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Lorenzo Hervás y la lengua vasca

Ángel Alonso-Cortés


Universidad Complutense. Madrid

...el Cántabro o Vascuence, idioma que publica y vocea las glorias de las naciones que le usan, y principalmente de la Vizcaina, Guipuzcoana y Navarra...


Hervás, Escuela española de sordomudos, 1795, parte I, p. 71.                




En este artículo estudiamos las ideas sobre el influjo de la lengua vasca en la española que Hervás presenta en su obra Escuela española de sordomudos, aparecida en 1795. Precisa en esta obra que el influjo de una lengua sobre otra se restringe sólo a la pronunciación y a los idiotismos de la sintaxis. En esta obra de 1795, emplea un argumento que antes no había utilizado. Este argumento, presentado como una observación empírica, se basa en cómo los vascohablantes hablan el español que aprenden. Cuando un vascohablante aprende el español su forma de hablar no se distingue de la de un hispanohablante. Esto probaría, según Hervás, que el vasco y el castellano convienen en el acento (las articulaciones de los sonidos). Como el vasco es más antiguo que el castellano, deduce Hervás que los antiguos habitantes de España tenían la misma pronunciación. Además, dice Hervás, el castellano mantiene idiotismos sintácticos del vasco. Los idiotismos son la expresión de la forma de hablar de cada pueblo. La perduración de la pronunciación y los idiotismos, mantiene Hervás, no alteran la gramática de una lengua. Esta idea se encuentra también en Humboldt.





Las ideas de Hervás sobre el vasco han sido objeto de atención por varios estudiosos, entre ellos Caro Baroja (1942) y Tovar (1985). El primero valoró muy positivamente a Hervás, y destaca en él la formación moderna de la hipótesis vascoibera, mientras que el segundo pone de relieve la influencia que ejerció Larramendi sobre el jesuita1.

Hervás expuso sus ideas sobre el vasco a lo largo de casi todas sus obras de tema filológico, que abarcan todas las comprendidas entre el Catalogo delle lingue, obra en un solo volumen, publicada en Cesena en 1784, y el Catálogo de las lenguas, obra en seis volúmenes publicada en Madrid, en español, entre 1800 y 1805.

Además, Hervás expuso sus ideas sobre el vasco en otra obra en que se ocupa de la enseñanza del idioma a los sordomudos, pero que también es pertinente para conocer el lugar del vasco dentro de las ideas lingüísticas de Hervás2.

Se trata de Escuela española de sordomudos, de 1795. Esta obra, que tiene un gran interés para la historia de la educación de los sordos, como ha mostrado S. Plann (1997), lo tiene también para el conocimiento de las ideas lingüísticas de Hervás, algunas de las cuales reaparecen en Wilhem von Humboldt.

Del conjunto de estas ideas, aquella obra expone algunas sobre el vasco, con las que quiere reforzar afirmaciones sobre esta lengua (que a veces llama cántabro) que aparecen fundamentadas con otros argumentos3.

En esta breve nota queremos destacar las ideas que sobre el vasco aparecen en su obra Escuela española de sordomudos, y el papel que tienen éstas dentro del enfoque lingüístico que desarrolla Hervás.

La Escuela española de sordomudos fue escrita en 1793 y publicada en 1795. Es posterior a sus obras italianas, como Catalogo delle lingue (de 1784), Origine, formazione ed meccanismo degli idiomi (de 1785), Vocabulario poligloto y del Saggio pratico delle lingue (éstas dos son de 1787), que forman parte de su obra Idea dell'Universo, y anterior al definitivo Catálogo de las lenguas, aparecido entre 1800 y 1805, que amplía, desarrolla, y en algunos casos corrige el Catalogo delle lingue.

La idea que ha sido más destacada en la obra lingüística de Hervás es la del sustrato (Coseriu, 1978). Hoy se reconoce a Hervás como el precursor de la teoría del sustrato, formulada más tarde por el italiano G. Ascoli.

Los primeros ejemplos de la teoría del sustrato aparecen en el Catalogo delle lingue. Aquí, el vasco tiene un papel destacado. Nota Hervás que hay palabras latinas con f- que en español han perdido4. Esto lo atribuye Hervás a que los españoles que aprenden el latín hablan vasco, nel quale poco uso se ne fa (Catalogo delle lingue, p. 220).

El vasco reaparece suministrando ejemplos para la tesis del sustrato en Origine,... (pp. 66-67) y en el Vocabulario poligloto (p. 158). En todos los casos, Hervás presenta listas de palabras latinas con f- y su resultado histórico en español, sin f-, para a continuación atribuir al vasco tal resultado.

En síntesis, la tesis de Hervás afirma que las lenguas5 se mantienen inalteradas en dos aspectos: el fonético (lo que Hervás llama su pronunciación), y el sintáctico, que Hervás entiende en Escuela española de sordomudos como «idiotismos» sintácticos6; esta inalterabilidad se manifestaría cuando se aprende otra lengua.

En cuanto al aspecto fonético, Hervás, en Escuela española de sordomudos, formula la tesis del sustrato como no lo hace en sus otras obras7, es decir, partiendo de una observación sobre cómo aprenden español los vascos:

«La pronunciación es la señal exterior indeleble del carácter distintivo de las naciones: ella, aun en los que hayan abandonado del todo su lengua primitiva, nos dice claramente su carácter. Demostraré la verdad de esta proposición con un exemplo practico entre los españoles: y este exemplo solo, sobre el que ninguna reflexion han hecho los innumerables críticos que han disputado sobre la antigua lengua española, basta para demostrar que esta fue la vascongada que al presente se habla en Navarra y en los señoríos de Vizcaya»


Escuela española de sordomudos, parte I, p. 163.                


Habiendo afirmado el papel que tiene la pronunciación, refuerza la idea de que el vasco es la antigua lengua de España, con este argumento:

«A la corte de Madrid, y á los puertos y ciudades principales de España continuamente llegan forasteros y jóvenes navarros y vizcainos que no saben el idioma español, y con el trato lo aprenden después de algunos años: mas despues que el ingles, el frances y otros forasteros han aprendido el español, ellos por su acento ó pronunciacion particular se manifiestan siempre forasteros: mas los vizcainos y navarros se confunden con los españoles; porque pronuncian español (sic) como estos, y lo pronuncian como todos los españoles, por quanto convienen con estos en el acento8: y asi se vé que el acento con que pronunciamos el español es vascongado. Pongase un libro de lengua española en manos de un ingles, sueco, aleman, frances, italiano &c. que no sepan la lengua española: pongase asimismo en manos de un vizcaino y de un navarro que tampoco sepan la lengua española: oigamos leer á los forasteros, y al vizcaino, y al navarro: éste, y el vizcaino leerán todas las palabras españolas en que no haya acento gutural árabe, con la misma pronunciacion con que las leen los demas españoles: y el ingles, el sueco, el aleman &c. las leerán con los acentos de sus respectivas lenguas. Estos exemplos por si solos demuestran que la lengua vascongada fue la antigua de España; pues si no lo hubiera sido, todos los españoles no convendrían con los vizcainos y navarros en el acento. Estos ciertamente pronuncian ahora su idioma como lo pronunciaron los primeros pobladores de Vizcaya y Navarra: todos los españoles tenían antiguamente la misma pronunciación, en la que despues con la entrada de los cartagineses, y con la dominación de los sarracenos introduxeron el acento gutural de la jota que no tiene el idioma vizcaino, aunque se empieza a introducir en él»9.


Escuela española de sordomudos, parte I, pp. 163-164.                


No satisfecho Hervás con el sustrato fonético, emplea un segundo argumento para probar que el vasco es la antigua lengua de España. Para ello recurre a la perduración de los «idiotismos»10 de la sintaxis de una lengua A (más antigua) en otra lengua B (posterior a la lengua A), aprendida por los hablantes de la lengua A.

Esta perduración de los idiotismos es también una forma de acción del sustrato. El concepto de idiotismo aparece en el Saggio pratico delle lingue, p. 16:

«Capisco bene, che le lingue possano differire negli'idiotismi a cagione di certe usanze fatti, o proverbi: così il Canadese appoggiato a qualche usanza volendo dire ti saluto dice Teo-rong-joañion, cioé ti-ungo. Questi, ed altri idiotismi s'in troducono facilmente nelle lingue, ma non vi s'introduce un nuovo ordine di sintassi11, ch'inverta quello dell'idee, che oguna delle nazioni concepisce, e vuole proferire secondo il genio del suo natìo idioma».


Saggio prattico delle lingue, p. 16.                


En Escuela de sordomudos precisa más esta idea. Los idiotismos en esta obra son las expresiones familiares de una lengua. No se trata de refranes o expresiones fijas. El idiotismo pertenece al artificio sintáctico o combinación de morfemas en la frase o palabra. Se trata de una ordenación natural de las palabras propia de cada lengua, que se opone a la «fantasía armónica» que introducen en las naciones civiles literatas los poetas y escritores. Los idiotismos de una lengua A pueden introducirse en la lengua B, pero la sintaxis de la lengua B no es alterada. Según Hervás, el español emplea los idiotismos del vasco:

«En todos los idiomas hay idiotismos propios y particulares (p. 196) de cada uno de ellos... En estas [las lenguas vivas]... no perecen los antiguos [idiotismos] que fueron propios de las lenguas en su origen: antes bien estos idiotismos pasan a las nuevas lenguas que se introducen con el comercio, con la conquista o con otros medios semejantes. Así el español en el dialecto latino que ahora habla, usa los idiotismos de la lengua cántabra que antes hablaba... Así quien coteje la pronunciacion y los idiotismos de la lengua española, con la pronunciación y los idiotismos de la vizcaina, de cual quiera de estos dos cotejos inferirá que la vizcaina fue antiguamente el idioma general de España».


Escuela española de sordomudos, parte I, p. 197.                


Esta misma idea de la permanencia inalterada de la sintaxis de una lengua también la encontramos en Humboldt12 con referencia al latín y al vasco:

«A la firme, y bien pudiera decirse que imborrable permanencia del verdadero organismo en aquellas lenguas en las que éste ha sido antaño su carácter más propio, deben las lenguas nacidas del latín la pureza de su estructura gramatical... en la reconstrucción de las ruinas de la lengua romana, al menos si se atiende al elemento gramatical13 (Das grammatische Formale) formal del proceso, no ha intervenido con carácter decisivo ningún material extraño a ella. Las lenguas originarias de los países en que florecieron las nuevas hablas no parecen haber tenido parte alguna en ello. Del vasco podemos afirmalo con certeza».


La existencia de idiotismos del vasco en el español le lleva a Hervás a formular, como Humboldt, el relativismo lingüístico:

«De lo expuesto se infiere también que cada nación habla como piensa, y piensa como habla; y que el pensar y el hablar de cada nación se arreglan por los idiotismos de la lengua que Dios infundió a sus ascendientes en la dispersión de las gentes en Babel»14.


Escuela española de sordomudos, parte I, p. 198.                


Lamentablemente, no ofrece Hervás ejemplo alguno de idiotismo sintáctico del vasco en el español.

En conclusión, Hervás en su Escuela española de sordomudos vuelve sobre sus tesis anteriores a 1795 acerca del influjo de una lengua sobre otra, y en particular vuelve a tratar el influjo del vasco sobre el español. Precisa ahora con rotundidad que el influjo de una lengua sobre otra se restringe a la pronunciación y a los idiotismos de la sintaxis, y sólo a estos dos casos. En su obra de 1795, el argumento no procede sólo de la historia de la lengua española, como es la pérdida de f- latina inicial, sino de lo que él presenta como una observación empírica sobre cómo los vascos hablan el español que aprenden. Con ello, Hervás nos muestra que el vasco tuvo un papel preeminente en la constitución del concepto de sustrato, concepto que reaparece más tarde en la lingüística decimonónica.






Bibliografía

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  • CALVO PÉREZ, J. (1991), Lorenzo Hervás y Panduro, un científico a caballo entre dos mundos, Cuenca, Diputación Provincial.
  • CARO BAROJA, J. (1942), «Observaciones sobre la hipótesis del vascoiberismo considerada desde el punto de vista histórico», Emerita, X-2, pp. 236-286.
  • COSERIU, E. (1978), «Lo que se dice de Hervás», en Estudios ofrecidos a Emilio Alarcos Llorach, Oviedo, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo, vol. 3.
  • —— (1978), «Hervás und das Substrat», Studii si cercetarii linguistice, 29, pp. 523-550.
  • Halle, M. (1962), «Phonology in generative grammar», Word, 18, pp. 54-72.
  • HUMBOLDT, Wilhem von (1830-1835), «Ueber die Verschiedenheit des menchslichen Sprachbaues...», en HUMBOLDT, W., Schriften zur Sprachphilosophie, vol. 3, Stuttgart, Cotta, 1963. Traducción al español de A. Agud, Sobre la diversidad de estructura del lenguaje humano, Barcelona, Anthropos, 1990.
  • LÁZARO CARRETER, E. (1949), Las ideas lingüísticas en España durante el siglo XVIII, Madrid, CSIC.
  • PLANN, S. (1997), A Silent Minority, University of California Press.
  • TOVAR, A. (1980), Mitología e ideología sobre la lengua vasca, Madrid, Alianza.
  • —— (1985), El lingüista español Lorenzo Hervás, Madrid, SGEL.


 
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