201
Ibíd., 74 y 48. El Duende nombra a otros autores, como Lope de Vega, Mariana, Solís, pero sólo de pasada y sin interés específico.
202
Ibíd., 27 n. 4.
203
Vid. R. Benítez Claros, «Influencia de Quevedo en Larra», en Visión de la literatura española, Madrid, 1963, págs. 227-33, artículo publicado originariamente en Cuadernos de Literatura, I (1947), págs. 117 -123.
204
Discurso primero, pág. 25.
205
Ed. cit., I, págs. 12-13.
206
Ante la insistencia del librero, el Duende le ofrece «unas cuantas hojas que escribí noches pasadas, y Dios quiera que no me tenga que arrepentir; si, como es regular, me sigue el humor, publicaré otras cuando me acomode o pueda, por artículos sueltos». En la introducción -«dos palabras»- el Pobrecito Hablador expone sus propósitos: «Emitir nuestras ideas tales cuales se nos ocurran, o las de otros tales cuales las encontremos para divertir al público, en folletos sueltos de poco volumen y menos precio, este es nuestro objeto». (Obras, I, páginas 8 a-b y 71. Los subrayados son nuestros). Compárense estos textos de Larra con el antes citado del Censor (nota 1 [204] de este capítulo).
207
Obras, I, 23-24. Tarr sugiere que esta carta podría considerarse como un programa del Duende, «Larra’s Duende», pág. 40.
208
Discurso primero, pág. 19.
209
Ibíd., págs. 24-25.
210
Obras, I, 9 a.