1
En Science et philosophie (1899), Edouard Le Roy (1870-1959) se basa en el intuicionismo bergsoniano para criticar las abusivas pretensiones de la ciencia, que, para él, es un tejido de convenciones y no llega nunca a la verdad. Henri Poincaré (1854-1912) en La valeur de la science (1905) critica el nominalismo y el antiintelectualismo de Le Roy y defiende el valor relativo de la ciencia.
2
La Publicidad, 18 de enero de 1896.
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Poincaré, 1905: 6. Esta obra es importante por su racional defensa de la ciencia frente a los ataques de los que proclaman la «bancarrota de la ciencia» (Brunetière) y los antiintelectualistas (Le Roy, Bergson). En España, en el momento mismo en que aboga por un renacimiento espiritualista, Leopoldo Alas, se alza contra quienes en París hablan de la bancarrota de la ciencia. «La bancarrota de la ciencia no existe. La ciencia tiene sus mártires, verdaderas legiones de trabajadores anónimos, de cuya existencia nos enteramos por las necrologías. Lo de la bancarrota de la ciencia es una vulgaridad. Hay el desengaño de los que han ido a buscar allí lo que allí no podían encontrar»
(El Globo, 8 de diciembre de 1897; Lissorgues, 1996: 303).
4
Núñez Ruiz, 1975.
5
López Piñero, 1982a, 1982b y 1992.
6
Véase: García Camarero, 1970; Mandado Gutiérrez y Gerardo Bolado, 2011.
7
Philippe de la Cotardière, 2004.
8
Núñez Ruiz, 1975: 209-210.
9
Peset, 2009.
10
Núñez Ruiz, 1975: 201-219.