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ArribaAbajoActo IV


Escena I

 

DON BRUNO. DON CÁNDIDO.

 
 

(Salen del cuarto de DOÑA CATALINA. DON BRUNO deja su sombrero sobre una silla.)

 
DON BRUNO
¡Qué franca es esta señora!
Parece que se interesa
en tu suerte.
DON CÁNDIDO
Sí, señor.
Le debo muchas finezas.
En medio de mi desgracia, 5
su bondad, sus nobles prendas,
su trato afable y ameno,
y en fin, su amistad sincera
me han hecho menos amarga
la vida. La Providencia 10
aquí sin duda la trajo
para mi consuelo.
DON BRUNO
¿Y piensa
establecerse en la corte?
DON CÁNDIDO
Como parte de sus rentas
las tiene en este país, 15
—18→
va a fijar su residencia
en Madrid, según ha dicho,
y mientras se le presenta
una buena habitación,
en esta casa se hospeda 20
bien a su pesar.
DON BRUNO
Lo creo.
DON CÁNDIDO
No confrontan las ideas
de mis tíos con las suyas.
DON BRUNO
No deben de ser muy buenas
cuando a un sobrino carnal 25
porque es pobre menosprecian,
y a otro segundo o tercero,
por llevar dos charreteras
le colman de beneficios,
le distinguen y contemplan, 30
siendo insolente, vicioso,
sin talento y sin vergüenza.
Pero si tantos parientes
tienen entrañas de piedra
en este mezquino siglo 35
de vanidad y miseria,
todavía no están todos
prostituidos. Aún quedan
algunos que sin rubor
del infortunio se duelan. 40
Bien conoces que yo debo
tener de ti muchas quejas.
Sabiendo cuánto te amaba
desde tu infancia más tierna,
hiciste muy mal...
DON CÁNDIDO
Confieso
45
mi culpa. Con tantas pruebas
del buen corazón de usted,
debí llegar a su puerta
antes que a ninguna; pero
me acordaba de la afrenta 50
que sufrió usted de mi padre
poco antes de que muriera,
y temía...
DON BRUNO
Yo perdono
a tu poca edad la ofensa
que me hiciste. Aun dado caso 55
que yo conservar pudiera
a tu padre algún rencor,
cosa que siempre fue opuesta
a mi carácter, pensar
que a un hijo suyo trascienda, 60
es un error. En fin, no
se hable más de la materia.
Todo lo olvido, y muy lejos...


Escena II

 

DON CÁNDIDO. DON BRUNO. INÉS.

 
INÉS

 (Con luces que deja sobre una mesa.)  

Señor, ahora mismo entran
mis amos.
DON BRUNO
Bien: ¿dónde están?
65
INÉS
Han pasado a la otra pieza
a refrescar. Yo he callado
para que usted los sorprenda.
DON BRUNO
Bien; te lo agradezco.
 

(INÉS entra con una luz al cuarto de DOÑA CATALINA, la deja dentro y vuelve a salir.)

 
Escucha,
Cándido: la conferencia 70
con mis primos será corta.
No conviene que te vean
por ahora. Mientras tanto,

  (Le da dinero.)  

toma. Vete a cualquier tienda
donde vendan ropas. Compra 75
lo que necesites, y echa
a un basurero esos trapos;
¿entiendes? No te detengas
en el precio. ¡Ah! también te hace
falta un sombrero. En la Puerta 80
del Sol lo puedes tomar.
Bastante dinero llevas
para todo. Vete luego
a la Fontana11, y espera
hasta que vaya por ti. 85
DON CÁNDIDO
¡Ah! mi gratitud extrema...
 

(Quiere arrodillarse y DON BRUNO le detiene.)

 
DON BRUNO
¿Qué vas a hacer? Vamos, anda,
que es tarde...
DON CÁNDIDO
¡Qué diferencia!


Escena III

 

DON BRUNO. INÉS.

 
DON BRUNO
Muchacha, enséñame el cuarto
donde tus amos refrescan. 90
INÉS
Con mucho gusto.

  (Señalando a lo interior desde la puerta de la entrada.)  

Abra usted
esa puerta de la izquierda.


Escena IV

 

INÉS.

 
Ya sé yo que la visita
no va a ser muy lisonjera
para ellos. Es difícil 95
que le engañen, que a esta fecha
ya está informado de todo.
—19→
Yo le he dicho cosas buenas,
y la huéspeda a fe mía
no se ha mordido la lengua. 100
Don Cándido va a salir
de opresión y de miseria.
¡Cuánto me alegro!


Escena V

 

DON JOAQUÍN. INÉS.

 
DON JOAQUÍN

 (Con sombrero y sable.) 

¡Qué lance
de los diablos! ¿Quién creyera
que había de ser don Bruno 105
ese vejete postema?
Me he quedado tonto. ¡Vaya
una cara de vaqueta!
La fortuna es que he podido
largarme antes que me viera. 110
¡Hola, Inesilla! Me alegro
de verte sola. ¿En qué piensas?
Dame un abrazo: ya sabes
que te quiero. Con franqueza.
INÉS
Désele usted a su prima: 115
yo no lo gasto.
DON JOAQUÍN
No seas
tan huraña. Ven...
INÉS
Pasito.
Las manos quietas y secas.
DON JOAQUÍN
¡Eh, tonta! ¿Qué sabes tú
lo que es bueno?
INÉS
¿Soy yo de esas
120
de por ahí?
DON JOAQUÍN
Vamos, hija:
¿a qué tanta resistencia?
Ya veo que no lo entiendes,
Anímate: ¿qué te cuesta?
 

(Quiere abrazarla; INÉS le da un empellón y escapa.)

 
INÉS
Aparte usted, espantajo, 125
títere.


Escena VI

 

DON JOAQUÍN.

 
¡Maldita seas!
Canario, ¡qué fuerza tiene!
Si me descuido, me estrella.
¡También se ven heroínas
entre estropajo y cazuelas! 130
Bien empleado me está
por requebrar a una bestia.
Con esto, y con que me deje
a la luna de Valencia
la viudita, la he logrado. 135
Esta ocasión es muy buena
para atacarla. Allá voy.
¡Ánimo!

  (Levantando el picaporte.)  

¿Da usted licencia,
Catalinita?


Escena VII

 

DON JOAQUÍN. DOÑA CATALINA.

 
DOÑA CATALINA

 (A la puerta de su cuarto.)  

¿Quién llama?
DON JOAQUÍN
¿Quién ha de ser? Quien se pela 140
de amor desde que ese talle
por la corte se pasea.
DOÑA CATALINA
Bueno: ¿y qué es lo que usted quiere?
DON JOAQUÍN
Yo quiero que usted me quiera;
quiero que usted sea mía; 145
quiero que no me entretenga
con frívolas esperanzas
que halagan y no calientan;
quiero que usted reconozca
la extraordinaria fineza 150
de amarla más que a mi prima,
a pesar de que está muerta
por mis pedazos; en fin,
quiero que usted se convenza
de que yo voy a morirme 155
como usted no se resuelva
a darme esa blanca mano
en la santa madre iglesia.
DOÑA CATALINA
Pues bien, yo quiero que usted
me deje en paz y no vuelva 160
con esas majaderías
a romperme la cabeza;
quiero que se desengañe
de que es un fatuo, un tronera;
quiero que usted se persuada 165
de que ninguna que tenga
dos dedos de frente debe
escuchar a usted siquiera,
y que si yo he tolerado
hasta ahora sus simplezas, 170
ha sido para burlarme
de su presunción grosera.
DON JOAQUÍN
Pero escuche usted...
DOÑA CATALINA
Abur.

  (Entra en su cuarto y cierra por dentro.)  



Escena VIII

 

DON JOAQUÍN.

 
¡Eh! ya me dio con la puerta
en los hocicos. ¡Lucidos 175
estamos! ¡Que esto suceda
a un hombre de mi calibre!
Armémonos de prudencia
y resignación. Yo... bien
lo diría cuatro frescas; 180
pero mejor es dejarlo.
¡Qué calabazas tan netas
me ha espetado! Estoy furioso.
¡Aunque tuviera epidemia!
—20→
¡Qué modo de despacharme 185
tan seco! Y hasta la puerca
de Inesilla... Pero ¿yo
me apuro por bagatelas?
La viudita es buen bocado;
mucha lástima es perderla; 190
no por su cara, que al fin
si se la mira de cerca
no vale cosa. Mejor
es Placidita. Sí, treinta
veces; y es una chiquilla 195
que haré lo que quiera de ella.
Ea, a mi prima me atengo,
y para que no se vuelva
la boda agua de cerrajas,
voy a pedir la licencia 200
mañana mismo. Y ahora
quid faciendum? La comedia
de esta noche no me gusta.
¿Me iré al café de Venecia?
Sí, y desde allí a la partida 205
de los cucos.


Escena IX

 

DOÑA JULIANA. PLÁCIDA. DON JOAQUÍN.

 
DON JOAQUÍN
¡Oh mi bella
primita! i Oh tú, que de todas
las Plácidas de la tierra
eres la que más me place
por ser la más placentera! 210
Me tienes enamorado
hasta la crisma.
PLÁCIDA
¿De veras?
DOÑA JULIANA
¡Qué cumplimiento tan fino!
¡Lo que vale ser poeta!
DON JOAQUÍN
¡Dulce tía a quien me une 215
la simpatía más tierna,
simpatía que será
muy en breve simpa-suegra!
¿Cuándo aquí del himeneo
arderá, tía, la tea? 220
DOÑA JULIANA
¡Bravo, bravo! Muy bien dicho.
¡Qué donaire! ¡qué agudeza!
DON JOAQUÍN
El mismo Gerardo Lobo
para mí es niño de teta.
¡Tengo yo mucha sintaxis! 225
DOÑA JULIANA
Ya se conoce.
DON JOAQUÍN
Y mi vena
es un torrente.
DOÑA JULIANA
Lo creo.
Mira que quiero que vengas
a acompañarnos.
DON JOAQUÍN
¿Adónde?
DOÑA JULIANA
Pronto daremos la vuelta. 230
PLÁCIDA
Es dos puertas más arriba.
DOÑA JULIANA
Sí, a casa de Genoveva.
DON JOAQUÍN
Con ustedes iré yo
aunque sea a Filadelfia.
PLÁCIDA
Por no ver al tío Bruno... 235
DOÑA JULIANA
Ha sido mucha imprudencia
venirse sin avisar.
PLÁCIDA
¡Tiene una cara tan seria!
DOÑA JULIANA
Aunque él no se explica claro
y disimula sus quejas, 240
a mí me ha estado pudriendo
la sangre con indirectas.
PLÁCIDA
Pues ¿y la ridiculez
de arquear tanto las cejas
porque yo no le miraba 245
y jugaba con mi perra?
DON JOAQUÍN
Lo gracioso es que esta tarde
le hice una burla sangrienta
sin conocerle.
PLÁCIDA
Me alegro.
DON JOAQUÍN
De esta hecha te deshereda. 250
PLÁCIDA
¿Qué me importa? A mí ninguna
falta me hacen sus talegas.
DOÑA JULIANA
Ocultarle el paradero
de Cándido, es lo que lleva
muy a mal a mi entender; 255
pero como es tan babieca,
le hará creer mi Marcelo
todo lo que nos convenga.
No tengáis cuidado. Ya
le han tomado por su cuenta 260
entre mi cuñado y él.
Aunque a Cándido proteja,
no por eso...
DON JOAQUÍN
¿A qué queremos
calentarnos la cabeza
sobre ese particular? 265
Allá los viejos se avengan.
Hablemos de nuestra boda,
que es lo que más interesa.
¿No es verdad?
PLÁCIDA
¿Y la viudita?
DOÑA JULIANA
Siempre estás con esa tema. 270
DON JOAQUÍN
¡Disparate! Sobre ser
plato de segunda mesa,
es mujer que me encocora.
PLÁCIDA
Vaya, yo sé que la obsequias.
DON JOAQUÍN
Estás muy equivocada; 275
y si no, para que veas
que no la puedo tragar,
aunque la lleve pateta,
delante de todo el mundo
le voy a decir que es fea. 280
PLÁCIDA
Bueno; eso es lo que yo quiero.
DON JOAQUÍN
Tú quedarás satisfecha.
PLÁCIDA
Está muy bien; pero mira
que no quiero que me vuelvas
a dejar sola en el Prado, 285
como esta tarde.
DON JOAQUÍN
¿Y te quejas
por eso? ¡Valiente injuria!
¿Qué querías tú que hiciera
sin lente? Poco tardé:
antes que dieses dos vueltas 290
ya me había reunido.
PLÁCIDA
Como la mamá se sienta
y nos deja solos...
DON JOAQUÍN
Vamos;
y tú ¿por qué hacías señas
—21→
a todos los lechuguinos12? 295
PLÁCIDA
Eso no vale la pena.
Otras veces me las hacen
ellos a mí.
DON JOAQUÍN
Me hace fuerza
esa reflexión.
DOÑA JULIANA
¡Que siempre
os piquéis por bagatelas! 300
Vaya, vamos, ¿o me siento?
DON JOAQUÍN
Vamos a donde usted quiera,
mamá, que ya lo es usted
para mí desde esta fecha.
¡Ah qué boda tan brillante! 305
¿Bailará usted en la fiesta?
Por supuesto. ¡Qué felices
vamos a ser!
DOÑA JULIANA
¡Dios lo quiera!
DON JOAQUÍN
Y a los diez meses... lo más,
cuente usted con una nieta. 310


Escena X

 

INÉS.

 
Ya se fueron. La mejor
ocasión del mundo es esta
para hablar con la andaluza
sin que ninguno lo entienda.
¡Oh! como pueda lograr 315
que me tome de doncella...
¿Y por qué no? Ella me quiere;
yo sé todas las haciendas
de una casa; yo soy fiel;
no tengo nada de lerda, 320
y así, a mi paso... Es verdad
que soy algo bachillera
y...


Escena XI

 

INÉS. Un SOLDADO.

 
SOLDADO
¡Ave María!
INÉS
¿Quién es?
¿Quién le ha dado a usted licencia
para entrar aquí?
SOLDADO
¿A mí? Naide.
325
La puerta de la escalera
está abierta, y me he colao.
INÉS
¡Pues! sin duda aquel veleta...
SOLDADO
¿No vive aquí un capitán
de a caballo?
INÉS
Aquí se hospeda.
330
¿Qué trae usted?
SOLDADO
Este plego
de la Ispeción.
INÉS
Bueno; venga.

 (Lo toma.)  

SOLDADO
¿No está en casa?
INÉS
No; ha salido.
Se le dará cuando vuelva.
SOLDADO
Pues es que yo no me voy 335
sin llevarme la cubierta;
que así lo tienen mandao.
INÉS

 (Rompe el sobrescrito y se le da.)  

Tome usted y no nos muela.
SOLDADO
A mí en cosas del servicio...
¿Está usted? Pues. Aunque fuera 340
con mi padre... Yo sé bien
mi obligación.
INÉS
¿Quién lo niega?
SOLDADO
Y no soy dengún reculta
que ya tengo los noventa13
¿Está usted?
INÉS
Bien; vaya usted
345
con Dios.
SOLDADO
Y por mar y tierra
soy siempre Alonso Morata.
¿Está usted? Adiós, morena.


Escena XII

 

INÉS.

 
¿Qué papelotes son estos?
¡Caramba, que no supiera 350
leer! ¡Qué letras tan gordas!
Y aquí hay un sello...


Escena XIII

 

DON BRUNO. INÉS.

 
DON BRUNO
Vilezas
semejantes no se han visto
desde que hay parientes. Piensan
justificar su conducta 355
levantando mil groseras
calumnias al pobre joven.
¡Oh! buen petardo se llevan.
Yo les haré ver...

  (Toma el sombrero y al irse repara en INÉS.)  

¿Qué estás
leyendo?
INÉS
Sí, eso quisiera,
360
pero me estorba lo negro.
La culpa tuvo mi abuela
que no me dejó aprender
más que a hilar y hacer calceta.
DON BRUNO
¿Quién te ha dado esos papeles? 365
INÉS
Un soldado, y a la cuenta
son papeles de importancia,
—22→
porque es de molde esta letra.
Son para don Joaquinito,
según ha dicho. Era fuerza 370
el sobrescrito entregarle,
y por eso...
DON BRUNO
¡Qué! ¿está fuera
Joaquín?
INÉS
Sí, señor.
DON BRUNO
¿A ver?
Veamos.

  (Toma los papeles y los lee.)  

INÉS
(¡Oh! como pueda,
aunque me cueste el salario 375
de un año, hasta que yo aprenda
de letras...)
DON BRUNO

 (Guarda los papeles.)  

«Mira: es preciso
que en la casa no se sepa
que has recibido tal pliego.
¿Lo oyes? Y que nadie entienda 380
que yo guardo estos papeles.
INÉS
Está muy bien. Usted pierda
cuidado.
DON BRUNO

 (Le da un doblón.)  

Toma, y silencio.
INÉS
Me echaré un nudo a la lengua.


Escena XIV

 

INÉS.

 
¿Qué misterio será este? 385
Es tan grande mi impaciencia
que el doblón y más daría
por saber lo que se encierra
en esos papeles. ¡Soy
tan curiosa!... Esta reserva 390
de don Bruno... Apostaría
a que tienen mala cena
mis amos. Allá veremos.
Según son las apariencias,
esta calma está anunciando 395
una borrasca deshecha.

  (Entra en el cuarto de DOÑA CATALINA.)