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Memoria histórica, política y económica de la provincia de misiones de indios guaranis

(Continuación)1

Gonzalo de Doblas





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128. Cada pueblo tiene un Cavildo compuesto de un Correxidor, dos Alcaldes2, quatro Regidores, un Alcalde de la Hermandad, un Alguacil mayor, un Mayordomo, y un Secretario; los que se eligen el dia de año nuevo, segun lo prevenido en las leyes, a excepcion del Correxidor y Teniente, que no tienen tiempo determinado. Las elecciones3 las practican juntándose ocho o mas dias antes, y cada capitular propone un yndio para que ocupe el empleo que el exerce, consultando antes la voluntad del Correxidor, y la del Administrador, que son los exes principales4 en que rueda esta maquina; y, estando todos acordes, le llevan la lista5 de los que piensan nombrar al Administrador, el que, si les parece vien, les dicen que lo hagan asi; y, si algunos de los señalados tiene alguna tacha, o no es del gusto del Administrador, les dice que aquel no conviene, y que señalen otro, que tal   —108→   vez el Administrador les indica, ó lo insinua privadamente al Correxidor; y asi se hace. Ademas de los empleos de Cavildantes6, se nombran para el año entrante7 todos los empleos militares, los cuidadores de las faenas8, y maestros principales de todos los oficios y artes; de modo que en cada pueblo pasan de ochenta, y aun ciento, los que se les dá oficio9; y si el pueblo es corto, todos se buelven mandarines, y pocos10 á quien mandar. Estos ultimos empleos toca al Correxidor privativamente el nombrarlos; pero siempre lo hace con acuerdo del Administrador, particularmente aquellos que su ocupacion pertenece a el cuidado11 de los bienes de comunidad.

129. Dispuestas las listas acordadas, todos se juntan el dia de año nuevo12, de mañana temprano, y a toque de caja ban publicando en las puertas de la Casa de Cavildo los nombrados; a cuyo acto asiste toda la gente del pueblo, unos por curiosidad, y otros por recivirse de sus empleos13, de que al instante toman posesion, sin aguardar la confirmacion del Govierno. Alli entregan las varas y bastones á los Alcaldes, y demas Cavildantes nuevamente nombrados, y a los Oficiales militares las insignias correspondientes; desde alli van a Misa, y despues a casa del Administrador a hacerse presentes14, el que les encarga el cumplimiento de su obligacion; y, si no está ya estendido el acuerdo de las elecciones, lo estiende, y firmado de los electores, que dicen siempre que todos unanimes, y a pluralidad de votos han elejido, y   —109→   nombrado a los contenidos, se remite al Governador de la provincia para su aprobacion; y para los demas empleos15 que no son de Cavildo basta el de Theniente Governador16 del departamento.

130.17 Todos los dias del año al amanecer ya estan juntos todos los Cavildantes a la puerta del Correxidor, en cuyos corredores tienen un banco o escaño en que se sientan entre tanto es ora de oir Misa18, que siempre es temprano. Los Alcaldes llevan sus varas, los Rexidores sus bastones, que rara vez las sueltan de las manos; y, acavada la Misa, es la primera diligencia ir a la puerta de la avitacion del Cura, saludarlo19, y tomar las gracias; y desde alli pasan a la del Administrador, el que les previene lo que han de hacer aquel dia: y, despedidos, se van juntos á la casa del Correxidor, y a su puerta determinan el reparto de la gente, y demas que corresponde a las faenas: y, entre tanto20 llega la hora de ir a los trabajos, que siempre es tarde, oyen las quejas y demandas que hay, que quasi siempre21 son faltas al trabajo, hurtos, amancebamientos y chismes de unos con otros. Si el acusador es Cavildante, o tiene a su cargo el cuidado de alguna cosa, hacen traer preso al yndio, o yndia acusado, y con muy poco examen la mandan azotar, segun les parece. Vien es que nunca pueden pasar sus castigos de cincuenta azotes que este Govierno les permite; reservandose los castigos de los delitos mayores, para entender en sus causas, y sentencias; a excepcion de las capitales, o que merecen pena a otros   —110→   que a los reos, se despachen22 a Buenos Ayres con las sumarias. A los executores de las prisiones, y castigos llaman Sargentos, y estos nunca dejan de la mano la alabarda, y el azote lo traen ceñido al cuerpo para estar prontos al instante que se lo manden. Regularmente entienden en las causas todos los Cavildantes, juntos con el Correxidor, y Alcaldes; pero, en las faenas y trabajos, qualquiere del Cavildo23, aunque no sea sino Regidor, manda azotar a el que falta a el24, o comete otro defecto.

131.25 Desde el tiempo de los Jesuitas tienen por costumbre, y observan toda via puntualísimamente, el que, en acabando de azotar a los delinquentes, se han de lebantar del suelo donde los hacen tender, y con mucha humildad van delante del que los mandó castigar, y le dan los agradecimientos de haverlos corregido sus defectos. Si alguno omite este requisito le hacen cargo de ello; y, teniendolo por prueva de sobervia, lo buelven a mandar azotar para que se humille, quiera o no quiera.

132.26 Siempre que en las carceles27 no se detengan presos, sino aquellos procesados por delitos capitales, o á los que se desertan con frequencia, y a los demas se les aplica la pena luego que se justifica el delito, y se ponen en libertad; por que las carceles son poco seguras, y los que las tienen a su cargo muy descuidados; y asi se les van a menudo los presos sin que baste el castigo28 a los cuidadores. Ellos los dejan salir solos a sus necesidades, los llevan a oir Misa, aun a los homicidas; de modo que no se va el que no quiere.

133.29 Todos los dias clasicos y de funcion se visten   —111→   de gala con los que tiene el pueblo30 para estas funciones. Visten tambien31 los Oficiales Militares con los suyos, y otros muchos se visten y forman acompanamiento: entre estos vestidos hay algunos costosos; pero mas les sirve de rediculizarlos32 que de adornarlos. En el pueblo que asiste33 el Governador o algun Theniente Governador, concurren todos a su avitacion, lo acompañan de yda y buelta á la iglesia en toda ceremonia34; pero estando solos guardan poca formalidad. Siempre van juntos35, van en peloton, o mas vien en hilera: el Correxidor delante, al que sigue el Theniente, y Alcaldes, y por su orden los demas, siendo el ultimo el menos graduado. En la iglesia se sientan en escaños: regularmente se dividen en las dos vandas, aunque en algunos pueblos se sientan todos los de Cavildo en un solo escaño, y el Theniente Correxidor36 con los Oficiales Militares ocupan el opuesto37; pero los caciques, que devian ser preferidos, no tienen ningun lugar señalado, ni cosa que los distinga; sino es que, por tener empleo, ocupan el lugar que por el les toca.

134.38 Al Gobernador de los pueblos ponen39 en la iglesia silla, tapete, y almoada, y se le guardan por los Curas todas las preeminencias que disponen las leyes se guarden a los Governadores los dias de funciones clasicas, y que asisten religiones de otros pueblos40: le da la paz un sacerdote con estola, y en los demas festivos un Acolito con banda aseada: lo mismo se   —112→   observa con los Thenientes Governadores, quando no está presente el Governador, por disposicion del Excelentísimo Sr. D. Francisco de Paula Bucarely41 aunque los Governadores por condescendencia han permitido que al Theniente se le ponga otra silla inmediata á la suya, quando se halla algun Theniente en donde el está. Supongo será esto por que, como los yndios son tan rudos, no piensen es desayre que se le hace42; o que el Theniente en ausencia del Governador le usurpa aquel honor. En fin ello así se practica. A los Cavildos de la paz un Acolito, y el Cura les da el agua bendita a la puerta de la iglesia los dias mas clasicos, pero al Governador y Thenientes todos los festibos43.

135.44 Los dias de cumple años del Rey, los de su Real nombre, y todos aquellos en que se festeje45 alguna felicidad de la Monarquia, ó de la Real Familia, desde la vispera de mañana se pone el Cavildo en ceremonia: sacan de las casas de Cavildo las quatro banderas que tiene cada pueblo, dos con las armas Reales, y dos con cruz de Vegoña46, y las demas ynsignias militares, que son quatro picas largas de cinco o seis varas47, y muy delgadas, con mojaras pequeñas48 en las puntas, y algunos pequeños plumajes de colores, puestos con orden, y distribucion en algunas partes de ellas quatro ginetas a la usanza antigua, y algunos bastones, unos en la forma comun, y otros con escudetes49 de metal, o acero por puños. Desde   —113→   las diez del dia comienzan a dar varias bueltas, con orden a toque o ruido de cajas, por la plaza, unos a pie, y otros a cavallo, que arman50 varias escaramuzas, y torneos, hasta las doce; a cuya ora se anuncia la festividad con repique de campanas51, y algunos tiros de camaretas: á cuya señal concurren todos los del pueblo a la puerta de la iglesia, en cuyo portico está colocado el Real Retrato52 en el lado correspondiente al Evangelio, en un cajon, con sus puertas, y cortinas interiores, y al lado opuesto estan las Armas Reales pintadas en la pared, o lienzo53. Juntos todos, con la musica completa, se abre el cajon y descubre el Real Retrato, repitiendo varias vezes Viva el Rey Nuestro Señor54 D. Carlos Tercero, y se pone una guardia con las vanderas, y dos centinelas efectivas delante del Real Retrato. A la tarde se cantan visperas con mucha solemnidad, esmerándose en esto no poco los Relijiosos Curas; y despues buelven a las escaramuzas55, entre tanto disponen algunos bayles, o danzas de muchachos56: que maravilla el orden y compas que guardan, aunque sean de tan corta hedad que no lleguen a ocho años. Los bayles que usan son antiguos, o extrangeros. Yo no he visto en España danzas semejantes, ni en las diversiones publicas de algunos pueblos, ni en los que se usan57 en el dia, y octava de Corpus. Aora modernamente van introduciendo algunas contradanzas ynglesas, danzas valencianas, y otros bayles que usan los españoles. A estos muchachos danzantes los adornan con vestidos a proposito, con coronas, y guirnaldas que hacen vistosas las danzas: que algunas se componen de veinte   —114→   y quatro danzantes58, que forman varios enlazes, y aun letras que componen el nombre que quieren59.

136.60 Entre danza, y danza hacen juegos o entremeses, que en su ydioma llaman Menguas, compuestos de su inbencion algunos de ellos61, que parecen de bastante artificio y gracia a los principios, pero no saven62 concluirlos con propiedad: los mas los acavan a golpes, y azotes; lo que celebran con mucha risa los circunstantes.

137. Al ponerse el sol se reserva el Real Retrato con las ceremonias, y víctores con que se descubre, y a la noche se ponen luminarias, y se arman fogones en la plaza, y se repiten los bayles como a la tarde. Al dia siguiente, al salir el sol, se buelve a descubrir el Real Retrato en la forma dicha, el que permanece descubierto todo el dia. A la ora acostumbrada, y de todos los repiques de campanas63, se junta toda la gente en la iglesia, en la que se canta la Misa y Te Deum64 con mucha solemnidad, y despues se prosiguen en la plaza las carreras de caballos en contorno; en las que, divididos en quatro quadrillas, los yndios hacen muchas evoluciones, o figuras a la usanza antigua, todo a toque de muchas caxas y clarines, o con grande algazara65, y ruido de cascabeles grandes, de que llevan cubiertos los petrales66, y cavezadas de los caballos; lo que tienen por adorno y grandeza.

(Se continuará.)





 
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