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ArribaAbajoNotas y apuntes

puestos por Juan María Gutiérrez a la cabeza de su copia


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Aguirre (Juan Bautista)71

El Dr. Dn. J. J. Olmedo en carta que dirige desde Lima con fecha 2 de Agosto de 1846, me dice lo siguiente sobre este poeta: «Otro poeta quizá más célebre que éstos (Pedro Peralta y el P. Delso, limeños) era un Padre Aguirre guayaquileño, de la compañía de Jesús. Se recitan y conservan en la memoria de algunos aficionados muchos versos de este Padre que se distinguió después mucho en Roma. Su memoria duraba allí con mucho aprecio aun en tiempo de Pio VI, que parece fue su discípulo: este papa, sabiendo que la familia del Maestro existía en Guayaquil, y que en ella había un eclesiástico, le mandó oficiosamente un título o condecoración con la que yo le conocí ahora veinte años».- Era asuetero en 1746 siendo rector de su Colegio el P. Pedro de Tobar.

tengo poesías de este americano, copiadas de un libro que creo autógrafo: libro que conseguí en Guayaquil del joven Dn. D. J. M.ª Avilés.



Pio 6.º de 1775 a 1800 - 25 años de Pontificado supresión de los jesuitas P. Clem. XIV. 1773.

El Padre Juan Bautista Aguirre de la Compañía de Jesús, fue natural de Guayaquil y se educó en los colegios de su orden, en aquella parte de América denominada hoy República del Ecuador72. Debió pasar a Europa   -420-   mucho antes del año 1767, época de la supresión de la compañía; y tal vez, la muerte le ahorró la amargura de someterse al cumplimiento de la famosa bula de Clemente XIV.

Fue Roma el teatro donde el P. Aguirre brilló con sus talentos y virtudes, como muchos otros jesuitas americanos. Pio VI, que llevó la Tiara desde el año 1775 hasta el de 1799, ya fuese en premio de una fama merecida, o por gratitud de discípulo, como creen algunos, distingue73 una condecoración y una pensión a un sacerdote de la familia de Aguirre, personaje que vivía aún en Guayaquil por los años de 182674.

Las poesías que publicamos a continuación están tomadas de un manuscrito con todas las apariencias de autógrafo, compuesto de 140 páginas en octavo y cuyo encabezonamiento dice así: «Versos castellanos, obras juveniles, miscelaneas».

Si estos versos son ensayos de la primera edad, debió el P. Aguirre haber llegado a ser un notable escritor en verso, si continuó al adelantar de los años inspirándose en los libros de los profetas canta la «Caída de Luzbel y de sus secuaces»; y con los atributos misteriosos del Apocalipsis75, acierta a describir con esplendor a la reina de los ángeles, en un «Canto épico a la concepción de Nuestra Señora». En ambas composiciones dio tanto vuelo a su fantasía el autor que cayó inevitablemente en las ponderaciones oscuras y sutiles del gongorismo, lunares   -421-   que afean casi a todas producciones americanas durante el siglo XVII.

Grave y sentencioso en sus composiciones morales, como se ve en la «Carta a Lisardo», y en el «Llanto de la naturaleza humana»; y tierno76 en el soneto a «una tórtola». Cuando la envidia de los críticos hiere la susceptibilidad de poeta, sabe aguzar epigramas que lanza unas veces con valentía e indignación.


No sabes que ha sonado [...]


Pues si esto has conocido [...]



Versos del P. Juan B. Aguirre, Guayaquileño

Creo que el cuaderno de donde los he copiado, es escrito pr. el autor mismo, pues hay en él corrección, sino dudara que sólo puede hacerlas en una composición métrica el que la compone. Pertenece a Dn.

de Guayaquil: está forrado en pergamino, tiene como 140 pgs. y le faltan algunas: otras están rotas y por consiguiente incompletas algunas composiciones. Se conoce también que al juntar estas hojas para encuadernarlas se han tenido otros papeles del autor, porque hay copias duplicadas y otros contienen parte únicamente de la composición, como sucede con la que escribió con motivo del temblor de Lima con este título: «A la destrucción de la Ciudad de los reyes, Lima, cabeza del Perú, sucedida en el mismo año (1746) y al   -422-   mismo tpo. que llegó a la Am. la noticia de la muerte del Rey D. Felipe V.



He dejado sin copiar un poema heroico a P. Ignacio de Loyola, «de Silva que no acabé por no tener gana ni tpo, para ello», como lo expresa en una nota.

-Octavas a la mte. de Felipe V -varios epigramas latinos con su traducción española. Varias composiciones amorosas y otras satíricas de mera circunstancia.



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