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21

Así nos lo muestra un «curioso inventario de libros de 1529» que C. Griffin nos acaba de aportar en este mismo volumen, págs. 189-224, n.os 153, 154, 215, etc.

 

22

Vid. J. E. Serrano y Morales, Reseña histórica en forma de diccionario de las imprentas que han existido en Valencia..., Valencia: Impr. F. Domenech, 1898-1899 ( = Valencia: París-Valencia, 1987), págs. 548-555.

 

23

Recogido por I. A. Leonard, Los libros del conquistador, México: FCE, 1959 (1949), pág. 325.

 

24

Idem, págs. 347-348.

 

25

Así se titula su ponencia en Romancero y Cancionero Español. An International Symposium, UCLA, 1984, en prensa para sus Actas.

 

26

Vid., simplemente, «Fábrica de las páginas, y de sus medidas», en Alonso V. de Paredes, Institución y origen del arte de la imprenta y reglas generales para sus componedores, Madrid: El Crotalón, 1984, edición de J. Moll, fol. 23v; es el arma de trabajo de todos los impresores.

 

27

Es inútil citar aquí todos los inventarios recientemente editados, que son algunos y nos falta una guía; puede verse relación del último quinquenio en los excelentes resúmenes de C. Simón Palmer, «La bibliografía española en 1980-1982», en Censo de escritores al servicio de los Austrias y otros estudios bibliográficos, Madrid: CSIC, 1983, págs. 161-186, en particular, págs. 171-172; y «... 1983-1985», en Cuadernos Bibliográficos, 47 (1987), págs. 9-47; en particular, págs. 23-26.

 

28

Cf. A. Rodríguez-Moñino, Diccionario, pág. 23, con lo editado por A. L.-F. Askins, Gómez Manrique, Regimiento de príncipes, (Zamora, ¿1482?), Madrid: El Crotalón, 1984, y lo dicho por nosotros en «Edición, literatura y realeza. Apuntes sobre los pliegos poéticos incunables», en prensa para las Actas del I Congreso Internacional sobre la lengua y la literatura hispánica en la época de los Reyes Católicos y el descubrimiento, 1986.

 

29

Así lo explicamos por extenso en «Edición...», supra.

 

30

En A. Rodríguez-Moñino, Diccionario, pág. 11.