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De
Flores sagradas
Al Santísimo Sacramento, en
concurso de la fiesta del Rosario.
Venter tuus, sicut acervus trictici vallatus
liliis39 .
Soneto
El vientre
milagroso de María
al trigo se compara generoso,
a quien fragante muro ciñe
ojoso
el cielo en repetida
lozanía.
A ese sagrado Pan
¡oh qué armonía
5
hace ese trigo, si al Rosario
hermoso
tanta flor, que le mura
misterioso,
y a ser su esmalte cada cual
porfía!
Cifra es todo
diseño, en que se aclara,
de un Dios oculto en Pan, Pan
soberano,
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que aplaude de Domingo heroico
celo;
el Rosario, pues
ciñe sacro el ara,
cual bella flor de tan divino
grano,
que es pan de flores cuanto ofrece
al cielo.
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Al mesmo intento sobre este
lugar:
Scutum auxilii tui et gladius glori tuse40 .
Soneto
Es la vida
palenque a la batalla,
que ofrece astuto el enemigo
fiero;
desde el nacer al alentar
postrero,
inventa ardides y ocasiones
halla.
A sus tiros es
débil la muralla,
5
que ciñe al hombre,
débil el acero,
y antes se mira herido y
prisionero,
que ofenda y melle su obstinada
malla.
En combate tan
arduo y peligroso,
escudo fuerte, cándida
defensa
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ofrece al hombre aquese
Sacramento;
Luzbel se rinde a
su orbe luminoso,
y el que blanco miró para la
ofensa,
dejó en blanco su loco
pensamiento.
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Dase la razón por qué,
siendo este sacramento representación de la muerte y Sangre
de Cristo, se muestra con accidentes blancos, y no rojos.
Décima
Pregunta
Si es de su
muerte trasunto
ese misterio sagrado,
¿cómo en candor se ha
trocado
la sangre que dio a un
difunto?
Respuesta
Fue del amor este
asunto,
5
que el incendio que hoy
alienta
y entre ese candor fomenta
ese nevado ademán,
descifra que es un
volcán
que entre nieves se alimenta.
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Al mesmo intento sobre este
lugar:
Quasi navis institoris de longe portans panem
suum41 .
Décima
¡Oh
qué ligera navega
de sangre en el rojo mar
nave que vino a cargar
trigo en la terrestre vega!
mas si en sombras de fe ciega
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sulcan, ¿cómo puede
el puerto
coger, aunque sea cierto?
-Pero si es piloto amor,
sin vista guía mejor,
como entre sombras experto.
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Al mesmo intento,
otro
Soneto
De Virgo tuvo su
glorioso oriente
el sacro Sol, y en paso
afortunado
al orbe todo, habiéndolo
ilustrado,
en Gémini rayó, ya a
su occidente:
En Gémini
de amor, que en lazo ardiente
5
supo en lo milagroso de un
bocado
unir al hombre, ingrato y
obstinado,
que a su amor resistía
inobediente.
A su esplendor le
miro tan unido,
que otro sol le respeto en lo
lucido;
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y al breve orbe, mejor diré
a su cielo,
divino sol le
aclamo sin recelo:
¡oh Pan divino, sólo
en ti se pudo
unir distancias con tan fuerte
nudo!
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Al mesmo intento sobre este
lugar:
De comedenti exivit cibus, et de forti egressa est
dulcedo42 .
Soneto
A impulsos del
rigor, y la venganza
en sangre propia se miró
teñido
aquel fuerte León, cuyo
bramido
asombra al suelo y aun al cielo
alcanza.
Retiró su
valor, y en tal confianza
5
del más cobarde pudo ser
vencido;
traza fue de su amor, que
así oprimido
mejor la vida a su enemigo
afianza:
Vida fue en el
panal, que labró diestro
la abeja de su amor, si dio
colmena
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su cadáver, que
néctar ya propina;
juntó la
cera como sabio Maestro,
porque si al hombre de dulzura
llena,
ahuyenta sombras con su luz
divina.
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Al mesmo intento
Décima
Pregunta
Si es Cristo en
el Sacramento
Sol en su brillar lucido,
¿cómo entre nube
escondido
permite su lucimiento?
Respuesta
No es de su luz
detrimento,
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es ingenio la piedad;
segura su claridad
a la vista más experta;
ofrécela, pues,
cubierta
por templar su majestad.
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Al mismo intento sobre este
lugar:
Ascendam in palmam et aprehendam fructus
eius43 .
Décima
Por coger fruto
sagrado
sube la Esposa a la palma,
Cristo del hombre a la palma
baja, y dalo consagrado:
¡oh qué trueque
afortunado!
5
gana palma merecida
el alma con tal subida;
Dios no puede más
subir,
y así sólo en su
abatir,
logra esa palma crecida.
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Don Martín de Arriola,
presidente de la ciudad de Quito, hizo una imagen de bulto de San
Francisco Javier, con los pies bañados en sangre, como
cuando caminaba por la India, y con el pecho vertiendo gozos, con
aquellas palabras: Sat est, Domine 44 .
A cuya devoción se dedicaron
estas
Décimas
Este bulto, que
el pincel,
llegó diestro a
colorir,
no le hace falta el vivir,
así retrata más
fiel:
de Javier cualquiera en
él
5
advertirá su traslado,
si le contempla arrobado,
pues ese humano alentar
con Dios llegaba a trocar,
mejorado su cuidado.
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Tan imitado le
veo
a su propio original,
que, si atiendo a lo cabal,
queda indeciso el trofeo:
esto es cierto, pues aun creo
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que nuestro Javier dichoso
hoy dudara cuidadoso
si del éxtasi volviera,
en cual de los dos viviera
su espíritu generoso.
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Y si de Arriola a
la idea
se delineó aqueste
bulto,
hoy con más que humano
indulto
nueva vida se granjea:
pues bien puede ser que sea
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del artífice la mano,
mas su afecto pudo ufano
introducirle el aliento;
que amar, es merecimiento
de obrar a lo soberano.
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Si el retrato
miro atento,
entre el gozar y el penar,
le he llegado a contemplar,
¡quién vio en la pena
el contento!
mas, valerse del tormento,
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fue cautela de Javier,
pues fuera fuerza perder
en tanto gozo la vida,
y porque mejor se mida,
templa al gozo el padecer.
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Y si la planta
ultrajada
viviente púrpura
vierte,
también el alma
revierte
gozo, que al rostro traslada:
¡qué dicha tan
declarada!
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pues hoy llego a presumir,
que su planta en el sufrir
fue la raíz, que aunque
penosa,
glorias por fruta gustosa
en él llegó a
producir.
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De Cristo,
Javier, traslado
es, a mi entender, tan cierto,
que lo que en Jesús
advierto,
en él lo miro ajustado;
y si cuando más penado
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glorias gozó este
Señor
del alma en lo superior,
Javier gozó en lo
eminente
de su espíritu, aunque
siente
de su cuerpo en lo inferior.
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