Jornada I
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Salen NICELA y
JOSEF.
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JOSEF |
¿Para
qué quieres saber |
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las desdichas de un cautivo, |
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dichosas en tu poder? |
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NICELA |
Sin el gusto que recibo, |
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es condición de mujer, |
5 |
y yo me
entretengo así. |
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JOSEF |
Puesto que os sirva
aquí, |
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lastimaré mi memoria. |
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NICELA |
Cuéntame, Josef, tu
historia. |
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JOSEF |
Después
del robo de Dina, |
|
vino el gran Jacob, mi padre, |
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a ver a mi abuelo Isaac, |
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a Orbea, en el verde valle |
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de Mambre, tierra de Abraham, |
15 |
habiendo perdido antes |
|
la bellísima Raquel, |
|
muerta con dolor notable |
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del parto de Benjamín, |
|
de los dos querida madre. |
20 |
Cumplió ciento y ochenta
años |
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Isaac, y para enterrarle, |
|
vino Esaú, de Seir, |
|
con sus fuertes capitanes. |
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Crecí yo, mas porque
luego |
25 |
al oficio me enseñase |
|
de pastor, con mis hermanos |
|
iba al campo a ejercitarme. |
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Por las frentes de los montes |
|
vía, entre blancos
cambiantes |
30 |
de nácar blanco y azul, |
|
la rosa aurora que sale; |
|
pero si bien no
extendía |
|
mis pensamientos infantes, |
|
más que a contemplar los
vientos, |
35 |
hijos de tantas edades, |
|
y al ver revolver los cielos |
|
en sus quicios celestiales, |
|
trayendo y llevando
días |
|
sin cine a sus términos
falten; |
40 |
como se alegraba el campo |
|
cuando el sol entraba en
Aries, |
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y cómo al dorar la
Virgen |
|
tantas espigas esparce; |
|
entre aquel rudo atender, |
45 |
cómo las ovejas pacen: |
|
las danzas de los corderos |
|
cuando declina la tarde; |
|
el ver los celosos toros, |
|
y considerar, que anden |
50 |
algunos hombres sin celos, |
|
sobrando a los animales: |
|
pensaba, Nicela, a veces |
|
en los vicios detestables |
|
que en mis hermanos
había, |
55 |
de que avisaba a mi padre. |
|
Hízome malquisto entre
ellos |
|
este cuidado importante, |
|
que no es chisme el que es
aviso, |
|
si importa el mal remediarse. |
60 |
Amábame a mí
Jacob, |
|
no porque tuviese partes, |
|
mas por haberme engendrado |
|
en su vejez venerable. |
|
Hízome él mismo un
vestido, |
65 |
por vestirme y por honrarme; |
|
creció la envidia, que
siempre |
|
fue polilla de los trajes. |
|
Contéles un día un
sueño, |
|
si bien pudiera excusarle, |
70 |
mas quísolo el cielo
así, |
|
yo lo pago y él lo
sabe. |
|
«Soñé, les
dije, que un día |
|
que ligando nuestros haces, |
|
la fértil mía, entre
todas |
75 |
pudo en alto levantarse, |
|
y estando crecida así |
|
que las vuestras
circunstantes, |
|
para adoralla, querían |
|
sobre la tierra
humillarse.» |
80 |
Respondieron: «¿Por
ventura, |
|
serás nuestro rey? Que
tales |
|
razones muestran que quieres |
|
sujetarnos y
ensalzarte.» |
|
Soñé después
otro sueño, |
85 |
y díjeles una tarde: |
|
«Once estrellas, como a
sol |
|
y la luna, vi adorarme.» |
|
Esto me riñó
Jacob, |
|
diciendo: «¿Cuando te
llames |
90 |
sol, tus hermanos y yo |
|
presumes que han de
adorarte?» |
|
Aquí no pudo la envidia |
|
ni encubrirse ni enfrenarse; |
|
que comenzaron por ella |
95 |
a ser los hombres mortales. |
|
Pasados algunos días, |
|
me envió a Siquen mi
padre |
|
para que a mis diez hermanos |
|
en el campo visitase. |
100 |
Pasé del valle de
Ebrón, |
|
y como no los hallase |
|
en Siquen, fui a Dotaïn |
|
entre laureles y sauces. |
|
Viéronme venir de lejos |
105 |
y concertaron matarme, |
|
y muerto echarme en un pozo |
|
que estaba entre unos jarales. |
|
«Veamos, decían
todos, |
|
si podrán aprovecharle |
110 |
los sueños»; a quien
Rubén |
|
respondió para
librarme: |
|
«Hermanos, no le
matemos: |
|
mejor acuerdo es echarle |
|
vivo en el pozo, que hacer |
115 |
un delito tan infame.» |
|
Llegué, y acabando
apenas, |
|
Nicela, de saludarles, |
|
hasta la túnica
mía |
|
comenzaron a quitarme. |
120 |
Metiéronme en aquel
pozo, |
|
que de muchos tiempos antes, |
|
fueron estériles
años |
|
poderosos a secarle. |
|
Sentáronse cerca de
él |
125 |
a comer, mas no te espantes |
|
de que, vengada la envidia, |
|
coma, sosiegue y descanse. |
|
Estando, pues, en alfombras |
|
de floríferos esmaltes, |
130 |
comiendo de sus envidias |
|
y bebiendo de su sangre; |
|
vieron venir por el campo, |
|
conocidos por el traje, |
|
ismaelitas mercaderes |
135 |
con camellos y bagajes, |
|
que de Galaad traían |
|
aromas, y de otras partes, |
|
para vender en Egipto; |
|
a quien por veinte reales, |
140 |
y por consejo de Judas, |
|
para que no me matasen, |
|
me vendieron a tu esposo |
|
de la manera que sabes. |
|
|
|
|
|
NICELA |
¡Qué grande dolor
daría |
|
a tu padre! |
|
|
JOSEF |
En él sería
|
|
una flecha venenosa |
|
que llegase al
corazón |
|
juntamente con la nueva; |
150 |
o sería heroica prueba |
|
de su noble condición. |
|
|
|
NICELA |
¿Cómo no les dio piedad |
|
tu belleza, Josef mío? |
|
|
|
JOSEF |
(Aparte.)
|
Ya comienza el desvarío |
155 |
de su loca voluntad. |
|
|
|
NICELA |
Si yo me hallara
al venderte, |
|
mil vidas diera por ti, |
|
o me mataran a mí |
|
intentando el ofenderte. |
160 |
|
|
JOSEF |
Honrar un esclavo
tuyo |
|
es propio de tu valor. |
|
|
|
NICELA |
(Aparte.)
|
¡Qué este no entienda
mi amor! |
|
Si el entendimiento suyo |
|
el límite
humano pasa, |
165 |
y con divinos efectos |
|
se muestra en varios conceptos |
|
tan admirable en mi casa, |
|
y a los soldados
de quien |
|
es capitán mi marido... |
170 |
|
|
JOSEF |
Pienso que me he detenido |
|
y que no parece bien |
|
que esté
un esclavo, señora, |
|
en tanta conversación; |
|
¿qué mandas? |
|
|
|
JOSEF |
No son
|
175 |
las razones para ahora. |
|
|
|
NICELA |
Mira que quiero mandarte. |
|
|
|
JOSEF |
Si es mandar que me detenga, |
|
podrás después,
cuando venga; |
|
que voy ahora a otra parte. |
180 |
(Vase.)
|
|
|
NICELA |
¿Qué pretendéis,
pensamiento, |
|
de un esclavo? ¿Qué
queréis? |
|
Pues de que en esto
penséis |
|
se corre el entendimiento; |
|
tan humilde rendimiento |
185 |
mal con vuestro ser conforma, |
|
pues hacéis que de este
forma |
|
se transforme en mi
señor, |
|
Josef, si mi loco amor |
|
en su esclava me transforma. |
190 |
|
|
|
(Suenan cajas y sale PUTIFAR, marido de NICELA, y soldados de
acompañamiento.)
|
PUTIFAR |
¡Famoso ha estado el
alarde! |
|
|
|
SERVIO |
Y contento el Rey quedó |
|
cuando tu gente pasó. |
|
|
|
PUTIFAR |
Pasó lucida, aunque
tarde. |
|
|
|
|
|
NICELA |
¡Señor,
|
|
con mejor música, amor, |
|
tan buenas nuevas me da! |
|
¿Cómo venís de favores |
|
del Rey? |
|
|
PUTIFAR |
Vuestro gusto, amor,
|
200 |
tengo por favor mayor |
|
que los favores mayores. |
|
|
|
NICELA |
Voy a prevenir,
mi bien, |
|
donde podáis descansar. |
|
(Vase.)
|
|
|
PUTIFAR |
Fuera de vos no hay lugar |
205 |
donde descanso me den. |
|
Recoged esas
banderas |
|
vosotros, y haced la guarda |
|
que os toca. |
|
|
|
(Salen JOSEF y
TEBANO.)
|
|
|
|
JOSEF |
Dame, gran señor, los
pies. |
|
|
|
PUTIFAR |
¡Oh, Josef! ¡Oh, mi
querido |
|
Josef! |
|
|
JOSEF |
Quien tu esclavo ha sido
|
|
más con tu favor lo es. |
|
|
|
|
JOSEF |
El cielo
|
215 |
te levante a tal lugar, |
|
que te puedan estimar |
|
cuantos hoy estima el suelo. |
|
|
|
PUTIFAR |
No tengo, Josef,
amigo, |
|
criado que estime tanto; |
220 |
pienso que eres justo y santo |
|
y que Dios está
contigo. |
|
Como se me ha
hecho bien |
|
después que en mi casa
estás, |
|
y como la aumentas más, |
225 |
aumentas mi amor
también. |
|
Tú
gobiernas mis criados, |
|
y quisiera que pudieras |
|
regir también mis
banderas, |
|
capitanes y soldados. |
230 |
|
|
JOSEF |
A tantas
obligaciones |
|
halle el silencio respuesta, |
|
la boca en la tierra puesta |
|
a donde las plantas pones; |
|
mil veces tu
esclavo soy. |
235 |
|
|
SERVIO |
Señor, el Rey te ha
enviado |
|
a llamar. |
|
|
PUTIFAR |
No he descansado,
|
|
ni sin las armas estoy, |
|
¿y el Rey
a llamarme envía? |
|
|
|
JOSEF |
Haz tu gusto, gran
señor; |
240 |
que quien sirve con amor |
|
en buena esperanza fía. |
|
|
|
PUTIFAR |
Di que voy;
Josef, adiós: |
|
gobierna esta casa en tanto |
|
como dueño. |
|
|
JOSEF |
El cielo santo
|
245 |
te guarde. |
|
|
PUTIFAR |
Y guarde a los dos.
|
|
(Vase.)
|
|
|
JOSEF |
Inmenso Rey del
cielo, |
|
que me librastes con tus santas
manos |
|
del envidioso celo |
|
de mis fieros y bárbaros
hermanos; |
250 |
tu gran piedad alabo, |
|
pues dueño soy a donde me vi
esclavo. |
|
No sacará
la frente |
|
el aurífero sol por estos
montes, |
|
de luz resplandeciente |
255 |
coronados sus altos
horizontes, |
|
cuando juntas las palmas, |
|
más que faltan estrellas te
den almas. |
|
Ni la noche
sombría |
|
la servirá de máscara
la cara |
260 |
con que disfraza el
día, |
|
que en los umbrales del ocaso
para, |
|
cuando te ofrezca el pecho |
|
en holocausto un corazón
deshecho. |
|
|
|
|
(Sale NICELA.)
|
|
|
NICELA |
¿Qué haces?
|
265 |
Pero dijera mejor, |
|
según me trata tu amor: |
|
Josef, ¿qué es lo que
deshaces? |
|
Tu obligación
satisfaces |
|
su dueño injusto
sirviendo, |
270 |
no a mí, que traes
perdiendo |
|
el sentido que tenía. |
|
|
|
JOSEF |
¿Qué dices,
señora mía? |
|
¿Qué dices que no te
entiendo? |
|
|
|
NICELA |
Ya vengo
determinada: |
275 |
déjame, honor, que el
amor, |
|
luego que pierda el temor, |
|
estima su fuerza en nada. |
|
|
|
JOSEF |
La vista tiene turbada: |
|
verdad infalible fue |
280 |
lo que siempre
sospeché; |
|
pero mi justa lealtad |
|
vencerá su voluntad, |
|
y su inconstancia mi fe. |
|
|
|
NICELA |
¿Dónde es ido tu
señor? |
285 |
|
|
JOSEF |
El Rey le envió a
llamar. |
|
|
|
NICELA |
Tú tienes, Josef, lugar |
|
de satisfacer mi amor. |
|
|
|
JOSEF |
Más debe de ser furor |
|
el que te mueve a inquietarme. |
290 |
|
|
NICELA |
Y el que te mueve a matarme, |
|
¿que nombre puede
tener? |
|
Advierte que soy mujer |
|
y he llegado a declararme. |
|
|
|
|
NICELA |
Tu ventura
|
295 |
estima, esclavo dichoso, |
|
pues a un hombre generoso |
|
desprecio por tu hermosura; |
|
las armas, cuya luz pura |
|
al sol le pudieran dar: |
300 |
las plumas, que coronar |
|
pudieran sus hebras de oro, |
|
todo su ornato y decoro, |
|
por ti lo vengo a dejar. |
|
Quiéreme
bien y tendrás, |
305 |
regalos no imaginados; |
|
ahora mandas criados, |
|
después dueños
mandarás, |
|
porque tú señor
serás |
|
y yo esclava de tu amor; |
310 |
si de tu dueño en rigor |
|
soy alma, serás ahora |
|
el señor de tu
señora |
|
y el alma de tu señor. |
|
¿Qué te hacía yo que
aquí |
315 |
vienes, Josef, a inquietarme? |
|
Culpa has tenido en mirarme; |
|
yo no te miraba a ti; |
|
sin mí estoy;
vuélveme a mí: |
|
allá me has hurtado, y
muerto: |
320 |
que fuiste ladrón te
advierto, |
|
y que te haré castigar, |
|
porque tras hurtar, matar |
|
es el mayor desconcierto. |
|
Sin esto,
debéis de ser |
325 |
hechiceros los hebreos; |
|
que quien engendra deseos, |
|
más que hechizos sabe
hacer; |
|
pues no quererme querer |
|
y hechizarme, ¿qué
delito |
330 |
mayor se ha visto ni escrito? |
|
|
|
JOSEF |
No digas más, que aun
oyendo, |
|
pienso que tu honor ofendo |
|
si hablar en él te
permito. |
|
Señora,
dos cosas veo |
335 |
contra ti, y aun contra
mí, |
|
que me defienden de ti, |
|
y aun a ti de tu deseo: |
|
del alto Dios en quien creo, |
|
la fuerza, porque es inmensa |
340 |
con el inmenso la ofensa: |
|
la de tu honor y marido, |
|
porque al honor ofendido |
|
no tiene el amor defensa. |
|
Si su casa me ha
fiado, |
345 |
su honor, sus llaves, su
hacienda, |
|
¿fuera justo que yo
emprenda |
|
su ofensa tan obligado? |
|
Deja ese inútil
cuidado, |
|
y para excusar enojos, |
350 |
no me mires con los ojos |
|
de amor, porque suele amor |
|
hacer la letra mayor, |
|
como mira con antojos. |
|
Mírale con
la belleza |
355 |
que entra del arnés
vestido, |
|
tan gallardo, tan lucido, |
|
de tanta marcial riqueza. |
|
Mira luego mi bajeza, |
|
roto, pobre, humilde, esclavo; |
360 |
con que de decirte acabo |
|
que quiero morir primero, |
|
y que tu amor vitupero |
|
y mi resistencia alabo. |
|
(Hace que se
va.)
|
|
|
NICELA |
¡Tente,
tente! ¡Aguarda! ¡Espera! |
365 |
|
|
|
|
JOSEF |
Que me disfame
|
|
tu amor quiere Dios que
quiera. |
|
|
|
NICELA |
¡Perro! ¿Tu error
persevera |
|
en ser ingrato conmigo? |
370 |
|
|
JOSEF |
Que es imposible, te digo, |
|
a mi señor ofender. |
|
|
|
|
JOSEF |
Eres mujer,
|
|
que es el mayor enemigo. |
|
|
|
NICELA |
No te tengo de
soltar. |
375 |
|
|
JOSEF |
La capa te dejaré |
|
para señal de la fe |
|
que he guardado a Putifar. |
|
Ahí te puedes vengar, |
|
si no es que tus vicios tapa; |
380 |
y así liarás en esa
capa, |
|
con venganza de mujer, |
|
lo que el toro suele hacer |
|
del hombre que se le escapa. |
|
|
|
|
(Déjale la capa, y entran PUTIFAR y soldados.)
|
|
NICELA |
¿Ya no lo ves?
|
385 |
El esclavo que adorabas, |
|
que me ha querido forzar |
|
y me ha dejado la capa. |
|
|
|
|
NICELA |
Digo
|
|
que ha muchos días que
anda |
390 |
este vil esclavo hebreo, |
|
todo tu gusto y privanza, |
|
solicitando mi amor. |
|
Sufrí, callé, porque
estaba |
|
temiendo tu justo enojo. |
395 |
Ya lo has visto; aquesto pasa. |
|
|
|
PUTIFAR |
¡Soldados, criados,
gente! |
|
¡Hola, capitanes,
guarda! |
|
|
|
|
|
DELIO |
¿No salió de aquesta
sala? |
400 |
|
|
NICELA |
Agora salió de
aquí, |
|
que como su dueño
estaba |
|
con el Rey, halló
ocasión |
|
para una traición tan
baja. |
|
¡Forzarme quiso, ay de
mí! |
405 |
Defendiéndome, la capa |
|
me dejó, como habéis
visto. |
|
|
|
SERVIO |
Perdona, señor, si
habla |
|
tan atrevido contigo |
|
un soldado de tu guarda. |
410 |
Tuya es la culpa de todo. |
|
|
|
|
SERVIO |
Esta vez acaba
|
|
la privanza de Josef |
|
y la envidia que me daba. |
|
|
|
|
(Vanse los soldados.)
|
PUTIFAR |
¡Que ha sido tan
atrevido! |
415 |
¡Que un esclavo en tierra
extraña, |
|
que compré para servir |
|
los caballos de mi casa, |
|
se atreviese a su
señora! |
|
|
|
|
(Sacan los soldados a JOSEF preso.)
|
|
JOSEF |
¿Por qué tratas
|
420 |
desta suerte a un inocente? |
|
|
|
PUTIFAR |
¡Mal haya la confianza, |
|
perro, que tuve de ti! |
|
¡No te vendieron sin
causa |
|
tus hermanos y parientes |
425 |
dentro de tu misma patria! |
|
Llevalde a la cárcel
luego, |
|
ponelde grillos y guardas; |
|
muera en una soga vil |
|
y no con egipcias armas. |
430 |
(Vase.)
|
|
|
|
NICELA |
¡Calla, perro!
|
|
Así los ingratos pagan |
|
lo que a sus señores
deben. |
|
|
|
JOSEF |
Eres mujer que me espanta; |
|
pero viva mi inocencia |
435 |
y máteme tu venganza. |
|
|
|
|
(Llévanle preso, y salen BATO y LIDA.)
|
LIDA |
¿Tú
tienes atrevimiento |
|
de decirme esas razones? |
|
|
|
BATO |
Deben de ser mis pasiones |
|
de algún caballo o
jumento. |
440 |
¿No soy
hombre con narices, |
|
ojos y frente? |
|
|
LIDA |
Sí eres;
|
|
mas no a todas las mujeres |
|
dicen lo que tú me
dices. |
|
|
|
BATO |
¿Pues
qué te digo yo a ti? |
445 |
¿Esto solo te fatiga? |
|
¿Es milagro que te diga |
|
que me chamusco por ti? |
|
Cuando a Dina, mi
señora, |
|
y de mis amos hermana, |
450 |
le dijera esta mañana |
|
lo que a ti te digo agora, |
|
¿fuera
justo responder |
|
con melindres, y tú no? |
|
|
|
LIDA |
Con su ejemplo quiero yo |
455 |
por mi honestidad volver. |
|
|
|
|
LIDA |
Eres mi igual;
|
|
pero no te tengo amor, |
|
y para hacerte favor |
|
no hay cosa tan desigual. |
460 |
|
|
BATO |
¡Ah,
qué santas os fingís |
|
en llegando a no querer, |
|
que en queriendo, no hay
mujer, |
|
por mucho que presumís, |
|
aunque al
principio se escurra |
465 |
por lo grave y bachiller, |
|
que no se deje poner |
|
más albardas que una
burra! |
|
|
|
LIDA |
Bato: por esto o
esotro |
|
no seré tuya en mi
vida. |
470 |
|
|
BATO |
Pues oye, engañosa
Lida, |
|
qué maldición te
quillotro: |
|
prega a Dios
quieras a otro |
|
con las crueldades que
escucho, |
|
que siempre trabajes mucho, |
475 |
y que siempre comas poco, |
|
y tu esposo los
regalos |
|
al matrimonio te niegue, |
|
que la olla se te pegue |
|
y él te pegue muchos
palos. |
480 |
|
|
LIDA |
Oye: un poco te
desvía; |
|
que Jacob, mi señor,
viene. |
|
|
|
BATO |
¡Oh! ¡Qué necio
amor que tiene |
|
quien de vosotras se
fía! |
|
|
|
|
(Sale JACOB, viejo
venerable, RUBÉN,
ISACAR, a lo
hebreo.)
|
JACOB |
Excusad el consuelo, |
485 |
que no le pueden ya tener mis
ojos, |
|
a quien mortal desvelo |
|
cubre de penas, lágrimas y
enojos, |
|
y por mi bien perdido |
|
del alma, en la memoria no hay
olvido. |
490 |
Su lastimosa
historia |
|
de Josef, mientras yo viviera,
viva |
|
en mi triste memoria; |
|
tanto dolor pensándolo
reciba, |
|
porque fueran agravios |
495 |
si faltara en mis ojos y en mis
labios. |
|
|
|
RUBÉN |
Jacob, mi padre
amado, |
|
¿de qué sirve traer a
la memoria |
|
el dolor olvidado, |
|
y aquella triste y lastimosa
historia? |
500 |
Josef murió, ya es
hecho: |
|
ya rasgué mis vestidos y mi
pecho. |
|
|
|
JACOB |
Haber visto mis
ojos, |
|
Rubén, aqueste campo, dio
materia |
|
a mis justos enojos. |
505 |
|
|
ISACAR |
Yo juzgara por última
miseria, |
|
padre, de polo a polo |
|
tu pena, si a Josef tuvieras
solo. |
|
Pero si
aquí te quedan |
|
once hijos, señor, ya es
cosa injusta |
510 |
que tus penas excedan. |
|
|
|
JACOB |
Yo la tengo, Isacar, por la
más justa |
|
de la desdicha mía, |
|
pues más que a todos a Josef
quería. |
|
En mis
años mayores, |
515 |
le engendré de Raquel, de
aquella hermosa |
|
Raquel, de mis amores |
|
primera causa y ocasión
dichosa |
|
de servir catorce años |
|
sufriendo injurias y llorando
engaños. |
520 |
|
|
RUBÉN |
Pues dime,
¿no te queda |
|
de la misma Raquel, Benjamín
bello, |
|
que consolarte pueda, |
|
hermoso de ojos, rico de
cabello, |
|
de habla dulce y suave, |
525 |
que sigue un oso y que matarle
sabe? |
|
|
|
|
ISACAR |
Aquí está Bato; mira
qué le mandas, |
|
nuestro padre y señor. |
|
|
|
JACOB |
Parte si agora en sus ganados
andas, |
530 |
y a Benjamín, amigo, |
|
di que a ver a Jacob venga
contigo. |
|
|
|
|
JACOB |
El cielo
|
|
que me dejó vivir tan largos
años, |
|
permita algún consuelo. |
535 |
|
|
|
LIDA |
Sintiendo estoy tus
daños.
|
|
|
|
JACOB |
¿Qué hay de mi hija Dina? |
|
|
|
LIDA |
Que solo el campo a soledad la
inclina; |
|
huye de ver la gente, |
|
como si fuera en la traición
culpada |
540 |
de aquel mozo insolente |
|
de quien fue bien querida y mal
gozada. |
|
|
|
JACOB |
No es mucho que la venza, |
|
aunque no tiene culpa, la
vergüenza. |
|
|
|
|
(Salen BATO y
BENJAMÍN vestido de
pastorcillo muy galán, con su banda en el cinto, arco y
flechas.)
|
BATO |
Al pie de aquella
fuente |
545 |
te aguarda, Benjamín, tu
padre anciano, |
|
creciendo su corriente |
|
memorias tristes de tu muerto
hermano. |
|
|
|
|
|
BENJAMÍN |
Ventura es mía.
|
550 |
Por él solo dejara |
|
de matar y seguir aquellas
fieras, |
|
padre y señor. |
|
|
|
|
JACOB |
Espera;
|
|
que dilatando abrazos, |
555 |
podrá quejarse el alma de
los brazos. |
|
¿Qué hacías, hijo
mío, |
|
hermoso como el sol cuando
amanece, |
|
sobre el tierno rocío |
|
que las hierbas de aljófares
guarnece, |
560 |
fabrica falsas perlas, |
|
inclinando los ojos a
cogerlas? |
|
Amor
imaginaba, |
|
y así vienes agora, vida
mía, |
|
con arco y con aljaba; |
565 |
mas decirte requiebros no
quería, |
|
que es despertar la fiera |
|
que dio muerte a Josef, pues hoy
viviera. |
|
|
|
BENJAMÍN |
Padre y
señor querido, |
|
ojalá fuera yo vida que
diera |
570 |
consuelo a tu afligido |
|
pecho, que a tanta dicha lo
tuviera, |
|
que por que te animara, |
|
no Benjamín, consuelo me
llamara. |
|
Raquel me
llamó hijo |
575 |
de dolor, que por causa de su
muerte, |
|
memoria en que me aflijo, |
|
quiso que me llamase desta
suerte. |
|
¿Cómo daré
consuelo, |
|
si nombre de dolor me puso el
cielo? |
580 |
|
|
JACOB |
Como en
septiembre sale |
|
tal vez rojo clavel, y del
nativo |
|
primer color se vale |
|
contra la fuerza del calor
estivo, |
|
y como flor tardía, |
585 |
al dueño del jardín
causa alegría; |
|
así,
Benjamín mío, |
|
naciste tú para aliviar mis
daños, |
|
como flor en estío, |
|
en el septiembre estéril de
mis años, |
590 |
causándome
alegría, |
|
y más al tiempo que el
jardín perdía. |
|
Vente, mi bien,
conmigo, |
|
que en las orillas de esta fuente
quiero |
|
hablar solo contigo. |
595 |
|
|
BENJAMÍN |
Si soy el fruto de tu amor
postrero, |
|
más cerca en la memoria |
|
tendrás de tu Raquel la
dulce historia. |
|
|
|
|
(Vanse y salen el REY
FARAÓN, ASIRIS, copero, y dos sabios,
ELIO y ISACIO.)
|
FARAÓN |
Si esto no me
declaráis, |
|
¿a dónde está
vuestra ciencia? |
600 |
|
|
ELIO |
Señor, no alcanzo a
saber |
|
causas que son tan secretas. |
|
Las diferencias de
sueños |
|
tienen varias diferencias, |
|
de que nace confusión |
605 |
en los que las interpretan. |
|
Si es este sueño
animal, |
|
bien puede ser que proceda |
|
de tu mismo pensamiento. |
|
|
|
ISACIO |
Algunas cosas revela |
610 |
el cielo, invicto
señor, |
|
en el sueño al que las
sueña. |
|
|
|
FARAÓN |
Ignorantes sois los dos. |
|
¿Vosotros tenéis la
escuela |
|
egipcia? ¿Leéis el
curso |
615 |
de los cielos y planetas? |
|
¡Qué Mercurios
Trimegistos! |
|
|
|
ASIRIS |
¡Cielos, aquí se me
acuerda |
|
de aquel Josef que en la
cárcel |
|
me dijo cosas tan ciertas! |
620 |
Dame tus pies y perdona |
|
mi olvido. |
|
|
|
ASIRIS |
Porque te hubiera servido |
|
si mi memoria no fuera |
|
de hombre que sirve en
palacio, |
625 |
que de sí solo se
acuerda. |
|
Cuando mandaste prender |
|
a mí y al que tenía
cuenta |
|
del pan, estaba en la
cárcel, |
|
por cierta injusta querella, |
630 |
un mozo hebreo, y a quien |
|
el Alcaide nos entrega, |
|
porque en extremo le amaba: |
|
tales sus virtudes eran. |
|
Soñamos en una noche |
635 |
los dos presos, cuando apenas |
|
daba lugar el aurora |
|
que se viesen las estrellas, |
|
dos sueños que le
contamos, |
|
y fue de los dos tan cierta |
640 |
la interpretación,
señor, |
|
que un átomo no
discrepa. |
|
Yo soñé que vi una
vid |
|
que tres sarmientos la cercan, |
|
a quien luego flores y uvas |
645 |
dieron adorno y belleza; |
|
que yo tu copa tenía, |
|
y exprimiéndolas en
ella, |
|
te daba a beber. |
|
|
FARAÓN |
Pues bien,
|
|
¿cómo ese
sueño interpreta? |
650 |
|
|
ASIRIS |
«Tres sarmientos son tres
días |
|
(dijo con divina ciencia), |
|
que el Rey, tardará en
llamarte, |
|
a quien darás en la
mesa |
|
la copa, como solías, |
655 |
y entonces de mí te
acuerdas, |
|
y dile que de esta
cárcel |
|
saque mi humilde inocencia; |
|
que estoy sin culpa.» A este
tiempo, |
|
viendo el que tu pan gobierna |
660 |
la prudencia del mancebo, |
|
le dijo de esta manera: |
|
«tres canastillos
soñé |
|
que llevaba en la cabeza |
|
llenos de harina y de pan, |
665 |
y que las aves ligeras |
|
a comer dellos bajaban.» |
|
A quien respondió con
pena: |
|
«de aquí a tres
días el Rey |
|
te hará cortar la
cabeza, |
670 |
y te pondrá en una
horca, |
|
donde las aves que vuelan |
|
vendrán a comer tus
carnes.» |
|
¡Tú sabes cuán
verdaderas |
|
fueron sus declaraciones! |
675 |
|
|
FARAÓN |
Tu ingratitud manifiestas; |
|
parte por él, di al
Alcaide |
|
que yo lo mando. |
|
|
ASIRIS |
No creas
|
|
que fue olvidarme sin causa. |
|
(Vase.)
|
|
|
FARAÓN |
Fiera ingratitud, que ciegas |
680 |
los ojos, porque la luz |
|
al beneficio no vean. |
|
No ha producido animal |
|
más venenoso la tierra, |
|
aunque entre el fiero
Fitón, |
685 |
o la serpiente Lernea. |
|
Los palacios de los reyes, |
|
a quien una vez los entra, |
|
son como río de olvido. |
|
Pocas veces aprovecha |
690 |
el ruego del miserable, |
|
el papel, la diligencia: |
|
solo de su aumento trata, |
|
solo su provecho intenta. |
|
|
|
|
(Sale JOSEF, roto,
ASIRIS y
guarda.)
|
ASIRIS |
Llega; que te aguarda el Rey. |
695 |
|
|
JOSEF |
A tus pies invictos llega |
|
desde la cárcel,
señor, |
|
Josef, de nación
hebrea, |
|
porque no pudiera hallar |
|
la gloria de tantas penas, |
700 |
menos que tus pies. |
|
|
FARAÓN |
Levanta.
|
|
¡Qué hermosa y grave
presencia! |
|
Josef, Asiris me ha dicho |
|
que eres varón que
penetras |
|
los futuros contingentes |
705 |
con aprobada experiencia. |
|
Un sueño pena me ha
dado: |
|
estos sabios que profesan |
|
serlo en Egipto, a quien hoy |
|
llaman madre de las ciencias, |
710 |
no lo entienden ni declaran. |
|
|
|
JOSEF |
Pues Dios hará que lo
entiendas. |
|
|
|
FARAÓN |
Soñé que estaba a la
orilla |
|
de un río, en cuya
ribera |
|
vía siete gruesas vacas |
715 |
paciendo la verde hierba. |
|
Luego otras siete tan flacas, |
|
que devorándose
aquellas, |
|
apenas señal dejaban, |
|
y me despertó su pena. |
720 |
Mas volviéndome a
dormir, |
|
vi siete manadas bellas |
|
de espigas, y que otras siete, |
|
débiles, negras y
secas, |
|
las primeras consumían. |
725 |
|
|
JOSEF |
Oye, señor, porque
sepas |
|
lo que Dios a Faraón |
|
por este sueño revela. |
|
Las siete vacas y
las siete espigas |
|
fértiles, son siete
años abundantes; |
730 |
las macilentas, flacas y
enemigas, |
|
siete contrarios a los años
de antes. |
|
Por duplicarse quiere Dios que
sigas |
|
la luz de la verdad y te
adelantes |
|
al remedio, juzgando el ser tan
firme, |
735 |
en que el segundo sueño lo
confirme. |
|
Nombra un sabio
varón que en tus regiones |
|
recoja el trigo en abundantes
años; |
|
que si en ciertos depósitos
lo pones, |
|
darás remedio a los futuros
daños; |
740 |
la providencia de ínclitos
varones |
|
nos ha dejado ejemplos,
desengaños; |
|
si los años estériles
previenes, |
|
seguro el tiempo de tu imperio
tienes. |
|
|
|
FARAÓN |
¿A
dónde podré yo hallar |
745 |
hombre, Josef, de tu ingenio, |
|
si Dios habla por tu boca, |
|
si Dios te inspira y si tengo |
|
una sibila en tus labios, |
|
y en tu raro entendimiento, |
750 |
con más soberano Apolo, |
|
un oráculo del cielo? |
|
Tú serás aquel
varón, |
|
aquel prudente, aquel cuerdo, |
|
aquel presidente sabio, |
755 |
aquel consejero recto, |
|
que prevenga en la abundancia |
|
lo que en la desdicha espero |
|
de tanta esterilidad. |
|
Traed una ropa luego: |
760 |
vestilde, adornalde, sea |
|
Josef desde hoy el gobierno |
|
de Egipto: traed mi carro, |
|
aquel rico en que me muestro |
|
a la ciudad aquel día |
765 |
de mi feliz nacimiento. |
|
Salga triunfando Josef: |
|
humíllese todo el
pueblo |
|
a mi segunda persona, |
|
y aunque su nombre es tan
bueno, |
770 |
y de sus padres y patria, |
|
salvador del mundo quiero |
|
que se llame desde hoy: |
|
muestra, Salvador, el dedo |
|
del corazón, en que
pongo |
775 |
el anillo de mi sello. |
|
|
|
JOSEF |
Señor, tu hechura
levantas |
|
como la luz, que encendiendo |
|
las demás, siempre se
queda |
|
con la que tuvo primero. |
780 |
Aquí tienes a tu
esclavo. |
|
|
|
FARAÓN |
¿Qué os parece?
¿No es bien hecho |
|
el haber constituido |
|
a Salvador de mi reino |
|
por mi segunda persona? |
785 |
|
|
ASIRIS |
Todos, señor, le
queremos |
|
besar los pies. |
|
|
ELIO |
Digno ha sido
|
|
Josef de tan alto imperio. |
|
|
|
ISACIO |
Sembrad laureles y flores: |
|
cubrid, esmaltad el suelo; |
790 |
que pasa dichoso Egipto, |
|
el Salvador y Rey nuestro. |
|
|
|
|
(Cantan dentro.)
|
|
Sembrad laureles
y flores |
|
cubrid, esmaltad el suelo, |
|
que pasa dichoso Egipto, |
795 |
el Salvador y Rey nuestro. |
|
|
|
|
(Mientras cantan va JOSEF alrededor del tablado, y el
REY a su lado, y dan
vueltas.)
|
JOSEF |
Vos solo sois
Salvador, |
|
divino Señor del cielo, |
|
que de la envidia y la
cárcel |
|
me sacáis a Rey de un
reino. |
800 |
|
|
|
(Tocan la música o chirimías, y
éntranse con mucho aplauso, con que se da fin a la primera
jornada.)
|