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Acto segundo



     Un salón en el alcázar de Toledo. A la derecha del actor, en primer término, una puerta que da a las habitaciones donde está el príncipe guardado por Diego López. Otra a la izquierda, en frente, que conduce a las que ocupa la reina. Otra grande en el foro, cerrada; y a cada lado de ella un arco con el arranque de una galería que se pierde en ambos costados: la de la derecha da a lo exterior; la de la izquierda a lo interior del alcázar. Hay una mesa con recado de escribir y un sillón.
Escena I
EL CONDESTABLE.
       No hay ya que vacilar. Los grandes todos
     impacientes se agitan.
Quiero evitar que por violentos modos
el ciego desacato que meditan 1040
lleguen a consumar. Desde el instante
que sordo a nuestros votos el infante
se partió con la hueste, han transcurrido
días y días, sin haber sabido
     cuál es por fin su intento. 1045
De la muerte del rey cunde la nueva,
y asoma ya en el pueblo el descontento,
porque al trono real nadie se eleva.
     Cien veces he intentado
a la reina llegar, determinado 1050
a declararla lo que el reino pide.
Mas sin hablarme siempre me despide;
y encerrada en su estancia sin consuelo,
a nadie admite hasta cumplir el duelo.
Hoy se cumple por fin, y hoy mismo quiero 1055
que su destino escuche de mi boca.
     Yo alcé la voz primero,
     y consumar me toca
a mí también la comenzada empresa.
     �Si acaso su promesa 1060
Diego López cumplió, que en esa estancia
al príncipe don Juan guarda a su lado,
y a la reina tal vez habrá anunciado
     el voto de Castilla!
Usurpando el de Urgel la regia silla 1065
del reino de Aragón, perdió el infante
     de reinar la esperanza.
Yo observé que, al oírlo, en su semblante
asomó la ambición y la venganza.
�Ah! Si en aquel momento no viniera 1070
     a amedrentar su mente
la aterradora voz de fray Vicente,
nuestro tesón al fin triunfado hubiera.
     Y triunfará, lo fío.
Parta la reina con sus hijos luego, 1075
y al contemplar que el trono está vacío,
cederá don Fernando a nuestro ruego.
 
Escena II
EL CONDESTABLE, UN PAJE, que sale del cuarto de la reina.
EL CONDESTABLE �Qué respondió la reina a mi demanda?
EL PAJE      Responderos me manda
que ni a vos ni a ninguno escuchar quiere, 1080
en tanto que a sus brazos no volviere
el hijo tierno cuya ausencia llora.
EL CONDESTABLE      (No le ha visto hasta ahora:
bien cumplió Diego López lo ofrecido.)
Volved, paje, y decid que yo le pido 1085
     un momento de audiencia.
EL PAJE Perdonadme que os falte a la obediencia.
     Su alteza me ha mandado
que de vos no le pase otro recado.
(Se va.)
 
Escena III
EL CONDESTABLE.
     Airada está conmigo 1090
porque del hijo la privé, y en vano
es insistir: hablarla no consigo.
Veré si los obstáculos allano
     haciendo que una audiencia
Diego López le pida con urgencia; 1095
que al ayo de su hijo es evidente
que a hablar no se resista; y él, que es diestro,
la llevará un mensage en nombre nuestro
y hará que ceda y que de aquí se ausente.
(Dirígese a la puerta de la derecha, y se detiene viendo venir al escudero por la galería del mismo lado.)
 
Escena IV
EL CONDESTABLE, EL ESCUDERO.
EL CONDESTABLE �Qué me queréis?
EL ESCUDERO                               Calada la visera, 1100
y por vos con empeño preguntando,
en la cercana galería espera
un caballero.
EL CONDESTABLE                       �Acaso don Fernando
de su campo le envía?
EL ESCUDERO                                      Solamente
     que os hiciera presente, 1105
me ha dicho con instancia, que venía
del reino de Aragón, y que tenía
     que hablaros al instante.
EL CONDESTABLE �Del reino de Aragón? Pase adelante.
 
Escena V
EL CONDESTABLE.
�De Aragón y encubierto un caballero! 1110
�Qué podrá ser? Hablémosle primero.
 
Escena VI
EL CONDESTABLE, EL CONDE DE URGEL, que viene armado y calada la visera.
(El escudero lo introduce y se retira.)
URGEL �Sois el condestable vos?
EL CONDESTABLE �Y vos?
URGEL                Lo sabréis después.
Decidme primero: �es cierto
que elevar os proponéis 1115
al infante don Fernando
al castellano dosel?
EL CONDESTABLE Nadie en Toledo lo ignora.
URGEL Pues con el propio interés
cerca de vuestra persona 1120
me envía el conde de Urgel
con un secreto mensaje.
EL CONDESTABLE �El rey de Aragón?
URGEL                                  �El rey
de Aragón!... Llegará a serlo
con tal que vos le ayudéis. 1125
EL CONDESTABLE �Qué decís? �Estáis en vos?
Todos sabemos que fue
proclamado en Barcelona.
URGEL Es cierto; y también lo es
que perdió el trono aquel día, 1130
y se alzaron contra él
los parciales de ese infante
que por monarca queréis.
EL CONDESTABLE �Santo Dios! �Será posible!
Mas �qué es esto? Vos tal vez 1135
venís con dañado intento
falsas nuevas a extender
que nuestro designio estorben.
�Quién os envía? �Por qué
seguís encubriendo el rostro? 1140
�Vive Dios!, que hasta saber
quién sois, haré que en la torre...
URGEL �Basta! �Vive Dios también,
que impacientándome vais!
�No fuisteis vos, responded, 1145
con un secreto mensaje
de vuestro difunto rey
a Barcelona?
EL CONDESTABLE                       Sí fui.
URGEL �No visteis más de una vez
en aquella corte al conde? 1150
EL CONDESTABLE Le vi.
URGEL            �Presentes tenéis
sus facciones?
EL CONDESTABLE                          Sí, las tengo.
URGEL (Se alza la visera.)
Miradme.
EL CONDESTABLE                   �El conde de Urgel!
URGEL El mismo.
EL CONDESTABLE                   �Cielos! �Pues cómo?
�Vos en Toledo?
URGEL                               Después 1155
que en la confusión primera
ganar el trono logré,
el parlamento se junta
y alzando la voz en él
mis enemigos, consiguen 1160
a sus parciales mover;
y recurriendo a las armas
y lanzándose en tropel
contra los míos, el campo
les tengo al fin que ceder. 1165
Firme en mis designios, corro
a Zaragoza, que fiel
mis derechos proclamaba.
Mas, �oh rabia!, allí también
la desgracia me persigue. 1170
Un hombre cuyo poder
hace que pueblos enteros
caigan temblando a sus pies,
de repente en la ciudad
tremendo se deja ver, 1175
y lanzando contra mí
cien anatemas y cien,
arrastra a la muchedumbre
que le sigue por doquier,
y en mi presencia se pone 1180
con impávida altivez.
EL CONDESTABLE �Le conozco! Era sin duda...
URGEL �Sí! �Fray Vicente Ferrer!
En vano, en vano al acero
llevar la mano intenté... 1185
Fuerza superior le asiste:
que sin poderme valer
imprecaciones terribles
de su labio toleré.
-�No reinarás -exclamó:- 1190
porque el trono aragonés
guarda Dios a don Fernando,
príncipe insigne, que en vez
de recibir la corona
con que orlar quieren su sien 1195
el condestable y los grandes
de Castilla, por no ser
traidor a su noble estirpe,
la rechaza con desdén.�
Su voz alienta a los nobles, 1200
hace al pueblo enmudecer,
y por último, me arroja
de Zaragoza también.
A la Almunia me retiro,
donde a juntar comencé 1205
gran número de parciales;
cuando me hicieron saber
que los tres reinos de acuerdo
quieren que el trono se dé
al que más derechos tenga 1210
de los que aspiran a él.
Esta sentencia han de darla
nueve jueces, siendo tres
por cada reino elegidos;
y para que a salvo estén 1215
de que nadie sus conciencias
pueda en su favor torcer,
la fortaleza de Caspe
los custodia, y allí es
donde al reino de Aragón 1220
en breve darán un rey.
EL CONDESTABLE �Y quiénes los jueces son?
URGEL Entre ellos cuento tener
de mi parte al arzobispo
de Tarragona, a Guillén 1225
de Valseca, y otros varios...
EL CONDESTABLE �Si al arzobispo tenéis
en vuestro favor!...
URGEL                                  �Qué importa!
Valencia ha nombrado juez
a mi mayor enemigo, 1230
al más poderoso...
EL CONDESTABLE                                �A quién?
URGEL Al que protege al infante,
y sentenciará por él,
y arrastrará a los demás...
�A fray Vicente otra vez! 1235
EL CONDESTABLE �A fray Vicente? -No hay duda...
�Le perdemos!
URGEL                          Viendo, pues,
que nada ya por la fuerza
puedo en Aragón hacer,
a Toledo me dirijo; 1240
porque vosotros podéis
primero que los de Caspe
esta cuestión resolver.
EL CONDESTABLE �Cómo?
URGEL                A vosotros y a mí
nos liga el mismo interés. 1245
Vosotros para Castilla
a don Fernando queréis:
en la herencia de aquel trono
mi competidor es él:
coronadle, antes que el fallo 1250
los jueces de Caspe den.
Y ya sin rival, es mío
el imperio aragonés.
EL CONDESTABLE A la reina voy a hablar:
no hay tiempo ya que perder. 1255
URGEL �Qué intentáis?
EL CONDESTABLE                           Que con su hijo
parta a Inglaterra...
URGEL                                 Tened.
Esa medida no os salva.
EL CONDESTABLE �Por qué?
URGEL                   Porque si a ceder
el infante se negase, 1260
volver los hará otra vez.
Para obligarle, es forzoso
que el niño don Juan esté
fuera de su alcance.
EL CONDESTABLE                                  �Dónde?
URGEL Condestable, en mi poder. 1265
EL CONDESTABLE �En el vuestro?
URGEL                            Sí: en el mío.
�Qué, dudáis?
EL CONDESTABLE                          �Conde de Urgel!...
Yo os conozco; y ese niño
es hijo al fin de mi rey.
URGEL �Sospecháis?...
EL CONDESTABLE                            Y con razón. 1270
URGEL �Vive Dios! �Osado!...
EL CONDESTABLE                                       Ved
que estáis, conde, en el alcázar
de Toledo, y que os perdéis.
Templaos, y decid. �Qué prenda
nos dais de que el niño esté, 1275
no solamente al abrigo
de un atentado cruel,
sino honrado, cual merece
su alta cuna?
URGEL                        Mi interés.
EL CONDESTABLE No la rechazo: explicaos. 1280
URGEL Ya que no basta la fe
de mi palabra y la sangre
real que anima mi ser...
EL CONDESTABLE De vuestro interés habladme.
URGEL �Pues claramente no veis 1285
que conservando en rehenes,
al niño don Juan, podré
contener de don Fernando
la ambición, si alguna vez
sus derechos a mi trono 1290
intentara sostener?
EL CONDESTABLE Cierto. -Me basta la prenda.
�Hola!
 
Escena VII
DICHOS, EL ESCUDERO.
EL ESCUDERO             Señor.
EL CONDESTABLE                          Disponed
de orden mía, que en Toledo
a nadie entrada se dé 1295
si es que viene de Aragón.
Andad.
 
Escena VIII
EL CONDESTABLE, EL CONDE.
EL CONDESTABLE               Conviene tener
oculta vuestra llegada
y las nuevas que traéis,
porque a oídos del infante 1300
no lleguen hasta después.
�Nadie aquí os conoce?
URGEL                                          Nadie
conoce al conde de Urgel
sino vos.
EL CONDESTABLE                 Pues aguardad.
(Dirígese a la puerta de la derecha.)
�Ha del alcázar!
EL PAJE, dentro.                            �Quién es? 1305
EL CONDESTABLE El condestable.
(Ábrese la puerta y aparece el paje.)
                            Decid
a Diego López, doncel,
que para asunto que importa
aquí le aguardo.
(Retírase el paje, cerrando.)
                              �Traéis
(Al conde.)
gentes de armas de Aragón? 1310
URGEL Corto escuadrón, pero fiel,
me acompaña, que emboscado
cerca del muro dejé.
EL CONDESTABLE Pues cuando a partir vayáis,
haré que aviso le den 1315
de que al alcázar se acerque,
y esa escolta llevaréis.
 
Escena IX
DON DIEGO, EL CONDESTABLE, EL CONDE.
(Ábrese la puerta de la derecha, y sale por ella don Diego.)
EL CONDESTABLE Don Diego, oíd. -Aunque nada
hemos hablado hasta ahora,
desde que está a vuestro cargo 1320
del príncipe la custodia,
no imaginéis que los grandes
aquel proyecto abandonan.
DIEGO �De qué proyecto me habláis?
EL CONDESTABLE Muy flaco sois de memoria. 1325
�No os acordáis de aquel día
que partisteis a Segovia?...
DIEGO Sí me acuerdo.
EL CONDESTABLE                            �Y a qué fuisteis?
DIEGO A custodiar la persona
de mi rey, y hasta Toledo 1330
conducirle y darle escolta.
EL CONDESTABLE                                             �Y a mí
me lo decís?
DIEGO                        Y es notoria
en Castilla la lealtad
de que mi pecho blasona.
EL CONDESTABLE �Viven los cielos! �Don Diego!... 1335
DIEGO, yéndose. Si no mandáis otra cosa...
EL CONDESTABLE �Oíd, esperad!... �Qué es esto?...
Mas ya lo comprendo. Os sobra
razón. Perdonad, don Diego,
mía fue la culpa toda; 1340
pues conociendo años ha
la prudencia que os adorna,
antes de hablar olvidé
deciros que nada importa
que el caballero que veis 1345
(Señalando al conde.)
de nuestros planes se imponga.
DIEGO Yo, condestable, no temo
que el mundo entero me oiga.
EL CONDESTABLE Bien está; pero repito
que hablar podéis sin zozobra. 1350
Es un noble aragonés,
a quien su rey comisiona
para que al niño don Juan
allá conduzca, y le ponga
en su poder.
DIEGO                      �Cómo! �Al niño 1355
que guardo yo? -Sabedora
del caso será la reina,
y ella y el infante en forma
me autorizarán...
EL CONDESTABLE                               La reina
y don Fernando lo ignoran. 1360
Mas urge el tiempo, y es fuerza
hoy mismo acabar la obra.
La reina, viendo partir
al hijo que tanto adora,
le seguirá sin remedio; 1365
y al ver que el trono abandonan
lo aceptará don Fernando.
Entregadnos sin demora
al príncipe, y...
DIEGO                           Condestable,
vuestro juicio se trastorna. 1370
�Yo traidor al niño rey
y a la reina mi señora?
EL CONDESTABLE �Don Diego!
DIEGO                        En nombre del rey
don Enrique, que está en gloria,
soy guardador de su hijo. 1375
EL CONDESTABLE �Y la palabra?...
DIEGO                              Esta honra
nuevos deberes me impone.
EL CONDESTABLE �Y no es bien que se anteponga
el de salvar a Castilla?...
DIEGO A mí tan sólo me toca 1380
guardar al rey, y a mi lado
lo guardaré a toda costa.
EL CONDESTABLE �Vive Dios que ya os entiendo!...
URGEL �Y vive Dios que me enoja
la paciencia que gastáis! 1385
Si de grado no os lo otorga,
entrad por él, y excusad
tantas palabras ociosas.
DIEGO Veremos si el condestable
a ese atentado se arroja. 1390
URGEL Si el condestable vacila,
entraré yo mismo.
DIEGO                                 �Hola!
(A la voz de don Diego aparecen hombres de armas guardando la puerta.)
Ya veis que mis ballesteros
ese recinto custodian.
URGEL Mi espada se abrirá paso... 1395
(Pone mano a la espada. El condestable le contiene.)
DIEGO �Guardias!
EL CONDESTABLE                    �Tened, no nos oigan!
Con violencia nada hacemos.
Idos, y dejadme a solas
con él.
URGEL              Pero es fuerza hoy mismo...
EL CONDESTABLE Hoy nuestro intento se logra. 1400
Yo respondo.
DIEGO                         Será en vano.
URGEL Si dentro de breves horas
no le entregas, viejo imbécil,
vendré por él en persona;
y aunque huelle tu cadáver, 1405
te lo arrancará mi cólera.
EL CONDESTABLE Idos, que la reina sale.
(El conde de Urgel se cala la visera, y se va.)
 
Escena X
DON DIEGO, EL CONDESTABLE, LA REINA.
LA REINA �Ni en la estancia silenciosa
donde llorando mi duelo
vivo retirada y sola, 1410
dejaréis de importunarme?
�Quién estas voces provoca?
�Qué hacéis a la puerta vos
de la estancia donde mora
mi hijo? Y ese guerrero 1415
que con planta presurosa
se aleja al verme, �quién es?
DIEGO Sea quien fuere, señora,
don Diego López aquí
al niño don Juan custodia 1420
y a nadie lo entregará.
LA REINA �Entregarlo!
DIEGO                       Desde ahora
libre entrada en su aposento
concedo... �pero a vos sola!
(Éntrase en el cuarto de la derecha.)
 
Escena XI
EL CONDESTABLE, LA REINA.
EL CONDESTABLE (Yo daré en tierra, villano, 1425
con tu fingida lealtad.)
LA REINA �Cielos, qué he oído! Aclarad,
condestable, aqueste arcano.
EL CONDESTABLE A demandaros audiencia
cien veces aquí he llegado, 1430
y nunca os habéis dignado
darme de hablaros licencia.
LA REINA �Qué queréis? La pena, el llanto
engendran temores tales...
�y hasta palabras fatales 1435
que resuenan con espanto!
Jurara yo que aquí ahora
no sé qué don Diego dijo
de entregaros a mi hijo...
�Ved qué ilusión!...
EL CONDESTABLE                                   Sí, señora. 1440
LA REINA �Cómo!... �Es cierto?
EL CONDESTABLE                                      Sí, por Dios.
LA REINA �Y para qué habéis tratado
de arrancarlo de su lado?
EL CONDESTABLE Para entregároslo a vos.
LA REINA �Cielos!... �Es posible?... �A mí!... 1445
�Y él se niega a vuestro intento?
EL CONDESTABLE Ya sabéis que el testamento
le manda guardarlo.
LA REINA                                   �Ah, sí!
EL CONDESTABLE Y vos, pena muy amarga
tendréis, separada de él. 1450
LA REINA �Ah! No hay pena más cruel.
EL CONDESTABLE �Y separación tan larga!
Yo cumplí mi obligación
poniendo el niño en su mano:
no me tachéis de inhumano. 1455
Comprendo vuestra aflicción;
y cual madre tierna creo
que por llegarle a abrazar
daríais sin vacilar...
LA REINA �Cuanto en el mundo poseo! 1460
Mas no será menester.
Puesto que hoy a vuestro ruego
ceder no quiere don Diego,
yo le obligaré a ceder.
EL CONDESTABLE �De qué modo?
LA REINA (Sacando un pergamino.)
                            En este escrito 1465
que de mi mano he trazado,
por nulo doy lo mandado.
La guarda del rey le quito;
y, por ser su madre, a mí
me declaro guardadora. 1470
Mirad.
(Se lo entrega.)
EL CONDESTABLE              Observo, señora,
que falta una firma aquí.
LA REINA �La del infante?
EL CONDESTABLE                              Así es:
el poder es de los dos.
LA REINA Pues bien, condestable, vos 1475
que mostráis tanto interés
por esta madre infelice,
enviádselo al instante,
no tardéis, y que el infante
con su firma lo autorice. 1480
EL CONDESTABLE Dudo que para anular
de su hermano el testamento
preste su consentimiento.
LA REINA �Oh Dios! �Y a quién apelar?...
EL CONDESTABLE Si al hijo vuestro queréis 1485
con ese afecto tan puro...
LA REINA �Lo dudáis?
EL CONDESTABLE                       Pues bien, yo os juro
que en los brazos lo tendréis.
La empresa a mi cargo tomo.
LA REINA �Vos?
EL CONDESTABLE              Sí; que poder me asiste. 1490
LA REINA �Cuándo será?
EL CONDESTABLE                          En vos consiste
que sea ahora mismo.
LA REINA                                      �Cómo?
EL CONDESTABLE Dedicando vuestro amor
a su dicha, a su reposo;
haciéndole venturoso, 1495
que es la grandeza mayor.
LA REINA �Pues qué otro objeto ambiciono?
EL CONDESTABLE Es que con todo ese afán
no haréis feliz a don Juan,
si le hacéis subir al trono. 1500
LA REINA �Y qué he de hacer? �Santo Dios!
EL CONDESTABLE Salvarle del riesgo ahora.
LA REINA �Cómo?
EL CONDESTABLE                 Marchándoos, señora,
con él de Castilla vos.
LA REINA �Cielos!
EL CONDESTABLE                De la corte ausente, 1505
siempre retirada allá,
vos ignoráis... -�Ojalá
lo ignoréis eternamente!-
las zozobras, los cuidados
que rodean sin cesar 1510
al que se atreve a reinar.
Doy que los moros lanzados,
que sujeto Portugal,
el príncipe, sin tener
extranjeros que temer, 1515
empuñe el cetro real.
No es el extranjero encono
el peligro que le amaga:
en Castilla está la plaga
que ha de socavar su trono. 1520
Pondrán a su arrojo grillos,
burlarán sus esperanzas
prelados que mandan lanzas,
grandes que tienen castillos.
Si es blando, dulce y humano, 1525
ha de ser de ellos juguete;
y si mandar se promete
tendrá que hacerse tirano.
Mandar don Pedro intentó,
y fue tirano y cruel; 1530
y ya sabéis en Montiel
de qué manera acabó.
LA REINA, aterrada. �Ay!
EL CONDESTABLE          En cambio el rey difunto,
que fue bondadoso y blando,
sufrió desaires, llegando 1535
su humillación a tal punto,
que hasta el sustento por fin
hubo de faltarle un día,
mientras ellos a porfía
se holgaban en un festín. 1540
�Queréis que en tanto baldón
el hijo vuestro se vea?
Que rey en el nombre sea,
�es esa vuestra ambición?
Marchad, señora, marchad; 1545
y dejad que el cetro tome
uno que a los grandes dome...
LA REINA �Quién?
EL CONDESTABLE                 El infante.
LA REINA                                    �Oh maldad!
EL CONDESTABLE Lo demanda el reino entero;
y yo, hincando la rodilla, 1550
de vuestro amor a Castilla
este sacrificio espero.
LA REINA Alzad, alzad. -�Dios eterno!
Cumpliéronse mis temores.
�Así perseguís, traidores, 1555
a una madre, a un niño tierno?...
EL CONDESTABLE �No es traidor el que aquí veis,
el que os demanda de hinojos,
con lágrimas de sus ojos,
que os salvéis y nos salvéis! 1560
LA REINA Alzad, alzad... Ya penetro
hasta el fondo el negro arcano...
�Y es el infante, es mi hermano
quien roba a mi hijo el cetro!
EL CONDESTABLE (Se pone en pie.)
�Qué decís?...
LA REINA                         Sí: de mi lado 1565
le aleja el remordimiento;
�y os hace a vos instrumento
de este feroz atentado!
EL CONDESTABLE Señora, yo fui testigo
de su tenaz resistencia. 1570
LA REINA �Por eso huyó mi presencia!
EL CONDESTABLE Por eso.
LA REINA                 Vos sois su amigo.
Y en vano estáis procurando
obscurecer su traición:
que mi leal corazón 1575
ya me la estaba anunciando.
�Ah, sí! Desde aquel instante
que separada me vi
del hijo mío, y aquí
sola me dejó el infante, 1580
no sé qué secreto horror
en mi corazón sentía,
que cuantos rostros veía
me llenaban de terror;
y en esa estancia encerrada, 1585
donde mi espanto crecía
con la soledad sombría
de esta lóbrega morada,
se agolparon de repente
a mi exaltada memoria 1590
recuerdos de aquella historia
que en mi niñez inocente
a mi tierna madre oí.
De Castilla la arrojaron,
y al rey su padre mataron... 1595
�Y fueron los grandes, sí!
�Y un infante era también
el jefe de aquella hazaña!
EL CONDESTABLE �Semejanza tan extraña
por qué vuestros ojos ven? 1600
LA REINA Porque de nuestros mayores
pesa en nosotros la ley:
yo desciendo de aquel rey...
y vos de aquellos traidores.
EL CONDESTABLE Caiga vuestro enojo en mí: 1605
traidor llamadme en buen hora;
mas por vuestro bien, señora,
marchad al punto de aquí.
LA REINA �Nunca! �Jamás! -�Justo Dios!...
�Yo a mi hijo destronar!... 1610
EL CONDESTABLE �No queréis con él marchar?...
Pues él marchará sin vos.
LA REINA �Qué decís?... �Sin mí!
EL CONDESTABLE                                         Es urgente:
hoy partirá de Toledo.
LA REINA �Pensáis que me infunde miedo 1615
esta amenaza impotente?
Si vos faltáis al honor
y a la fe de buen vasallo,
no imaginéis que me hallo
sin un leal defensor. 1620
EL CONDESTABLE �Quién, señora?
LA REINA                             El que antes dijo
que era sordo a vuestro ruego.
EL CONDESTABLE �Don Diego, decís?
LA REINA                                   Don Diego,
que no entregará a mi hijo.
EL CONDESTABLE �Vana ilusión os ofusca! 1625
Ese leal caballero
sabéis que fue el mensajero
que marchaba en vuestra busca.
LA REINA A traerme...
EL CONDESTABLE                      No, señora:
iba a alejaros de aquí. 1630
LA REINA �Cómo?... Pues ahora...
EL CONDESTABLE                                         Sí:
otro es su interés ahora.
Como guardador, confía
que logrará del rey niño
ir conquistando el cariño 1635
y ser su valido un día.
LA REINA Pues, lealtad o interés sea,
él lo guardará.
EL CONDESTABLE                           Quizá.
Y decid: �lo guardará,
señora, cuando esto lea? 1640
(Mostrando el escrito que le dio la reina.)
LA REINA �Cómo! �Intentáis?...
EL CONDESTABLE                                     Todo entero
escrito de vuestra mano.
LA REINA Lo revocaré.
EL CONDESTABLE                        Es en vano.
El pensamiento primero
de despojarlo aquí está; 1645
y aunque lo anuléis ahora,
tarde o temprano, señora,
que se ha de cumplir verá.
Y pues en don Diego es fijo
que obra sólo el interés, 1650
leerá este escrito, y después
entregará a vuestro hijo.
LA REINA �Conque no hay uno siquiera,
no hay uno que guarde fe?...
Partiré, sí, partiré... 1655
�Y ojalá nunca viniera!
Hijo: huyamos de este suelo,
huyamos de este recinto
en sangre de reyes tinto...
Abandónales sin duelo 1660
un trono de maldición
a esos nobles ricoshombres...
que cubren con altos nombres
la infamia del corazón.
EL CONDESTABLE �Partiréis?
LA REINA                     Al punto, sí: 1665
que mientras con vos esté,
por mi hijo temblaré:
salgamos pronto de aquí.
EL CONDESTABLE La paz a Castilla dais,
y aunque el sacrificio os cueste... 1670
(Algazara dentro y gritos de �viva el infante!)
LA REINA �Cielos! �Qué tumulto es este!
�Quién viene?
EL CONDESTABLE                           Nada temáis.
 
Escena XII
DICHOS, FERNÁN GUTIÉRREZ, SOLDADOS.
(Cuatro guerreros siguen a Fernán Gutiérrez, y se quedan en el fondo, caladas las viseras.)
GUTIÉRREZ �Victoria por don Fernando!
EL CONDESTABLE �Fernán Gutiérrez!
GUTIÉRREZ                                 �Oh, reina!
A vuestras plantas me envía 1675
el infante con la nueva.
LA REINA �Y el infante dónde está?
GUTIÉRREZ �Rayo del cielo es su diestra!
Al primer encuentro, rompe
del moro la hueste inmensa, 1680
lanzándola desbandada
hasta el fondo de sus tierras.
De Antequera a las murallas
triunfante y rápido llega,
y las escalas arrima, 1685
y las lombardas asesta.
Da el asalto: sube al muro:
los defensores se entregan;
y al verle alzar el pendón
de Santiago en las almenas, 1690
grita el ejército: ��Viva
don Fernando de Antequera!�
EL CONDESTABLE �Dios le protege y le guarda
para mayores empresas!
Otro título más alto 1695
hoy en Castilla le espera.
La reina, Fernán Gutiérrez,
que admira sus nobles prendas,
con resolución magnánima
cede al infante la herencia 1700
de su hijo, y esta noche
los dos a Toledo dejan.
LA REINA �Esta noche? (�Oh cielo!)
EL CONDESTABLE (Dirigiéndose a la reina.)
                                            Y vos,
en quien de vanas grandezas
triunfa el maternal amor, 1705
entrad en la estancia regia;
y cuando del hijo amado
gocéis las caricias tiernas,
veréis que no vale un trono
privarse de su presencia. 1710
(Acércase a la puerta de la derecha.)
�Hola! -A don Diego llamad.
LA REINA (�Esto es hecho! No me queda
otro recurso. -Capaces
serán de traición más negra
si yo resisto...)
(El condestable, después de hablar con don Diego, que se ha presentado en la puerta, hace ademán a la reina de que pase. La reina exclama entrando apresurada:)
                          (�Hijo mío!) 1715
 
Escena XIII
EL CONDESTABLE, DON DIEGO, FERNÁN GUTIÉRREZ, SOLDADOS.
(Don Diego va a seguir a la reina.)
EL CONDESTABLE �Don Diego!
DIEGO                         Voy con la reina.
EL CONDESTABLE Dos palabras nada más...
DIEGO No puedo.
EL CONDESTABLE                    Que os interesan.
DIEGO, deteniéndose. �A mí?
EL CONDESTABLE               A vos más que a ninguno.
DIEGO Decid pronto.
EL CONDESTABLE                           Con reserva. 1720
�Lo habéis pensado mejor?
DIEGO Yo no pienso, cuando median
el deber y la lealtad.
EL CONDESTABLE �Volvéis otra vez al tema?
DIEGO Mi conciencia no permite... 1725
EL CONDESTABLE �A mí, don Diego, con esas?
Sabéis que os conozco bien;
conque dejaos de conciencia,
y el móvil de esa mudanza
explicadme con franqueza. 1730
DIEGO �Risa me da la pregunta!
�Y a vos qué móvil os lleva
a coronar al infante?
EL CONDESTABLE �A mí!...
DIEGO                 Ya sé la respuesta.
Decís que el bien de la patria. 1735
Otra razón es la vuestra.
Ayo del infante fuisteis:
se ha criado en vuestra escuela:
su valido sois; y es claro
que si a coronarse llega, 1740
seréis valido del rey.
EL CONDESTABLE Ya entiendo. �Esa misma idea
tenéis con el niño vos?...
DIEGO Quiero seguir vuestra regla.
EL CONDESTABLE �Acabarais de una vez! 1745
Si otro temor no os arredra
más que el de perder la guarda
del niño, no os cause pena.
DIEGO �Por qué?
EL CONDESTABLE                   Porque eso, don Diego,
será de todas maneras. 1750
DIEGO �Cómo?
EL CONDESTABLE                Sí.
DIEGO                       �Perderla! �Y quién
me la ha de quitar?
EL CONDESTABLE                                  La reina.
DIEGO �La reina?
EL CONDESTABLE (Le da el pergamino.)
                    Leed.
DIEGO                                 �Qué miro!
EL CONDESTABLE Todo de su puño y letra.
Ella a marchar de Castilla 1755
con su hijo está resuelta.
Si bien a bien le entregáis,
no revelará mi lengua
que de vendernos tratabais;
pero si hacéis resistencia 1760
y dais con ello lugar
a que don Fernando vuelva
y nuestro plan desbarate,
este escrito os manifiesta
que la madre os quitará 1765
la guarda del niño: y cuenta
que haberle ayudado ahora
no os valdrá luego con ella,
porque ya sabe que antes
también de los nuestros erais; 1770
y al que ha servido a dos bandos
en ninguno se le aprecia.
�Qué decís?
DIEGO                       �Qué he de decir?
Bien sabéis que en mi conciencia
de vuestra opinión he sido. 1775
Si he obrado de otra manera,
es porque el deber en mí
siempre ha tenido gran fuerza.
Pero en fin, ya que, a Dios gracias,
la reina misma desea 1780
lo que todos deseamos,
pronto estoy a obedecerla.
EL CONDESTABLE �Esa mano!
DIEGO                      Vuestro soy.
EL CONDESTABLE Fernán Gutiérrez, ya quedan
los obstáculos vencidos: 1785
don Diego al príncipe entrega.
Esta noche aquí los grandes
juntaré, y en su presencia
firmará la reina el acta
de abdicación. La litera 1790
real vendrá con sigilo,
porque el pueblo nada entienda.
Saldrán esta noche entrambos;
y cuando el día amanezca,
por don Fernando alzaremos 1795
pendones. Vos a Antequera
partís, y a vuestra llegada
hacéis que cunda la nueva,
que el ejército lo aclame,
y en pos vuestro con presteza 1800
iremos los grandes todos
a llevarle la diadema.
DIEGO �Todos, sí!
EL CONDESTABLE                    �Sigilo! -Pronto
volveré. -Por lo que pueda
suceder... no quiero yo 1805
perder de vista a la reina.
 
Escena XIV
DON DIEGO, FERNÁN GUTIÉRREZ, GUERREROS.
DIEGO �Silencioso estáis! �Qué es esto?
Vos, a quien sin duda esperan
grandes dones en albricias
de ese mensaje, �con muestras 1810
de pesar, Fernán Gutiérrez,
escucháis la elección nuestra?
GUTIÉRREZ �De pesar! �Estáis en vos?
Si en mi poder estuviera,
no de Castilla, del mundo 1815
le hiciera rey.
DIEGO                         �Altas prendas
dignas del trono le adornan!
Y yo, que en reconocerlas
soy el primero, por fin
he consentido en la empresa. 1820
Porque ya veis... del recinto
en que custodio a su alteza,
con hombres de armas seguros
guardadas tengo las puertas
y en vano al niño intentaran 1825
arrancarme con violencia.
Mas como el bien de Castilla
tal sacrificio me ordena,
resuelto estoy a entregarlo.
Y cuando el infante sepa 1830
que a mí me ha debido el trono...
(Uno de los cuatro guerreros ha ido acercándose y dice en voz baja a don Diego:)
GUERRERO Te hará cortar la cabeza.
(Álzase la visera: es don Fernando.)
DIEGO �Cómo? �Qué?... �Oh Dios! �El infante!
FERNANDO �Silencio!
DIEGO                   �Señor!...
FERNANDO                                    Si entregas
al príncipe, y yo soy rey, 1835
ya sabes lo que te espera.
DIEGO �Pues cómo!... �Os negáis?...
FERNANDO                                                 �Silencio!
Entra al punto, y di a la reina
que en este instante, aquí mismo,
hay quien hablarla desea. 1840
Y advierte que, aunque me has visto,
no me has visto. -Marcha apriesa.
(Don Diego, turbado y trémulo, se va por la derecha.)
 
Escena XV
DON FERNANDO, FERNÁN GUTIÉRREZ, GUERREROS.
FERNANDO A tiempo, Fernán Gutiérrez,
llegamos por dicha nuestra.
Dios me ha inspirado. -Si tardo 1845
un día más, la violencia
se consuma.
GUTIÉRREZ                       �Y todavía
quién sabe si a contenerla
bastaréis! -Los grandes quieren
llevar a cabo la empresa 1850
esta misma noche. El ayo
del rey es débil: la reina,
más débil aún, consiente
en ausentarse: las fuerzas
que esperáis, o no vendrán, 1855
o vendrán tarde...
FERNANDO                               No creas
que fray Vicente Ferrer
mi mensaje desatienda.
GUTIÉRREZ �Y si no llegó a sus manos?
�Y si la alevosa diestra 1860
que dio muerte al arzobispo
también en él se ensangrienta?
�Qué haréis solo contra tantos?
�Qué arbitrio entonces os queda?
FERNANDO �Qué es esto, Señor? �Los tronos 1865
que colocaste en la tierra
a merced de sus vasallos
así abandonados dejas?
No es tu voluntad divina,
no es tu omnipotente diestra, 1870
sino el mundano interés
de pasiones turbulentas
quien alza y hunde a su antojo
reyes que en tu nombre reinan.
GUTIÉRREZ Quizá es voluntad del cielo. 1875
Lo pide Castilla entera.
�Voz del pueblo es voz de Dios!
FERNANDO Aunque lo pida: aunque sea
conveniente al bien del reino
que yo a sus instancias ceda, 1880
de más provecho será
dejar a las venideras
edades esta lección.
No quiero que un tiempo venga
en que, su ambición dorando 1885
con mentidas apariencias,
príncipes usurpadores
invocar mi ejemplo puedan.
�No ha de ser, viven los cielos!
Y pues mis derechos huellan 1890
los rebeldes de Aragón,
y a un usurpador elevan
a aquel trono que era mío;
este que la providencia
bajo mi amparo coloca 1895
no pasará por la afrenta
de sufrir de sus vasallos
la vergonzosa tutela.
GUTIÉRREZ Alguien viene.
FERNANDO (Calándose la visera.)
                           Ella tal vez...
GUTIÉRREZ La misma.
FERNANDO                    Guarda esas puertas, 1900
y dame con tiempo aviso
si ves que alguno se acerca.
(Fernán Gutiérrez se va por la galería derecha llevándose los hombres de armas; y durante la escena que sigue se les verá aparecer de cuando en cuando a lo lejos, como vigilando la entrada.)
 
Escena XVI
DON FERNANDO, LA REINA.
(La reina sale por la puerta de la derecha, impaciente y recelosa: ve a Fernán Gutiérrez y los guerreros desaparecer, y se para amedrentada.)
LA REINA �Quién por mí preguntaba?... -�Mas qué es esto!...
�Fernán Gutiérrez! �Me dejáis a solas
con un desconocido!... �Qué designios? 1905
(A don Fernando.)
�Quién sois? �Qué me queréis?...
FERNANDO (Alzándose la visera.)
                                                         Yo soy, señora.
LA REINA �Vos! �El infante aquí!
FERNANDO (Con misterio.)
                                        �Callad!
LA REINA                                                         �Dejaos
de fingimiento ya! La negra historia
de mi desdicha y vuestro crimen leo.
No podéis la impaciencia que os devora 1910
más tiempo reprimir, ni allá en el campo
la noticia aguardar de mi deshonra.
Fuerza es pedir a la ambición sus alas
y a Toledo volar; que perezosa
la fe del condestable tantos días 1915
la urgente empresa consumar demora.
�Culpable lentitud! -Mas vos llegasteis,
y su tibieza en frenesí se torna.
Preséntase a su reina, la amenaza;
al guardador del rey, astuto compra; 1920
y al hijo y a la madre en esta noche
del trono y de Castilla nos arroja.
�Dudabais de su celo? �Ah! �Sois injusto!
Es vuestro amigo y como tal se porta.
Nada os queda que hacer. Vos, no lo extraño, 1925
quizá a saberlo de mi propia boca
impaciente venís... �Y a qué cubierto
de férreo casco, de acerada cota?
No es este el campo de Montiel, ni el cetro
que venís a usurpar la valerosa 1930
diestra de un rey batallador empuña,
ni guerrera falanje le custodia.
Un inocente niño es quien le tiene,
y una mujer quien le defiende sola...
-�No le defiende, no!... No es necesario 1935
que otra vez por reinar la sangre corra.
-�Ahí tenéis ese trono que os halaga!
Con placer os le dejo, y a remotas
tierras me ausento con el hijo mío,
que es mi tesoro, mi ambición, mi gloria. 1940
�Adiós, hermano, adiós! �Estáis contento?
Vednos partir: �gozaos en vuestra obra!
FERNANDO En la vuestra diréis, que no en la mía.
�Débil mujer, que tímida se postra
y, al peligro menor, de madre y reina 1945
los sagrados deberes abandona!
�Qué sería de vos, de vuestro hijo
qué sería sin mí? -Cuando a Segovia
dejasteis ambos y en Toledo entrabáis,
los grandes me ofrecían la corona; 1950
y yo la rechacé. -Con altos gritos
me aclamaba por rey la hueste toda:
yo le impuse silencio, y contra el moro
me la llevé a lidiar.
LA REINA                                  �Cielos!
FERNANDO                                                 Con pronta
marcha me alejo; y desde el campo envío 1955
un secreto mensaje a Zaragoza,
pidiendo a fray Vicente que al justicia
hombres de armas demande, y a mi costa
vengan a las murallas de Toledo
y mi mandato aguarden. -La derrota 1960
sigo entretanto del alarbe; gano
la villa de Antequera, y con victorias
distraigo a mis guerreros. -A Sevilla
finjo luego partir; y entre la escolta
de escogidos jinetes que aquí envío, 1965
de la nueva del triunfo portadora,
disfrazado me oculto. En este alcázar
consigo penetrar; y aquí en persona
quiero esperar la aragonesa hueste;
y cuando el son de las trompetas oiga, 1970
a su frente ponerme, de los grandes
desbaratar las pretensiones locas,
humillar su poder, y al hijo vuestro
coronar.
LA REINA                �Dios eterno!
FERNANDO                                        Y vos, señora;
vos, que depositaria sois conmigo 1975
de su herencia real; vos, defensora
de sus derechos; vos, que sois su madre...
�Qué habéis hecho de él? -Ceder medrosa,
consentir en sacrílegos proyectos,
llorar, huir, quitarle la corona. 1980
LA REINA Salvar su vida.
FERNANDO                           El suelo castellano
no engendra regicidas.
LA REINA                                       A la sombra
del patrio amor que hipócritas afectan,
la acción más negra llamarán heroica.
Aún recuerdo sus fieras amenazas, 1985
su duro acento, sus miradas torvas...
�Ay, yo he temblado por el hijo mío!...
Si me niego a partir, nada se logra:
esta noche le arrancan de mi lado...
Y capaces serán... �Ah!, �qué me importa 1990
el trono, la ambición?... Yo con mi hijo
en dondequiera viviré dichosa...
y él lo será conmigo. -�Qué le falta,
si las caricias de su madre goza?
FERNANDO �Qué le falta, decís? -Pluguiese al cielo 1995
que esa inocencia en que le veis ahora
eternamente conservar pudiera,
cual conserva la flor su blando aroma.
Edad feliz, en que el hogar paterno
es nuestro mundo, y lo demás se ignora; 2000
en que un beso de amor enjuga el llanto
que solamente de los ojos brota,
y no del corazón... Mas �ay! que pronto
el huracán de las pasiones sopla
y, por su aliento abrasador marchita, 2005
la flor de la inocencia se deshoja.
Cuando ese niño en varoniles años
sienta la regia sangre generosa
en sus venas hervir; cuando esos lazos
en que hoy le sujetáis brioso rompa, 2010
y desdeñando juegos infantiles,
arda en su corazón ansia de gloria;
�Tú no naciste, le dirá la fama,
en esa humilde condición que ahoga
tus ímpetus magnánimos; un trono 2015
heredaste al nacer: si de él ahora
para siempre arrojado te contemplas,
de tu madre y no más la culpa es toda.�
A vos entonces lanzará sus quejas;
verá en vos la ocasión de su deshonra: 2020
huirá de vos; maldecirá en secreto
la dura humillación que le sonroja,
y acaso... acaso os aborrezca un día.
LA REINA �Aborrecerme! �Oh Dios!...
FERNANDO                                               Ya veis, señora,
que si cobarde abandonáis el trono 2025
y apeláis a esa fuga vergonzosa,
nada salváis en recompensa, nada...
�Ni el cariño filial! -�No más zozobras!
�No más debilidad! -Sed madre al menos.
Aquí tenéis un brazo que os apoya. 2030
No os pido yo que a sobrehumano esfuerzo
os elevéis con resistencia heroica;
corto tiempo no más, cortos instantes:
la hueste de Aragón en breves horas
veréis aquí; y entonces vuestro hijo 2035
por vos el trono paternal recobra.
Y cuando vos podáis decirle un día:
�Me lo debes a mí...� �Cuán orgullosa
recibiréis en vuestro seno el llanto
de gratitud que de sus ojos corra! 2040
LA REINA Dejad, dejad que mi razón comprenda
lo que escuchando estoy de vuestra boca.
�Es sueño! �Es ilusión!... �Os dan un trono,
y vos lo despreciáis?... �Y que me oponga
a vuestra elevación queréis vos mismo? 2045
�Alma sublime!... A vuestros pies se postra
esta mujer, que de su vil sospecha
vuestro perdón con lágrimas implora.
FERNANDO �Señora!...
LA REINA                   No; dejadme que os admire,
que tan alta virtud contemple absorta. 2050
�Ya comprendo el empeño de los grandes!...
Lo comprendo... �Y lo aplaudo! -A vos os toca
con justicia ceñir, no de Castilla,
sino del mundo entero la corona.
�Reinad, señor, reinad! -Yo al hijo mío 2055
sabré decirle: humíllate y adora
la voluntad del cielo, que en tu trono
un modelo de príncipes coloca.
FERNANDO �Tristes tiempos son estos, en que sólo
cumplir la obligación virtud se nombra! 2060
Cumplid la vuestra como madre y reina,
y a Dios dejad que lo demás disponga.
Mientras vos al amor de sus vasallos,
a la justicia, a las virtudes todas,
formáis el corazón del tierno niño, 2065
yo domaré a esos grandes que blasonan
de alzar la frente a par de sus monarcas.
Yo un trono fundaré, cual firme roca
en tempestuoso mar, donde se estrellen
de la ambición las impotentes olas: 2070
yo haré, en fin, que de hoy más y para siempre
un solo rey Castilla reconozca.
LA REINA �Qué nuevo aliento vuestra voz me infunde?
�Qué brío es este que mi pecho cobra?
Otra me siento ya... Veréis cuán firme, 2075
si aquí de nuevo sus instancias doblan,
sé resistir... -�Dios mío!
(Con una exclamación de espanto.)
FERNANDO                                           �Qué os asusta?
LA REINA �La noche! �Sí! Mirad que esta es la hora
en que deben venir, y si no cedo,
el hijo mío sin piedad me roban. 2080
FERNANDO �Otra vez el temor!...
LA REINA                                     �Hijo adorado!...
�Cómo salir de aquí? -Los que custodian
las puertas del alcázar obedecen
la voz del condestable. -�Oh Dios!, �qué pronta
la horrible noche se acercó! �Qué haremos?... 2085
La hueste que esperáis de Zaragoza
no viene, o vendrá tarde... y si entretanto
de Diego López los traidores logran
que entregue el hijo mío...
FERNANDO                                             Diego López
no temáis que lo entregue.
LA REINA                                             �Y si ellos osan 2090
a viva fuerza penetrar?...
FERNANDO                                          Entonces,
�no estoy yo aquí?
LA REINA                                 �Quién viene?...
 
Escena XVII
DICHOS, FERNÁN GUTIÉRREZ.
GUTIÉRREZ                                                               Gente asoma
por esa galería.
LA REINA                            �Ellos son!... �Ellos!...
FERNANDO No desmayéis. �Firmeza!
(Se cala la visera y se confunde con los demás guerreros.)
 
Escena XVIII
DICHOS, EL CONDESTABLE, GRANDES.
LA REINA                                           (�Oh Dios!)
EL CONDESTABLE                                                               Señora,
ya que a nuestras instancias os rendisteis... 2095
LA REINA �Yo! �Qué decís?...
EL CONDESTABLE                                  �Dudáis?...
LA REINA                                                     �Y cuándo?...
EL CONDESTABLE                                                                            Pronta
la litera real estará en breve:
y esta noche...
LA REINA                         Bien, sí: de mi persona
puedo yo responder... mas de mi hijo...
Diego López le guarda, él os responda. 2100
Si se niega a entregarlo...
EL CONDESTABLE                                           No se niega.
LA REINA �No?
EL CONDESTABLE            Vais a oírlo de su misma boca.
(Dirígese a la puerta de la derecha, y hace llamar a don Diego.)
LA REINA (�Mi postrera esperanza en él se funda!
Inspírale, �mi Dios!, haz que desoiga
la voz de la traición.)
 
Escena XIX
DICHOS, DON DIEGO.
EL CONDESTABLE                                      Venid, don Diego. 2105
La noche es esta en que cumplir nos toca
el grande y doloroso sacrificio
que al bienestar del reino hacer importa.
La reina cede y a partir se obliga.
A las doce vendremos, y a esa hora 2110
también al niño entregaréis. �No es cierto?
DIEGO (Mirando en derredor.)
�Yo!...
EL CONDESTABLE            Declaradlo: que aunque a mí me consta,
hay quien duda de vos.
DIEGO                                       �De mí! Yo siempre...
EL CONDESTABLE Hablad.
DIEGO                Como la reina lo disponga...
(Ve a don Fernando, que se alza rápidamente la visera y le mira con semblante amenazador, cubriéndose en seguida.)
(�Allí está!)
EL CONDESTABLE                     �Vaciláis?
DIEGO                                        No... no vacilo. 2115
(Adelantándose y alzando la voz.)
Yo prometo cumplir... �todos me oigan!,
lo que en este lugar... hace un instante,
se ha exigido de mí.
LA REINA                                   �Cruel!
DIEGO                                                 �Señora!...
Mi cabeza responde...
LA REINA                                      �Ah, sí! �Lo entrega!...
EL CONDESTABLE A las doce.
LA REINA                     �Las fuerzas me abandonan! 2120
(Cae desmayada en un sillón.)

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