Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

51

Muestra del gran recibimiento que tuvo Darío en Panamá son estas palabras de la carta que, con fecha 24 de noviembre de 1907, le dirigió Ofilio Hazara: «Todos sus admiradores panameños le recuerdan y no se cansan de hablar del gran poeta que vino a sorprenderles una mañana y pasó como un relámpago dejándolos a todos eblouis (documento 1443 del «Archivo Rubén Darío», Univ. Complutense).

 

52

E. Torres: Ob. cit., p. 288.

 

53

Carta reproducida en Atberto Ghiraldo: El Archivo de Rubén Darío, Buenos Aires, Losada, 1943, p. 467.

 

54

D. Corbella: «Historiografía y libros de viajes: Le Canarien», en AA.VV., Revista de Filología Románica, Anejo, Madrid. Complutense, 1991, p. 105.

 

55

R. Darío: Autobiografía, OC, I. p. 122.

 

56

A. Ghiraldo: Ob. cit., p. 466.

 

57

Francesc Espinet i Burunat: «Cataluña (1888-1936) a través de las autobiografías», AA.VV., La autobiografía en la España contemporánea, Anthropos, Barcelona, n.º 125, octubre 1991, p. 65.

 

58

R. Darío, historia de mis libros, OC, I, p. 205.

 

59

M. A. Salgado: «Félix Rubén García Sarmiento, Rubén Darío y otros entes de ficción», en Revista Iberoamericana, Pittsburgh, n.º 147-148, enero-junio 1989, p. 339. Recuérdense las palabras de Darío en el prólogo («Dilucidaciones») a El canto errante, que marcan bien esta dicotomía: «Como hombre, he vivido en lo cotidiano; como poeta, no he claudicado nunca, pues siempre he tendido a la eternidad» (PC, II, p. 698).

 

60

R. Darío: Autobiografía, OC, p. 111. Se refiere al novelista argentino Julián Martel.