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Lápidas romanas inéditas

Fidel Fita Colomé (S. I.)





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Lápidas romanas inéditas


Cabeza del Griego. Son todas ellas de piedra común, encontradas al Oriente del famoso cerro en un campo ó heredad, que hondamente excavó, hace tres meses, D. Román García, correspondiente de nuestra Academia. El Sr. García las ha cedido al Museo Arqueológico nacional.

1. Tres fragmentos epigráficos de obra grandiosa durante el siglo Augusteo, quizá del acueducto romano1 que venía desde   —522→   Sahelices. Miden juntos 3,40 m. de largo; de altura media 0,23 m. En los fragmentos primero y tercero, la primera línea tiene recortada la parte superior de las letras, excepción hecha de la I que está intacta.

Cabeza del Griego: 1

L(ucius) Sempronius Valentinus [duxsit?] opus per pedes [?]



Falta un cuarto fragmento, que expresaba el número de los pies contenidos en la longitud de la obra, que llevó á feliz remate Lucio Sempronio Valentino.

2. Mide 1,14 m. de alto por 0,50 m. de base. Bello tipo del siglo II.

Cabeza del Griego: 2

Atthidi M(arci) Manli(i) Crassi (servae), Anencletus contubernali.- Aemilia Dercinio cum Attide sua s(it) t(ibi) t(erra) l(evis).



Anencleto puso este monumento á su consorte Atthis sierva de Marco Manlio Craso. Yace aquí Emilia Dercinio con su Attis. Séate la tierra ligera.



Dercinio es un nuevo ejemplo de la terminación femenina en o, que demuestran muchas lápidas de la región celtibérica. Es asimismo   —523→   nombre enlazado con el Dercetio geográfico que figura en la vida de San Millán de la Cogolla, escrita por San Braulio de Zaragoza, y del que dan testimonio los monumentos romanos de aquel paraje2.

3. Alta, 0,80 m.; ancha, 0,60 m.

Cabeza del Griego: 3

D(is) M(anibus) s(acrum). Vettienae Auctae Picentinius matri optimae. S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).



Consagrado á los dioses Manes. Picentinio á su madre óptima Vettiena. Séate la tierra ligera.



Picentino es el cognomen de un Domicio en Barcelona (Hübner, 4564). Vettiena formado de Vettius ocurre por vez primera en nuestras lápidas españolas.

4. Alta, 0,54 m.; ancha, 0,50 m.

Cabeza del Griego: 4

Nynapet(io?) Mu(mmii?) Tirtalico Hilarus et Fuscu(s) Laxt(amen?)ses ........ [av?]unc[ulo?].......



Á Nimpecio Tirtálico hijo de Mummio sus sobrinos Hílaro y Fusco, naturales de Laxta...



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La gente de los Tritálicos ocurre (Hübner, 5077) hacia el lado de Osma, y uno de sus individuos en Astorga. No sería extraño que el segundo nombre geográfico de nuestra inscripción, que aparece en la línea tercera, se relacione con la Segontia Laxta de Ptolemeo, que en sus monedas autónomas3, donde se inscribe Cabeza del Griego: 5 (Lacas) y Cabeza del Griego: 6 (Lakain), ostenta parentesco de gentilidad ó comarca con los de Sigüenza Cabeza del Griego: 7.

5. Fragmento. Alto, 0,29 m.; ancho, 0,42 m.

Cabeza del Griego: 8

6. Largo, 0,18 m.

Cabeza del Griego: 9

7. Alto, 0,13 m.; ancho, 0,29 m.

Cabeza del Griego: 10

8. Largo, 0,20 m.

Cabeza del Griego: 11

Almonacid. Villa distante media legua de Cabeza del Griego. Cedióla el señor cura párroco de este lugar á D. Román García, y éste al Museo Arqueológico Nacional, donde ha sido trasladada con las lápidas precedente s. Según noticias se halló cerca del templo de Diana en Cabeza del Griego.

Es una árula de piedra común, que mide 0,25 m. de alto por 0,13 m. de ancho.

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Almonacid: 1

Diane Domine Cornelius Iulianus e(x) [v(oto)].



Á Diana la soberana. Exvoto de Cornelio Juliano.



En la segunda de las inscripciones, grabada en la roca viva del que fué templo de Diana en Cabeza del Griego4, la dedicante del exvoto fué Quintia sierva de Mucio Cornelio Valerino. El árula viene á confirmar la identificación de Diana con la famosa deidad Domina sancta Turibrigensis Adaegina, es decir, Proserpina, que tuvo también ara votiva en Cabeza del Griego5.

Valencia de Don Juan. La inscripción funeral de Flavio Bocontio, que hizo grabar su viuda Valeria Irene6, no es la primera, ni la única del castrum Coviacense, fortaleza romana que subsistía en el año 459; y con el nombre de Coianca ó Coiança sale celebrada en la historia del reino de León. Hübner señaló dos lápidas de aquella población, cuyas copias le fueron remitidas, dando la una por ilegible y por ardua de leer é interpretar la otra7. Afortunadamente las piedras originales han venido á parar al Museo de nuestra Academia.

1. Alta, 0,27 m.; ancha, 0,24 m. Letras toscas y de trazo grueso. Carece de travesaño la A.

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Valencia de Don Juan: 1

D(is) M(anibus). Silvana Amee Tommoq(um) mun(imentum). S(it) t(erra) l(evis).



Á los dioses Manes. Silvana puso este monumento á Amea de la gente de los Tómmocos. Séa(le) la tierra ligera.



Quizá en el nombre de la gente, expresado por esta lápida, se deba reconocer el indígena de los que llaman Orosio y Plinio Turmodigi, Ptolemeo Murbogi, y Floro Curmogi. La fonética leonesa, durante la época romana, era no poco anormal. Así hallamos maritr piemtissimo memi por marito pientisimo mnhmx en Villaquejida (Hübner, 2632); y en la misma ciudad de León 2879) posuerun parétenes pi por posuerunt parentes pii. De estos rasgos característicos de la pronunciación vigente en cada región de nuestra Iberia se puede no poco aprovechar el estudio histórico del habla castellana y de las lenguas y dialectos peninsulares, que todavía guardan y muestran su savia etnológica.

2. Mide en cuadro 0,23 m. Dos figuras de diversa edad, braquicéfalas, ó de cabeza casi redonda, toscamente delineadas, llenan la cara de la piedra. Los brazos del anciano difunto, Félix, medio extendidos, alzan las manos al cielo. Las sobrecojas, vigorosamente arqueadas, así como la fisonomía del rostro, parecen indicar el tipo bien conocido de los maragatos. El cuello es corto, grueso y casi nulo. El cuerpo se ve trazado con un par de líneas paralelas, que bajan perpendicularmente, y miden 0,7 m., con longitud menor que la de la cabeza, pues mide ésta 0,8 m. Entre las piernas de ambas figuras corre el primer renglón epigráfico:

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Valencia de Don Juan: 2

Felix an(norum) LXXX.-D(is) M(anibus). Cumanus p(osuit) auo.



Félix de 80 años de edad.-Á los dioses Manes. Cumano puso esta memoria á su abuelo.



Velilla de Guardo, lugar del partido judicial de Saldaña eu un llano próximo al río Carrión. Mide 0,80 m. por 0,60 m.

Velilla de Guardo: 1

M(anibus). Cadus Pedaccianus Pentovio Aulcigun amito suo et Amio filio an(norum) XXX.



Á los Manes. Cado Pedacciano erigió este monumento á su amigo Pentovio de la gente de los Avóleigos, y á su hijo Amio de edad de 30 años.



Cortés, en su Diccionario geográfico-histórico8, identifica erróneamente el lugar de Velilla de Guardo con la Vellica de los Cántabros; pero no da más razón que la semejanza del nombre. No cabe ya poner en duda que fuese población romana. El nombre por ventura dimana del de la gente (Avelcigi?), que ocupó el territorio. Aulcigun de nuestra inscripción parece equivalente de Avolgicorum en la 2633 de Hübner.

Peña Amaya. Las grandes excavaciones, iniciadas en el emplazamiento de la altísima Ammaia Patricia bajo la dirección de D. Romualdo Moro9, dieron por de contado la demostración   —528→   de que esta ciudad, celebérrima durante la época visigoda, figuró en el mapa romano. El Sr. Moro recogió allí diez lápidas, que ha trasladado al museo del Excmo. Sr. Marqués de Comillas, en la villa de este nombre, provincia de Santander.

1. Inscripción espiritística del siglo III, que mide en cuadro 0,16 m. Encima de ella se destaca la figura del finado aparecido, con los codos extendidos horizontalmente, y los antebrazos y manos elevados al cielo.

 Peña Amaya: 1

Dibus M(anibus) Ygino Neoría Avita con(iugi) ex visu consulenti f(ecit).



Á los Manes divinos de Higino. Neoria Avita consagra este monumento á su esposo que apareciéndose le dió buen consejo.



De otra aparición, ó evocación espirística, en el templo del dios Endovélico hay ejemplo (Hübner, 140) entre las lápidas lusitanas de Nuestra Señora de Terena.

2. Fragmento. Hermosa letra del primer siglo. Alto 0,37 m., ancho 0,16 m. El cuadro epigráfico estuvo rodeado de elegante cenefa.

 Peña Amaya: 2

Pompeius Vi[talis?...]



3. Fragmento. El mismo tipo caligráfico y escultórico. Alto, 0,33 m.; ancho, 0,27 m.

 Peña Amaya: 3

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4. Alto, 0,32 m.; ancho, 0,30 m. Letra del siglo IV.

 Peña Amaya: 4

Dis Manibus. Posuit Amuca filio suo Sempronio lapidea.



Á los dioses Manes. Amuca puso esta lápida á su hijo Sempronio.



En las provincias de Santander, Asturias y León, son muy usados los diminutivos en uco. La etimología del castellano lápida recibe de esta inscripción luz clarísima.

5. Alto, 0,47 m.; ancho, 0,46 m.

 Peña Amaya: 5

[D(is) M(anibus). Cornelia Ma]ter[na ma]ter Have filie memo(nan) posui annor(um) XXVI.-D(is) M(anibus). Cornelia Materna lapide posuit memonan viva viv(enti?) sibi annorum XXXXIIII Noive.



Á los dioses Manes. Cornelia Materna puse esta memoria á mi hija Ilava de 26 años.-Á los dioses Manes. Cornelia Materna en vida suya puso esta lápida memorial para sí y para Noiva de edad de 44 años.



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El nombre de Noiva, que la inscripción claramente expresa y no permite confundir con Nona, se relaciona por ventura con el geográfico de Noega (Navia).

En las cenefas de ambos lados y en la del centro corren grandes letras, ya muy gastadas, que no me dan sentido.

6. Alto, 0,24 m.; ancho, 0,44 m.

 Peña Amaya: 6

Noni(o) Antovio marito suo anno(rum) LVI. Nigia mo(numetatum) posui.



Á Nonio Antovio, su marido, de edad de 56 años. Niquia le he puesto este monumento.



7. Fragmento. Mide 0,18 m. por 0,16 in.

 Peña Amaya: 7

8. Fragmento. Dimensiones: 0,19 m. por 0,11 m.

 Peña Amaya: 8

9. Mide 0,16 m. por 0,12 m.

 Peña Amaya: 9

Con estos fragmentos, indudablemente sepulcrales, fué descubierta una testera, que representa de bello relieve el cuadro de dos personajes, cuya descripción se reserva el Sr. Moro para la Memoria de las excavaciones y plano de la Peña Amaya, que ha   —531→   de redactar y ofrecer á la Academia. Aquel peñón imponente, que mirado desde la villa de Amaya , recostada en su falda, parece rasgar el cielo, y aguarda una estatua colosal de César Augusto que corone su cima, fué asiento de una ciudad inexpugnable, desde cuyas ruinas disfruta el espectador de un panorama espléndido y como hay pocos en el orbe. La meseta de la cumbre, donde yacen confusamente tantos recuerdos de antiguas generaciones, se tiende 4 km. en dirección de NO. á SE.; y tiene al Occidente la estación de Alar, distante del pie de la montaña dos leguas.

10. En la parte superior de esta piedra funeraria se destacan esculpidas tres figuras, ó portadas de edificios, terminadas por tejado triangular de aguda pendiente. Alta, 0,28 m.; ancha, 0,40 m.

Debajo de la perspectiva, que representa las tres portadas, se grabaron tres renglones de difícil interpretación por estar gastadas la mayor parte de sus letras:

 Peña Amaya: 10

Conjeturo que expresan la consagración del monumento funerario á la divinidad tutelar de la familia. Finalmente en el renglón inferior, y por separado, se lee:

 Peña Amaya: 11

Dis Manibus. Sisidnea ann(orum) XX...



Á los dioses Manes. Sisinnia de edad de veinte y... años.



Menaza. Desde la estación de Mave, subiendo por la vía férrea hacia el septentrión, se llega por un trayecto de 14 km. á la de Quintanilla, en cuyas cercanías se hallan los lugares de Nestar y Menaza. La bula de Honorio III (15 Enero, 1224) y el diploma de San Fernando (22 Octubre, 1231) que publiqué en   —532→   otra ocasión10, me hicieron esperar que no lejos de la estación de Quintanilla podrían descubrirse restos importantes de la gens Cabruagenigorum (Hübner, 2633) y de la civitas Cabria ó Cambria (CAMARICA?), que no difiere en mi concepto de la estación Cambricum11, registrada por el Ravenate. Con efecto, en Menaza ha encontrado el Sr. Moro la cabeza del miliario, labrado en el año penúltimo del imperio de Augusto, que mide 0,30 m. de altura y 0,96 m. de diámetro.

 Menaza



Otro parecido, y casi de igual lecha, registra Hübner (1868) cerca de Braga.

Centellas. Miliarios.

1. Descubriáse este nliliario en Febrero de 1812, abriéndose los cimientos para construir un horno de cal, enfrente del molino nombrado Las Canas, hacia el límite meridional de la villa de Centellas y dentro de su término por donde confina con el del lugar de Aiguafreda, al pie del camino real de Vich á Barcelona. Balmes lo dió á luz con un artículo suscrito por D. Jaime Ripoll12; luego Salarich13, y finalmente Hübner14, que no pudo ver el original. Tiene 0,55 m. de altura, faltándole el zócalo, así como la parte lateral derecha é inferior de la inscripción. De este miliario hice sacar un vaciado en yeso, que regalé al Museo de la Sociedad Arqueológica establecida en Vich.

La copia de Salarich, que Hübner ha reproducido, es defectuosa. Hace dos renglones del séptimo; y en el sexto reemplaza por P. O. la hoja de yedra. La piedra original dice así:

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 Menaza: 1

Imp(eratori) Caes(ari) Quinto) M[essio] C(aio) Traiano [Decio], pio felici in[vic]to aug(usto) Dac(ico) max(imo), pont(ifici) max(imo), trib(uniciae) po[t(estatis)] IIII, co(n)s(uli) III, pr[o]co(n)s(uli); et Q(uinto) Her[en]nio Etrus[co] Messio Dec[io] co(n)s(uli) et C(aio) V[al(erio)] Hostil[iano]...



No deja de ser curiosa la historia contemporánea de este precioso miliario. Fué á parar al Museo Arqueológico de Barcelona, confundiéndose la procedencia con la del miliario de Santa Eulalia de Ronsana (Hübner, 4956); y bajo este concepto equivocado se ha dado á conocer en el catálago del Museo15, núm. 1281.

D. Jaime Ripoll describió su hallazgo en esta manera16: «Descubrióse la presente lápida en Febrero de 1842, abriéndose los   —534→   cimientos para construir una calera enfrente de la casa ó quinta, propia de la casa de Terrés de la Garriga, sita á igual distancia de la villa de Centellas y pueblo de Ayguafreda, llamada el molino de las Canas, al pie y junto á la actual carretera de Barcelona á Vich. Examináronla y copiáronla por primera vez los diligentes anticuarios D. José Subirana, farmacéutico, y D. José Cerdá, vecinos ambos de la misma villa de Centellas. Tiene la lápida unos cinco palmos de longitud».

Del mismo paraje creeré que provino el miliario, registrado por Hübner bajo el núm. 2957. Con efecto el Sr. Pí y Margall en su obra Cataluña17, tratando por incidencia del miliario, cuya lectura dejo expuesta, escribe: «Se halló en una calera, enfrente de una puerta [de un molino], propio de la casa Terrer de la Garriga. Abriéronse los cimientos y descubrióse un monumento romano. Prosiguióse la excavación, y hoy se ven cuatro columnas empotradas en recios murallones; y otras dos derribadas, una de ellas por el contorno rota, y otra en descalabro.» No consta por actas cuándo, ni cómo dió consigo en Barcelona el miliario 4957. En 1869 había Hübner averiguado por testimonio oral del señor Llobet, que al Museo se trajo desde el camino real de Barcelona á Vich18; y en todo ese trecho no hay memoria de otro paraje, donde se haya verificado el encuentro de uno, ó más miliarios, sitio es el dicho molino de las Canas.

Por Abril de este año de 1891 la Sociedad Arqueológica de Vich obtuvo del propietario actual del predio, D. José, Roselló de la Garriga, el permiso de trasladar al Museo Ausetauo los miliarios que cita el Sr. Pí y Margall. Están ahora colocados, formando graciosa simetría en el patio, cerrado con verja de hierro, del templo romano, que se descubrió en el palacio de los Montadas, y es el más antiguo ornamento monumental de la patria de Balmes.

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2. En Barcelona. Hübner, 4957. Actualmente permanece en el Museo provincial.

3. En Vich. Fragmento. Mide 0,50 m. de alto; de ruedo, 1,29. Letras de gran tamaño.

Centellas: 1

Imp(eratori) Ces(ari) M(arco) Aur(elio) Kar[o]...



4. En Vich. Fragmento. Alto, 0,53 rn. El arco mide de altura 0,1 m.; de cuerda 0,27 m.

Centellas: 2

Imp(eratori) M(arco) A[ur(elio) Karo p(io) f(elici) inv(icto)] aug(usto) p(ontifici) m(aximo), trib(unicia) potes(tate), co(n)s(uli) proco(n)s(uli). M(illia) [p(assuum)]



La designación de César pudo anteceder, ó seguir el nombre del emperador con algún calificativo.

Las millas marcadas al pie de la inscripción se contaban probablemente desde Barcelona, como acontece en el miliario de Santa Eulalia de Ronsana (Hübner, 4956), cuya estación de ferrocarril más próxima (Las Franquesas) dista de la capital del Principado 32 km., ó 21 millas romanas. Desde Barcelona hasta San Martín de Aiguafreda la guía de los ferrocarriles señala 48 km., y 5 más hasta Centellas; de suerte que el número de millas, propio de nuestro monumento, puede calcularse que fué XXXV.

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5. Alto, 2,06 m. Ruedo, 1,52 m.

Centellas: 3

6. Alto, 1,76 m. Ruedo, 1,29 m.

Centellas: 4

Está picado el nombre de Diocleciano y corroído casi todo lo restante de la larga inscripción, que debió también incluir el de Maximiano.

Los seis miliarios se distribuyen de dos en dos, habiendo sido labrados y sustituídos unos á otros, al destacarse en la segunda mitad del siglo III la época más borrascosa del imperio romano. No parece que ocupasen más de dos estaciones, que imagino fueron las de Aiguafreda y Centellas. Anuncian el trazado de una vía estratégica importante, que San Julián de Toledo19 nos ha hecho columbrar, historiando la expedición del rey Wamba, vencedor de los Vascos, que baja con su ejército desde el territorio de Calahorra y Huesca, camino de Lérida, á domeñar las rebeldes ciudades de Barcelona, Gerona y Narbona: «electis ducibus, in tres turmas exercitum dividit; ita ut una pars ad castrum Libyae, quod est Cirritaniae caput, pertenderet; secunda per Ausonensem civitatem Pyrenaei media peteret; tertia per viam publicam iuxta ora maritima graderetur»   —537→   .

Réstame añadir que el miliario de la masía Vendrell (Hübner, 4956) en Santa Eulalia de Ronsana20, acaba de trasladarse, por concesión de su propietario, al Museo pr.ovincial de Bsrcelona.

Vich. Al despejarse de sus escombros el templo romano, puso de manifiesto cuatro estampillas de barro saguntino, que han sido registradas con el núm. 359 en el Museo histórico-artístico del palacio episcopal.

1)   EX OF·AE+21

2)         OF·MESCII

3)   M PERE22

4)   PRIM23

Dos palabras sobre los monumentos romanos, que se ven al uno y al otro lado del mausoleo de Balmes, adornando el claustro de la catedral.

1. Hübner, 4618.-Esta lápida del primer siglo, procedente del templo de Santa Eulalia, permanece empotrada en el lienzo occidental del claustro, donde la vió en 1854 D. Joaquín Salarich. Mide 0,42 m. de ancho por 0,60 m. de alto.

Vich: 1

Dianae s(acrum), ob honorem seviratus C(aius) Cornelius, Grati l(ibertus) Magnio sevir. Idem aram et sed(ilia).



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Consagrado á Diana en razón del honor del sevirato que obtuvo Cayo Cornelio Magnión liberto de Cornelio Grato; el cual asimismo puso el ara á la diosa y la gradería.



Las dificultades de lectura, que propone Hübner sobre las líneas primera y última, no existen ya desde el momento que el Sr. Collell y yo reconocimos y limpiamos el mármol para sacar su impronta. Sospecho que detrás de él se oculte otra inscripción de ara cristiana, como sucede en la opistógrafa de Mollet, que fué llevada al Museo provincial de Barcelona. Sobre la parte superior del mármol aparecen grabados en el siglo XI los nombres LVDDIMIRV, AADALBERTV.

Esta piedra monumental en su primitiva colocación esmaltaría la fachada exterior del templete de la diosa, quizá predecesor del de Santa Eulalia.

2. Hübner, 4619.-En el lienzo oriental del claustro, enfrente de la anterior. Fragmento sepulcral de piedra arenisca, letras del siglo II. Mide 0,45 m. de ancho por 0,31 m. de alto.

Vich: 2

[.. An]tonius Gal(eria) Verus [et] Cornelia [...] f(ilia) Nigrina ux[or h(ic) s(iti) s(unt). S(it) v(obis) t(erra) l(evis).]



... Antonio Vero de la tribu Galería y su mujer Cornelia Nigrina hija de ... aquí yacen. Séaos la tierra ligera.



No pueden adivinarse los prenombres del marido y del padre de Cornelia Nigrina. Si Antonio Vero, como es fácil suponerlo, fué natural de Ausa (Vich), resultaría que esta ciudad romana estuvo afiliada á la tribu Galeria.

Madrid, 30 de Octubre de 1891.





 
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