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61

252-14.

«Se denominaban así las espadas que tenían la figura de un perro grabado en la hoja, marca de Julián del Rey, armero moro que floreció en el siglo XV y se hizo cristiano, apadrinado por el Rey Católico.»


(Barón de la Vega de Hoz: Glosario de voces de armería;
Madrid, 1912; pág. 393.)
               


(N. del E.)

 

62

M.: «señor». (N. del E.)

 

63

254-3. Véase mogate en el Diccionario de la Real Academia Española. (N. del E.)

 

64

M.: «dezirla». (N. del E.)

 

65

M.: «aprouechan». (N. del E.)

 

66

M.: «alguno de». (N. del E.)

 

67

256-26. Así, por «gurapas» o galeras. (N. del E.)

 

68

M.: «soledad». (N. del E.)

 

69

M.: «villan». (N. del E.)

 

70

260-8. Véase la nota 143-18 del tomo III de Comedias y entremeses. Menciónanse aquí, además, el colmillo, el astillazo y el humillo. Supone el Sr. Rodríguez Marín (D. F.) que el humillo era semejante al hollín; que el astillazo era «meter solapadamente una carta entre las demás para quitar las suertes que derechamente venían a su contrario»; y que el colmillo consistía en señalar los naipes para distinguirlos al tacto, pulimentándolos con un colmillo de cerdo; pero no cita autoridades que comprueben tales explicaciones.

En cuanto a tercio de chança, nótese que en las jácaras se llama maestros de las chanzas a los estafadores. Según el Sr. Salillas (D. Rafael), tercio de chanza «supone un modo de robar equivalente al timo en que uno de los personajes hace el oficio de tercero». (Poesía rufianesca, en la Revue Hispanique,
tomo XIII, página 38;
New York-París, 1905.) (N. del E.)