Bien decís; estadme atenta; | |
que no está lejos de aquí. | |
(Echan
a andar y vanse lentamente por una senda que da varias vueltas
por el teatro.) |
Serrana, cuya belleza | 125 |
nació
para ser señora | |
en los palacios del rey | |
(y no
es haceros lisonja), | |
sabed, ya que nos honráis
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con vuestra presencia hermosa, | 130 |
que en las faldas
de los montes | |
de Asturias yace a la sombra | |
un León,
cuyas guedejas | |
tiembla el moro y el sol dora, | |
a quien
el piadoso cielo | 135 |
restituye la corona | |
Éste
las doradas garras | |
muestra al África, de forma
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que por mil partes le vuelve | |
las espaldas temerosas.
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De donde los tuvo ocultos | |
don Pelayo en Covadonga,
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tantos fidalgos decienden, | |
que están las montañas
solas; | |
pero de los que han quedado, | 145 |
cuyos solares
adornan | |
paveses de antiguas casas, | |
familias de gente
goda, | |
la de Tello de Meneses, | |
serrana, es la más
famosa, | 150 |
más rica, y por muchas causas | |
mas
respetada de todas. | |
Cincuenta pares de bueyes | |
aran
la tierra, abundosa | |
de rubio trigo, que apenas | 155 |
hay
trojes que la recojan. | |
Trepan estas altas peñas
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fértiles, cabras golosas | |
en cantidad, que parece
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que otro monte inculto forman. | 160 |
Bajan a ese claro
río, | |
de aquellas nevadas rocas, | |
a beber tantas
ovejas, | |
que unas a otras se estorban; | |
que los cristales
que encubren | 165 |
las arenas por un hora, | |
los mismos
peces enseñan | |
envueltos en verdes ovas. | |
Las
rocas llamé nevadas, | |
no por los hielos de Bóreas,
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mas porque la blanca lana | |
hace que no se conozcan.
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No hay dehesas, vegas, prados | |
adonde las vacas coman,
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con ser de Tello las mieses | 175 |
diez leguas a la redonda.
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Los toros al herradero, | |
como el fuego los provoca
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del hierro abrasado, vienen | |
novillos y salen onzas.
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En llegando la vendimia, | |
de negras uvas rebosan
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los lagares, que las cepas | |
por pardos sarmientos brotan.
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Treinta y más hombres las pisan, | 185 |
y el mosto
que sus pies moja, | |
para cuando vino sea | |
les jura vengar
su honra. | |
Aquí en cárceles de erizos | |
le dan castañas sabrosas | 190 |
los montes, las anchas
vegas | |
verdes peras, guindas rojas, | |
con las pálidas
camuesas, | |
nueces, avellanas, moras, | |
servas, nísperos
y almendras, | 195 |
que flores de nácar bordan. | |
Gansos los arroyos cubren, | |
aves tan vanas y locas, | |
que con aquel débil cuello | |
piensan que en el cielo
topan. | 200 |
Los animales morenos | |
(lenguaje que el mundo
toma, | |
pues llama moreno a un negro, | |
siendo la color
notoria) | |
salen al ronco instrumento | 205 |
en gran número
al aurora, | |
aunque más parece noche | |
por donde
el camino asombran. | |
En esos bosques sombríos | |
con amorosas congojas | 210 |
braman mil sueltos venados
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por las ciervas desdeñosas. | |
Los conejos advertidos
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por los vivares se alojan, | |
y escogen campo las liebres
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adonde ligeras corran. | |
Cuando el madroño
sangriento | |
su verde fruta colora, | |
salir de sus altas
cuevas | |
los osos peludos osan. | 220 |
No menos los jabalíes,
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que el verano se remontan, | |
vienen a buscar hambrientos
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las sazonadas bellotas. | |
Aquí entra bien Tello
el mozo, | 225 |
que la fama mentirosa | |
os ha pintado, diciendo
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que cuanto mira deshonra. | |
Digo que entra, porque suele
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con valor y vanagloria | 230 |
matar estos animales, | |
puesto que a su padre enoja; | |
que con su sangre a un venablo
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de suerte el oro desdora, | |
que está desta parte
el asta, | 235 |
y el acero de la otra. | |
Es un mancebo galán,
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que puede servir de alcorza | |
tan dulce, que algunas
hembras | |
se le llegan como moscas. | 240 |
Hablar en su cortesía,
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es contar granos de aljófar | |
sobre las flores
que el alba | |
llora en sus cogollos y hojas. | |
Su entendimiento
y blandura, | 245 |
su condición generosa, | |
para un
príncipe nacieron, | |
que no para gente tosca. | |
He sido yo de opinión | |
(que tengo en algunas cosas,
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aunque labrador, buen gusto, | |
ni es todo el sayal
alforjas) | |
que, como las frutas, hizo | |
Naturaleza estudiosa
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los hombres agros y dulces; | 255 |
y así, en esta
casa agora | |
Tello el viejo es agro, y Tello | |
el mozo
es dulce. |