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Enrique J. Banchs


Mossen Diego de Valera, cauallero prudente e ardido, que con grand auctoridat de reiptos e desafios escriuio, alumbrado de claro entendimiento fue.

En cibdat de Cuenca fue nascido. Non ouo nin solar de linnaxe nin noblerias de açeitunies, mas ante en grand pobredat beuio sus primos annos, ca non auia por toda fazienda que vn arnese e vn cauallo coxo.

Mas como Don Sem Tob, dixo (engenio dino de laudar es este. Anchos e luengos de generosa dotrina son sus Proverbios),


Non vale el açor menos
por nascer en vil nio.



Mucha letura fizo de tractados e descurrimientos de claros varones que compussieron para ensiemplo de la inara gente. Tal Maestro Aristote, Ibn Jofail e Raymundo de Lullio, que aquestos e muchos mas que non fablo, diuino sesso ouieron.

Conoscio de gaya sciencia o poetrya (que desta guisa de muchos es llamada), magüer nunqua fizo rimado, ca Mossen Diego non era ome de mensurar su deçir por longura de pies e musicales muedos. Mas sauia por coraçon de layes, dezires, deytados e serventesios en romance de Castilla, que es fabla donosa e gentil e sonorosa e rica, e allende desto plaçiente de parlar.

E otrosí era assaz sauidor de distinctas metrificaciones tanto   —92→   en lemosyn, tal aquellas de Maestre Alan Charrotier que fizo la Bella Dama Sanmersi, e Maestre Johan Lorris que el Roman de la Rosa de comun e general alabança compuso por virtuosa manera. E tanto, tal los rimados de Mossen Jordi de Sanct Jordi, en lengua de la catalana comarca de la cual sus fijos son en toda industria sapientes, mas en grand suerte en aquella arte que de pesca se llama, ca toda animalia de agua de dulçor e salobressa fenesce en las sus trainas de encantamiento, molas luminantes, pulpos orrificos de mirar, delfinos de tersa gentilessa e pesce-organos de soave son.

En romance de ytalia aprendio estrannas alegorias por Alighier de Florencia que en terçio rimo subio, Deo gratias, a exelsitudes de luçiente blancor e descendio en terçio rimo a los circulos de damnada escuressa.

Fizo mucho viaje Mossen Diego de Valera. Viaje felice e assaz luengo corrio en cortes e reynos de nos alongados, por fazer armas con estrannas lanças de pres e nonbre en la Christiandat e otrosi por aprender dotrinal de cortesía e soltura de trato, ca es juyzio de gente sauidora que tal que mucho viaja mucho se limpia e se depura de los natiuos embastecimientos.

Desta guisa anbulo fasta Bohemia, en la cual corte fue con grand onrra resceuido, e mas luego se partio para Lubeck con cartas rumendatorias manadas de su rey e sennor.

Deste Mossen Diego quiero deçir la auentura e quando e como le avino. E lo vos dire en verdat verdadera, limpia e christiana, cual la que en libros de Sanct Agostino es, ea si los escriuidores engannosa e falace cosa dixeren ¿ond yran estrauiados e lacerosos por fallar conhortacion?

Seyendo de camino por comarca estranna que es al Mediodia de la Françia, avino, por se reposar, a vn cruçero de escura selva ladera.

E como quier que Mossen Diego non truxere companna nin ome de su allegança ante parescia mercante de pannos que non cauallero.

E en el comedio que reposaua luengamente en sombra, ca era mucho postrado, allego del la Fado Esterello, fada aquesta de grand fermosura e encantamiento que desama los trigales e toda tierra fecunda e florescida.

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Por fabula venida de Prouença que a modo de anciano vino corre en todo ayuntamiento de gente serrana, sauemos nos, los beuientes de Espanna, cuan nucidora e catiua aquesta fada es a todo mancebo que namora. Ome nunqua vio que follia de amor manada de bruxa truxesse salut e plazer del amador.

E seyendo Mossen Diego dormido, en anima la deuiso venir e crussar las lusseras que texian en el coraçon de la selva enzinas e milgranos.

Auia la dama de encantamiento manto de muy grand valer, fecho de spuma de flumen e lus matutina. El pie pequenno e brioso, orro e quito de borreguies, follaba a la locuela los florescidos ramos de retama que broslaban el camino de randas de oro. Buen golpe de orioles e filomenas la requestaua, engannados de su cauelladura, que auiendo el cauello de aurea color clara, bien fazia infinta de primeriza mies.

En los ojos auia lumen de stella e rosa de lumen era el sonrrisso. Abrazaua su cuello collar de deesa, fecho en tierras de moros por arte de cauala, con fuego del dragon bermeio que fizo matar Merlin.

E seyendo, como vos ya lo dixe, Mossen Diego dormido e la fada despierta, desta guisa fablaron:

-O, del cauallero, bienvenido seays a mi reyno e falledes en el parayso.

-Apresa de ensuenno es mi carne mas la mi anima viua vos mira luengamente e troua tanto sauor, Sulamita de toda fermosura enriquecida, que non trocara su goso de agora por la eternal salut ermanada a los omes alados que en el Olympo asentaron como Dioses.

-Catad, dormiente, que dezis blasfemia, e como perro xudio renegado aueys del reyno de Dios.

E aquesto dezia la fada por mejor le auer, ca ella non solia fablar limpia e derechamente del Sennor Dios ques sobre toda cosa creada e non creada.

E agora disse el cauallero:

-Reyna e sennora mia, mas vos miro e tanto mas vos goso. Por creer so, que Iguerna, la simpar de Bretanna, es venida a mi Magüer sean turbadas las mares, e mouida la tierra e descendidos ayuso todos los guerreadores de las diuinas armadas,   —94→   con sus açeros pluviantes de lumbre e mortandat, non ternia pauor tanta, quanta agora me prende el sesso de vos perder. Por vos fazer mia en todo trançe de vida e por todo juego de lecho, reyna e serrana dina de todo omenage, contra Dios e contra derecho yre. E seredes mas onrrada e mas llena de donas que la Virgen Maria.

E disse la fada agora:

-Non so reyna nin serrana, e sauer aueys que la Fado Esterello en aquesta comarca so llamada. Non es creada virtut saluadora del cuytado que de mi se namora. Por mi paresce mas ayna que lugaro so ferida de bordon de vaquero e tan esquina e cruel me guardo, que mi amador furta mi boca e non la muerte. En sannudo bosque de abysmos sembrado e de fieras poblado, es mi palacio. Trauaxos e vixilias e padesceres de toda suerte de sofrir se an por se allegar del. Mas aquel que entrar podiere, por obra de varon ardido, aura sauor de mieles de nul ome gustadas, e soruera de leches nunqua soruidas e aura por se reposar lecho de velludos e cabeçera de lirios, e sobre toda cosa terna infinible goso de mi carne e mi fabla que faze infinta de troçar corales e rubines en bandexa de plata. Si a mi vos allegades, aprender vos quiero la significança de grand copia de conxuros que tornan las rochas en fontanas e tornan en palomas las fieras animalias al egual modo de aquel bruxo que Orfeo es llamado.

E como quier que la fada tornasse a commençar de fablar, desperto el cauallero. E ouo de fuir la catina, reqüestada de un enxambre de ruysennores.

Otrosi quiero decir, ca la fabula non es finida, que el cauallero ouo aquesta vegada sesso de philosopho e non corrio nin de cuerpon nin de anima empos de engannosa tentacion de bruxa.

E porque no fizo pecado, magüer dixo blasfemia, Mossen Diego de Valera avra eternal parayso.

E avino aquesta auentura que en escriptura dexo, el anno de mil e quatro cientos mas quatro vezes veynte e vno despues, seyendo la luna en quarto menguante, por voluntat venida de Dios, gouernador de los omes e de los astros que le fazen coronna.