Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

291

Ed. cit., págs. 5-6.

 

292

Cañuelo había publicado ya, en el Censor (Discurso CLXV), otra oración apologética paródica: Oración apologética por el África y su mérito literario.

 

293

Ed. cit., págs. 6-7.

 

294

Ob. cit., pág. 278. Escribe F. Lopez: «au fur et à mesure que s’élargissait la culture et qu’une partie de la nation prenait conscience de son retard économique, technique et intellectuel, ou vit naître un embryon d’esprit public dont les exigences s’affirmèrent de plus en plus audacieusement, face à un pouvoir devenu prudent et timoré», y añade: «Ce phénomène était déjà perceptible à partir de 1780 environ et son intensité allait croître rapidement. Dès lors, il était manifeste que l’esprit de l’absolutisme éclairé començait à être dépassé et que le pouvoir devait affronter non plus seulement les éléments réactionnaires, qui n’avaient jamais désarmé, mais aussi une nouvelle opposition, “progressiste” celle-là, où il était possible de discerner du reste plusieurs tendances», art. cit., págs. 258 -59.

 

295

Ed. de Santiago Fernández antes citada, págs. 23-32.

 

296

«Nota introductoria», ed. cit., pág. 8.

 

297

A. Z. V., Prólogo a Mariano José de Larra (Artículos de costumbres y políticos), México, 1962, pág. 13.

 

298

Lista, pág. 36.

 

299

Vid. M. A. Buchanan, art. cit., y C. M. Montgomery, ob. cit., pág. 59. ¿Era Jovellanos el «amigo coaficionado» aludido por el Correo de Sevilla? Si era así, ni siquiera se podía permitir -como luego ha de hacer efectivamente el Duende- citar a Jovellanos por su nombre, preso desde hacía dos años.

 

300

C. M. Montgomery, en su estudio sobre los orígenes del costumbrismo, consideró los artículos antitaurinos del Correo de Sevilla como fuente cierta del artículo del Duende sobre las corridas de toros. Sus argumentos no nos parecen tan concluyentes. Tampoco parece muy específica la comparación entre lo que M. llama «a good verse cuadro», una composición en verso titulada «El cómico de la legua», aparecida en otro número del Correo de Sevilla, y el artículo de Larra «Yo quiero ser cómico». Ob. cit., págs. 60 y sigs.