Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

81

Cfr. Ibid.

 

82

F. Lázaro Carreter, «Literatura y folklore: los refranes», en Estudios de lingüística, op. cit., pág. 208-9.

 

83

Coseriu propone el nombre de textemas para estas unidades del discurso repetido, pero observa que su estudio escaparía del ámbito de la lexicología. La misma opinión manifiesta B. Pottier con respecto a estos elementos, que él llama lexías textuales (Cfr. B. Pottier, Gramática del español, Madrid, Alcalá, 1971, pág. 26).

 

84

J. Casares., Introducción a la lexicografía moderna, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1969, Revista de Filología Española, Anejo LIII, págs. 198-199.

 

85

Coseriu, op. cit., pág. 117.

 

86

J. Casares, op. cit. especialmente las páginas comprendidas entre la 167 y la 242.

 

87

A. Bonilla, «Prólogo», en Luis Vélez de Guevara, El Diablo Cojuelo, Madrid, Bibliófilos Madrileños, 1910, Pág. XXX.

 

88

M. Muñoz Cortés, «Aspectos estilísticos de Vélez de Guevara en El Diablo Cojuelo», R.F.E., XXVII, (1943), pág. 67.

 

89

Covarrubias, s.v. familiar -además del significado principal del vocablo:'el allegado a casa'- distingue nítidamente ambas acepciones: «familiares, los Ministros del Santo Oficio de la Inquisición, que no son oficiales della, pero llamándolos acuden a las cosas que se les mandan y encomiendan. También llaman familiares a los demonios que tienen trato con alguna persona...» (Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, Turner, 1979).

 

90

Luis Vélez de Guevara, El Diablo Cojuelo, ed. de F. Rodríguez Marín, Madrid, España-Calpe, 1918, (Clásicos Castellanos, 38) pág. 19. Todas las citas que, de ahora en adelante, aparezcan en nuestro trabajo, pertenecen a esta misma edición; por lo que, a partir de aquí, me limito a consignar la página tras cada cita textual del Cojuelo.