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    • En el cual se declara el grave sentimiento que el príncipe de las tinieblas hace, sabido que Cortés se embarca para el descubrimiento y conquista de la Nueva España, y cómo parte a la casa de Neptuno, procurando impedir la navegación con su ruina y muerte.
    • Engolfada la flota entre Cuba y Yucatán, se levanta una asperísima tormenta que la desbarata y arroja a varias partes, en la cual milagrosamente es socorrida por el Angel S. Miguel. Toman tierra los españoles en la isla de Acuzamil [Cozumel], cuyos ánimos exhorta Cortés para la intentada conquista.
    • Desamparan los isleños de Acuzamil [Cozumel] lo poblado, temerosos de la nueva gente y armada, a los cuales apacigua Cortés y hace volver a sus casas. Derriba los ídolos, poniendo en su lugar el árbol de nuestra Redención. Viénese a los españoles Jerónimo de Aguilar y cuenta a Tapia y sus compañeros su largo y trabajoso cautiverio.
    • Prosigue Aguilar su agradable historia, donde declara el asiento de la ciudad de Méjico y costumbres del nuevo mundo [y] el poder y grandeza del rey Moctezuma. Pide a los españoles le digan las caucas de su venida y con qué fines, a lo cual Tapia satisface. Parte la armada de aquella isla, tomando la derrota de Catoche, primera punta de Yucatán.
    • Halla Cortés el navío que había perdido en la borrasca pasada. Prosigue Neptuno en impedirle el paso para la Nueva España. Pónele el Ángel con su armada en salvo, a la boca del río Tabasco, dándole tierra firme, en la cual se le ofrece en hábito de mancebo cazador, y le informa de la tierra y gente. Cuéntale asimismo la sangrienta batalla y retirada del capitán Francisco Fernández de Córdoba. Ofrécesele el príncipe de las tinieblas al cacique Tabasco en sueños, instruyéndole en lo que debe hacer para ruina de los españoles.
    • Previenese el cacique Tabasco con su gente para defender la entrada a los españoles; en la ciudad de Potonchan [Champotón], la cual fortifica no poco ufano y alentado de un infernal y monstruoso prodigio. Traza Cortés de darle el asalto después de muchas demandas y respuestas con los naturales.
    • Asalta Cortés por agua la ciudad de Potonchan [Champotón], donde halla animosa resistencia y se señala el valeroso Tlaxco. Sale el cacique Tabasco de ella a defender la entrada a los españoles por el muro rompido, del cual y de la ciudad son rebatidos por el Cacique algunos de ellos que la habían entrado, sobre que se traba una dudosa y sangrienta refriega.
    • Entran los españoles la ciudad de Potonchan [Champotón] con daño y muerte de muchos indios. Retírase con su gente el cacique Tabasco malherido, habiendo peleado con gran esfuerzo y coraje valerosamente.
    • Salen seis españoles de la ciudad de Polonchan [Champotón], por orden de Cortés, a buscar mantenimientos la tierra adentro y, habiéndose dividido, se le ofrecen en un bosque a Clandina, Aguilar y Matienzo, a la cual libran de la fuerza de Hirtano. Cuéntales la india el molesto proceder del bárbaro, con el lastimoso fin de Tacaybí, su competidor.
    • Rehusa el Cacique la paz con los españoles, con ejemplar castigo de los que se la propusieron. Junta en Cintla nuevas gentes para proseguir la guerra. Salen tres compañías de la ciudad a reconocer la tierra y a buscar mantenimientos, a las cuales los indios pusieron en grande aprieto y, desbaratándolas con gran daño, las retiran y encierran en la ciudad.
    • Estando Cortés cuidadoso por la comenzada conquista, se rinde al sueño, en el cual se le ofrece el río Tabasco y, aliviándole los cuidados, le instruye en lo que debe hacer para su conservación y prósperos sucesos. Sale de la ciudad con ánimo de dar la batalla al Cacique, el cual se le ofrece en el camino, donde se traba una profiada y sangrienta batalla que puso a los españoles en grande aprieto.
    • La sangrienta batalla de Cintla, con el milagroso socorro que los españoles en ella tuvieron y última retirada de los indios. Las paces y venida del cacique Tabasco a la ciudad, donde da la obediencia a Cortés por la majestad del emperador Carlos Quinto.
    • Levanta Cortés, con admirable industria, los caciques y señores opresos de Moctezuma en contra suya; prométele la liga cien mil hombres de guerra para salir de la tiranía en que estaban. Tienen entre Moctezuma y él diferencia sobre el dejarle ir a Méjico. Funda el puerto de San Juan de Ulúa y Villa Rica de la Veracruz, donde se le amotinan algunos españoles, a los cuales ejemplar y rigurosamente castiga.
    • Yendo Aguilar en seguimiento de un indio, le coge la noche en un espeso monte, por el cual discurriendo entra en una cueva de unos salteadores donde, con mucho riesgo de su vida, libra por la espada a Clandina de sus manos, a la cual tenían para sacrificar, habiendo valerosamente peleado y muerto muchos de ellos.
    • Hace barrenar y echar a fondo Cortés los navíos en que había pasado a la Nueva España, conocida la remisión de algunos españoles en proseguir la conquista, porque no se le volviesen a España sin acabarla. Envía Plutón a Megera al campo español, la cual levanta los ánimos de muchos soldados contra Cortés por medio del insolente Celidón. Apacígualos el capitán con riguroso castigo de su cauteloso inventor.
    • Prosigue Cortés su camino para Méjico, y la Furia infernal en sus trazas para impedirle el efecto de él; la cual, en forma de indio, en sangriento espectáculo se ofrece al general de los tlaxcallanos, cuyos ánimos indigna contra los españoles: de adonde resulta el primer reencuentro que Cortés tuvo con ellos, y el loable y valeroso proceder de los quince mancebos tlaxcaltecas y primera retirada de los indios, con la venida de Maxixca en busca de Cortés a darle la batalla.
    • Ponen Maxixca y Taxguaya a los españoles en grande aprieto, del cual, habiéndose ofrecido el Ángel a Cortés en hábito de indio amigo, los saca victoriosos, con lamentable y sangrienta retirada de los tlaxcallanos. Sale Xicoténcatl, su general, de la ciudad con ciento y cincuenta mil indios y, habiendo exhortado [a] su gente, presenta la desigual batalla a Cortés.
    • Prosigue la bella Taxguaya en sus amorosos intentos con Sandoval. Trábase la sangrienta y porfiada batalla entre los españoles y los tlaxcaltecas, en la cual la valerosa doncella, habiendo hecho duro estrago, muere a manos de Alvarado, después de haber por la de Sandoval recibido agua de bautismo.
    • El fin que la sangrienta batalla con los tlaxcaltecas tuvo y el requerimiento que los españoles hicieron a Cortés para que dejase tan áspera guerra. La última retirada de los indios y el efecto de las paces, por Cortés con instancia procuradas, juntamente con la venida de Xicoténcatl, en capitán general, al real de los españoles.
    • Previniese el rey Moctezuma y los de Chololla [Cholula], para impedir el camino a Cortés con su muerte. Sábese la traición por industria de Gualca, dama del capitán Alvarado. Pone fuego y saquea Cortés la ciudad con muerte de seis mil indios. Parte para Méjico, donde es recibido con grande aplauso del rey Moctezuma y de su corte.
    • Pone en prisión Cortés al rey Moctezuma; derriba los ídolos del templo, arbolando en su lugar la Cruz y efigie de Nuestra Señora. Hace Plutón y sus infernales ministros un concilio en el volcán de Chololla [Cholula]. Parte el ídolo Tezcatlipuca a la casa de la Envidia, la cual va a la isla de Cuba y, habiendo hecho su ponzoñoso efecto, envía Diego Velázquez, con armada contra Cortés, a Pánfilo de Narváez. Quema Cortés al cacique Qualpopoca en México. Mándale Moctezuma salir de la ciudad, persuadido de la infernal Megera.
    • Surge la armada de Pánfilo de Narváez junto a la Veracruz. Sale Cortés de Méjico en su busca y, asaltándole en un lugar fuerte, le prende y, dejándole en la Veracruz, da la vuelta a Méjico. Cuéntanse también las siniestras señales de la perdición del nuevo mundo, los sacrificios de hombres y derramamiento de sangre humana que los indios hicieron para aplacar sus ídolos, de donde salió el rebelión de la gran ciudad y prevenciones de él, instigados de nuestro antiguo adversario.
    • Pretenden los mejicanos quitar del altar, con armada mano, la imagen de Nuestra Señora que Cortés había puesto, de adonde resulta un comprobado milagro. Combaten los indios la estancia de los españoles. Da Cortés vista a Méjico, donde entra con gran recelo. Hace un general razonamiento Cuetlabac a los indios ofreciéndose por su caudillo y, señalándose valerosamente, embiste a la casa fuerte de los españoles con estrecho cerco y dura batería.
    • La muerte del rey Moctezuma y ceremoniáticas obsequias que los mejicanos le hicieron. El razonamiento del viejo Guacano. El nombramiento y coronación del nuevo rey Cuetlabac. Los recios combates que los indios dieron al fuerte de los españoles. La resolución de Cortos de desamparar la ciudad de Méjico. La sangrienta y lamentable retirada que de ella hizo.
    • El milagroso y victorioso suceso que los españoles tuvieron en lo más estrecho de su lamentable retirada en los campos de Otumpam [Otumba] por el alto valor de Cortés. La sangrienta huida de los mejicanos y amigable acogida que a los españoles hicieron en Tlaxcallán [Tlaxcala]. El razonamiento que hizo Cortés a sus españoles, animándolos, y el que hizo el rey de Méjico a sus ahuyentados escuadrones.