonces, los compañeros de Jesús en el castillo de la Reynarde recogieron 5 francos para pagarme una chambre d'hotel que había en un pueblo cercano, se llamaba La Penne. Se trataba de una habitación que había en el patio, que era una barraca, no había más que una cama y el sitio para poner el cochecito del niño. Y allí estuve durante un mes. Pero al cabo del mes estaba sofocada, no tenía para pagar el hotel y para comer tenía que hacer 10 ó 12 km. para ir a buscar la comida. Porque las empleadas de la cocina, que eran todas compañeras, me dijeron:

-No entres.

-¿Pero cómo comeré? yo estoy dando el pecho a mi niño.

-Tú no te preocupes, tú vienes por la parte de la cocina y te daremos la comida.

Iba a buscar el rancho cada día, mañana y tarde. Cada día hacía dos veces el viaje, que me pasaba un tiempo infinito por el camino. Y   —286→   así estuvimos cinco meses, hasta el mes de junio de 1941. Entre tanto, Jesús que estaba en el castillo de la Reynarde, el consulado de México nos iba a hacer los pasaportes para marchar a México pero llegaron los alemanes, todo se cortó y no pudimos embarcar. Entonces Jesús que tenía un hermano que estaba en el campo de concentración de Bram y que salió a hacer de panadero. Jesús le escribió a su hermano, y su hermano nos buscó un trabajo en el pueblo. Jesús empezó a hacer de albañil -más tarde, al enterarse el patrón que era artista pintor le encomendaron la grabación sobre piedra, en las lápidas del cementerio. También hizo varias decoraciones en el pueblo, así como la sala de baile y el Ayuntamiento- Y yo de momento empecé a coser pantalones con los sacos de harina vacíos que los refugiados del campo robaban en el campo donde hacían pan para el ejército alemán. Los teñían, cortaban los pantalones y yo cosía a mano los pantalones de los refugiados. Si veis en un retrato que está por aquí, Jesús llevaba unos pantalones de esos que parece Charlot. Y después, que estuvimos con nuestros cuñados, más tarde, nos fuimos aparte, buscamos una pieza muy pequeñita, estuvimos una temporada, después yo me dediqué a ir a coser por las casas, luego me iba al campo, fui a recoger lentejas, trigo, pasto para las vacas... Después nos marchamos a otra casa más lejana. Bueno, en la primera casa que vivíamos fue donde vino Juan Ferrer que es cuando dormimos todos en la misma cama dos o tres días porque no teníamos sitio, estaba todo lleno de rendijas y no iba a dormir en el suelo. Entonces nos fuimos a vivir a otra casita a las afueras del pueblo. Una casita que estaba en ruinas que nada más tenía media puerta y allí estuvimos hasta el 45, después de terminada la guerra. Allí vinieron muchos compañeros, vino Felipe Alaiz, Pintado, bueno muchos compañeros. Habíamos organizado el ML clandestinamente, teníamos reuniones, íbamos a Carcasone, a Béziers. Después tuve a Sarita. A veces Jesús se llevaba a Germinal porque iba a una reunión y yo me llevaba a Sarita a otra»440.

Sara demuestra su amor propio y su clara conciencia como mujer: «Y ahora voy a contar una cosa que no le sabrá muy bien a Jesús pero,... Era la única mujer en el grupo. Y una vez había una reunión muy importante en el bosque y Jesús para que no me cansara -yo ya sé que lo hizo por eso- no me dijo nada. Y yo veía pasar a los compañeros.

-¿Pero dónde vais?

-A la reunión.

-Qué reunión

-Pero ¿tú no estás convocada?

-A mí no me ha convocado nadie

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-Pues, tenemos la reunión en tal sitio.

Cogí a mi chiquillo, me lo puse en los hombros y los seguí. Entonces teníamos que pasar por unos lugares muy malos, y había un campo roturado y yo pasaba con mi chiquillo al hombro. Todos los compañeros me querían coger el niño, yo no quise, tenía mi amor propio. Cuando llegamos al sitio, antes de empezar dije:

-Yo antes que nada tengo que decir algo. Se ha convocado una reunión ¿por qué no se me ha invitado? Yo soy miembro del grupo.

-Se lo hemos dicho a Jesús

-Pero Jesús no soy yo. Me teníais que haber invitado a mí. La próxima vez sino me avisáis, presento la dimisión»441.

Sus actividades culturales y solidarias

Una de las primeras muestras del interés del ML por las Artes Plásticas fue la famosa Exposición Artística de Toulouse en 1947. Fernando Ferrer lo cuenta así: «La más vasta e interesante exposición de arte español fuera de España hasta entonces conocida, la realizó el exilio confederal, presentando estrictamente obras de refugiados. Artistas consumados, al lado de los artesanos... A todas las obras mayores venían a unirse innumerables objetos 'menores' fabricados, en su mayoría, a punta de navaja en los campos de concentración franceses... Sus autores, practicantes, casi todos del arte sin teoría ni escuela. El elogio fue unánime. Aquella exposición que dio la vuelta a Francia, más que de una organización determinada expresaba la vitalidad de un pueblo que no se daba por vencido... También despertaba el más férvido interés de los eruditos y la admiración de los visitantes...» Uno de los representantes del gobierno español en el exilio, dirigiéndose a J. Puig Elías -delegado responsable de la Exposición, le dijo: «Sólo vosotros, los de la CNT, podéis crear tanta belleza, provocar tanta admiración y derrochar tanta energía»442.

Jesús Guillén -de nombre artístico Guillember- participó en esta famosa Exposición Artística. Federica Montseny lo corrobora: «Organizada por el Comité Nacional del ML-CNT en Francia se ha celebrado en la Cámara de Comercio de Toulouse una notabilísima Exposición de Arte. Abierta el 22 de febrero, no se ha cerrado hasta el 3 de marzo de 1947. Por ella han desfilado todos los amateurs y los críticos españoles y franceses, interesados en el esfuerzo de creación de los emigrados. En la Exposición y en el espíritu de los organizadores en ningún momento ha primado criterio sectario alguno. Se han expuesto cuadros y obras de arte de creadores pertenecientes políticamente a todos los partidos y organizaciones antifascistas... ¿Nombres de expositores?   —288→   Muchos, desde consagrados, como Picasso y Anglado, Sabater y Rojas,... hasta los jóvenes nuevos... En trabajos de talla y de forja, hay cosas muy estimables... En dibujos, hay una cabeza de Beethoven hecha por Argüello notabilísima. Y de Guillember y Forcadell... muchos dibujos, captando, en líneas rápidas y fáciles, una expresión, un gesto, una escena... En conjunto, en bloque, unidas y resumidas toas las obras y todos los trabajos recogidos en esta Exposición, el genio creador de la comunidad española en el exilio,... se manifiesta y representa algo que constará como episodio en la historia universal del arte... son el símbolo mismo de la realidad y de la idealidad de un movimiento humano con fuerza de torrente y ritmo grandioso y obsesionante de marcha hacia el mañana, hacia la justicia y la libertad»443.

En noviembre de 1944, Sara Berenguer durante su estancia en Bram (Aude) organiza clandestinamente, junto a otros compañeros, una sección de S. I. A. (Solidaridad Internacional Antifascista), de la cual sería la tesorera. Esta organización que considera la cultura tan necesaria como la libertad, ofrecerá todos los medios a su alcance para «instruir y elevar el pensamiento a través de textos escogidos y de cursos de cultura». Veamos brevemente los orígenes, objetivos y vicisitudes de S. I. A.: «Solidaridad Internacional Antifascista (S. I. A.) nació en España en el verano de 1937, en unos momentos en que se hacía sentir la necesidad de un organismo internacional que reuniera todas las ayudas a favor de la España republicana. S. I. A. se proponía reunir en un organismo común todas aquellas iniciativas y voluntades que, sin sectarismo alguno, deseaban manifestarse a favor del pueblo español, de sus combatientes y, sobre todo, de las víctimas del fascismo, los refugiados que huían de sus casas tras el avance de las tropas fascistas. Es, pues, obedeciendo a imperativos solidarios de urgencia, por lo que fue creada S. I. A. Se constituyó un Consejo Mundial, del que fue primer Secretario la poetisa Lucía Sánchez Saornil, con la misión de crear Secciones de S. I. A. por todo el mundo. Creándose secciones en Francia, Inglaterra, Bélgica, Estados Unidos, Argentina y en diversos países de habla española. También se creó un Consejo de S. I. A. en España, del que fue Secretario Mateo Baruta Vila...»444.

Merece especial mención la vida y las peripecias de la Sección francesa de S. I. A., creada en el mes de agosto de 1937, por franceses no comunistas, simpatizantes y amigos de la España antifascista y por los españoles, emigrados económicos residentes en Francia, entre los que había numerosos militantes de la CNT, y particularmente de la Federación   —289→   de Comités Españoles de Acción Antifascista en Francia. El Comité de S. I. A. estaba domiciliado en: 26, rue de Crussol, Paris (XI) y estaba constituido por: René Belin, André Chamson, Lucien Cruzel, Maurice Delepine, Georges Dumoulin, Auguste Fauconnet, Sébastian Faure, Magdeleine Paz, Paul Reclus y Han Ryner, entre otros. La Sección francesa de S. I. A. fue uno de los organismos que más ayudaron a resolver los problemas económicos de la Colonia Aymare. El Consejo General del Movimiento libertario Español-CNT, con el apoyo moral de compañeros franceses que prestaron sus nombres, adquirió dos fincas: La Grèze y Aymare, ambas en el departamento del Lot. Estas dos propiedades fueron utilizadas para sacar refugiados de los diferentes campos de concentración, que se ocuparon de la explotación agrícola de las fincas, donde se realizó un ensayo de comunidad en la que se dedicaban a la cría de animales de corral y trabajos de agricultura. Una de las finalidades de la Colonia Aymare, situada en el pueblo de Gourdon-Le Vigan, era además, la de ayudar a los refugiados ancianos, acogiéndolo. En 1947 S. I. A. española se fusionó con la S. I. A. francesa constituyendo una sola asociación solidaria. De esta reconstitución surgieron numerosas creaciones literarias, libros, revistas y, sobre todo, periódicos («S. I. A.»; Boletín de información, mensual y bilingüe; los Calendarios de S. I. A., etc....).

Las actividades artísticas que S. I. A. desarrolló fueron múltiples: Festivales, representaciones teatrales con los Grupos Iberia y Terra Lliure, en el Cine Espoir y en otros. También participó S. I. A. en la organización de importantes mítines en colaboración con la CNT, conmemorando las fechas históricas del 1 º de Mayo, el 19 de Julio y el Año Nuevo, con su fiesta dedicada a los niños, en la que se explicaban las aspiraciones en defensa de los Derechos del Niño, aprendidas en las Escuelas Racionalistas españolas. En 1951 se crearon en Francia los «Grupos de Amigos de S. I. A.». En el año 1963 Sara es nombrada Secretaria de S. I. A., Sección de Béziers.

Jesús, además de ser militante activo de las organizaciones del Movimiento Libertario en Francia, comienza su etapa como ilustrador de publicaciones libertarias. Ilustra las portadas de los siguientes libros: FAURE, S., GORI, P., Lo que nosotros queremos. Al pueblo, Tierra y libertad, Burdeos, 1944. ALAIZ, F., España social feral, Tierra y Libertad, Burdeos, 1945. GRUPO ANOIA, Nuestro programa de adaptación, Tierra y libertad, Burdeos, 1945. ALAIZ, F., Arte de escribir sin arte, FIJL, Toulouse, 1946. GARCÍA, V., Antología del anarcosindicalismo, Ruta, Caracas, 1988. En cuanto a la prensa libertaria del exilio, Jesús realiza la cabecera de Ruta. Boletín Interior de la F. I. J. L. en Francia, Toulouse, 1946, así como algunas de las ilustraciones interiores de esta publicación juvenil anarquista y de C. N. T. y de Solidaridad Obrera. También ilustra la portada de Mujeres Libres. Portavoz de la   —290→   Federación de ML de España en el exilio, Montady, 1972. Así mismo ha realizado carteles para exposiciones de la CNT-AIT como la «Semana Confederal Durruti», celebrada en Barcelona del 21 al 27 de noviembre de 1977.

Sara colaboró, desde 1947, en la labor cultural llevada a cabo por el Comité Nacional de la CNT en Toulouse, pues, en las ciudades de importante densidad de refugiados, se establecieron cursillos de enseñanza destinados a «combatir el analfabetismo y enriquecer los conocimientos generales». Hasta los años 60 esta labor fue seguida con mucho entusiasmo y alternada con charlas y conferencias. Por otra parte, en las grandes ciudades: París, Lyon, Marsella, Montpellier, y en otras medianas como Orléans y Toulouse, se crearon grupos artísticos («Iberia», «Terra Lliure»,...) Mediante aquellos actos se denunciaban las injusticias sociales y se proyectaban nuevas formas de sociedad. Con esta finalidad, el pedagogo racionalista Juan Puig Elías, como Secretario de Cultura del Comité Nacional del MLE en el exilio, organizó a partir de 1947, con la colaboración de un grupo de profesores, una serie de cursos de enseñanza gratuita por correspondencia de las más variadas materias abarcando desde la sociología hasta el esperanto. De este grupo, a petición de Puig Elías, formó parte, responsabilizándose del curso de taquigrafía, Sara Berenguer.

Y ahora es inevitable explicar el significado de la Plaine des Astres (la Llanura de los Astros), en Montady, y de Villa Sara, ese lugar de encuentro de los exiliados, esa puerta siempre abierta a los compañeros necesitados de cobijo, ayuda, en una palabra, de solidaridad. Nos vamos a ayudar de las palabras de Carlos Díaz: «Aquel conjunto de domicilios conocido como la Plaine des Astres... fue constituyendo con el curso del tiempo una especie de falansterio en que se fueron dando cita residencial antiguos compañeros libertarios de toda la vida... Allí desgranarán sus utopías y revivirán sus irredentos sueños comunes Jesús y Sara Guillén (Sara Berenguer), Pedro Moñino, Armando y Dalia Vilamosa, José Peiratsy Gracieta, etc.... Igualmente, en ese territorio se encontraba enclavada Villa Canaima, domicilio de Marisol y Germinal Gracia... en fin, su bella casa cuajada de libros...». Allí se instaló un centro-biblioteca-archivo: B. A. S. E. (Biblioteca y Archivo de Sociología y Economía) y se editaba en los años 70, Ruta. Publicación ácrata, y Mujeres Libres. Portavoz de la Federación de Mujeres Libres de España en el Exilio. En esta publicación Sara Berenguer comienza a colaborar, desde el año 1965, con un poema titulado «la China» y que se publicó en el número 6 de ese año. Las vicisitudes de esta publicación son muy interesantes: Se trataba de una publicación trilingüe (español, francés, inglés) «abierta a cuantos hombres y mujeres han querido colaborar con la aportación de sus conocimientos e inquietudes en la ingente tarea la emancipación humana».   —291→   Empezó a editarse el 1 de noviembre de 1964, en Londres, donde nacía con la siguiente declaración de principios: «¡Mujeres! se trata de nuestra intervención y orientación en el devenir de la vida, de la necesidad cada vez más apremiante de que cada mujer, se transforme ya, desde ahora, en un ser definido y definidor; para ello hay que desechar con energía los titubeos, las ignorancias, las debilidades. La mujer ha sido condenada a vivir fuera del tiempo, en el retraso del tiempo; pues bien hay que recuperar el tiempo; tenemos la necesidad apremiante de compenetrarnos con los problemas de nuestro tiempo. Para ello hay que vencer el conformismo de un 'estar' por el positivo de un 'ir haciendo' que trascienda de nuestras inquietudes. De nuestra vibración de hoy, de nuestro acierto en el arranque ha de depender formarse el núcleo estimulante del desenvolvimiento de la transformación social del futuro que ha de alcanzarnos a todos los seres humanos...»445.

A partir del n° 35 (correspondiente a diciembre de 1973) se traslada la redacción desde Inglaterra a Montady, donde Sara forma parte del Consejo de Redacción y publica artículos y poemas, tanto en español como en francés, y donde Jesús Guillén también colabora con sus ilustraciones. El n° 47 (correspondiente a diciembre de 1976) es el último publicado en el exilio, pues pasó a editarse en Barcelona al haberse creado Agrupaciones de Mujeres Libres por toda España.

Mención aparte merece la pujante Colonia Española de Béziers: La Asociación Colonia Española, cuyo carácter predominante es sociocultural, tiene como principios la solidaridad, el respeto de los derechos fundamentales de la persona humana, la libertad de conciencia, la libre expresión de ideas y la tolerancia mutua. Para que estos principios básicos sean efectivos en las relaciones entre sus miembros, la Colonia Española se declara libre e independiente de todo credo político o confesional. La Colonia se propone llevar a cabo, además, los principales objetivos siguientes:

-Estrechar los vínculos de unión fraternal y de solidaridad entre los españoles.

-Facilitar la divulgación del patrimonio cultural y artístico español, bajo todas sus formas; amplificar la creación de su biblioteca; acrecentar las representaciones teatrales, las veladas familiares, conferencias, manifestaciones deportivas, etc....

La Colonia Española tuvo sus orígenes con la fundación de la Sociedad de Socorros Mutuos en el año 1889 en la ciudad de Béziers, ocurrido a raíz del número crecido de refugiados españoles radicados   —292→   en el sur de Francia a causa de los acontecimientos de la guerra carlista. La Sociedad de Socorros Mutuos estuvo sostenida por dos asociaciones de carácter artístico recreativo: Ateneo Español y Sociedad Recreativa España. Más tarde, en 1930 y 1938 y siempre bajo el nombre de Colonia Española, fue efectiva la fusión de las tres Sociedades. En 1939 tiene lugar la adquisición del inmueble de la rue Vieille de la Citadelle (sede actual de la Colonia) -al Centro Español, asociación de tendencia libertaria. Al ser adquirido por la Colonia Española, los socios del Centro Español pasan a la Colonia Española casi en su totalidad- llegando a ser el lugar de reuniones más concurrido de la ciudad... Generadora de muchas actividades sociales, la Colonia Española conoce un importante desarrollo, reuniendo a más de mil adherentes.

Entre las actividades de la Colonia Española se pueden citar: «La Sección Mutualista es la más importante, puesto que ella constituye la base de la creación de la Sociedad. La Sección de Ayuda Social, no solamente ha tenido siempre en cuenta, según sus posibilidades, las necesidades de sus compatriotas, sino que, en todo momento, ha colaborado a las diversas obras sociales de la ciudad de Béziers. Mención aparte merece la Colonia Infantil de Sète, una obra de elevado interés creada gracias a la generosidad de todos los españoles del distrito Béziers-Saint Pons, acogiendo a los huérfanos de Madrid durante la guerra de España de 1936-1939. Un importante edificio fue construido a este efecto en la 'Coline de Mont Saint-Clair', en medio de una pinada. Durante la ocupación alemana transformaron una cantera vecina en polvorín. Antes de huir, en 1944, los alemanes tuvieron la nefasta idea de hacerlo volar. La Colonia Infantil quedó destruida por la formidable deflagración. La Sección de Cultura, ha tenido y tiene como propósito desarrollar la cultura de los exiliados, organizando conferencias, veladas teatrales, conciertos, espectáculos folklóricos, manifestaciones poéticas y literarias, así como la reconstrucción de su biblioteca, destruida durante la ocupación alemana»446.

Es precisamente, sobre la labor cultural de la Colonia Española, de lo que queremos extendernos más. Por la Colonia pasaron artistas como: Pau Casals, Pere Cadena y Pablo Picasso. Escritores como: Felipe Alaiz, Francisco Berenguer, Tomás Cano Ruiz, Alberto Carsi, Nicolás Capo, Puig Elías, José Peirats, Diego Ruiz. Y políticos como: Fernando Valera y Rodolfo Llopis.

La pareja Sara y Jesús se vincularon bien pronto a la Colonia Española. Formaron parte de varias Juntas Directivas (en los años 1950...) y Jesús fue presidente de la Colonia durante los años 1983 y 84. Jesús Guillén en los años 1950 y 1953 pintó varias pinturas murales en la   —293→   Colonia. En 1954 pintó la «Alegoría al Apoyo Mutuo», pintura al aceite ofrecida a la Sección Mutualista. Jesús, además, dio clases de dibujo lineal durante los años 1955 y 1962. Sara Berenguer, en 1965, participó en la creación de una sección de Asistencia Social en la Colonia para trámites de documentación y traducción, en ayuda a los españoles que desconocían la lengua francesa. En 1982, Sara participó representando a la Colonia, junto a Conchita Martínez y a Emilio Valls, en la Journé Nationale de la Poésie. En 1983, la Colonia organizó una velada poética en colaboración con los alumnos de los Institutos Jean Moulin y Henri IV, de Béziers, donde Sara Berenguer intervino. En 1986, la Colonia celebró el «50 aniversario de la Revolución Española de 1936», interviniendo Jesús Guillén en la organización de la exposición colectiva de materiales alusivos a la celebración.

A propósito de la obra poética de Sara, que escribe hablando de su tierra, de su ideal al amor, a la libertad, ese amor que simboliza el pensamiento social, y que utiliza indistintamente el catalán, el español y el francés, obteniendo en las tres lenguas diversos premios literarios, vamos a plasmar algunas de las opiniones publicadas sobre ella: En opinión de Antonio Téllez: «La poesía de Sara Berenguer se inspira en la vida social, y sus axiomas pretenden ser sólo una advertencia, una llamada de atención al ser humano, sin que con ello pretenda enjuiciar; sólo desea que el avisado juzgue con su propio discernimiento... Comparto con Sara Berenguer la aspiración de vivir en una comunidad humana fraterna, que será realidad cuando la educación haga innecesario el resorte de la autoridad para lograr una convivencia armoniosa, sin odios y pacífica entre los humanos»447.

Según Victor García: «Sara ha creado luchas, ideales, hijos, amor, amigos, trabajo, ilusiones, esperanzas... Sara ha bordado la más intensa, la más amorosa, la más solidaria de las existencias: la suya propia... Sara Berenguer, perteneciente a una generación que conoció la guerra y el exilio como castigo por haber participado en la revolución española, ha recogido un enorme caudal de vivencias atesoradas a lo largo de su vida para, sobreponiéndose a los sentimientos de odio, de venganza y de violencia, componer una delicada y sentida obra poética... Sara ha sido poeta toda su vida pero, de no haber mediado la Llanura de los Astros, quizás no se hubiera decidido a escribir poesía. Comenzó tímidamente, sin pretensión ninguna, colocando en una carpeta las cuartillas de su rima. Hasta que los amigos la instaron a que se diera a conocer, y Sara, venciendo su modestia, empezó a publicar sus poesías»448.

  —294→  

También la escritora Antonina Rodrigo nos dice: «Sara construye una obra poética íntima... Su poesía es la prolongación de esa relación sensual que Sara mantiene con su jardín... En sus poemas se presiente la relación contemplativa con la Naturaleza, su discurrir vital y el de las personas que a rodean»449. Y volvemos de nuevo a Víctor García que escribe sobre la personalidad de Sara: «El sino del anarquista es el de la premonición y el de la voluntad en binomio indisoluble». Premonición y voluntarismo, porque no basta, para el libertario, prever el futuro: hay que hacerlo, como la propia autora lo señala en uno de sus versos:


«Haciendo, haciendo
se hace lo malo,
se hace lo bueno.
Haciendo, haciendo
lo que se hace
ya queda hecho.
...Haciendo, haciendo,
se va observando
y se va lejos.
...Haciendo, haciendo,
la vida avanza.
Y al haber hecho
hay esperanza.»



El hacer de Sara no tiene principio, no tiene fin, y desde que estallara la Revolución Española hasta el presente no ha cesado. Sara, sin pretensiones, se retrata así, en su poema La Rima:


«Escribo poesía,
y algunos me reprochan
que mis versos carecen de rima.
Para mí tiene poca importancia
si algunas de las estrofas
carecen de esmerada elegancia.
Todo mi interés
solamente va guiado
en no expresarme al revés.
Decir lo que el corazón siente,
y aunque no guarde armonía,
es mejor que si al guardarla se miente.
Ya ven la poetisa que soy,
sin regla ni disciplina,
pero a mí sólo me anima
demostrarme tal cual soy.
—295→
La libertad de expresión
es la rima cristalina
que brota del corazón»450.



Para acabar me gustaría hacer una aclaración: Para realizar este trabajo nos hemos ayudado de toda clase de fuentes documentales, tanto orales, escritas, como gráficas, que se han complementado unas a otras para descubrirnos esa «cultura de la solidaridad» practicada por los exiliados, que propició que esos momentos tan dramáticos lo fueron menos. Finalmente, con esta comunicación, que pretende recuperar la memoria del exilio libertario en Francia, hemos querido dejar constancia de lo que ha sido su contribución a la ingente obra cultural de los refugiados españoles en el exilio. Y además, queremos también que sirva para rendir nuestro homenaje a cuantos libertarios exiliados en su lucha contra el franquismo perdieron sus vidas y a los que, tras haberle hecho frente, han sabido permanecer fieles a sus ideales de libertad y de dignidad humana.




Biobibliografía de Sara Berenguer

(Seudónimos: Alisma, Blanca, Anade, Sara Lahosa, Sandra Berenguer, Evora).

Publicaciones (Poesía): Cardos y flores silvestre, Editores Mexicanos Unidos, México, 1982. Jardín de esencias, Rondas, Barcelona, 1986. El lenguaje de las flores, Amarantos, Barcelona, 1992.

Publicaciones (memorias): Entre el sol y la tormenta. Treinta y dos meses de guerra (1936-1939), Seuba, Calella (Barcelona), 1988.

Poemas premiados en catalán:

1974.- Diploma de honor concedido por la Compañía literaria «Le Gênet d'Or», Perpignan.

1991.- Tercer premio de poesía (copa), Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

1993.- Medalla de Oro Internacional de la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

Poemas premiados en lengua francesa:

1980-81.- Mention honorable y Très honorable, de la Sociedad de los Artistas y Poetas de Francia (Nîmes).

1988.- Médaille de Vermeil (littérature) otorgada por el Comité Internacional de la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

1990.- Trofeo Antonio, concedido por la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

  —296→  

1995.- Médaille de Vermeil concedida por la A. E. A., París.

1996.- Premio del jurado (poesía libre) de la A. E. A., París. Poemas premiados en lengua española:

1983.- Primer premio Federico García Lorca organizado por el Centro García Lorca (C. G. L.) de Barcelona.

1985.- Primer premio Federico García Lorca organizado por el C. G. L. de Barcelona.

1986.- Diploma y Medalla de Oro concedidos por la A. E. A., París.

1986.- Placa en el Certamen de Poesía de Gavá (Barcelona).

1987.- Medalla de Oro concedida por la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) Bélgica.

1988.- Trofeo concedido por la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

1988.- Finalista (placa) Certamen de Sant Boi (Barcelona)

1989.- Premio especial del jurado de la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

1991.- Médaille de Vermeil concedida por la A. E. A. París.

1991.- Primer premio otorgado por el «Grand Prix Littéraire International Raymond Bath», Bélgica. Premio especial que obtuvo la medalla de oro.

1992.- Placa de Honor conceda por la A. E. A. (Académie Européenne des Arts) París.

Participación en Antologías (poesías):

1977-80-81.- Fleurs du Midi (en lengua francesa), Nîmes.

1981.- A Juan Ramón Jiménez, Madrid.

1985.- España sangra, Teruel.

1986.- Antología de novísimas poesías de habla hispana, Málaga.

1989.- Nostre club, (catalán), Barcelona.

1991.- Primer certamen de poesía, Vila de Sant Boi (Barcelona)

1994.- Poemas de luz, Valencia.

Participación en Antologías (cuentos):

1994.- Cuentos de la luz, Valencia.

1994.- Cuentos infantiles, Valls (Tarragona), Ed. Dina Ardid.

Colaboraciones en Cuadernos:

1977-79.- Les deux arbres (francés), Montpellier.

1980-86.- Cuadernos de poesía, más tarde cambió a La Escuela Moderna, Calgari (Canadá) bajo la dirección de Félix Álvarez Ferreras.







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ArribaAbajoLos estudiantes españoles en Francia al terminar la Segunda Guerra Mundial

Pedro Moral López


Santiago de Chile



ArribaAbajoPreliminares: Durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial

La guerra civil española de 1936-1939 interrumpió la vida profesional de estudiantes de toda edad y en variados grados de estudio. Los universitarios pertenecientes a las FUE (Federación Universitaria Escolar) incluso los de corta edad que comenzaban una carrera, pasaron a integrar las milicias republicanas.

Muchos formaron parte de las «Milicias de la Cultura», cuyos integrantes acompañaban a los combatientes, distribuían libros y daban clases en las trincheras mismas.

Continuaban así el auge de la labor de extensión cultural que los estudiantes de las FUE (a nivel nacional «Unión Federal de Estudiantes Hispanos») habían desarrollado desde la instauración de la República en España en 1931. Se desplegaron entonces realizaciones como la del Teatro estudiantil «La Barraca», ideado por Federico García Lorca y otros líderes estudiantiles.

Estos estudiantes fueron integrándose en el ejército republicano en donde sus conocimientos les llevaron a completar la nueva oficialidad. En el transcurso de la guerra, y sobre todo al terminar ésta en 1939, un gran número de estudiantes, solos o con sus familias, según su edad, se exiliaron en Francia. El número más considerable fue el de aquellos que se encontraban en las zonas fronterizas, en gran parte en unidades militares. Otros huyeron después de España, cuando pudieron. Los primeros fueron internados en primer lugar en campos de concentración en el Sur de Francia, incluso en barcos-hospitales cuando se trataba de heridos. Allí mismo los estudiantes prosiguieron su labor de extensión cultural, como lo habían hecho durante la guerra en España.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los exiliados concentrados en los campos fueron incorporados en Compañías   —298→   de Trabajadores Extranjeros (Refugiados Españoles) que acompañaron al Ejército francés en obras de fortificación y otras tareas, en la llamada Zona de los Ejércitos (Zone des Armées). Después de la invasión alemana en Francia en 1940 y el Armisticio, muchas de esas Compañías fueron establecidas en la llamada Zona No Ocupada, cuya Capital fue Vichy, con la nueva denominación de «Grupos Departamentales de Trabajadores Extranjeros» (Groupes Départamentaux de Travailleurs Etrangers)451.

Entre tanto, a partir de 1940, un gran número de exiliados, entre ellos muchos estudiantes, se unieron a la Resistencia francesa. Otros se ocultaron, o sobrevivieron en Francia como pudieron si disponían de relaciones y medios para ello, en la zona ocupada tanto como en la no ocupada. Muchos fueron enviados a Alemania, a los campos de concentración bien conocidos.

Estas etapas del exilio, en las que se encontraron numerosos estudiantes españoles, han sido analizadas en diversos estudios, publicaciones y obras literarias.


1. La reorganización de los estudiantes españoles exiliados en Francia

La Liberación de París en agosto de 1944 permitió vincularse entre ellos a muchos universitarios españoles refugiados, que se encontraban en esa región o llegaron de otras partes de Francia e incluso de otros países de exilio y, más tarde, de España misma.

La primera tarea consistió en constituir en París, desde fines del año 1944, un Comité de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (Comité Nacional de las F. U. E.) en el exilio. Éste se relacionó con organizaciones estudiantiles análogas en varias partes del mundo. En primer lugar la Union Nationale des Etudiants Français (Unión Nacional de Estudiantes Franceses) -UNEF, en cuya sede, en el Barrio Latino, se estableció el Comité español452. La solidaridad de esta organización estudiantil hermana con los españoles refugiados se extendió en numerosos campos.

Gracias a estos apoyos se pudo gestionar de las autoridades francesas, entre otras medidas, que los estudiantes españoles refugiados recibieran los beneficios que se concedieron a los propios estudiantes franceses en materia de rehabilitación para el estudio.

  —299→  

En efecto, se dictaron entonces en Francia una serie de disposiciones destinadas a favorecer a los estudiantes que se calificaron de «estudiantes víctimas de la guerra», que habían interrumpido sus estudios durante al menos un año escolar por estas causas: prisioneros de guerra, deportados políticos, presos políticos de las cárceles alemanas y sobrevivientes de los campos de concentración, resistentes, voluntarios de las Fuerzas de Liberación. Se establecieron cursos especiales e intensivos y períodos excepcionales de exámenes y pruebas académicas adicionales, para que pudieran recuperar al menos en parte, el tiempo perdido453.

Los estudiantes españoles refugiados recibieron exactamente los mismos beneficios en esta materia. Carecían sin embargo, la mayor parte, de medios de subsistencia. Ello fue motivo de los programas subsiguientes relativos a interayuda universitaria, que se describen más adelante.

En esta misma época, en noviembre de 1945, se celebró en Praga el Primer Congreso Mundial de los Estudiantes, que dio origen a la Unión Internacional de Estudiantes (U. I. E.). Muchos de los que fueron más tarde dirigentes políticos en sus países de posguerra, se encontraban entre los líderes estudiantiles que asistieron.

La fecha para el Congreso, que tuvo gran resonancia en el mundo universitario, en la euforia de la posguerra y de Checoslovaquia liberada, se escogió para conmemorar la fecha del 17 de noviembre («17, Listopad») de 1939, cuando estudiantes checoslovacos fueron asesinados en Praga por las tropas nazis que invadieron Checoslovaquia al estallar la II Guerra Mundial, después de los Acuerdos de Munich de 1938454.




2. La interayuda universitaria española en el exilio

Ya durante la ocupación alemana en Francia, algunos estudiantes españoles fueron ayudados por el «Fondo Europeo de Socorro a los Estudiantes» (Fonds Européen de Secours aux Etudiants). Estaban afiliados a este Fondo la Interayuda Universitaria Internacional, la Federación   —300→   Universal de Asociaciones Cristianas de Estudiantes y Pax Romana, movimiento católico universitario internacional. Con la Interayuda Universitaria Internacional, de antiguo, ya mantenía relaciones la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH). La sede de este Fondo era Ginebra (Suiza). Los Comités directivos tanto del Fondo como de la Interayuda Universitaria Francesa (Entr'aide Universitaire Française), que formaba parte de él, estaban integrados por eminentes intelectuales y académicos.

El Fondo recibió a varios estudiantes refugiados españoles en un centro de acogida para universitarios extranjeros llamado Maison des Roches, que creó, situado en el Centro de Francia, en el que pudieron proseguir estudios ocasionales455.

De primera urgencia era encontrar medios para rehabilitar a los estudiantes españoles y para ayudarlos a reanudar sus estudios y preparar así su futuro universitario y profesional para su regreso a España más tarde. Con estos fines se constituyó en París, en 1944-45, el Comité Español Provisorio de la Interayuda Universitaria Internacional. Se estableció en las Oficinas mismas de la Entr'aide Universitaire Française. El Comité estuvo integrado, como Presidente, por el Prof. M. Martínez Risco, Vicepresidentes: Don F. J. de Landaburu, Don J. Quero Molares y Don J. M. Quiroga Pla456 y Secretario General: Pedro Moral López.

Este Comité Provisorio se relacionó con los diversos organismos oficiales internacionales y franceses y los círculos y organizaciones universitarios y estudiantes, capaces de procurar ayuda a los estudiantes españoles.

La situación de éstos, y las razones en que se fundaba la necesidad de esta ayuda, se expusieron en un informe que el Comité Español Provisorio de la Interayuda Universitaria Internacional dirigió a la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Educación,   —301→   la Ciencia y la Cultura, con sede en París. Dentro de esta Organización se creó una Sección de Rehabilitación y de Reconstrucción, que se ocupó de los estudiantes exiliados.

El informe del Comité Español Provisorio de la I. U. I. exponía los principios que justificaban la ayuda a los estudiantes españoles exiliados, en los términos siguientes:

1) Los estudiantes españoles constituían un grupo importante, y el más antiguo en Francia, desde 1939, de los estudiantes de toda nacionalidad calificados de «víctimas de la Guerra». 2) Habían interrumpido sus estudios desde el año 1936, o no habían podido comenzar s secundarios en el exilio por falta de recursos de parte de sus familias y llegaban a la edad en que, de no rehabilitarse para el estudio, quedarían fuera del mundo cultural y universitario en el futuro. 3) Su rehabilitación en los diferentes grados de estudios, según su edad, era aún más indispensable en una época en que la enseñanza en España estaba sometida a todo tipo de limitaciones y censuras ideológicas, políticas y de represión. 4) Los organismos e instituciones que participaran en la ayuda a estos estudiantes víctimas de la guerra contribuirían así a su rehabilitación y a su incorporación futura a los medios culturales españoles cuando terminara la Dictadura. Si podían prepararse en medios culturales libres podrían participar después en la renovación cultural y política de España misma.

Este Informe facilitaba los siguientes datos sobre la situación de cada grupo de estudiantes exiliados:

Categorías de estudiantes: a) Estudiantes de cursos universitarios superiores, en fin de carrera. Su número se estimaba en unos 15 en 1949, en París, pero muchos otros tuvieron que huir de España después, y llegaron también a Francia. b) Estudiantes de cursos superiores (unos 100). Varios comenzaron sus estudios universitarios en Francia, en donde el grado español de Bachiller tenía equivalencia con el de Baccalauréat francés. c) Jóvenes estudiantes de Bachillerato, en gran parte hijos de exiliados (unos 140 en los cursos más altos del Bachillerato). Estos números fueron aumentando a causa del exilio sucesivo proveniente de España y también del hecho de que algunos estudiantes, con o sin sus familias, que en primer lugar se exiliaron en Iberoamérica, pasaron después a Francia.

Los estudiantes en fin de carrera necesitaban ser ayudados para estudios de posgrado, en Francia o en otros países. Los estudiantes universitarios no poseían medios de vida ni ellos ni en la mayoría de los casos sus familias (a causa de la legislación restrictiva para el trabajo de los extranjeros). En aquella época, la Organización Internacional para los Refugiados (O. I. R.) concedía algunas becas, pero ellas estaban en general limitadas a los estudiantes de ramas científicas (Ciencias, Artes y Oficios). Desfavorecía los estudios humanísticos, literarios,   —302→   jurídicos, históricos). En cuanto a los estudiantes de Bachillerato457, la O. I. R. limitaba su ayuda a los que preparaban la segunda parte de este grado. Esta última categoría tenía toda una serie de dificultades adicionales, porque dependían de sus padres, ellos mismos exiliados y sin recursos y con dificultades para trabajar, como se ha dicho. De esta categoría, se hacía observar a la UNESCO y otros organismos de ayuda, debía salir un número considerable de estudiantes universitarios que se reincorporarían más adelante a la vida normal en España.

El Informe se refería a las varias fuentes de recursos posibles para becas de estudio y sugería modalidades para lograr ayuda:

Se proponía realizar una campaña de ayuda a los estudiantes exiliados. En aquella época, muchas de las fuentes de recursos, fondos de ayuda a los estudiantes como la «Ayuda Mundial a los Estudiantes» (Word Student Relief) procedían de América del Norte. Se podría interesar a aquellos sectores que simpatizaban con la cultura hispana y a los sindicatos de trabajadores. Estos fondos no existían, en cambio, en los países de Iberoamérica, en donde, sin embargo, las Federaciones estudiantiles mostraban especial simpatía por los exiliados españoles. En Europa podría apelarse a Polonia, Rumanía, países escandinavos, Gran Bretaña (las «Trade Unions»), Italia, dentro de sus propias dificultades y posibilidades.






ArribaAbajoFuentes principales de las que procedieron los recursos para becas concedidas a estudiantes españoles refugiados en Francia

Becas de la Interayuda Universitaria Internacional, la ayuda más amplia y constante en términos de becas de estudio para estudiantes españoles exiliados en el período considerado fue la de la Interayuda Universitaria Francesa (Entr'aide Universitaire Française)458, como asociada de la Interayuda Universitaria Internacional. Esta Institución estableció en la época un Chalet de los Estudiantes (Chalet des Étudiants) en la Región de Megève (Haute-Savoie), en Francia, como centro de rehabilitación para estudiantes franceses o extranjeros víctimas de la guerra. Los estudiantes españoles exiliados encontraron acogida en este centro, durante períodos de vacaciones y de estudio. En un ambiente sano de montaña se pudo así acoger muchos estudiantes que habían sufrido penurias y enfermedades. Varios intelectuales   —303→   de valor, franceses y extranjeros participaron en jornadas de estudio y dictaron conferencias en este Centro a lo largo de los años.

Becas del Gobierno francés. Otra fuente de becas fue la que el Gobierno francés otorgaba a estudiantes extranjeros dentro de los acuerdos culturales entre Gobiernos: las correspondientes a España se destinaron a los estudiantes españoles exiliados. Los fondos provenían de la Dirección General de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores (Ministère des Affaires Etrangères). Se creó en el Ministerio de Educación Nacional un Comité de Acogida a los Estudiantes Extranjeros, que se ocupó de distribuir estas becas de estudio. Estas llevaban consigo la gratuidad de matrícula y otros beneficios459. El importe de estas becas era superior al de las de la Interayuda Universitaria Internacional: 3.000 francos contra unos 1.000 francos de la época (1945-49). El monto de ambas, desde luego el de la segunda, era bien modesto, ya que el estudiante debía subvenir a gastos de habitación y de vida.




ArribaAbajoSentido y finalidades de la rehabilitación de los estudiantes españoles exiliados en Francia

Una cuestión que quedaba en suspenso, del que el informe del Comité Español de la Interayuda Internacional daba cuenta a la UNESCO, era la importancia de que la ayuda a los estudiantes exiliados permitiera preservar y fomentar la cultura nacional española entre ellos. El Informe del Comité Español sugería crear mecanismos apropiados para ello: Liceos en lengua española, Cursos superiores en español, Historia española.

En casos, como este, de transvase a otro país de estudiantes que habían tenido que interrumpir sus estudios en el suyo propio, podía surgir el tema del posible conflicto entre dos tesis: favorecer la preservación de la cultura nacional entre los estudiantes españoles o bien tender a la asimilación de éstos en la cultura francesa460.

En el caso de estos estudiantes, la finalidad principal era prepararlos para incorporarse en el futuro a las actividades universitarias e intelectuales en España, al término de la Dictadura. Para ello era necesario   —304→   su acceso, en todo caso, a una enseñanza libre, como la existente en Francia. No era de excluir que algunos de estos estudiantes, principalmente en función del tiempo que durara su exilio, quisieran permanecer en Francia. Distinta era la situación de aquellos exiliados que las autoridades francesas pudieran considerar deseosos de permanecer en Francia por razones económicas, o que hubieran emigrado con la intención de hacerlo, respecto a los cuales podría preferir llevar una política de asimilación cultural.

En todo caso, la situación no se planteaba en aquella época en estos términos para las autoridades francesas. Su preocupación inmediata estribaba en rehabilitar, en primer lugar, a los universitarios franceses mismos y contribuir a la de los otros estudiantes víctimas de la guerra en los mismos términos.

La cultura española era por entonces bastante ignorada en Francia, como lo reconocían los círculos intelectuales franceses461. Sucesivamente, los intelectuales, los universitarios y las autoridades académicas francesas se fueron abriendo a la cultura española. Así se crearon otras fuentes de conocimiento, compartidas con los intelectuales franceses por los estudiantes españoles exiliados, con un enriquecimiento mutuo en el contacto entre ambas culturas462.

En este sentido, vale la pena referirse a la acogida que tuvieron los estudiantes españoles en Francia, que influyó sobre su situación en los diversos períodos desde su exilio.

En 1939, la ignorancia sobre España era generalizada, salvo en los círculos intelectuales o políticos. Por parte de éstos, la aceptación de los estudiantes españoles fue fácil. En cuanto al resto de la opinión pública, hay que recordar la actitud general, en este país, hacia los exiliados españoles. La propaganda de la época confundía a los exiliados españoles en general con los gitanos y les aplicaba las leyendas sobre estos últimos.

En la atmósfera del período que siguió a los acuerdos de Munich de 1938, lo que importaba en Francia y a sus autoridades eran sobre todo las consideraciones de índole militar frente a la amenaza nazi. El exilio español, los refugiados de febrero de 1939 significaban una complicación suplementaria para la que el país no estaba preparado,   —305→   ni moral ni materialmente463. Así se comprobó poco más tarde con la tragedia nacional que significó la invasión alemana en 1940 y las condiciones del armisticio464.

Estas actitudes pesaron sobre la situación de los refugiados españoles y persistieron hasta la invasión alemana en Francia en junio de 1940. Cambiaron radicalmente con la aparición de los movimientos de Resistencia en este país, en los que participaron refugiados españoles y, desde luego, con el regreso de los prisioneros, los deportados, los presos políticos, que comenzaron una nueva etapa de Francia.

No obstante, en toda época, desde su ingreso en Francia, muchos refugiados se beneficiaron de la bondad humana de los habitantes. Los estudiantes, como ya se dijo, gozaron de la simpatía inmediata y el apoyo de los círculos intelectuales franceses. Las organizaciones estudiantiles y universitarias no pudieron hacerlo hasta la Liberación en 1944. Ya se han mostrado el apoyo y los esfuerzos que los intelectuales, las autoridades universitarias y estudiantes franceses aportaron a la rehabilitación de los estudiantes españoles refugiados. Todos ellos impulsaron las realizaciones para ayudar a los estudiantes españoles.

La Interayuda Universitaria Francesa, dentro de la Interayuda Universitaria Internacional, fue instrumento decisivo.

Por su parte, las autoridades políticas de la Liberación favorecieron claramente la ayuda a los estudiantes españoles exiliados.

Todo ello contribuyó de modo significativo a rehabilitar a los estudiantes españoles exiliados en Francia y a permitir su ulterior incorporación a la vida universitaria en España. Desde luego, y ello es importante, contribuyó a la continuidad de la colaboración entre nuevas generaciones de intelectuales y universitarios franceses y españoles.





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