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Protasio González Solís recoge en su miscelánea Memorias asturianas (Madrid, 1890, págs. 571-572) este poema de Suárez Bravo y lo fecha el 6 de febrero de 1863. El poema es sobradamente conocido pues se reprodujo en numerosas ocasiones.

 

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Manuel Fernández Avello da somera noticia de algunas poesías que tienen como asunto la torre de la catedral ovetense en su Reportaje a la Catedral de Oviedo y su torre («Boletín del Instituto de Estudios Asturianos», n.º 31, agosto 1957, págs. 189-221).

 

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Jove.

 

14

José Simón Díaz ha publicado como vol. IV de la «Colección de Índices de Publicaciones Periódicas» el de esta revista, que vivió de 1836 a 1857. (Madrid, C.S. de I.C., 1946).

 

15

Págs. 7-8, 15-16, 23-24, 32 y 47 del tomo correspondiente a 1852.

 

16

Pág. 352 del tomo correspondiente a 1848.

 

17

Pág. 54 de su libro Estampas del siglo XIX. Episodios históricos (Madrid, Edit. Nacional, 1947).

 

18

Natalio Rivas, ob. cit., pág. 62.

 

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Fueron redactores de «El Padre Cobos» los siguientes escritores y periodistas, a más de Suárez Bravo: Esteban Garrido, Eduardo González Pedroso, Adelardo López de Ayala, Francisco Navarro Villoslada, José Selgas, Emilio Arrieta y Cándido Nocedal. Al aserto de Natalio Rivas de que nunca trascendió al público, y, por tanto, tampoco al Gobierno, quiénes eran sus hacedores, extremo que llegó a saberse sólo después de concluida la publicación, se opone Manuel Espadas Burgos (que prepara «un extenso estudio sobre la famosa revista») cuando dice: «...considerando como escrito [«El Padre Cobos»] por un grupo que se escabullía totalmente a las pesquisas del gobierno. En efecto, no daban la cara abiertamente, pero es del todo incierto que sus nombres permaneciesen en el más riguroso incógnito. A crear este equívoco ha contribuido el mismo periódico desde sus páginas y más tarde alguno de sus redactores como Suárez Bravo... Se puede afirmar que todo lo que se ha escrito partiendo de esta creencia, carece de exactitud y es incompleto, porque el Gobierno conoció perfectamente la identidad de los redactores del periódico y no sólo se valió de medidas policíacas o judiciales, sino que también luchó con las mismas armas, es decir, publicando cuando menos dos periódicos análogos y de signo contrario: Pero Grullo y Fray Tinieblas», (vid. su nota El misterio de «El Padre Cobos», págs. 208-212, t. VII: I-IV de 1955, de «Revista de Literatura», Madrid, C.S. de I.C.).

A propósito de «El Padre Cobos» consúltense también: un artículo del propio Suárez Bravo, Selgas y «El Padre Cobos» (inserto en «Revista Hispano-Americana», año II, tomo VI); la tesis doctoral de Eusebio Aranda Muñoz, Selgas y su obra (en «Anales de la Universidad de Murcia», vol. XII, curso 1953-1954) y la nota que firma en el t. VII: I-IV de 1955, de «Revista de Literatura», Pedro Cerezo Galán, nota titulada Selgas, visto por sus enemigos políticos.

 

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Jove.